Latham & Watkins vuelve a pescar en DLA y ficha a Óscar Franco para procesal

Latham & Watkins vuelve a pescar en el caladero de DLA Piper. El despacho de abogados norteamericano ha cerrado recientemente el fichaje de Óscar Franco, socio de procesal de DLA, como nuevo responsable de esta área en la firma americana, según avanzan fuentes del mercado. L&W ha declinado hacer comentarios.

Con este fichaje, Latham & Watkins suma a sus filas el quinto socio procedente de DLA Piper desde que Juan Picón tomase de las riendas de la firma a comienzos de 2018. Tras la salida de José Luis Blanco, el despacho ha elevado la plantilla para evolucionar hacia una firma 'full service' y dejar atrás el perfil de despacho boutique. La entrada de Franco engorda el listado de socios procedentes de las filas de DLA: además del propio Picón, se sumaron José Antonio Sánchez-Dafos (mercantil), Ignacio Gómez-Sancha (mercado de capitales) y José María Jiménez-Laiglesia (Competencia), más dos nombres procedentes de Linklaters: Rafael Molina (inmobiliario) y Naiara Rodríguez-Escudero (laboral).

Los dos fichajes que ha cerrado han sido los de Borja de Obeso para liderar procesal y José María Gil-Robles, exjefe de Garrigues en Londres

Con esta ristra de movimientos, DLA se ha convertido en la cantera de la nueva etapa de Latham & Watkins en España. El despacho que en España dirige Pilar Menor ha tenido que afrontar la salida de cinco socios en apenas dos años y ha respondido con una fuerte promoción interna. Primero fueron Ricardo Plasencia (mercantil) y Juan Gelabert (financiero) y hace un par de meses hicieron lo propio con Enrique Chamorro (mercantil), Paula González de Castejón (propiedad intelectual) y Joaquín Hervada (competencia), la que ha sido la hornada de nuevos socios más grande que ha hecho DLA desde que está en España.

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Los dos fichajes que ha cerrado han sido los de Borja de Obeso para liderar procesal y José María Gil-Robles, exjefe de Garrigues en Londres, que entró como responsable de mercantil el pasado mes de febrero. Esta incorporación, cerrada con la ayuda de un 'headhunter', tardó varios meses en concretarse y de hecho no es habitual que un socio de cuota de una firma 'tradicional' haga un movimiento así. En el mercado, los únicos movimientos de este tipo que se recuerdan son los de José Luis Blanco (Cuatrecasas) a Latham & Watkins en 2007 y José Guardo (Garrigues) a Clifford Chance en 2011.