Adrián Álvarez, portero de la Arandina: "Al Real Madrid le respeto, pero no le tengo miedo"

Para la Arandina, enfrentarse al Real Madrid es un encuentro de Superliga, y para la ciudad de Aranda de Duero, un día histórico. El partido de los dieciseisavos de la Copa del Rey conlleva prestigio y dinero para el club, los jugadores y el entrenador, ilusión para los aficionados, orgullo para los ciudadanos y los políticos del municipio burgalés. Es también un reto elegir que se juegue en el estadio Juan Carlos Higuero y no llevárselo a otra ciudad para hacer más caja. Se han vivido semanas de conflicto entre el club y el ayuntamiento, tensiones, para llegar a este acuerdo. El clima ya está relajado. Solo se habla de fútbol.

La Arandina Club de Fútbol, fundado en 1987 y que compite en Segunda Federación, juega en su fortín, donde cayó el Cádiz y el lugar en el que espera que suceda el milagro o algo mágico. Le da opciones de poner en aprietos al Real Madrid. La mejor arma de la Arandina es la fuerza de la ilusión. Le hará competir con más intensidad y en su estadio. Ha costado aparcar las disputas y discrepancias para que el club y el ayuntamiento llegaran a un acuerdo y el partido se juegue en el Juan Carlos Higuero. Un estadio municipal que será acondicionado con gradas supletorias, con un aforo que supera los 10.000 espectadores (más del doble del oficial), una inversión en iluminación, mejora del césped y seguridad.

El partido es muy goloso para sacarle el mayor dinero posible y la Arandina recibió ofertas suculentas de Burgos y Valladolid para llevárselo a estas ciudades. El club se planteó la opción de jugar en el Bernabéu. Cuanta más capacidad, más ingresos, y la Arandina necesita el dinero para hacer frente a los pagos. La deuda que arrastra desde la pandemia tiene asfixiadas las cuentas, y los futbolistas sufren retrasos en los pagos.

Al final, se impuso el sentido romántico del fútbol. Es un partido de Superliga para la Arandina, pero también para el pueblo, que son los que se merecen que el recuerdo del Real Madrid quede en Aranda de Duero. El club va a hacer caja, no tan suculenta como en otros sitios, pero la venta de entradas (de 40 a 75 euros, con los socios gratis) y los ingresos de televisión dan para cubrir de sobra el presupuesto de la temporada.

Lo agradecen los arandinos, la hostelería, el comercio, los políticos y, por supuesto, el entrenador y los jugadores. El foco en la ciudad está puesto, principalmente, en tres protagonistas. El técnico, el portero y el goleador. Alejandro Izquierdo, conocido como Álex, es el técnico al que, desde el día del sorteo, se le llama el Ancelotti arandino. Desde los ocho años lleva ligado al club, como jugador y como técnico en las últimas cuatro temporadas. Compagina el banquillo con sus clases de profesor en el colegio Vera Cruz a niños de 4.º de la ESO. A todos les dice lo mismo: "El Real Madrid no nos gana en ilusión". De él destacan que es un buen motivador.

Futbolista y pescadero

Jorge González Moral, conocido como el Pesca, trabaja en la pescadería familiar y es el héroe de la clasificación para este partido. Autor del segundo gol que eliminó al Cádiz en un día de lluvia que inundó zonas del campo por las que no corría el balón. Se levanta a las cuatro de la mañana para repartir el pescado y a las 10 está en el entrenamiento. Es el segundo capitán, uno de los que más ha presionado para que el partido se juegue en Aranda de Duero y otro gran motivador: "Lo daremos todo. La ciudad se merece que el partido lo juguemos aquí".

Hay ilusión, deseos y ansiedad por ver al Real Madrid, y también presión. Las miradas están puestas en Adrián Álvarez, el portero. Se supone que es el que menos va a disfrutar por lo que se le viene encima. Tiene la responsabilidad de sostener a su equipo con sus aciertos y rezar para que los jugadores del Madrid no tengan un buen día. No se le aprecian los nervios.

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Adrián Álvarez (24 años), portero que pasó por la cantera del Valencia, Real Madrid, Atlético de Madrid, Getafe y Leganés, entre otros equipos, comparte sus sensaciones con El Confidencial en un partido que es un acontecimiento en Aranda de Duero: "He dado muchas vueltas y estoy curtido. Al Real Madrid le tengo respeto, pero no miedo. Este partido lo vivo desde la prudencia, sabemos todas las dificultades que tiene, pero voy a estar con mucha ilusión y voy a dar el cien por cien. Es algo que se me va a quedar grabado de por vida".

El partido se vive en la ciudad con expectación y como un combate de David contra Goliat, con los pies en el suelo por la superioridad del Real Madrid, pero con la fe y el sueño de conseguir algo histórico. "En fútbol puede pasar de todo. Está claro que es complicado, pero vamos a intentarlo. Cualquier jugador del Real Madrid tiene un nivel top, pero a mí no me importa quién juegue. Sería increíble poder jugar contra Bellingham. Y, si no participa, pues nos da alguna opción. Juegue el que juegue tienen un nivel mundial. Puede salir Rodrygo o Joselu, venir con Brahim Díaz… Da igual, son muy buenos y vamos a competir", afirma.

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Adrián, madrileño y afín al Real Madrid, vive esta experiencia con mucha intensidad y una asombrosa confianza: "Es una alegría enorme para todos. Para el club, los jugadores y la ciudad. Te enfrentas al Real Madrid, con lo que sueñas desde niño, y es una oportunidad única. Pero lo afrontamos con mucha ilusión y en nuestro campo, que es un factor a favor. Contra el Cádiz es verdad que había zonas del césped que estaban encharcadas y le hicimos un partido igualado. Nuestro estilo es competitivo y cada partido es diferente. Tendré trabajo, pero lo vamos a pelear como equipo".

Como portero se fija en Courtois y como jugador de campo "Modric me parece espectacular. Hace fácil lo difícil. Siempre rinde a un gran nivel. También sería increíble poder enfrentarme a él". Adrián espera que visiten Aranda de Duero la mayoría de grandes futbolistas de la plantilla de Ancelotti y "también imagino que vendrá Florentino Pérez". El portero de la Arandina dice estar "supercontento" de jugar un partido histórico. De Superliga.