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Arabia desata el primer choque de Podemos y PSOE tras el pacto de PGE, sin arriesgarlo
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COMPARECENCIA CLAVE EN EL CONGRESO

Arabia desata el primer choque de Podemos y PSOE tras el pacto de PGE, sin arriesgarlo

La relación con Riad vuelve a evidenciar las diferencias entre el Gobierno e Iglesias, aunque no arruinará su entente. Sánchez no pretende pilotar un giro radical respecto al régimen saudí

Foto: Pedro Sánchez, durante la sesión de control en el Senado de este 23 de octubre. (EFE)
Pedro Sánchez, durante la sesión de control en el Senado de este 23 de octubre. (EFE)

Arabia Saudí otra vez en el camino. Hace unas semanas se convirtió en uno de los actores protagonistas de la política nacional por la venta de armas y el peligro de que naufragase el contrato de cinco corbetas, un maná de 1.800 millones de euros y 6.000 empleos para los astilleros de Navantia de la bahía de Cádiz. Ahora, el detonante es el brutal asesinato del periodista crítico con el régimen saudí Jamal Khashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul. Ambos episodios, que en el fondo, de puertas para dentro, plantean el interrogante de qué tipo de relación comercial debe tener España con una monarquía que no respeta los derechos humanos, han abierto la primera brecha entre Gobierno y Podemos después de que firmaran su acuerdo presupuestario y cimentaran su pacto de legislatura. Pero las diferencias no se llevarán por delante la entente entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. "Absolutamente no", subrayan en el Ejecutivo, sin género de duda. Tampoco romperá la baraja la formación morada.

Este miércoles comparece en el Congreso el presidente del Gobierno para detallar la exportación de armas a Arabia Saudí, antes de la sesión de control. Su intervención se agendó hace semanas, el pasado 9 de octubre, cuando ya se había cerrado la crisis en el seno del Ejecutivo. La ministra de Defensa, Margarita Robles, era partidaria de paralizar la venta de 400 bombas de precisión láser, por la posibilidad de que Riad las utilizase para matar a civiles yemeníes. Pero Sánchez la desautorizó. Existía el riesgo de que el régimen saudí cancelase otro contrato mucho mayor, el de la fabricación de las cinco corbetas. La advertencia, según reconoció él mismo, estaba presente, así que decidió entrar y cortar de cuajo esa alternativa. La adjudicación de los misiles proseguiría y no peligraría, por tanto, la construcción de los navíos. "Caso cerrado", dijo entonces Robles.

Pero el caso Khashoggi ha vuelto a complicar las cosas al Gobierno. El Ejecutivo ha ido lanzando señales de alarma —se declaró "consternado" el pasado sábado—, mensajes de exigencia para que haya una investigación "transparente", "exhaustiva", "urgente", "rigurosa". Pero mantiene la "prudencia" al máximo. No quiere secundar a Angela Merkel, que el domingo anunció la suspensión de venta de armas a Arabia Saudí, aunque también entiende el impacto social que está teniendo en todo el mundo el asesinato "salvaje" —así lo definió este martes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan— de Khashoggi.

En el Ejecutivo repiten que hay "muy poco margen de maniobra" para cambiar de posición. Influyen las andaluzas del 2-D y la relación comercial con Riad


No se espera en absoluto que este miércoles Sánchez protagonice un giro radical en la posición del Ejecutivo. La Moncloa y miembros relevantes del Gobierno admiten que hay "muy poco margen de maniobra" para virar. Por no decir ninguno. Operan múltiples factores. Para empezar, las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. El PSOE, como reconocen en el Ejecutivo, no se puede permitir que se pongan en riesgo los 6.000 empleos vitales para los trabajadores de la bahía de Cádiz. Fueron ellos los que hace un mes elevaron la voz de alarma y los que ahora podrían volver a movilizarse en caso de que se cancelase un potente contrato que se comenzará a poner en marcha en enero, porque para entonces está previsto el arranque de la construcción de las cinco corbetas encargadas por Arabia.

Foto: Protesta ante la Casa Blanca por la muerte de Khashoggi. (Reuters)

La unidad de medida de la ONU

Susana Díaz tiene de hecho el compromiso de Sánchez de que defenderá los empleos de Navantia en juego. La presidenta andaluza, en una entrevista en Onda Cero este martes, aseguraba que cree "compatible" la defensa de los derechos humanos con la dignidad de la bahía de Cádiz y del Campo de Gibraltar. Su "unidad de medida", dijo, es lo que afirman el Gobierno central y la ONU, y esta "no ha determinado que no se puedan vender corbetas o armas a Arabia".

El Gabinete ha mantenido hasta ahora "prudencia" y perfil bajo, insistiendo en que secunda la posición de la ONU y en el resultado de la investigación

El segundo elemento que frena cualquier movimiento brusco del Gobierno es la relación comercial con Riad, un socio económico importante para España. No solo por el armamento militar de exportación, sino por otros suculentos contratos millonarios pasados y futuros. El ejemplo más evidente es el del AVE a La Meca, de más de 6.000 millones de euros. Este martes Arabia firmó 24 acuerdos y memorandos de entendimiento por un valor total de 56.500 millones de dólares, y entre ellos, con el consorcio español que se encargará de la "segunda etapa" del tren de alta velocidad a la ciudad santa, informa EFE.

Erdogan: el asesinato de Khashoggi fue "planificado"

El Ejecutivo, hasta el momento, ha intentado guardar un perfil bajo, apelando a la necesidad de esa investigación "exhaustiva" sobre la muerte de Khashoggi y a la necesidad de una postura conjunta de la comunidad internacional. En estos últimos días de crisis diplomática, tanto desde el PSOE como desde el Gobierno se pedía esperar a la posición que lleva este miércoles Sánchez al Congreso y se insistía en que España respalda el planteamiento del secretario general de la ONU, António Guterres, de que los responsables de la muerte del periodista respondan ante la Justicia y se arbitre esa indagación rigurosa. Nadie se ha deslindado de ese mensaje, a diferencia de lo ocurrido hace un mes. Robles, en una entrevista en 'Espejo público' (Antena 3), se remitía a las palabras del presidente en el pleno, sin dar más detalles. La ministra sí insistió en el compromiso "clarísimo" del Gabinete con los derechos humanos, pero también con la garantía de los empleos. La titular de Defensa sí remarcó la "enorme gravedad" del asesinato de Khashoggi, una "gravísima vulneración de los derechos humanos".

Foto: El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, e Ione Belarra, portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Congreso, durante una rueda de prensa en el Congreso. (EFE)

Respuesta "colectiva de toda la UE"

La prueba de que España no variará su postura, al menos de forma inminente, se vivió este martes en la Comisión de Defensa del Congreso. Rechazó suspender la venta de armas a Arabia con los votos de PSOE y PP y la abstención de Ciudadanos y PNV. Se visualizaba así también el choque de pareceres entre los socialistas y Unidos Podemos. El diputado que representaba al Ejecutivo, el andaluz Antonio Gutiérrez Limones, fue taxativo: España "es un país que cumple sus contratos" y la decisión de paralizar las exportaciones armamentísticas a Riad debe ser "colectiva de toda la Unión Europea".

El PSOE votó en contra de la paralización de la exportación de armas a Arabia junto con el PP y con la abstención de Ciudadanos y PNV

El parlamentaria insistía en que su partido está "consternado" por la muerte de Khashoggi, pero también que es conveniente guardar la "prudencia" y "no prejuzgar hasta que se complete la investigación" turca. Y si se suspendieran los contratos con Riad, recordó, los primeros perjudicados serían los astilleros de Cádiz, "una de las zonas más deprimidas". "Los derechos humanos deben estar por delante del negocio", replicaba Marta Sorlí, de Compromís, el grupo autor de la proposición no de ley que pedía embargar la venta de armas a Arabia Saudí y a cualquier otro país en el que estas "puedan ser utilizadas para cometer o facilitar violaciones flagrantes de los derechos humanos".

La Comisión de Defensa rechaza suspender la venta de armas a Arabia Saudí

La presión sobre el Gobierno es creciente en los últimos dos días. Al igual que la expectación. Este martes, el presidente abandonaba la sesión de control en el Senado dejando en el aire las preguntas de los periodistas. "Mañana, mañana", respondía, instando a esperar a su comparecencia del miércoles a primera hora en la Cámara Baja. Desde La Moncloa apelaban a seguir de cerca los términos empleados, el tono, los difíciles equilibrios. También el Ejecutivo es consciente de que una parte de la izquierda o de sus bases puede no entender una actitud más tibia con Riad.

Sánchez evita contaminarse con la venta de armas a los saudíes

De cualquier modo, en el Gobierno y en Hacienda respiran tranquilos respecto a su pacto presupuestario con Unidos Podemos. No creen que peligre. "Absolutamente no", dicen en el Gabinete con contundencia. En el departamento que dirige María Jesús Montero subrayan que los morados no han trasladado ningún mensaje en las últimas horas y que, de hecho, la negociación de las cuentas de 2019 seguirá. Ahora, intentando atraer al PNV y a Compromís, y después con los independentistas de ERC y PDeCAT. Dicho de otra forma, la posición respecto a Riad no contamina el capital más valioso de que dispone Sánchez ahora mismo, y es su entente con su socio prioritario, Pablo Iglesias.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, durante la firma del acuerdo presupuestario en Moncloa. (EFE)

Alternativas por parte de Podemos

Podemos mantiene la misma posición con respecto a la venta de armas a Arabia Saudí que cuando solicitó, con ERC, la comparecencia del presidente del Gobierno por la venta de 400 bombas de precisión a Riad. Entonces ya manifestó de "lamentables" las explicaciones del Ejecutivo, quien argumentó que eran de alta precisión y que por ello no se utilizarían para matar a civiles yemeníes, y calificó como "urgente" que se dejase de vender armas a "teocracias asesinas".

"Sí a los astilleros, no a vender armas a Arabia Saudí", sintetiza Iglesias, quien ve razonable y "correcta" la postura de Alemania

Un posicionamiento que no interfirió en las negociaciones para el pacto presupuestario y que en esta ocasión tampoco pondrá en peligro un acuerdo ya ratificado. Es más, este mismo lunes, el Gobierno y Unidos Podemos acordaban abrir una mesa de seguimiento del pacto presupuestario para garantizar su ejecución y acelerarlo lo máximo posible. Al mismo tiempo que se acordaba abrir esta mesa, desde Podemos se insistía en la necesidad de dejar de vender armas a los saudíes.

Pablo Iglesias: "Sí a los astilleros, no a vender armas a Arabia Saudí"

La posición de la formación liderada por Iglesias pasa por instar al Gobierno a buscar un plan estratégico que permita a Navantia mantener su carga de trabajo. Sus propuestas van desde que se busque otro comprador para las corbetas encargadas por Arabia Saudí hasta que las asuma España. Con todo, desde la formación insisten en que se trata de una decisión que compete tomar al Gobierno y en su opinión debería centrarse en buscar una salida que respete los derechos humanos al mismo tiempo que garantice los empleos.

Foto: El periodista de Arabia Saudí Jamal Khashoggi. (EFE)

El propio Iglesias reiteró este martes su postura tras lo sucedido en la Comisión de Defensa del Congreso: España no debe vender material bélico a Riad aunque sí ha de proteger un sector clave como la fabricación naval: "Sí a los astilleros, no a vender armas a Arabia Saudí". Y puso de ejemplo la actitud de un país "tan poco sospechoso" como Alemania, que ha tomado la decisión "correcta" de paralizar su exportación en tanto se aclara la muerte de Khashoggi.

Arabia Saudí otra vez en el camino. Hace unas semanas se convirtió en uno de los actores protagonistas de la política nacional por la venta de armas y el peligro de que naufragase el contrato de cinco corbetas, un maná de 1.800 millones de euros y 6.000 empleos para los astilleros de Navantia de la bahía de Cádiz. Ahora, el detonante es el brutal asesinato del periodista crítico con el régimen saudí Jamal Khashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul. Ambos episodios, que en el fondo, de puertas para dentro, plantean el interrogante de qué tipo de relación comercial debe tener España con una monarquía que no respeta los derechos humanos, han abierto la primera brecha entre Gobierno y Podemos después de que firmaran su acuerdo presupuestario y cimentaran su pacto de legislatura. Pero las diferencias no se llevarán por delante la entente entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. "Absolutamente no", subrayan en el Ejecutivo, sin género de duda. Tampoco romperá la baraja la formación morada.

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