Las empresas empiezan ya a avisar a sus inversores del riesgo de recesión en España

Varias empresas de diversos sectores están advirtiendo abiertamente del riesgo de recesión en España y el impacto que ello conllevaría para sus respectivos negocios a los inversores a los que solicitan financiación.

En el sector inmobiliario, Pryconsa señaló hace pocos días que "un apalancamiento elevado por su parte puede aumentar su exposición a factores económicos adversos como recesiones o deterioros de la economía española".

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En línea con lo anterior, esta misma semana la empresa de alquiler de vehículos Ok Mobility advertía a los compradores de sus pagarés que "tanto el grupo como sus clientes son vulnerables a las recesiones económicas y a los periodos prolongados de débil crecimiento de la economía española, y dicha situación podría tener un efecto material adverso en el negocio".

Este mismo viernes también avisaba de la potencial caída del PIB el grupo de telecomunicaciones Avatel: "el PIB en España podría experimentar una ralentización de su aumento o incluso decrecimientos. Aunque las previsiones de la OCDE estiman un crecimiento del PIB en España del 4,1% para 2022 y del 2,2% para 2023, estas estimaciones podrían no cumplirse". Sin ir tan lejos, Pamesa, la compañía de cerámica presidida por Fernando Roig, alertaba del deterioro económico y político que impera en España.

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De esta forma, las advertencias de las empresas a sus inversores empiezan a elevar el tono con respecto a lo que se venía advirtiendo hasta hace poco y ya se hacen menciones explícitas de contracción del PIB o incluso de recesión.

La probabilidad de recesión es, si cabe, aún mayor después de otra fuerte subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo el pasado jueves. La insitución dirigida por Christine Lagarde bajó el tono respecto de la coyuntura económica y la agresividad de la política monetaria. Sin embargo, la lucha contra la inflación, aún por encima del 7% en España, sigue siendo la prioridad para Fracfort, que subió otro 0,75 puntos los tipos de interés, hasta el 2%. La banca ya avisa de la reducción de las hipotecas.

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Las advertencias se dan en paralelo a los avisos lanzados esta misma semana por organismos públicos, como la Airef, y privados, como BBVA Research o Funcas, que consideran que España sufrirá una recesión técnica, lo que implica dos trimestres consecutivos de contracción del PIB.

Cuando la economía española aún está lejos de recuperar los niveles prepandemia, todas las previsiones de PIB, sobre todo para 2023, han ido empeorando. La más pesimista hasta ahora es la estimación de Funcas. La casa de análisis de las antiguas cajas de ahorro cree que el PIB solo crecerá un 0,7% el próximo año.

Frente a todos los anteriores, el Gobierno mantiene que España no entrará en recesión técnica. La economía ha salvado el primer match ball con un crecimiento muy exiguo en el tercer trimestre de 2022 (tan solo un 0,2%, según el INE), pero eso permite alejar la temida recesión al menos hasta marzo.

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La vicepresidenta Primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, señalaba este miércoles, tras la advertencia de Airef, que la economía española no entraría en recesión técnica, como estaban vaticinando. Según Calviño, "los indicadores económicos no apuntan a una recesión técnica". La vicepresidenta advertía que todas las previsiones dan crecimiento en 2023, por lo que de haber contracción esta será limitada en el tiempo.

A lo anterior, añadía que "había analistas que decían que íbamos a entrar en recesión en el segundo trimestre del año y hemos tenido un trimestre récord, con un crecimiento superior al 1,5% y con crecimientos interanuales por encima del 6%. Las previsiones hay que cogerlas con mucha cautela y hay que estar preparados para lo peor, siendo muy prudentes, y eso es lo que estamos haciendo desde el Gobierno".