El golpe que necesitaba dar el Real Madrid sin Bellingham: clasificado para los octavos (3-0)

El Real Madrid se clasifica para los octavos de final de la Champions con una contundente victoria contra el Sporting de Braga. Hace pleno. Cuatro partidos y cuatro triunfos. Este tiene un especial valor. No estaba Jude Bellingham en el campo y había que medir qué rendimiento tiene el equipo sin el inglés. El foco estaba puesto en Vinícius y Rodrygo. Los dos atascados con el gol y en entredicho. Se reivindicaron los brasileños. No solo ellos, también lo hicieron Brahim Díaz y Lunin. Al partido le faltó el debut de Arda Güler. Con los tres goles llegaron los cambios y Ancelotti no quiso sacar a la joven perla turca. Va con cuidado.

El equipo de Ancelotti pasó de tener apuros en la primera parte, con un Sporting de Braga atrevido, a desatarse en la segunda parte con la mejoría de Vinícius y Rodrygo. Los brasileños encontraron la inspiración y el gol. Era una noche en la que se jugaban mucho, no podían defraudar. Se les pide que vuelvan a un alto nivel y se hable menos de la dependencia de Bellingham. Se enchufaron en la segunda parte y marcaron un gol cada uno. En la primera sobresalieron Lunin y Brahim Díaz.

El que salió por Kepa, lesionado en el calentamiento, y el que jugó en la posición de Bellingham (en el banquillo por la luxación de hombro que sufrió contra el Rayo) fueron claves en un primer tiempo loco. Lunin paró un penalti y Brahim Díaz marcó el primer gol. Son los dos protagonistas de un partido en el que el Sporting de Braga empezó mandando en el juego y desaprovechó ponerse por delante en el minuto 4 tras un penalti de Lucas Vázquez a Cristian Borja. El lateral izquierdo del equipo luso se comió al lateral derecho del Real Madrid. Ancelotti rotó, dio descanso a Carvajal y Lucas fue un coladero.

El penalti es un agarrón claro de Lucas Vázquez, superado en el regate y por velocidad. Empezaba mal el partido y lo arregló el paradón de Lunin. El disparo de Djaló, esquinado a la derecha, lo desvió el portero ucraniano con una excelente estirada. Lunin no estaba en el once. Jugó por la lesión de Kepa en el calentamiento y resultó decisivo. Lunin es uno de los grandes olvidados de Ancelotti. Le quitó tras el fichaje de Kepa y ya no tuvo más oportunidades. Lunin cerró el partido con una excelente parada en el descuento para dejar la portería a cero.

El Braga perdonó en un buen inicio, lo peor que puedes hacer ante el Real Madrid. Pero no se encogió. Es un equipo que juega al ataque, descarado, ofensivo y siguió jugando de tú a tú. Esto permitió al Madrid encontrar los espacios. Lo aprovechó en una jugada por la banda izquierda con un pase de Mendy a Rodrygo. El brasileño llegó hasta la línea de fondo, metió el pase atrás y Brahim Díaz llegó como un avión para fusilar al portero. Marcó el gol y se reivindicó.

Olieron la sangre

Es el segundo gol del malagueño en la temporada. El primero fue en Liga contra Las Palmas. Juega muy poco, pero cuando le dan una oportunidad la aprovecha. En la Champions solo había participado en diez minutos contra el Unión Berlín y en su primera titularidad en la competición europea demostró por qué tiene que tener más minutos. Brahim se asocia, encara y define. Fue el mejor, junto a Rodrygo, en la primera parte. Le anularon un gol en una jugada donde Vinícius controla mal el balón y hace falta a Niakaté.

Lo de Vínicius en el primer tiempo es un misterio. No se le vio fino, con un punto de ansiedad. Lo extraño es que tenga dificultades para regatear y la falta de puntería. Necesitaba el gol. No tiene chispa, le falta ritmo para ser determinante. Se desquitó tras el descanso. Vinícius recuperó la inspiración y la amenaza. Primero le regaló un buen balón a Brahim para hacer el segundo gol. La misma jugada que la que abrió el partido. En esta ocasión, Vinícius arrastró a los defensas, metió el pase atrás y el disparo de Brahim lo desvió el portero. Minutos después, se fabricó el gol, tras una gran transición del equipo.

El Real Madrid se desató. Los brasileños olieron la sangre y llegó el tercer gol, el de Rodrygo. Lo estaba buscando toda la noche y lo consiguió en una jugada de contraataque. Rodrygo se plantó ante el portero y le levantó el balón. Un gran gol, muy celebrado por otro delantero que estaba atascado con el gol y con el que Ancelotti tiene mucha paciencia. El brasileño lo celebró con un abrazo con el técnico italiano. Solo llevaba dos y empezaba a estar discutido por su falta de eficacia. El Real Madrid ya está en los octavos de final y se recupera del traspié en la Liga con el empate contra el Rayo Vallecano. Faltó el debut de Arda Güller. Ancelotti sí le dio minutos a Nico Paz, otra de las joyas.