El PSOE agitará para el 28-M la armonización fiscal frente al 'dumping' de Ayuso y Moreno

El programa marco del PSOE para las elecciones autonómicas reivindica la armonización fiscal como medida para luchar contra las bonificaciones en impuestos como el de patrimonio en Madrid y Andalucía. Fuentes de Ferraz apuntan que se trata de luchar contra el dumping fiscal por las diferencias tributarias entre CCAA, en referencia a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el andaluz Juanma Moreno. La medida, incluida en el programa de las elecciones autonómicas del 28-M, ratificado este sábado en el Comité Federal del PSOE, defiende la necesidad de "garantizar un mismo trato fiscal a toda la ciudadanía, independientemente del lugar en el que vivan o actúen", para "lograr un equilibrio óptimo en el ejercicio de las competencias normativas de las Comunidades Autónomas sobre los impuestos de forma que la fiscalidad no distorsione las decisiones de los proyectos vitales de la ciudadanía o las decisiones de inversión de las empresas".

[Acceda aquí al programa marco de las elecciones autonómicas]

La armonización fiscal sería para los socialistas una de las líneas comunes en la reforma pendiente del sistema de financiación autonómica. Uno de los pocos puntos para esta reforma que comparten todos los barones socialistas, ya que sobre el método de cálculo mantienen las diferencias clásicas entre las comunidades más poblaciones y las que tienen una demografía más reducida y dispersa.

TE PUEDE INTERESAR

Sánchez exhibe la garantía de la "paz social" frente a la "fractura en la calle y territorial" del PP

Iván Gil

En el último congreso del PSOE, las federaciones socialistas de Madrid, Cataluña, Valencia y Baleares ya promovieron una reforma para equiparar impuestos de las CCAA. La asociación entre la reforma fiscal y la de la financiación autonómica se incluyó en varias de las enmiendas presentadas por los socialistas de los territorios del Mediterráneo. Ahora, esta propuesta se plasma en el programa marco de las autonómicas del 28-M, que se ha encargado de coordinar y presentar en el Comité Federal el presidente extremeño y secretario de Política Autonómica del partido, Guillermo Fernández Vara. Dentro del objetivo de confrontar modelos con el PP, la pauta de la campaña marcada por Pedro Sánchez en el último Comité Federal antes del 28-M, esta bandera guiará uno de los principales asuntos en materia de fiscalidad.

El Ejecutivo central también apostó por crear este nuevo marco en una futura reforma tributaria. Sin embargo, el compromiso de dicha reforma, incluida en el plan de recuperación pactado con Bruselas, se ha decidido aplazar por las turbulencias económicas derivadas de la invasión rusa de Ucrania. Estos hitos no se ha incorporado en el plan anual normativo para 2023, el último del mandato, que recoge las actuaciones previstas antes de disolver las Cortes para la convocatoria de elecciones generales.

En materia de cogobernanza, el texto reduce algunas de las expectativas del partido para dejar en un plano secundario el debate territorial. De este modo, la cogobernanza se limita a cuestiones de índole cultural sin referencias a una profundización de la descentralización ni mucho menos a un modelo de Estado federal. Frente a ello, se pone el foco en medidas relativas a profundizar la cohesión territorial, reforzando los servicios públicos y el Estado de bienestar. Pese a ello, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, sí mostró durante su intervención a puerta cerrada en el Comité Federal de este sábado, según fuentes de su entorno, en la necesidad de "modernizar las instituciones con mecanismos de cogobernanza".

Sánchez volvió a enseñar sus colmillos contra los "poderes económicos" para remarcar su independencia de ellos

El presidente del Gobierno y líder de los socialistas, Pedro Sánchez, centró su intervención en abierto ante el Comité Federal en confrontar el proyecto del PSOE con el de la derecha y la ultraderecha. La conquista de derechos y libertades para las "mayorías", que resume el lema "gobernar para la gente", frente a una derecha que Sánchez dibujó como sinónimo de "recortes" y brazo político de los "poderes económicos". En esta línea, insistió en mostrarse como garantía de la "paz social", echando la vista atrás desde 2018, frente a la fractura social y territorial durante los anteriores gobiernos populares.

"Paz social", por tanto, como repitió hasta en tres ocasiones, frente a las movilizaciones en la etapa de Rajoy, con huelgas generales de trabajadores y sectoriales de estudiantes y otras protestas. En un tono más mitinero que de un secretario general dirigiéndose al Comité Federal, Sánchez volvió a enseñar sus colmillos contra los "poderes económicos" para remarcar su independencia de ellos frente a un PP más condicionado por defender sus intereses privilegiados.

El modelo socialdemócrata contra el neoliberal de "congelar pensiones, las becas, precarizar el empleo y recortar el Estado de bienestar"

"La derecha económica y sus terminales políticas y mediáticas no quiere que España avance", llegó a reprochar. "No les gusta que haya un Gobierno progresista, y sobre todo no les gustan las políticas que pone en marcha este Gobierno progresista", añadió. Fue por ello que se presentó como víctima y lamentó que si están "atacando al Ejecutivo", es porque "gobierna para la mayoría y no se inclina ante los poderosos".

Sánchez ha asociado las peticiones de elecciones anticipadas con un freno a las políticas de protección de la clase media y trabajadora, que convendría tanto a la derecha política como económica, según su terminología. Un escenario que no solo alejó, sino que utilizó para construir el argumento de que con un cambio de gobierno se volvería a los "recortes del Estado de bienestar". El modelo socialdemócrata contra el neoliberal de "congelar pensiones, las becas, precarizar el empleo y recortar el Estado de bienestar".