Sánchez saca adelante la cuarta prórroga de la alarma con 178 votos

La limitación de su unilateralidad en la gestión de la pandemia permite a Pedro Sánchez sacar adelante en el Congreso la prórroga del estado de alarma y superar una de las votaciones más comprometidas de su mandato como presidente del Gobierno.

La cuarta prórroga, que se prolongará hasta las 00:00 del 24 de mayo, ha sido aprobada con 178 votos a favor (PSOE, UP, Ciudadanos, PNV, Más País, Compromís, PRC, Coalición Canaria, Nueva Canarias y Teruel Existe), 75 en contra (Vox, JxCAT, ERC, CUP y Foro Asturias) y 97 abstenciones (PP, UPN, EH Bildu y BNG), mayoría absoluta y un margen holgado para los temores de los días previos, pero el más corto de todos.

Los prolegómenos casi dramáticos aventuraban una grave crisis política e institucional, en medio de una catástrofe sanitaria y económica, pero la rectificación pactada con diferentes grupos salva la grave situación y da oxígeno político a Sánchez. Al menos durante 15 días. La idea inicial de Sánchez era mantener la alarma hasta julio, en el Congreso ha hablado de "unas semanas" y quedan en el aire los plazos, aunque ha pactado buscar alternativas legales.

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Hace cuatro días no tenía votos suficientes, pero se ha visto obligado a negociar con diferentes partidos y aceptar, por un lado, medidas de cogestión con las comunidades autónomas y, por otra, la colaboración e información con los demás partidos y desvincular las medidas del llamado escudo social del mantenimiento de estado de alarma.

Esos cambios los ha pactado en los últimos días con PNV y Ciudadanos y así ha logrado que los nacionalistas y el partido de Inés Arrimadas hayan pasado finalmente al si. También lo han hecho los dos diputados de Coalición Canaria como consecuencia de ese cambio.

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“Levantar ahora el estado de alarma sería un error absoluto”, ha insistido Sánchez desde la tribuna para defender la prórroga de 15 días. Sin embargo, el resultado de su eficaz y frenética negociación y del pleno muestra que el dilema no era levantar o no la alarma, sino de qué forma se hiciera. Al cambiar las citadas condiciones partidos como Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria han cambiado su posición y le han apoyado.

Por ejemplo, para que el Gobierno se reúna semanalmente con los partidos para evitar que se enteren de lo que deben votar cuando ya lo ha aprobado el Consejo de Ministros. También los presidentes autonómicos de todos los colores políticos habían lamentado que solo se les informaba a posteriori y ahora se abre una puerta, gracias al pacto con el PNV, a un modelo similar al alemán, donde Angela Merkel colabora con los Länder.

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No ha podido evitar Sánchez las críticas de todos, incluso de los que más le apoyan siempre. Un ejemplo: Íñigo Errejón, de Más País, ha acusado al presidente de “usar el chantaje en lugar de la persuasión”, le ha afeado que le mande los decretos cuando hay que votarlos y ha concluido que vota a favor “aunque no se lo merezcan”.

Un PP irrelevante en la votación

“Dejemos de lado los recelos. Hagamos un punto y aparte, renunciemos a los maximalismos”, ha explicado Sánchez para justificar su cambio forzado por la falta de apoyo parlamentario y haciendo de la necesidad virtud. Y ha admitido: "Lo haremos por necesidad o por convicción, pero lo hacemos".

Dejemos de lado los recelos. Hagamos un punto y aparte, renunciemos a los maximalismos

Incluso, el PP también la ha cambiado para pasar del no a la abstención. Por primera vez no apoya el estado de alarma, pero tampoco vota en contra, aunque dé un plazo de 15 días para buscar alternativas legales. Su tesis, curiosamente plenamente coincidente con la de ERC, es que hay instrumentos jurídicos ordinarios para combatir la pandemia, sin estado de alarma.

El problema es que la negociación del Gobierno y la posición de Ciudadanos y PNV han hecho que los votos del PP no sean decisivos, es irrelevante en la votación. Casado ha perdido la carta de condicionar la acción del Gobierno y Sánchez ha salvado el drama sin negociar con los populares. Sí lo ha hecho con barones del PP que, a su vez, han presionado a Casado.

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El lider del PP ha mantenido un discurso sumamente duro contra la gestión de Ejecutivo, con la recurrente acusación de mentir. Esta vez sí ha presentado alternativas legales para mantener el mando único, aplicar el confinamiento y luchar contra la pandemia sin necesidad de mantener el estado de alarma.

"Usted es el caos"

Ha invocado recomendaciones de la UE para una pronta eliminación de esa legislación excepcional y ha acusado a Sánchez de "cesarismo" y "absolutismo" por utilizar la alarma para legislar por decreto, gobernar con órdenes ministeriales y abusar de su poder para aprobar extremos que no tienen nada que ver con la pandemia.

“Usted es el caos”, le ha dicho Casado a Sánchez, sin ahorrar ni un solo reproche. Y el presidente del Gobierno le respondió pidiéndole que deje de compartir discurso con Vox y acusándole de no querer acuerdo alguno. De hecho el debate entre ambos ha servido para constatar la imposibilidad de que ambos lleguen a algún acuerdo, al menos, en el intercambio personal entre ambos no ha habido ni clemencia ni mucho menos contención.

Una de las posiciones llamativas del debate es la de ERC, que ha pasado de la abstención al no, pese a los intentos casi desesperados del Gobierno (Carmen Calvo) y PSOE (Adriana Lastra) en los días previos. ERC, que forma parte del bloque que permitió la investidura de Sánchez ha vivido un duro debate interno en el que han perdido los ue querían pactar, como el portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, y su predecesor, Joan Tardà, entre otros.

De ahí el tono de Rufián desde la tribuna y que confesara que era uno de sus peores días como parlamentario. “Hoy se constata el no del Gobierno a negociar con ERC. Votamos en contra de su prórroga del estado de alarma”, ha asegurado, coincidiendo en que hay alternativa a la “militarización y la regresión de derechos” que, según él supone el estado de alarma. “La irresponsabilidad es gestionar esto como si tuvieran mayoría absoluta” y “estamos hartos del 'es lo que hay”, ha añadido.

Una de las posiciones llamativas es la de ERC, que ha pasado de la abstención al no, pese a los intentos casi desesperados del Gobierno y PSOE

ERC no queda fuera de ese bloque, aunque haya votado con Vox y contra el Gobierno, y asegura que la votación es coyuntural y tiene más que ver con la exigencia del Gobierno de Quim Torra para no perder poder y su pugna por la hegemonía del independentismo catalán.

La gran protagonista del pleno fue Inés Arrimadas y no solo porque la presidenta de Ciudadanos haya vuelto físicamente al pleno, sino porque su pacto con el Gobierno ha aliviado al Gobierno y ha asegurado la prórroga de la alarma.

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La líder de Ciudadanos ha recordado que desde el inicio de la pandemia ha hecho múltiples porpuestas a Sánchez, lo que no impide que critique sus errores, sus imprevisiones y rectificaciones. Ha insistido en su rechazo al Gobierno de Sánchez e Iglesias, para explcar que lo que se vota no es la investidura sino si los españoles pueden salir a la calle sin restricciones el próximo sábado.

Arrimadas pide a Sánchez una "salida ordenada" del estado de alarma. "Vaya preparando el futuro en estos 15 días", avisa el portavoz del PNV

Le ha afeado a Sánchez la amenaza que lanzó cuando dijo que las ayudas decaerían si se levantaba la alarma y que haya pasado 18 días sin llamar a la oposición. Por eso, ha defendido lo pactado con el Gobierno para mejorar las condiciones de la alarma, incluido buscar un plan b alternativo al estado de alarma. "Una salida ordenada al estado de alarma", ha resumido, con un tono crítico, pero constructivo y con llamamientos a acuerdos.

El otro grupo con el que ha pactado Sánchez es el PNV, partido maestro en mantener la tensión, negociar, lograr acuerdos y presentarlos luego como triunfo. Su portavoz, Aitor Esteban, ha asegurado que han intentado ser constructivos y ha explicado que era necesario que esas medidas que facilitan la codecisión de Gobierno y comunidades autónomas estuvieran en el decreto. Pero le ha advertido: "Vaya preparando el futuro en estos 15 días", en el sentido de pensar en el fin del estado de alarma.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, había lamentado reiteradamente no ser consultado y no por decidir sobre la lucha contra la pandemia y en el proceso de desescalada. También le preocupaba no poder convocar elecciones en el País Vasco en julio, opción que ahora queda garantizado en el decreto de prórroga. También en Galicia, Alberto Núñez Feijóo puede convocar sus autonómicas en julio.

Santiago Abascal ha mantenido su línea de movilizaciones contra el Gobierno, acusaciones que tienen que ver con el Código Penal, referencias al comunismo de Pablo Iglesias y la Guerra Civil y una amenaza de moción de censura simbólica para la que tiene escaños para presentarla, pero no para sacarla adelante.