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Podemos busca arrastrar a sus socios en la ley del solo sí es sí para arrinconar al PSOE
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Pulso en el Ejecutivo

Podemos busca arrastrar a sus socios en la ley del solo sí es sí para arrinconar al PSOE

El PP apoyará la reforma para evidenciar la ruptura de los socialistas y sus aliados parlamentarios, que exigen tiempo antes de valorar su propuesta. Yolanda Díaz escapa de la polémica y solo reclama un acuerdo

Foto: Irene Montero, en el pleno del Senado. (EFE/Kiko Huesca)
Irene Montero, en el pleno del Senado. (EFE/Kiko Huesca)

El PSOE se ha visto solo en el Palacio de las Cortes Generales este martes. Su iniciativa para reformar la ley del solo sí es sí no solo no ha conseguido el aval de sus aliados parlamentarios, sino que además el PP ha recogido el guante y le ofrece su apoyo siempre y cuando se blinde el endurecimiento de las penas, un regalo envenenado para aislarlo aún más del bloque de la investidura. Una estrategia similar a la de Unidas Podemos, que maniobra para arrinconar al primer partido del Ejecutivo en lo relativo a la polémica norma. La ira de los morados es cada vez más evidente, después de que Pedro Sánchez desautorizara a la ministra de Igualdad, Irene Montero, al enmendar su proyecto estrella unilateralmente.

Que la titular de Justicia, Pilar Llop, afirmase durante la mañana que es “sencillo” para una víctima de agresión sexual demostrar que ha sufrido violencia o intimidación, exhibiendo una herida, ha soliviantado a sus socios. Ambas partes han pasado la jornada intercambiando reproches a través de los medios. Yolanda Díaz, líder de Unidas Podemos en el Gobierno, rehuía la polémica durante la tarde en los pasillos del Senado —Gabriel Rufián la había criticado por ponerse de perfil escasas horas antes—, limitándose a abogar por un acuerdo, sin mostrar su respaldo expreso a Montero y sin pronunciarse sobre la propuesta del PSOE, que Igualdad considera inasumible.

Aunque los dos socios aseguren que el acuerdo aún es posible, y ministros socialistas como la titular de Hacienda, María Jesús Montero, trataran de rebajar los decibelios, Unidas Podemos dejaba claro el camino que van a seguir: más “presión política y argumentos” para que “rectifiquen”. También un esfuerzo para retratar al PSOE aislado de los socios parlamentarios, como aseguraban desde la dirección del grupo parlamentario.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a la reunión interparlamentaria del PSOE este martes en el Congreso. (EFE/Chema Moya)

Fuentes de Unidas Podemos descartan en este momento presentar “una propuesta alternativa” a la de los socialistas. “Ellos tienen al PP y a Vox, nosotros necesitamos al PSOE”, reconocen. Todo depende ahora “de la presión de los socios”. Explican que si estas fuerzas dejan clara su posición, hay alguna opción de reconducir la situación, aunque se antoje muy complicada. Durante toda la legislatura, en momentos de máxima tensión sobre distintas materias, desde Podemos han alertado de un posible pacto PSOE-PP a sus espaldas. Es esa “pulsión conservadora” que insisten en atribuir a sus socios, de los que llevan una semana diciendo que “les tiemblan las piernas” para actuar de manera más contundente, en este caso resistiendo las presiones que les han empujado a enmendar el solo sí es sí.

“Todo el mundo ve claro dónde están los partidos de izquierdas, y están más con el Ministerio de Igualdad que con el de Justicia”, aseguró durante la mañana de este martes Jaume Asens, presidente del grupo Unidas Podemos. “Nosotros llevamos hablando con los socios de investidura desde el principio”, advirtió Pablo Echenique, portavoz del mismo espacio político, también en la Cámara Baja.

Foto: El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique. (EFE/Chema Moya)

Ni uno solo de los aliados del Gobierno ha querido pronunciarse sobre el plan del PSOE. ERC, PNV, Bildu, Compromís o Más País han pedido tiempo para estudiar la modificación del solo sí es sí que proponen, pero la mayoría de estas fuerzas exige un acuerdo entre los partidos del Ejecutivo para corregir el “despropósito” —en palabras de Íñigo Errejón— que supone que los socialistas hayan actuado sin contar con Igualdad. Todos ellos han afeado a la coalición que dejase ver sus costuras, y han exigido que rebajen el ruido de inmediato.

El PSOE, dentro y fuera de cámara, se aferra a que todos los socios han abogado por reformar esta norma cuanto antes para detener las rebajas de penas de agresores sexuales, que ya superan los 400 casos. Pero desde el arranque de las conversaciones, el lunes, ninguna de estas fuerzas ha querido aclarar si la propuesta de los socialistas desplaza o no el consentimiento como viga maestra de la ley, la clave del desencuentro en la coalición. Si el lunes Igualdad criticaba que el PSOE ni siquiera les hubiera avisado de la decisión de presentar su propia propuesta independiente, el martes los morados lamentaban que ni siquiera les hubieran llamado desde que “rompieron” las negociaciones.

Foto: La ministra de Justicia Pilar Llop. (Reuters)

“No vamos a entrar en guerras dentro de la coalición”, advertía Rufián. También avisó de que no pueden sumarse a la “maquinaria” empleada contra Igualdad y Montero, ni ayudar a “volver al infierno probatorio” que para las mujeres suponía el anterior Código Penal. Con todos los portavoces de Podemos acusando al PSOE de querer volver al Código Penal de la sentencia inicial contra la Manada, el portavoz de ERC dejaba ver su cercanía a sus tesis y sus recelos ante la propuesta socialista —“No sé si es la intención de unos y otros”, decía, volver al modelo anterior a esta ley—. Ni pueden asumir que la ley pierda su esencia, ni pueden votar del lado del PP una norma que ellos sí ayudaron a aprobar, y en la misma situación se encuentran fuerzas como EH Bildu, Compromís o Más País. Es la baza que, hoy por hoy, puede jugar Unidas Podemos.

El PP como vía de escape

El PP, por su parte, se ofrece como una vía de escape a Sánchez ante el incendio en el bloque de investidura. Por el momento, los populares han garantizado un sí sin condiciones a la toma en consideración de la proposición de ley que, en principio, llegará a la Cámara Baja la próxima semana. Pero Génova está dispuesta a ampliar ese apoyo hasta el final de la tramitación parlamentaria, siempre y cuando el Ejecutivo se comprometa a blindar el endurecimiento de las penas a las presiones de los socios durante el proceso de enmiendas.

Los populares son conscientes de que mantener esa mano tendida —que el PSOE rechaza por el momento— tensa la coalición y aviva el fuego interno en el bloque de la izquierda en la recta final de la legislatura. En el primer partido de la oposición, asumen que los socialistas no se sentarán a negociar, pese a los evidentes problemas que han encontrado en sus socios —especialmente en el caso de Unidas Podemos—, pero en esta ocasión ese no será un impedimento para que la iniciativa vea la luz. En público, el PP insiste en que lo prioritario es revertir cuanto antes las atenuantes de penas a agresores sexuales derivadas de la norma, una realidad "dramática" para las víctimas de violencia machista, independientemente del color político que presente la iniciativa.

Foto: Irene Montero, junto a Ione Belarra y Victoria Rosell, en el acto de Madrid. (EFE/Sergio Pérez)

Recalcan, además, que la proposición de ley que el PP presentó el pasado mes de diciembre es "calcada" a la que el PSOE registró sin contar con Podemos, por lo que, a priori, no tendrían problema alguno en votar a favor de la norma. Los populares no ocultan sus recelos por el texto que pueda derivar de la negociación con sus socios de investidura posterior a la toma en consideración, pero centran sus esfuerzos en mantener el endurecimiento de las penas y no entran a valorar siquiera otros puntos de fricción en la coalición, como el mantenimiento o no del consentimiento como eje central de la ley.

El primer partido de la oposición plantea su posición favorable a la reforma como un win-win para ellos: por un lado, si la negociación del PSOE con sus aliados habituales fracasa, se erigirían en responsables últimos de que la reforma de la ley del solo sí es sí viese finalmente la luz, petición en la que insisten desde hace meses; y, por otro lado, situarían a Sánchez en una posición incómoda. "Sánchez no puede permitirse una foto con Feijóo", resumen en el entorno del líder popular.

El PSOE se ha visto solo en el Palacio de las Cortes Generales este martes. Su iniciativa para reformar la ley del solo sí es sí no solo no ha conseguido el aval de sus aliados parlamentarios, sino que además el PP ha recogido el guante y le ofrece su apoyo siempre y cuando se blinde el endurecimiento de las penas, un regalo envenenado para aislarlo aún más del bloque de la investidura. Una estrategia similar a la de Unidas Podemos, que maniobra para arrinconar al primer partido del Ejecutivo en lo relativo a la polémica norma. La ira de los morados es cada vez más evidente, después de que Pedro Sánchez desautorizara a la ministra de Igualdad, Irene Montero, al enmendar su proyecto estrella unilateralmente.

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