Operación Nollam

Cerco al grupo que asaltó la embajada de Corea

Texto Alejandro Requeijo y Beatriz Parera
Diseño Rocío Márquez, Laura Martín y EC Diseño
Desarrollo Fernando Anido y Luís Rodríguez

“N

o. ¿Yo por qué iba a querer abandonar mi país? ¿Qué necesidad tenía?”. Han pasado casi tres años, pero Yun Sok So no olvida el día en que un comando de hombres armados asaltó la embajada de Corea del Norte en Madrid donde vivía con su mujer y su hijo pequeño. So era el encargado de Negocios de la delegación diplomática y no se siente cómodo hablando con un periodista. Representa al país más hermético del mundo, dirigido por el régimen despiadado de la dinastía Kim, pero confirma que aquellas personas con acento surcoreano le golpearon, le maniataron y le cubrieron la cabeza. Una de las hipótesis de la investigación le sitúa como el objetivo de la operación, pero él prefiere despojarse de ese papel protagonista.

Ocurrió un viernes 22 de febrero de 2019. Un grupo de desconocidos robó documentación tras secuestrar y agredir a los trabajadores de la embajada. Apenas unos días después, estaba previsto que el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, y el dictador norcoreano, Kim Jong-un, celebraran una cumbre en Vietnam con el objetivo de rebajar las tensiones entre ambos países. El asalto, desvelado por El Confidencial, puso en vilo a varias cancillerías internacionales, pendientes de una investigación que ya ha logrado identificar hasta a ocho sospechosos. El núcleo operativo lo formaban veinteañeros con pasaporte de Corea del Sur.

Adrian en Madrid y el encuentro con Yun

Asaltantes

Personal de la embajada

Adrian en Madrid y encuentro con Yun

Este periódico ha tenido ahora acceso a numerosa documentación exclusiva del caso e imágenes inéditas que permiten reconstruir con detalle la preparación y el ataque a la delegación diplomática, ubicada en Aravaca. Es una zona residencial pudiente en el noroeste de Madrid, donde residen varios expresidentes del Gobierno. Las pesquisas han corrido a cargo de la Policía Nacional española bajo la coordinación de la Audiencia Nacional.

Hace solo unos meses, el Juzgado Central de Instrucción número 1 dictó una batería de nuevas órdenes de arresto internacional contra varios de los autores del asalto. Tres años de pesquisas a lo largo de tres continentes y la participación de varios servicios de seguridad internacionales han permitido ir completando el puzzle de aquel controvertido suceso.

Situación de la embajada norcoreana
Los Asaltantes

El líder del grupo era Adrian Hong Chang, nacido en México, pero residente en EEUU. Estaban también un exmarine estadounidense llamado Christopher Phillip Ahn y un ciudadano norteamericano identificado como Sam Ryu. Todo el comando cuenta con ascendencia coreana, pero además cuatro de ellos tienen la nacionalidad de Corea del Sur. Se trata de Woo Ram Lee (26 años), Chang Su-Lim (27), Si Young Park (28) y Dong Hyun Kim (28). El único nacido en Corea del Norte es Cheol Woo Ryu (27). Logró escapar de un campo de detención en su país hasta la vecina Corea del Sur. Allí le facilitaron la huida a EEUU y le dieron la nacionalidad. Adoptó la identidad de Charles Ryu. El día en que asaltó la embajada, sus compañeros grabaron un vídeo específico para captar el momento de su entrada. En las imágenes, se aprecia cómo el joven rompe a llorar emocionado, ya que, ‘de facto’, estaba pisando de nuevo territorio norcoreano.

Charles Ryu entrando en la embajada norcoreana durante el asalto

Los investigadores han detectado que Cheol Woo Ryu mantiene sus redes sociales abiertas, con fotos actuales y publicaciones recientes. Es el caso de su página de Facebook. Meses antes del asalto a la embajada, este joven animaba a destinar fondos para una plataforma llamada Liberty In North Korea (LINK), fundada por el líder del comando: “Hace 24 años, nací en Corea del Norte. No eliges dónde naces y la vida en Corea del Norte estuvo llena de sufrimiento y dolor. Cuando escapé y alcancé la libertad, mi vida cambió para siempre. Al reflexionar hoy sobre mi vida, estoy muy agradecido de tener libertad y poder vivir mis sueños. Pero también sé que hay otros como yo que no han alcanzado la libertad. Así que hoy quiero recaudar dinero para rescatar al próximo Charles”.

Esquema de la banda

La investigación, bautizada como operación Nollam —embajada en coreano— continúa abierta. El asalto lo llevaron a cabo un total de 11 individuos, por lo que resta por identificar todavía a tres. Según se ve en las imágenes, dos de ellos llevaban coleta. Junto al exmarine, ejercían una ascendencia jerárquica respecto al grupo de veinteañeros. Christopher Phillip Ahn llegó a España el mismo día del asalto. Trabajaba en LINK y se presentaba como director general de FO Strategy Group. Entre 2000 y 2006 estuvo en el Cuerpo de Marines de EEUU como jefe adjunto de Inteligencia y de Operaciones, según sus perfiles públicos, cerrados tras el asalto. Es el único detenido hasta la fecha. Vive en Estados Unidos controlado por una pulsera telemática y la Justicia española pide su entrega.

Grabación realizada durante el asalto a la embajada norcoreana de Madrid

Christopher Phillip Ahn vive en Estados Unidos controlado por una pulsera telemática y la Justicia española pide su entrega

Según la documentación facilitada por el FBI, se les vincula con un grupo fundado en 2017 con el nombre de Cheollima Civil Defense. Las identidades de sus militantes son uno de sus secretos mejor guardados. Se caracterizan por ofrecer ayuda a desertores del régimen de Corea del Norte en cualquier rincón del planeta. La documentación sobre el asalto a la embajada apunta en varias ocasiones a esa tesis como telón de fondo: hacer pasar como un secuestro violento lo que en realidad era una operación para rescatar al responsable de Negocios de la embajada, Yun Sok So.

El Objetivo

El diplomático que negaba querer desertar de Corea del Norte en el arranque de este reportaje es un hombre delgado, muy alto y de formas educadas que domina perfectamente el español. Viste habitualmente de traje y siempre lleva en la solapa una insignia de su país. El día del asalto también estaban su esposa, Jang Ok Gyong, y su hijo menor de edad, Kyon Jin So, quienes tuvieron que encerrarse en una habitación para ponerse a salvo.

Los asaltantes llevaban juguetes para niños

A la mayoría de las preguntas prefiere no contestar: “No tengo ningún comentario que hacer”. Dice no estar al tanto de la investigación, aunque fuentes jurídicas confirman que es habitual verle por los pasillos de la Audiencia Nacional. Refrenda que el grupo le encerró en un sótano y le forzó a desertar, pero él se resistió. Esto sí lo quiere dejar claro. Quedará la duda de saber por qué los asaltantes llevaban juguetes para niños que dejaron en la embajada tras su huida.

Jefe de operaciones de la embajada norcoreana, Yun Sok Ko (El Objetivo)  |  EFE

Al ser preguntado si conocía de antes al líder del grupo, Adrian Hong Chang, decide que ya ha hablado bastante y se despide: “Me disculpa, pero tengo trabajo y me están esperando”. La pregunta es pertinente porque dos semanas antes del asalto, el líder del comando le visitó en solitario y ambos mantuvieron una breve conversación. Presuntamente, hablaron de negocios y en la investigación no hay ninguna prueba que diga lo contrario. El jefe de los asaltantes dejó su tarjeta personal con un nombre falso. Se presentó como responsable de la empresa Managing Partner, con intereses en Toronto y Dubái. A los tres días abandonó de nuevo España y no volvió hasta poco antes de la operación.

La cronología en madrid del líder del grupo

Asaltantes

Personal de la embajada

Adrian en Madrid y su encuentro con Yun

Lo cierto es que el jefe de Negocios de la embajada que huye de protagonismos y esquiva preguntas sigue en Madrid representando a un país que no suele pasar por alto la menor duda de traición. Semanas después del asalto, tuvo que viajar a Corea del Norte para dar explicaciones. Viajar a Pyongyang con la sospecha de haber querido desertar no es lo más agradable, pero Yun Sok So regresó al poco tiempo sin aparentes consecuencias. Ejerce como máxima autoridad diplomática desde que en 2017 España expulsó al embajador, Kim Hyok-chol, en respuesta al relanzamiento del programa nuclear norcoreano.

El embajador expulsado de España en 2017 pasó a ocupar un puesto de mayor responsabilidad como jefe negociador de Corea del Norte sobre el programa nuclear. Era una pieza clave en la cumbre de Vietnam a la que acudió Trump y por eso el asalto a la que fue su embajada activó todas las alertas en la reunión, que terminó en fracaso. Su paradero ha sido desde entonces objeto de especulaciones y misterio. La prensa surcoreana le llegó a dar por muerto.

Kim Hyok chol, el embajador expulsado de España en 2017, pasó a ocupar un puesto de mayor responsabilidad como jefe negociador de Corea del Norte sobre el programa nuclear

Kim Hyok-chol

Ex-embajador de Corea del Norte en España, Kim Hyok-chol  |  D. Muñoz

Por su parte, el jefe del comando que asaltó la delegación diplomática huyó a EEUU y se reunió con agentes del FBI para informar de su acción. Aportó el material que se habían llevado: un par de ‘pendrives’, dos ordenadores, dos discos duros (uno de ellos de almacenamiento de imágenes de seguridad) y un teléfono móvil marca Huawei Honor con número 645.659.XXX que usaba el encargado de Negocios que se negó a desertar.

El grupo Cheollima Civil Defense pasó a llamarse Free Joseon en marzo de 2019. Es el nombre que evoca el reino coreano que se extendió en la península durante siglos. Aspiran a recuperarlo el día en que derroten a la dinastía Kim, que somete el país a lo largo ya de tres generaciones.

"Derrotaremos a aquellos que subyugan a nuestro pueblo"

Apenas unos días después de asaltar la embajada en Madrid, el colectivo difundió una declaración animando a las deserciones: “Derrotaremos a aquellos que subyugan a nuestro pueblo (...) A nuestros compatriotas aún encadenados, física o espiritualmente: Vamos. Romperemos todo yugo. (...) A los de nuestra diáspora que comparten la misma mentalidad y el mismo espíritu: les pedimos que se unan a nuestra revolución”.

Fase 1

LA PREPARACIÓN

10 - 15 junio 2018

La investigación abarca los preparativos del asalto y sitúa el calendario mucho antes que aquel 22 de febrero. En concreto, se remontan nueve meses atrás, hasta junio de 2018. Entre los días 10 y 15 de ese mes, al menos dos de los miembros del grupo que acabaría asaltando la embajada, Sam Ryu y Woo Ram, se alojaron en el hotel Eurostars Zarzuela Park de Madrid. Está ubicado a apenas 200 metros del objetivo y desde ahí reconocieron el terreno. En aquella primera visita, constan otras dos personas que responden al nombre de Joon Younq Byon y Jong Won Lee. No consta, en cambio, que estos dos últimos regresaran en febrero, por lo que no hay ninguna acusación formal contra ellos, de momento.

Preparación Hotel Eurostat Zarzuela Park

5 - 7 febrero 2019

El líder del grupo, Adrian Hong Chang, llegó a España desde Nueva York para su entrevista con el jefe de Negocios de la embajada. Dijo llamarse Mathew Chao. Entró en el edificio, aunque se quedó en el recibidor. Eso le sirvió para hacer un primer reconocimiento. Aquellos días se alojó en el Hotel Marriot Princesa. Es cliente vip de la cadena hotelera y tiene trato especial. Esto da cuenta del poderío económico con el que funcionaba esta persona y por ende su organización. Adrian Hong Chang siempre viaja y se mueve solo. Rara vez va acompañado del resto de militantes, como medida de seguridad.

Asaltantes

Personal de la embajada

Preparación vuelos

10 febrero 2019

Al menos cuatro miembros del grupo, Woo Ram Lee, Si Young Park, Dong Hyun Kim y Chang Su Lim, viajaron desde Corea del Sur hasta Lisboa. Al entrar por Portugal, no se detectó su entrada en España porque el espacio Schengen permite la libre circulación entre fronteras de la Unión Europea. El plan ya estaba en marcha.

Ilustración

13 febrero 2019

Apareció de nuevo el rastro de Sam Ryu. Se registró otra vez en el mismo hotel que usó en junio, el Zarzuela Park. Pagó tres habitaciones dobles hasta el día 25, tres días más de los que realmente las usaron, porque el asalto se hizo el 22. Además, por la plataforma de Airbnb el comando Free Joseon alquiló una casa muy cerca de la embajada, en el número 12 de la calle Río Adaja. Es una vía estrecha de chalés adosados, un lugar poco propicio para que un grupo de coreanos pase desapercibido. El domicilio tiene tres plantas, garaje y jardín. Allí pensaban celebrar una barbacoa de pescado a modo de bienvenida para el norcoreano que supuestamente iba a desertar, su mujer y su hijo.

Dario Aparicio 43: embajada de Corea del Norte

19 febrero 2019

El líder del grupo volvió a España en un vuelo procedente de Praga. En el aeropuerto madrileño le esperaba Sam Ryu, que le recogió en un coche alquilado y le llevó al Hotel Carlton, muy cerca de la estación de Atocha. Solo estuvo dos días. El 20 se mudó al Hotel Aitana, al lado del estadio Santiago Bernabéu.

Vuelta a españa del lider

20 - 22 febrero 2019

Miembros del grupo acudieron a la Ferretería Delicias, en el paseo de las Delicias 46. Allí adquirieron algunos de los instrumentos utilizados en el asalto. Les captaron las cámaras de seguridad. Esta compra corrió a cargo del equipo operativo que integraban los veinteañeros. Se llevaron una cizalla, 33 rollos de cinta, alicates y una escalera telescópica. Ni el exmarine ni los otros tres pendientes de identificar fueron a la compra de material. Esos están un escalón por encima.

El cabecilla, en cambio, fue a la tienda Shoke, ubicada en la calle Juan de Urbieta. También le captaron las cámaras de videovigilancia. Es una tienda de equipamientos militares y policiales a la que acuden habitualmente miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad. El comando de Free Joseon compró cinco fundas de pistola de extracción rápida, cuatro cuchillos de combate, seis pistolas simuladas HK, cuatro gafas de tiro, cinco linternas tácticas y cinco grilletes. Les costó todo algo más de 600 euros. Ya estaban preparados para entrar en acción.

Fase 2

EL ASALTO

22 febrero 2019

16:38 h. El jefe del grupo y otro individuo salieron del chalé adosado hacia la embajada, pero estacionaron unos números antes, en el 26 de Darío Aparicio. Apenas tardaron un cuarto de hora en llegar.

Fase 2 info1

Minutos antes, las cámaras de videovigilancia del exterior captaron la llegada de al menos un Seat Alhambra de color blanco con placa de matrícula 4824- KMT. Estacionó en la rotonda ubicada en la calle Viñas del Pardo, unos metros más arriba de la embajada. Bajaron del coche cinco personas y se encaminaron hacia la puerta principal. Se les unió la persona que ya se encontraba fuera esperando. Una vez juntos, todos los miembros del comando se agruparon en la puerta principal. Llevaban la cara descubierta.

Entrada del los asaltantes en la Embajada de Corea del Norte en Madrid (Situada en Aravaca)

Llama la atención de los investigadores la actitud desafiante del exmarine. Se aprecia con nitidez cómo miró al objetivo de una de las cámaras y se quitó las gafas de visión para que le pudieran ver bien. La Policía cree que quiso dejar constancia de su presencia. Tan solo unos meses antes se produjo un episodio parecido en Roma. Un comando como este liberó a un trabajador de la embajada norcoreana en un coche y se lo llevó con su familia y no se supo nada más de ellos. Por las similitudes con este suceso, los agentes policiales pidieron información a sus colegas italianos. Pudieron acreditar que al menos el exmarine y Sam Ryu habían estado también en la capital transalpina en octubre de 2018.

Entrada de los asaltantes en la embajada  |  Imágenes inéditas de El Confidencial

Adrian Hong Chang, en un momento de descuido del jardinero, aprovechó para abrir por dentro la puerta de la embajada y facilitó el paso a sus compañeros. Inmediatamente, penetraron en el interior de la embajada con machetes, cuchillos, barras de hierro y armas cortas (simuladas). Comenzaron a golpear violentamente a sus ocupantes, hasta que consiguieron reducirlos y colocarles grilletes y bridas para inmovilizarlos.

Asaltantes

Personal de la embajada

card01
card01
card02
card03
card04
card05
card06

En ese momento se graba a Charles en la entrada

card06
card07
card08
card09
card10
card11
card12
card13
card06

Imágenes inéditas de El Confidencial

card15
card06
card06
card06
card06

17.00 h. Adrian Hong Chang llamó a la puerta de la delegación diplomática y pidió ver al encargado de Negocios, al que conoció unas semanas antes. El otro miembro del grupo se quedó esperando en una rotonda cercana. Abrió la puerta uno de los operarios de la embajada.

Su nombre es Song Jin Choe y en ese momento estaba realizando labores de jardinería en la parcela. Le indicó a Adrian Hong que esperase sentado en un banco mientras iba a buscar al diplomático.

No sabía que acababa de abrir la puerta a un comando opositor al régimen de Corea del Norte.

En el interior de la embajada primero atacaron al empleado que les había abierto la puerta, le colocaron una bolsa en la cabeza.

También maniataron y golpearon a otros dos operarios que salieron a ver qué ocurría. Se llamaban Hak Rim Ju y Song Guk Jang.

A los tres trabajadores los trasladaron a la sala de reuniones de la embajada. El comando había conseguido acceder al edificio sin apenas resistencia.

17:17 h. Por medio de las grabaciones de las cámaras de seguridad, se aprecia que grabaron el vídeo específico sobre la entrada de su integrante norcoreano. Por los movimientos del grupo, los investigadores creen que tenía objetivos puramente propagandísticos, ya que repitieron la toma en varias ocasiones hasta que quedaron conformes.

Varios de los asaltantes, entre ellos el exmarine, atacaron después al jefe de Negocios. Le provocaron lesiones y le llevaron a la fuerza hasta uno de los baños. El diplomático se resistió y comenzó a forcejear con los agresores hasta que fue reducido y maniatado con bridas en los brazos por detrás de la espalda.

Le cubrieron la cabeza con una bolsa y le amenazaron con barras de hierro y aparentes armas de fuego apuntándole a la nuca.

Su esposa y su hijo estaban en el dormitorio con la puerta cerrada con llave. Aunque los asaltantes emplearon la fuerza, no pudieron acceder al cuarto.

Uno de los miembros del comando se quedó vigilando para que al menos no salieran de ahí.

Mientras, en la planta de arriba y escuchándolo todo se encontraba Cho Sun Hi, esposa de uno de los trabajadores. Al percatarse de lo que estaba pasando, se metió en otra habitación y cerró con llave.

Los militantes de Free Joseon comenzaron a golpear la puerta hasta que lograron derribarla. La mujer, aterrada, trató de salir por la terraza y se precipitó accidentalmente al suelo.

Con graves lesiones —tuvo que ser operada de una pierna— logró escapar y salir del recinto de la embajada a través de una pista de pádel que tiene la finca.

En uno de sus laterales hay una salida directa a la calle. Allí fue vista por un ciudadano, Óscar S. P., que la ayudó y llamó a la Policía y al 112.

17.30 h. Los asaltantes llevaron al jefe de Negocios a la sala de reuniones de la embajada junto a los otros tres trabajadores. Fuera empezaban a acumularse los problemas.

Un indicativo policial acudió tras la llamada del ciudadano español y la mujer que acababa de escapar les contó con dificultades para expresarse en español que varias personas habían asaltado la embajada.

Tras establecer un perímetro de seguridad, los agentes policiales con números profesionales 122.3XX, 122.2XX y 115.5XX llamaron a la puerta. La persona que les atendió fue Adrian Hong Chang, el líder del grupo. Se había colocado en la solapa de la chaqueta un pin con la cara del presidente de Corea del Norte para hacerse pasar por diplomático. A los agentes les dijo que no había ningún problema dentro y con eso ganó tiempo.

18.00 h. Tres de los asaltantes se llevaron al encargado de Negocios de la embajada a una de las habitaciones del sótano. Siempre según la investigación, allí fue donde dos de los agresores le incitaron a desertar identificándose como miembros de un movimiento para la liberación de Corea del Norte.

Cuando el diplomático les dijo que no traicionaría a su país, dos miembros del comando abandonaron la habitación, quedando el jefe de Negocios custodiado por un tercer asaltante.

18.15 h. Varios militantes de Free Joseon regresaron al sótano. Maniataron al diplomático y le cubrieron la cabeza con una bolsa negra. A continuación, todos los asaltantes procedieron a registrar las dependencias del edificio y hacer acopio de toda la documentación que considerasen sensible.

Fase 3

LA FUGA

22 febrero 2019

Llegaron once y se fueron once. No hubo ningún arresto, pero tampoco cumplieron su deseo de acabar la misión celebrando el resultado en torno a una barbacoa de pescado. Los miembros de Free Joseon huyeron a la carrera, dispersos en varios grupos y conscientes de que la mujer que saltó por la ventana había concitado en la puerta de la embajada a demasiados invitados inesperados.

Asaltantes

Personal de la embajada

card01
card01
card01

CAM 8 de la embajada

card02
card03
card04
card06
card07

21:30 h. En el exterior de la embajada estaba estacionado un vehículo Mercedes E220 1953-KCJ, de Uber, que había sido contratado por el cabecilla para que le llevase a Toledo. Los investigadores no saben explicar por qué quería ir a esa ciudad. Usó la identidad falsa de Oswaldo Trump.

Finalmente lo canceló, posiblemente por la evidencia de que no podía abandonar la embajada por la parte delantera. Allí se acumulaba ya demasiada gente, incluida la Policía, que no abandonó el lugar. La aparente pasividad de los agentes se explica en que no es sencillo para las fuerzas de seguridad acceder a una delegación extranjera.

21:40 h. El resto del comando se apoderó de tres vehículos propiedad de la embajada para escapar a la carrera. Eran un Mercedes Viano CD 416003, un Toyota RAC-4 CD 416002 y un Audi CD 416001.

21:46 h. El jefe del comando, usando la misma identidad falsa, procedió a contratar un nuevo servicio de Uber, en esta ocasión para que le recogieran en el número 56 de la avenida de Valdemarín. Eso es exactamente la parte trasera de la embajada.

Él y otro de los asaltantes abandonaron el edificio por la parte trasera. Atravesaron una zona de descampado en la que arrojaron una tarjeta de identidad italiana —de nuevo la pista italiana— a nombre de Matthew Chao y armas que emplearon en el ataque.

21:50 h. En medio de tal panorama, tres estudiantes norcoreanos, Kwang Hyok Pae, Myong Nam Jong y Chol Hak Kim, se aproximaron a la delegación. Uno de ellos llamó a la puerta de la embajada y como no obtuvo respuesta, procedió a saltar la valla para prestar auxilio a las víctimas.

Acto seguido, abrieron desde dentro y comenzaron a salir las víctimas, aún maniatadas, que fueron inmediatamente auxiliadas por las fuerzas policiales. Según fuentes de la investigación, esos tres estudiantes tenían que hacer un trámite consular. Tenían cita a esa hora y al ver que no contestaba nadie comenzaron a sospechar que algo no iba bien.

22:35 h. So, en su calidad de encargado de Negocios de la embajada, autorizó por escrito a la Policía que entrase a registrar el edificio. En ese momento todavía no sabían si seguía dentro alguien del comando, aparentemente armados con pistolas.

23 febrero 2019

Los tres coches de la embajada aparecieron abandonados en varios puntos de Madrid. El Mercedes estaba con las puertas abiertas y el motor encendido en la calle Galileo. A las 23:10 horas, encontraron el Toyota en la avenida de Europa, en la localidad vecina de Pozuelo de Alarcón. El Audi no fue hallado hasta varios días después en el número 93 de la calle Monforte de Lemos, con las llaves en su interior.

En plena escapada, el cabecilla del grupo llamó al Hotel Aitana donde estaba alojado junto al estadio Bernabéu. Dijo que había tenido un problema y debía abandonar España con urgencia y les pidió que le mandasen sus cosas a su casa de Los Ángeles.

Según información facilitada por el FBI, el equipo se dividió en cuatro grupos y se dirigieron a Portugal desde donde abandonaron Europa. Unos fueron a Lisboa y otros a Oporto. Se fueron en taxi. Uno de los taxistas que prestaron declaración ante los investigadores españoles sostiene que le pagaron 800 euros por el servicio. Adrian Hong Chang, el líder, voló al día siguiente desde Lisboa a Nueva York. Al llegar allí, a las 14:03 horas del sábado, alquiló habitaciones de hotel a varios de sus compañeros.

Ilustración

Fuentes de la investigación tienen conocimiento de que alquiló cuatro habitaciones. La Policía española tiene una foto en el ‘hall’ de ese hotel en la que se aprecia a Adrian Hong Chang con otros dos ciudadanos asiáticos. Los dos individuos llevan coleta y se cree que son dos de los asaltantes que les faltan para terminar de completar el puzle y cerrar el caso por el que podrían ser condenados a penas de hasta 28 años de cárcel. Por lo pronto, se les acusa de allanamiento de morada (entre uno y cuatro años de prisión), múltiples delitos de detención ilegal (entre cuatro y seis años), lesiones, amenazas (de uno a cinco años de prisión) y robo con violencia e intimidación en casa habitada (de dos a cinco años de prisión), todo ello cometido por organización criminal (de cuatro a ocho años).