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El plan del Gobierno para bajar la luz revela fisuras tras la primera subasta con tope al gas
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Admite entre 10% y 15% menos de ahorro

El plan del Gobierno para bajar la luz revela fisuras tras la primera subasta con tope al gas

La electricidad sube tras el primer día de aplicación del tope al gas con respecto a este lunes. Los peores vaticinios y escenarios más adversos del mecanismo han confluido

Foto: Pedro Sánchez, con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el CEO de Endesa, José Bogas. (EFE/Pool Moncloa/Fernando Calvo)
Pedro Sánchez, con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el CEO de Endesa, José Bogas. (EFE/Pool Moncloa/Fernando Calvo)
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Decepción y sorpresa en el sector eléctrico tras comprobar que el plan de gobierno, validado por la Comisión Europea, no ha dado los resultados esperados. Aunque se ha producido una rebaja sustancial en el mercado mayorista, 165 euros por MWh respecto a los 214 euros MWh del martes, tras aplicar la conocida como compensación al gas de 59 euros (elemento que incorpora el nuevo mecanismo), el precio definitivo ha sido de 224 euros por MWh, lo que supone una subida de 10 euros este miércoles respecto al martes. El Ministerio para la Transición Ecológica cree que se ha producido un ahorro del 6,7%, cuando se anunció hace pocos días que la medida generaría entre un 15% y un 20% de rebaja.

"Es un fracaso en toda regla", dice un alto ejecutivo de una comercializadora. "La parte del sector eléctrico que más va a sufrir las consecuencias", zanja otro directivo de este segmento. El cabreo va 'in crescendo' después de nueve meses de crisis energética. Si el nuevo mecanismo no da sus frutos, este sería un nuevo fiasco en el objetivo de tratar de bajar la luz y doblegar a las eléctricas. Ya ocurrió en septiembre de 2021, cuando Pedro Sánchez anunció ahorros millonarios gracias a recortar los beneficios caídos del cielo ('windfall profits') a las eléctricas, una medida que quedó muy descafeinada por su efecto final y que obligó al propio Ejecutivo a recular con un nuevo decreto que enmendaba el anterior.

En el primer día de entrada en vigor del conocido como 'tope al gas', para el que el Gobierno lleva casi tres meses peleando a nivel comunitario, todo lo que podía salir mal ha salido mal. Y la cuestión no es baladí, ya que se trata de un mecanismo pionero y controvertido del que muchos países de la Unión Europea recelaban, pero que salió adelante gracias a la supuesta 'excepción ibérica' que sufren España y Portugal frente al resto de miembros de la Unión.

placeholder La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. (EFE/Fernando Alvarado)
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. (EFE/Fernando Alvarado)

La exportación a Francia se ha disparado. La producción de las grandes eléctricas con centrales de ciclo combinado de gas ha marcado un récord en al menos dos años (Transición Ecológica habla de una producción de 373 GWh, la máxima de los últimos 12 meses). La generación con renovables que abaratan, como la eólica y solar fotovoltaica, ha tenido una bajísima aportación por el poco viento y el fuerte calor (la solar se nutre de luz, el calor la hace menos eficiente). Y a todo ello, hay que sumar la baja producción hidráulica, tecnología en manos de las grandes empresas, que desde que se dio un primer OK al plan hasta mediados de mayo disparó su generación, pese al bajo nivel de los embalses. Ahora, su aportación está en mínimos, lo que contribuye a mayores precios.

Con todo este cóctel encima de la mesa, sobre el que ya se había teorizado y al que se ha unido una demanda excepcional —80 GWh más de lo habitual, siempre según el ministerio— a causa de la ola de calor, la supuesta ventaja del tope al gas ha fracasado en gran medida. No obstante, el Gobierno cree que sin este mecanismo el precio final de este miércoles hubiera estado alrededor de 240 euros por MWh, más que los 224 euros MWh obtenidos. Aunque en la factura del consumidor con tarifa regulada, el más perjudicado desde que se inició la crisis, su ahorro será del 6,7%. Asumiendo este cálculo, el Ejecutivo admite que ha errado, por ahora, sus previsiones: el ahorro sigue siendo mucho menos que el 15% o 20% anunciado por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, la semana pasada ante los medios. El Confidencial ya avanzó que las comercializadoras temían ahorros de solo el 5%.

El Gobierno envió a Bruselas una proyección de rebaja tres veces superior a la de este miércoles

El fallo de cálculo se hace todavía más patente si se atiende a las proyecciones que los gobiernos de España y Portugal remitieron a Bruselas para la aprobación del tope al gas. Según la decisión de la Comisión Europea que autoriza la excepción ibérica, accesible a través de la página web del departamento dirigido por Teresa Ribera, Madrid y Lisboa estimaron que, durante el primer mes de vigencia de la medida, el precio de la electricidad se rebajaría en 36 euros (desde los 213 hasta los 176,6, un 17%), casi tres veces más de lo que lo ha hecho este miércoles.

La explicación que da el ministerio para justificar la modesta rebaja tampoco se corresponde con el plan enviado a las instituciones comunitarias: mientras que Transición Ecológica sostiene que las "circunstancias excepcionales" del mercado han provocado una compensación superior a la prevista, en el documento figuraba una incluso más elevada: 66 euros, frente a los 59 de la primera subasta. Todas las excusas palidecen ante el dato verdaderamente relevante: el precio medio del 'pool' que se calculaba con el tope de 40 euros al gas era de 110,63, mientras que este miércoles asciende a 165,59.

Pese a todo ello, desde el Ministerio para la Transición Ecológica opinaban en la tarde de este martes que el resultado de este primer día es "claramente favorable para los consumidores y garantiza su protección frente a los elevados precios de la energía durante los próximos meses, sobre todo en invierno".

Foto: La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. (EFE/Fernando Alvarado)

Otra fuente de la gran industria consumidora esperaba esta medida como agua de mayo, ya que ante la expectativa de ahorro, se encomendaban a la misma. Sin embargo, por ahora el efecto no es el esperado, y el drama de la gran industria es que el 95% de su consumo está en el mercado 'spot' sin cubrir. Dada la incertidumbre actual, los grandes consumidores no estaban cerrando contratos a largo plazo a la espera de este mecanismo.

Ante esta situación, ya se han desatado las acusaciones en ambos sentidos. Por la parte empresarial, se destaca el optimismo naíf del Gobierno, que probablemente no habría sabido calcular que la mayoría de contratos estaban bilateralizados y escapaban de pagar el ajuste, lo que ha provocado que la compensación para los ciclos combinados de gas, en manos de las grandes eléctricas, se haya disparado para los que pagan, entre los que entran los 10 millones de consumidores con tarifa regulada.

Por otro lado, su gran queja ahora es que las renovaciones de contratos pasan a pagar el mecanismo. Es decir, un contrato actualizado que venía pagando 70 euros por MWh tendrá que incluir la compensación, con lo que al precio de hoy de 59 euros la subida sería casi un 100%. No obstante, los nuevos contratos a plazo se aprovechan de la bajada de los futuros, aunque se firmen en el momento actual.

Foto: La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. (EFE/Fernando Alvarado)

La situación es crítica para la economía porque, si se mantiene la tendencia actual, la inflación seguirá castigando el bolsillo de los españoles. El fiasco de la otra gran medida del Ejecutivo durante esta crisis, la rebaja de 20 céntimos al combustible, dejaba el tope al gas como la gran esperanza para controlar los precios, que volvieron a subir en mayo tras el alivio de abril. La propia Ribera vaticinó que la medida contribuiría a que bajara el IPC hasta en un punto, mientras el Banco de España rebajó esa previsión a la mitad. En ese contexto, la OCDE sigue viendo la inflación para España este año por encima del 8%, según sus previsiones de hace pocos días, que restan 1,4 puntos de PIB.

Quienes defienden la medida creen que irá mejorando, dado que estamos en medio de una ola de calor que pone al sistema en contra. No obstante, el Gobierno admite que el precio no es el esperado en el arranque del plan. Al aprobar el tope al gas, el Ejecutivo aseguró públicamente que el precio medio del 'pool' estaría en 130 euros por MWh, a lo que habría que sumar la compensación. Hoy, el precio ha estado 35 euros más alto (165 euros por MWh), pese a que factores como el CO₂ están en niveles similares.

Aquellos más favorables a la medida implementada por el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos apuntan directamente a las supuestas prácticas oligopolistas de las eléctricas. Según entienden, la operativa de generación desplegada, con baja producción hidráulica y alta en los ciclos combinados de gas, trata de aumentar al máximo la subvención para que así la compensación se dispare y la medida fracase. Un experto en el sector señala que un ciclo combinado hoy está cobrando mucho más de lo que lo hacía ayer con el plan gubernamental. Las eléctricas, con Iberdrola y Endesa a la cabeza, han sido abiertamente contrarias al mecanismo. Este mismo martes, medios como 'El Economista' hablaban ya de "una jugada maestra de las eléctricas".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con ejecutivos de las principales eléctricas. (EFE/Fernando Calvo)

Aún faltarán días para saber si el plan ofrece las bondades prometidas. Además de las desfavorables condiciones meteorológicas, el gas natural se ha disparado un 16% tras anunciarse que Rusia recortará el flujo gasístico un 40% por problemas con reparaciones que Siemens provee a Gazprom y las sanciones de Occidente al país presidido por Vladímir Putin.

Con este panorama, falta ver qué pasos dará el Ejecutivo, ya que el problema de precios no para de aumentar. Tal y como avanzaba este martes El Confidencial, la propia Iberdrola no descarta que pueda aumentar la presión del Gobierno con nuevas intervenciones. La vicepresidente segunda, Yolanda Díaz, ya ha puesto encima de la mesa esta semana un impuesto a los beneficios extraordinarios de las propias eléctricas, lo que le ha valido para que la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, la enmendara y situara dicho deseo en el marco de los presupuestos generales del Estado, liderados por Hacienda y Economía.

Pero lo que realmente teme Iberdrola es que se cumpla el Real Decreto 17/2021 y se convoquen las subasta de su energía inframarginal (hidráulica y nuclear). El Ministerio para la Transición Ecológica mantiene esta propuesta para 2022, pese a incumplir plazos, pero las empresas consumidoras siguen reclamándolo y las eléctricas ya están advirtiendo en la letra pequeña de los contratos de que en caso de que se produzca resolverán los mismos. Las espadas continúan en todo lo alto.

Decepción y sorpresa en el sector eléctrico tras comprobar que el plan de gobierno, validado por la Comisión Europea, no ha dado los resultados esperados. Aunque se ha producido una rebaja sustancial en el mercado mayorista, 165 euros por MWh respecto a los 214 euros MWh del martes, tras aplicar la conocida como compensación al gas de 59 euros (elemento que incorpora el nuevo mecanismo), el precio definitivo ha sido de 224 euros por MWh, lo que supone una subida de 10 euros este miércoles respecto al martes. El Ministerio para la Transición Ecológica cree que se ha producido un ahorro del 6,7%, cuando se anunció hace pocos días que la medida generaría entre un 15% y un 20% de rebaja.

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