Linklaters pierde a Rafael Molina tras la oferta galáctica de Latham & Watkins

Terremoto en el sector legal. Rafael Molina, socio responsable de Real Estate en Linklaters, abandona el despacho dirigido por Íñigo Berricano para incorporarse a Latham & Watkins como socio responsable del área de Inmobiliario, según explican a este diario fuentes del sector.

Molina, 'peso pesado' del sector inmobiliario, es uno de los socios que más factura del despacho internacional, que el año pasado registró unos ingresos de 57,8 millones en España. Su salida, barruntada en los mentideros jurídicos desde hace días, supone un duro golpe para el que ha sido su despacho desde 2002, año en el que se incorporó tras casi una década en Uría Menéndez. Está previsto que este mismo jueves se comunique internamente su salida.

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Suma y sigue, porque ya es la segunda vez que el bufete norteamericano 'pesca' en las aguas de Linklaters. Naiara Rodríguez-Escudero, 'counsel' del despacho, fichó por L&W como socia responsable del área de laboral a finales del pasado mes de marzo.

Ambos fichajes se suman a la reciente incorporación de José María Jiménez-Laiglesia, quien ha abandonado DLA Piper para encabezar el área de Competencia de L&W, como ya adelantó este diario. Esta ristra de nombres constituye parte del equipo encabezado por Juan Picón, 'managing partner' desde comienzos de año tras su salida de DLA. Con la incorporación de Molina, Picón pone (casi) a punto su 'dream team' para Latham & Watkins en España a falta de incorporar a un socio para el área de financiero, puesto para el que ya se han postulado varios nombres.

Tanto Molina como Jiménez-Laiglesia y Rodríguez-Escudero serán los encargados de poner en marcha prácticas que hasta ahora no se cubrían en Latham & Watkins España y que responden a la hoja de ruta trazada por Picón para convertir al despacho en una firma 'full service'. Preguntado por este movimiento, L&W ha declinado comentar esta información.

Latham & Watkins, presente en una quincena de países, es el bufete más grande del mundo por facturación. Con más de 2.600 abogados en sus filas, el despacho cerró el último ejercicio con unos ingresos mundiales que superaron los 3.000 millones de dólares.