Las eléctricas disparan su producción hidráulica antes de que el Gobierno limite los precios

Las compañías eléctricas, concesionarias de la gestión de las grandes plantas hidráulicas, han disparado la producción de electricidad desembalsando agua. Así lo confirman los datos de Red Eléctrica, que registran un aumento del 300% en la producción hidráulica desde plantas no fluyentes (agua de embalses) desde el pasado 25 de abril, día en que la Comisión Europea aprobó que España y Portugal podrían intervenir los precios. El mecanismo pretende 'topar' el precio del gas para la producción eléctrica y así limitar los ingresos del resto de tecnologías, incluida la hidráulica.

Estas instalaciones, que aún estarán en poder de las eléctricas 35 años más, venían produciendo aproximadamente entre 20.000 y 40.000 MWh diarios desde finales de enero. Sin embargo, en la última semana y media la producción está muy por encima de los 70.000 MWh diarios, llegando a superar los 85.000 MWh en determinados días.

La repentina subida de la producción desde plantas que generan electricidad con el agua almacenada en los embalses se produce pese a la fuerte escasez de los pantanos, que se encuentran en niveles anormalmente bajos por la sequía del último año. Mientras en la media de los 10 últimos años, a estas alturas de ejercicio, las presas se encontraban al 70% de capacidad de media, en 2022 el nivel ha bajado hasta el 50% de capacidad, con unos 28.381 hectómetros cúbicos almacenados.

Uno de los primeros expertos en advertir del abrupto cambio de comportamiento en la gestión de las plantas hidráulicas ha sido el consultor Javier Colón, director de Neuro Energía, quien explica que las eléctricas convencionales están apurando el uso de las plantas antes de que entre en vigor la 'excepción ibérica'. Colón descarta que dicha subida tenga que ver con razones meteorológicas de más lluvias en los últimos días, ya que Red Eléctrica ofrece datos de las plantas hidráulicas de embalses sin tener en cuenta las plantas fluyentes, que están al albur del caudal del río. Máxime cuando el nivel de agua embalsada es especialmente bajo para estas alturas del año. Además, Castilla y León, Galicia o Extremadura, donde se concentran las grandes plantas hidroeléctricas gestionables, tienen los embalses especialmente esquilmados.

Diversos expertos del sector apuntan a diferentes razones para que las eléctricas hayan disparado la producción de hidráulica no fluyente, en manos fundamentalmente de Iberdrola y Naturgy, y en menor medida Endesa. En primer lugar, creen que podrían estar tratando de maximizar sus ingresos. Cabe destacar que el actual diseño de mercado hace que la gran hidráulica pueda cobrar a su coste de oportunidad. Es decir, que pueda ofertar al precio de la tecnología más cara.

Sin embargo, con el tope al gas, el mercado mayorista, conocido como 'pool', bajará drásticamente respecto de los niveles actuales, en récord histórico, con lo que una vez que entre en vigor la medida, las compañías dueñas de las concesiones hidráulicas no tendrían ningún incentivo a producir con esta tecnología, que, al ser gestionable, ahora puede desembalsar agua cuando se producen las condiciones de mercado más favorables. Según publica 'Cinco Días', nuclear e hidráulica dejarán de ingresar hasta 6.000 millones por la 'excepción ibérica'.

Otra de las razones que apuntan, en línea con la anterior, es que como el Gobierno ha propuesto compensar el gas para producción eléctrica, a partir de que entre en vigor la medida diseñada por España y Portugal, podrían aumentar la generación con ciclos combinados para así almacenar más agua y utilizar la misma cuando termine el esquema de tope al gas, ya que está conceptualizado como un mecanismo temporal que durará como máximo un año.

Fuentes del sector creen que apuran la producción hidráulica antes de que el tope al gas limite precios y se reduzcan sus ingresos

El hecho de que las eléctricas apuren ahora la producción de la hidráulica antes de que se active la intervención de precios, que el Gobierno asegura será el próximo martes en Consejo de Ministros, supone la prueba definitiva de que se aprobará, advierte otro experto. No es la primera vez que las eléctricas se ven envueltas en una polémica por el desembalse de pantanos. El Gobierno anunció una investigación a Iberdrola el pasado verano por el vaciado de Ricobayo en Zamora y otras centrales, aunque por ahora no ha trascendido sanción alguna.

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Un último argumento que pone el sector encima de la mesa es que están vaciando al máximo los embalses como medida de presión al Gobierno, ya que sin la tecnología hidráulica disponible, el sistema eléctrico se verá obligado a tirar de más plantas de gas, con lo que la medida, que rechazan de plano las eléctricas, obligaría a compensar una mayor cantidad de gas y, por tanto, generaría menos ahorro. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacaba el pasado viernes en la junta de accionistas de la empresa que el tope al gas costará alrededor de 6.000 millones. Desde las empresas y el Gobierno, no han hecho comentarios al repentino crecimiento de la producción hidroeléctrica.

Los consumidores se impacientan

En este contexto, la gran industria consumidora de electricidad empieza a impacientarse dada la incertidumbre generada por el Gobierno con respecto al momento de activación de su reforma del mercado. Grandes asociaciones de automovilísticas, refinerías, papeleras, industria química, alimentarias, acereras, etc. piden que la medida se active de inmediato.

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Realizan esta reivindicación en una carta enviada a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, después de que la responsable gubernamental rectificara y advirtiera de que la intervención de precios en el mercado eléctrico entrará una semana más tarde de lo previsto.

La máxima autoridad de la política energética en España anunció este aplazamiento poco antes de que desde Bruselas señalaran que España y Portugal aún no han enviado su propuesta definitiva ni borrador alguno para aprobar la medida. Otras asociaciones de consumidores denuncian la situación de incertidumbre generada, la falta de liquidez en los mercados por el escenario actual, la especulación generada y el hermetismo del ministerio en los últimos días. El Ejecutivo asegura que su plan estará listo en una semana.