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De delfín a presidente: el ascenso de Alfonso Rueda, el eterno número dos de Feijóo
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ALFONSO RUEDA, A UN PASO DE LA XUNTA

De delfín a presidente: el ascenso de Alfonso Rueda, el eterno número dos de Feijóo

La apuesta por el actual vicepresidente primero consolida la carrera de un político "paciente", "discreto" y "leal" al líder, pero con un carisma por demostrar

Foto: El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (d), junto a su vicepresidente, Alfonso Rueda (i). (EFE/Xoán Rey)
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (d), junto a su vicepresidente, Alfonso Rueda (i). (EFE/Xoán Rey)
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Feijóo ha esquivado la primera grieta que amenazaba con desestabilizar su aterrizaje en Génova. Aún no hay un pacto cerrado, pero todo está dispuesto para que Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968) asuma el ingente desafío de guiar al PP en Galicia tras 16 años de mandato ininterrumpido y cuatro mayorías absolutas. El aval de Manuel Baltar, histórico barón ourensano, ha terminado decantando la balanza y allana el camino hacia un relevo tranquilo. Feijóo deberá pactar los últimos flecos con los otros dos presidentes provinciales, Diego Calvo (A Coruña) y Elena Candia (Lugo), para blindar en Galicia una paz interna de la que el líder gallego hace gala en Madrid. "Es la sucesión lógica", coinciden diferentes voces populares.

El pontevedrés supo esperar a la sombra del hiperliderazgo de Alberto Núñez Feijóo durante años. "Paciente", "discreto" y "leal" son algunos de los apelativos que utilizan diferentes voces del PP, tanto en Madrid como en Galicia, para referirse al eterno número dos al que, ahora sí, comienzan a dirigirse todos los focos. Si nada se tuerce, en las próximas semanas escalará a la cima para tratar de dar continuidad al legado de Feijóo.

Foto: El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en Santiago. (EFE/Lavandeira)

Alfonso Rueda siempre estuvo ahí. El llamado a sucederle en Galicia, tanto en el partido como en el Gobierno, ya jugaba un papel relevante en la Xunta de Manuel Fraga hace dos décadas, cuando ejerció de director general de Administración Local. Cuando Feijóo irrumpió en la Xunta con su inesperada victoria electoral de 2009, era Rueda el que le cubría las espaldas como número dos del PPdeG desde hacía tres años. Siempre a la sombra, el pontevedrés ha estado presente en todos los gobiernos del gallego, primero como 'conselleiro' de Presidencia y desde 2020 con rango de vicepresidente. "Es la persona con más experiencia en la Xunta y en el partido para suceder a Feijóo", comenta una dirigente cercana al nuevo inquilino de la séptima planta de Génova.

"Alfonso Rueda es la persona con más experiencia en la Xunta y en el partido para suceder a Feijóo"

La paradoja de su trayectoria con Feijóo fue su desconcertante destino orgánico en Pontevedra, provincia que preside desde hace seis años, después de dejar la secretaría general de un PP que conoce muy bien. No en vano, su primera responsabilidad política llegó como jefe de gabinete de Jesús Palmou, por aquel entonces el dirigente con más poder en el partido después de Manuel Fraga. Pero en 2016 dejó su despacho en la sede regional y se hizo fuerte en la provincial. Se especuló con un alejamiento de Feijóo, pero nada más lejos de la realidad: su ascenso en el Gobierno gallego siguió siendo imparable, lo que le convirtió desde el primer momento en el principal favorito para la sucesión. Al menos, al frente de la Xunta.

Del Rueda gestor hay menos dudas que del Rueda candidato. Es por eso por lo que el propio Manuel Baltar, el líder del PP de Ourense que ha hecho saltar la candidatura del vicepresidente, lo defendió para presidir el Gobierno, pero expresó inicialmente sus dudas en lo que se refiere al partido. Y ese es un cargo crucial, porque los propios estatutos establecen que el candidato a la Xunta en 2024 ha de ser también el presidente de los populares gallegos. ¿Es Rueda el mejor aspirante en unas autonómicas frente a un BNG en ascenso y un PSdeG bajo el manto de Pedro Sánchez? En el PP hay dudas.

Foto: El presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Brais Lorenzo)

Rueda responde a un perfil técnico similar al que definía a Feijóo cuando se lanzó a suceder a Fraga. Incluso puede presumir de conocer mejor el partido que el propio presidente saliente de la Xunta cuando llegó a Galicia, pero desde luego sus posibilidades como cartel electoral están por descubrir. "Tendrá que darse a conocer más y ganarse el cariño de la gente, como hizo Feijóo", insisten las fuentes consultadas, que no esconden sus recelos sobre cómo termine asentándose el próximo líder gallego.

Sin el carisma desde luego de los dos grandes pesos pesados que ha tenido el Partido Popular en Galicia en las últimas tres décadas —Fraga y Feijóo—, el desafío de 2024 se presenta cuanto menos complicado y arriesgado. La opinión que recorre los pasillos del Parlamento gallego, tanto entre las filas del PP como en las de los grupos de la oposición, es si acaso puede brotar carisma alguno en alguien que ha estado durante décadas bajo el férreo hiperliderazgo ejercido por Alberto Núñez Feijóo.

En el PP hay dudas sobre cómo terminará asentándose el sucesor tras décadas bajo el férreo hiperliderazgo de Feijóo

Próximo a su paisano Mariano Rajoy, pero ni de lejos integrado en lo que se dio en llamar el clan de Pontevedra —un círculo crecido en la capital gallega que llegó a dominar el Gobierno de España—, a Rueda le precede su fama de político próximo y flexible. No siempre fue así. La aparición de Feijóo en la escena política gallega, particularmente en las victoriosas elecciones de 2009, llegó precedida de una de las campañas más agresivas que se recuerdan, con acusaciones veladas de maltrato al vicepresidente del bipartito y fotos antiguas que se hicieron pasar por actuales. Alfonso Rueda estaba al frente del aparato del partido, pero, hasta ahora, nadie ha podido demostrar su responsabilidad.

Feijóo decidió pacificar las incesantes voces internas que le pedían abrir un proceso de elección interno en el que la militancia votase al sucesor del PP en Galicia, pero todo parece apuntar a un cónclave tranquilo, con una lista única y "sin fisuras". Además de Alfonso Rueda, en las quinielas de la sucesión entró el nombre de Diego Calvo, presidente del PP de A Coruña. El nuevo jefe de la oposición le alejó de ese escenario asignándole un asiento en la dirección de Génova, donde asume la presidencia del Comité Electoral desde el pasado 2 de abril.

Foto: El marido de Ana Pastor, José Benito Suárez, y Mariano Rajoy de caminata por Pontevedra. (EFE)

También se especuló con Pedro Puy, sobrino de Fraga y portavoz parlamentario del PP gallego, pero si Feijóo cuenta con el aval de Lugo y A Coruña y desactiva definitivamente listas alternativas en el congreso, a lo que todo parece apuntar, el eterno 'delfín' subirá al trono en las próximas semanas. El espaldarazo con que este martes confirmó Manuel Baltar a Alfonso Rueda despejó la mayoría de dudas y dio el pistoletazo de salida a una sucesión que, ahora sí, está a punto de comenzar.

Feijóo ha esquivado la primera grieta que amenazaba con desestabilizar su aterrizaje en Génova. Aún no hay un pacto cerrado, pero todo está dispuesto para que Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968) asuma el ingente desafío de guiar al PP en Galicia tras 16 años de mandato ininterrumpido y cuatro mayorías absolutas. El aval de Manuel Baltar, histórico barón ourensano, ha terminado decantando la balanza y allana el camino hacia un relevo tranquilo. Feijóo deberá pactar los últimos flecos con los otros dos presidentes provinciales, Diego Calvo (A Coruña) y Elena Candia (Lugo), para blindar en Galicia una paz interna de la que el líder gallego hace gala en Madrid. "Es la sucesión lógica", coinciden diferentes voces populares.

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