Feijóo ultima un gran foro "de trabajo" en septiembre, pero aparca el debate ideológico

El nuevo curso político está a punto de comenzar y los partidos comienzan a engrasar su sala de máquinas para la apertura de un ciclo electoral que servirá para medir fuerzas en las próximas elecciones generales, previstas para el final de 2023. El Congreso abrirá de nuevo sus puertas este jueves con un pleno extraordinario en el que se votará el controvertido decreto energético del Gobierno y, poco a poco, los líderes volverán al ruedo para afrontar un año clave. Como es tradición en el PP, Alberto Núñez Feijóo inaugurará el curso en la localidad pontevedresa de Cotobade el próximo sábado, 27 de agosto, pero el gallego tiene otra fecha importante ya anotada en el calendario: el 17 y 18 de septiembre llevará a Toledo la 25ª Unión Interparlamentaria Popular, en la que presentará a su equipo las líneas maestras a seguir para lograr llegar a la Moncloa.

Se trata de un "gran foro de trabajo" que el partido suele celebrar una vez al año, pero que se interrumpió con motivo de la pandemia. De hecho, la última cita de estas características se celebró en 2019 bajo la batuta de Pablo Casado. Esta vez, será Alberto Núñez Feijóo quien se estrene como presidente nacional en un encuentro que reúne presencialmente a cientos de parlamentarios populares de todos los niveles: regionales, nacionales y europeos, así como representantes en los diferentes territorios. De hecho, se producirá la primera foto del curso de Feijóo con los seis barones del PP, que tendrán "un gran protagonismo", según apuntan en Génova.

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En principio, el encuentro no servirá para perfilar las candidaturas de los populares para las autonómicas y municipales. De hecho, Feijóo aún tiene pendiente resolver los últimos polvorines territoriales para despejar la incógnita sobre los nombres que se enfrentarán a las urnas el próximo 28 de mayo. Pero fuentes populares admiten que la elección de Toledo para la celebración de un cónclave tan multitudinario sí servirá para dar un fuerte impulso mediático a Paco Núñez, que tratará de arrebatar la presidencia de Castilla-La Mancha a Emiliano García-Page.

Génova apuntala aún los últimos detalles de un evento que tiene un formato parecido a una convención, con mesas redondas en las que participan diferentes representantes del partido, incluidos los presidentes autonómicos, para discutir diferentes temas de debate. "Es un debate abierto para poner en común propuestas, un intercambio de opiniones que sirve para definir la hoja de ruta del partido a través de iniciativas en los parlamentos autonómicos y nacionales, que pueden incorporarse a programas electorales", resumen. Sin embargo, en Génova subrayan que el evento no tendrá tinte ideológico, sino que los temas —aún por definir— se centrarán en la gestión y en buscar "soluciones específicas" para los momentos de "enorme dificultad" e "incertidumbre" que se prevén para los próximos meses.

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En la circular que envió hace unos días el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, Pedro Rollán, el dirigente animaba a sus cargos a acudir a un "importante acontecimiento" del que ensalza que esté presidido por primera vez por Alberto Núñez Feijóo y en el que, avanza, habrá hueco para debatir "los principales asuntos de interés para nuestras instituciones parlamentarias". Pese a contar con la presencia de la plana mayor del partido y de cientos de asistentes, no está previsto que acudan ninguno de los dos expresidentes del Gobierno del PP, Mariano Rajoy y José María Aznar. Tampoco Pablo Casado cuenta con invitación para el cónclave. Insisten las fuentes consultadas en que se trata de una reunión de trabajo con los representantes en activo del Partido Popular.

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Feijóo mantendrá fijo el rumbo y no modificará su intención de aparcar "debates estériles" para priorizar todo lo referido a la economía y al incremento de los precios en un contexto de crisis energética. No habrá tiempo para otros temas en el gran foro de septiembre, pero Génova tampoco tiene previsto celebrar una convención ideológica como la que protagonizó Pablo Casado en octubre de 2021, a pesar de que en el congreso extraordinario que encumbró a Feijóo el pasado mes de abril no hubo hueco para debatir ponencias políticas.

Voces como la de Cayetana Álvarez de Toledo exigieron entonces a la nueva dirección no perder la oportunidad de cubrir la formación con el manto cultural del que huyó el anterior presidente nacional, pero la catarsis que vivieron los populares tras el terremoto que acabó con la carrera política de Pablo Casado les llevó a aplazar ese debate. Para encontrar la última ponencia ideológica que se trató en un congreso nacional del PP, hay que remontarse a la reelección de Mariano Rajoy como líder de los populares en 2017. Pese a enmendar parte de la gestión de Casado, la nueva dirección de Feijóo defiende que, en el fondo, la filosofía del partido sigue siendo la misma que defendió su predecesor hace un año en Valencia.

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Génova se esfuerza por convencer de que no hay conflicto alguno entre Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, pese al flagrante choque de estilos entre ambos mandatarios. A diferencia de su 'jefe', la líder madrileña está preparando una gran convención ideológica a nivel autonómico en la que prevé sentar las bases de su programa electoral de cara a las elecciones autonómicas y municipales del próximo mes de mayo. La dirigente ya enmendó los dictados del nuevo líder nacional durante su congreso regional: ella apostó por poner el sello del PP "en sus convicciones e ideas" sin dejar que la izquierda asiente su poso ideológico. A su juicio, el discurso del PP no puede estar centrado exclusivamente en la economía, como aboga Feijóo.

Octubre será un mes de convenciones, ya que, además de la que protagonizará Isabel Díaz Ayuso —en la que se prevé la presencia del propio Feijóo—, Vox celebrará una nueva edición de su particular convención en Madrid, en la que los de Santiago Abascal mezclan mítines políticos con programación cultural y festiva. El partido lanzó este formato en su edición de 'VIVA' de 2021, aunque en los años anteriores llegó a colgar el cartel de 'completo' en el Palacio de Vistalegre, donde celebró eventos más políticos reducidos a intervenciones de sus principales figuras nacionales.