Las grandes energéticas chocan con Bruselas en el cónclave para la compra conjunta de gas

El primer cónclave celebrado este miércoles en Bruselas para abordar la compra conjunta que pretende llevar a cabo la Unión Europea acabó con un brusco choque de las grandes multinacionales energéticas con la Comisión Europea.

Según confirman a El Confidencial diversas fuentes al tanto de la reunión, el grupo asesor de la industria para la plataforma energética de la UE expuso varios reparos, temores y dudas sobre esta iniciativa política. Este consorcio, del que son miembros las firmas más destacadas del continente, como BP, Enel, Eni, E.On, Engie, Repsol, Naturgy, EDP, Galp o Uniper, trasladó a la comisaria de Energía, Kadri Simson, y a la directora general de Política Energética de la Comisión Europea, Cristina Lobillo, los problemas que podría tener sobre la competencia la agregación de demanda que pretende Europa.

Dicho cónclave se produce pocos días después de que los 27 países miembros alcanzaran un acuerdo para esta compra conjunta de gas, que fue anunciado en la última cumbre energética de Europa. El Gobierno de España venía abanderando y reclamando en Europa esta solución, que puso ya encima de la mesa de la Comisión desde que en 2021 se empezó a encarecer con fuerza este hidrocarburo de primera necesidad, y que permanece en niveles récord, sobre todo tras la invasión rusa de Ucrania.

Algunos participantes de la reunión celebrada el pasado miércoles expresaron sus dudas acerca de la eficacia que podría tener este sistema para abaratar el gas a los europeos de cara al próximo invierno. Creen que en un mercado global como el del gas, el poder de adquisición agregada de Europa podría ser limitado. Y trasladaron los efectos perniciosos que se podrían generar, contrarios a la eficiencia pretendida, de introducir determinadas regulaciones para apoyar la compra conjunta sobre el mercado gasista. En este sentido, destacan que es un error comparar los efectos de una compra conjunta de gas con lo que fue la compra conjunta de vacunas durante la pandemia.

Algunos de los participantes en el cónclave comunitario muestran dudas sobre el futuro de esta propuesta tras percibir una elevada indefinición acerca de la misma, que incluso podría perjudicar a la seguridad de suministro, actualmente un tema altamente sensible. No obstante, valoran que la UE esté tratando de asesorarse con quienes mejor conocen este mercado. Según las fuentes consultadas, en esta primera reunión, que se alargó durante horas, las críticas expuestas fueron aumentando de intensidad a lo largo de la misma, donde la comisaria Simson, que participó por alrededor de una hora, les trasladó que tratarán de sacar adelante en un breve plazo de tiempo la regulación necesaria para poder ejecutar esta compra.

Desde la Comisión Europea, transmitieron que quieren tener algo firmado en un mes y llegar a posteriores cumbres comunitarias con algo ya sólido. Su idea es que la plataforma pueda comprar gas en el próximo invierno, cuando se esperan precios incluso peores que este año.

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Aún no se ha decidido ni desvelado si se formará una joint venture de empresas para ejecutar la compra agregada. Tampoco qué participación e incidencia tendrá para cada Estado. Una de los reparos que muestran las compañías es el diferente grado de necesidad de cada país, lo que lleva a cada uno a necesitar soluciones distintas. Además, creen que el problema de Europa no es de compra agregada, que ya hay sistemas de trading para abordarlo, sino de infraestructura física, ya que la capacidad de almacenamiento es limitada.

Las empresas temen ahora que una nueva regulación sobre el mercado gasista, que distorsione la actual situación de competencia, pueda impactar sobre su operativa y su negocio. En esta primera reunión, participaron medio centenar de personas entre expertos y empresas del sector. Entre los miembros del grupo, también están plataformas de mercado. En el grupo figura como miembro representante de España el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas). Cabe destacar que muchas de las compañías participantes en las que se quiere apoyar la Comisión son competidoras dentro de muchos de los mercados, tanto fuera como dentro del espacio comunitario, por lo que ponerlas de acuerdo para un tema tan sensible, cuando están acostumbradas a manejarse en un contexto de competitivo de alta confidencialidad entre unas y otras, es un difícil reto para Europa.

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La idea de una compra centralizada de gas es una de las pocas propuestas de la Comisión Europea en materia energética que ha obtenido un apoyo bastante generalizado por parte de los jefes de Estado y de Gobierno, que se reunieron en la capital comunitaria el pasado 20 y 21 de octubre para discutir sobre cómo limitar la escalada de los precios. Políticamente, la Comisión Europea necesita avanzar en este punto, ya que es incapaz de lograr el acuerdo de los socios en otras medidas como la de limitar los precios del gas en la generación de la electricidad. La idea de Bruselas es que la compra conjunta sea limitada, y que los Estados miembros tengan que adquirir un 15% de las reservas de gas a través de este mecanismo.

El Ejecutivo comunitario señala que, durante el encuentro con las compañías, la comisaria explicó las propuestas de la Unión Europea en materia de compra conjunta de gas y también subrayan que tomaron nota de las aportaciones de las compañías. “Durante la reunión, los miembros del grupo asesor brindaron comentarios valiosos, por ejemplo, sobre cómo hacer operativas las diferentes opciones para la compra conjunta de gas y a través de qué mecanismos de cooperación industrial la UE puede obtener mejores precios y evitar la sobreoferta”, ha señalado la Comisión Europea.

Un portavoz del Ejecutivo comunitario, preguntado por las críticas de algunas de las compañías presentes, rechaza hacer “comentarios sobre otros comentarios” y apunta que la Dirección General de Competencia ha estado involucrada en todo momento. En la propuesta legislativa hecha el pasado 18 de octubre, Bruselas ya abordaba en parte las posibles dudas respecto a la Competencia. “La Comisión está dispuesta a acompañar a las empresas en el diseño de un consorcio de este tipo y a adoptar rápidamente una decisión (...) sobre la inaplicabilidad de los artículos 101 y 102 del TFUE [dedicados a la competencia] si se incorporan y respetan las salvaguardias pertinentes”, señalaba la propuesta legislativa del Ejecutivo comunitario.