EEUU retiene un dato clave para completar el puzle del asalto a la Embajada de Corea

Las autoridades de EEUU llevan dos años y medio sin contestar una petición de información clave para terminar de identificar a los 11 miembros del comando armado que en febrero de 2019 asaltó la Embajada de Corea del Norte en Madrid. La mayoría del equipo técnico del grupo se refugió después en Corea del Sur, según confirmaron a España las autoridades de ese país tras el suceso que puso en vilo a las cancillerías de medio mundo. A día de hoy, tan solo ha habido una detención por estos hechos.

La Audiencia Nacional y la Policía Nacional pidieron a Estados Unidos vía comisión rogatoria el registro de personas que se alojaron en un hotel de Nueva York nada más escapar a la carrera de España desde Portugal. En el caso consta una foto a la que ha tenido acceso este periódico en la que se ve al líder del grupo, Adrian Hong Chang, posando en el recibidor del hotel Hotel Four Points by Sheraton junto a dos personas aún por identificar.

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Se trata de dos varones que fueron captados por las cámaras de seguridad de la embajada el día del asalto. Ambos tenían el pelo largo recogido con una coleta. España pidió esa información en julio de 2019 y todavía se encuentra a la espera. Son los datos de las personas que se alojaron en el hotel en las fechas posteriores al asalto. El propio cabecilla del comando admitió que él había reservado varias habitaciones para sus compañeros.

Las fuentes consultadas indican que se trata de un dato fácil de comunicar, que habitualmente se demora días o semanas, pero en ningún caso los dos años que lleva EEUU sin contestar, en contraste con otras reclamaciones que sí ha atendido. De hecho, ha sido necesario que España haya reiterado la petición en al menos una ocasión. Tras casi tres años de averiguaciones, no consta ningún dato que acredite de forma fehaciente la participación de EEUU y Corea del Sur en el operativo. Ambas naciones se han afanado en desmentir estas sospechas siempre que han tenido ocasión.

Volvieron a Corea del Sur

Durante las primeras horas de la investigación, la Policía Nacional puso el foco en Corea del Sur. Agentes policiales se desplazaron a la delegación diplomática de este país con la orden de registrar a todas las personas que entrasen o saliesen del edificio, situado en el número 15 de la calle González Amigo de Madrid. Aquella diligencia no aportó ningún resultado. Para entonces, todos los autores del asalto ya estaban a muchos kilómetros de distancia de España.

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Según las pesquisas a las que ha tenido acceso este periódico, Corea del Sur confirmó entre julio y septiembre de 2019 a la Audiencia Nacional que al menos cuatro de los 11 miembros llegaron al país asiático buscando refugio apenas unas semanas después del asalto. La información llegó a España a través de la Oficina Central Nacional de Interpol en Madrid. Los asaltantes detectados eran Wooram Lee, Chang-su Lim, Dong Hyun Kim y Si-younq Park.

Todos veinteañeros, entraron a Corea del Sur el 27 de marzo de 2019, excepto el primero, que lo hizo tres días antes. Eso es aproximadamente un mes después del asalto a la Embajada de Corea del Norte en Madrid. Estos cuatro integrantes del grupo autoproclamado Free Joseon (Corea Libre) integraban algo así como un equipo táctico dentro de la organización. Tienen nacionalidad y pasaporte de Corea del Sur. No consta que ninguno haya sido detenido a pesar de las órdenes de arresto internacional cursadas por la Audiencia Nacional.

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El cabecilla, en paradero desconocido a día de hoy, visitó al FBI poco después de escapar de España con destino a Nueva York. La fuga fue tan precipitada que tuvo que llamar al Hotel Aitana de Madrid en el que se alojó en aquella ocasión para pedir que le mandasen sus pertenencias directamente a su residencia de Los Ángeles. A la policía de EEUU le informó de lo que había hecho y le entregó la documentación que les había dado tiempo a llevarse de la embajada en Madrid.

Según consta en la investigación, el comando registró todas las habitaciones y robaron dos discos duros. Uno de ellos contenía imágenes de seguridad y un teléfono móvil marca Huawei Honor con número 645.659.XXX que usaba el encargado de Negocios de la delegación al que trataron de convencer para que desertara. El grupo Free Joseon se presenta como opositor al régimen de Corea del Norte y la policía sospecha que estuvieron implicados en otra acción en Roma meses antes de la de Madrid. En Italia se llevaron a un diplomático norcoreano y su familia. No se ha vuelto a saber nada de ellos.

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El asalto en la capital de España se produjo días antes de una reunión clave en Vietnam entre el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, y el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un. Uno de los pesos pesados de esa cumbre pensada para rebajar tensiones era el exembajador norcoreano en España, cesado en 2017 como castigo de España a las maniobras nucleares emprendidas por su país. La cita terminó en fracaso.

Su exabogado ahora trabaja para Biden

Este periódico ha contactado con los últimos abogados que ha tenido Adrian Hong para conocer su versión, pero no han emitido respuesta. Su primer letrado se llamaba Lee Wolosky, quien declinó contestar a las preguntas de este periódico. Según dijo, ya no lleva la defensa de esta persona buscada internacionalmente. “Actualmente, estoy de permiso como Consejero Especial del Presidente”, dice a través de correo electrónico el letrado al que acudió el jefe del comando de coreanos en busca de defensa. Wolosky, de 53 años, se refiere al presidente del Gobierno de EEUU, Joe Biden.

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Una mera consulta en fuentes abiertas sobre esta persona arroja multitud de informaciones sobre sus contactos internacionales y sus vínculos con el partido demócrata de EEUU y los expresidentes Bill Clinton o Barack Obama. También su desempeño en puestos de responsabilidad relacionados con la Seguridad Nacional de EEUU y el contraterrorismo. Uno de los servicios más relevantes de Wolosky fue el nombramiento como enviado especial para el cierre de Guantánamo, la cárcel en la que el país norteamericano recluyó a decenas de presuntos islamistas a espaldas de la legalidad internacional.

De las 11 personas que integraban el grupo que actuó en Madrid, España ya ha identificado a ocho militantes. Entre ellos también había un joven nacido en Corea del Norte que logró escapar de los campos de detención de Kim Jong-un y refugiarse en la vecina del sur. Allí le facilitaron el viaje a EEUU, donde adoptó otro nombre, Charles Ryu. La Audiencia Nacional ha dictado órdenes de arresto para los ocho identificados. Sin embargo, hasta ahora tan solo una persona ha sido detenida. Se trata de Christopher Phillip Ahn, un exmarine de EEUU, veterano de la guerra de Irak y nacido en el seno de una familia surcoreana emigrante.

"¿Alguien puede llamar al FBI?"

Esta persona vive en libertad vigilada por una pulsera telemática atada al tobillo tras pasar tres meses en una cárcel de Los Ángeles. Tuvo que abonar 1,3 millones de dólares de fianza y comprometerse a romper sus vínculos con Free Joseon. España espera su entrega para ser interrogado. Este periódico se ha puesto en contacto con su abogada, pero tampoco ha recibido respuesta. Su cliente concedió en mayo de este año una amplia entrevista a un medio de comunicación de Estados Unidos llamado BuzzFeedNews.

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Según explicó, el plan en Madrid era presentar como un asalto violento lo que en realidad era una operación de rescate pactado con uno de sus diplomáticos, el encargado de Negocios de la delegación al que le robaron el móvil. Relata que, varias semanas después de la acción, dos agentes del FBI se presentaron en su casa. Pensó que tan solo querían información de la operación, ya que su jefe mantenía contacto habitual con ellos sobre las acciones del grupo en todo el mundo. Sin embargo, unos días después, fue detenido. Según recuerda, sus palabras en ese momento fueron de sorpresa e incredulidad: “¿Alguien puede llamar al FBI o al Departamento de Estado para aclarar esto? Obviamente, ha habido un error”.