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Rufián justifica su no por la "imposición" de Sánchez y evita dinamitar todos los puentes
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PRÓRROGA DEL ESTADO DE ALARMA

Rufián justifica su no por la "imposición" de Sánchez y evita dinamitar todos los puentes

"Nuestro compromiso es llevarlos de un marco impositivo a un marco colaborativo", aseguró dejando una ventana abierta para recuperar la centralidad de su formación y del bloque de la moción

Foto: El diputado de ERC Gabriel Rufián durante su intervención en el pleno del Congreso este miércoles. (EFE)
El diputado de ERC Gabriel Rufián durante su intervención en el pleno del Congreso este miércoles. (EFE)

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, una de las pocas voces que se opuso en la ejecutiva de su partido a rechazar la prórroga del estado de alarma, ha tenido que defender el no en la tribuna del Congreso echando mano del marco de que el Gobierno prefiere el voto gratuito de Ciudadanos a negociar con los republicanos. Todo ello después de regalar a Pedro Sánchez la excusa para explorar nuevas aritméticas y su ansiada "geometría variable". Fiel a su estilo, acompasó un discurso sin concesiones, tildando de "chantaje" la posición del Ejecutivo y también de "imposición", pero velándose de mantener algún puente tendido, consciente de la fase de irrelevancia en la que entraría el grupo republicano si Sánchez pasa definitivamente de apoyarse en ERC para hacerlo en la formación liderada por Inés Arrimadas, como soñó entre las elecciones de abril y la repetición de noviembre.

"Nuestro compromiso es llevarlos de un marco impositivo a un marco colaborativo", aseguró dejando una ventana abierta para recuperar la centralidad de su formación y del resto del bloque de la moción de censura. Incluso recordó que su compromiso electoral era "atornillarnos en una mesa de diálogo". Quiso así dejar claro que no da por muerta esta posibilidad de entendimiento, pese a la incertidumbre que supone el cambio de las aritméticas parlamentarias en las que se apoyará el Gobierno de coalición en minoría.

"La irresponsabilidad es gestionar esto como si tuviera mayoría absoluta", añadió, para afear que "la única dicotomía real es la del Gobierno, la de negociar un estado de alarma con PP y Cs o hacer con nosotros y han elegido lo primero". Unos razonamientos que parecen alejarse de las causas por las que la ejecutiva de su partido justificó internamente el rechazo a la prórroga, imponiéndose el alma más procesista de ERC en plena pandemia del coronavirus, empujada por el electoralismo y la subordinación a la derecha independentista con la que gobierna la Generalitat.

Con todo, su insistencia en que "sin diálogo no hay legislatura" ha sonado extemporánea debido a la voluntad de Moncloa de mirar a Ciudadanos con quien incluso se comprometía anoche a "a mantener el diálogo para la adaptación de los ERTE y las ayudas a PYMES y autónomos para que puedan adecuarse estas y el resto de las medidas de protección social a las necesidades que se produzcan más allá del estado de alarma".

En esta línea, Rufián se afanó por dar un barniz de oposición constructiva a su rechazo a la prórroga, tratando de argumentar que existe alternativa al estado de alarma. Para rehuir del fantasma del 'cuanto peor mejor' con el que el portavoz de los republicanos suele asociar a los posconvergentes, defendió que la alternativa, "lo razonable, es que pueda decidir el territorio. Eso no es nacionalismo, es pura eficiencia porque tienen la información y las competencias".

Rufián trató también de defenderse de los reproches que le lanzó el presidente del grupo confederal de Unidas Podemos, Jaume Asens, hombre puente con el independentismo. El también portavoz de los comuns le había advertido que "la carrera de competición con JxCat solo nos conduce al precipicio de Vox" para acto seguido asegurar que "necesitamos más Tardà y menos Torra", animándolo a "recuperar el espíritu de fraternidad de Companys para evitar el contagio del sectarismo de Torra".

"Entiendo que te han sacado aquí para atacar a ERC. Sabes lo injusto y tramposo de tus palabras. Espero que sirvan para que os sintais mejor después de apuntalar este pacto con Ciudadanos", comenzó a responderle Rufián. Tras ello, aseguró que no iba a entrar en el juego de lo que denominó "política basura". La opción de un Gobierno de concentración independentista en Cataluña con JxCAT, ERC y la CUP gana enteros tras este giro, frente a la alternativa progresista entre republicanos y 'comuns' con el apoyo externo de los socialistas.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, una de las pocas voces que se opuso en la ejecutiva de su partido a rechazar la prórroga del estado de alarma, ha tenido que defender el no en la tribuna del Congreso echando mano del marco de que el Gobierno prefiere el voto gratuito de Ciudadanos a negociar con los republicanos. Todo ello después de regalar a Pedro Sánchez la excusa para explorar nuevas aritméticas y su ansiada "geometría variable". Fiel a su estilo, acompasó un discurso sin concesiones, tildando de "chantaje" la posición del Ejecutivo y también de "imposición", pero velándose de mantener algún puente tendido, consciente de la fase de irrelevancia en la que entraría el grupo republicano si Sánchez pasa definitivamente de apoyarse en ERC para hacerlo en la formación liderada por Inés Arrimadas, como soñó entre las elecciones de abril y la repetición de noviembre.

Gabriel Rufián