¿Tienes miedo a que el Real Madrid vuelva a reinar en la Champions? Mejor no leas esto

El Real Madrid trituró a un pobre y caótico Chelsea que sintió el peso de la historia en el Santiago Bernabéu. Los hombres de Carlo Ancelotti vencieron gracias a los goles de Karim Benzema, en la primera parte, y de Marco Asensio, en la segunda mitad, en un encuentro donde la distancia real entre los dos equipos no cumplió con el marcador final (2-0). La superioridad blanca fue absoluta, como ya sucediera en los octavos de final. Solo la relajación que sintió el conjunto de la capital con el 2-0, sabedor de la diferencia emocional entre ambos equipos y la superioridad numérica tras la expulsión de Ben Chilwell, evitó que el resultado fuera más abultado. En el primer asalto de la eliminatoria, el Real Madrid dejó claro por qué es el Rey de Europa y el claro favorito a avanzar a las semifinales de la Champions League. Y de lo que podría volver a suceder.

El partido fue un fiel reflejo de las virtudes que llevaron al Real Madrid a alzar la pasada Champions League. La contundencia en las dos áreas del equipo de Carlo Ancelotti decidió el choque. Otra vez. Ninguna acción reproduce mejor tal afirmación que el pequeño lapso de tiempo que fue del 1-0 de Karim Benzema hasta la parada de Thibaut Courtois y la posterior desesperación de Raheem Sterling. De la letalidad del delantero francés para cazar el rechazo de Kepa Arrizabalaga tras el toque de Vinícius a la parada estratosférica del belga que evitó el tanto del empate londinense. Una acción que podría haber cambiado el encuentro y que cayó del lado blanco.

No fue el único gran argumento vencedor de los de Ancelotti. A la extraordinaria calidad individual y la jerarquía histórica de un grupo único, hay que sumarle la interpretación del partido. El Real Madrid tuvo la frialdad suficiente como para recomponer su puesta en escena inicial, demasiado frenética y enérgica ante un Chelsea cuyos únicos argumentos fueron el contragolpe y la calidad individual de sus piezas. Después de concatenar varias pérdidas peligrosas por estar demasiados expuestos en campo rival, el Real Madrid empezó a juntarse a través de la pelota con un Toni Kroos magistral en la distribución y la pausa. También apareció Karim Benzema para detener el tiempo con apoyos, paredes y combinaciones de primerísimo nivel. Y Fede Valverde sumó su despliegue y llegada para arropar a Modric y Kroos. Fue entonces cuando el Real Madrid recalculó la ruta hacia la victoria.

Militao, el mejor central del mundo

Los blancos ajustaron las vigilancias defensivas, como las de Éder Militao con Joao Félix, vitales para no descomponerse al contragolpe y mejoró la presión pospérdida en campo contrario. El partido del central brasileño fue una exhibición de cómo defender a campo abierto. También de cómo sacar la pelota jugada con cambios de orientación teledirigidos al pie de Vinícius Júnior. Por momentos, el Chelsea quedó abrumado, con Joao Félix mimetizándose con los centrales blancos y Militao imponiéndose en todos los duelos individuales. El brasileño es el mejor central del mundo en estos momentos. Una seguridad digna de los tiempos de Pepe. Mención de honor merece Dani Carvajal, vital en la asistencia del 1-0 al romper por dentro y colocar un pase milimétrico hacia Vinícius que terminaría en gol de Benzema.

Lo explicaría Carlo Ancelotti en Movistar+ tras finalizar el encuentro. "Estoy satisfecho porque hemos jugado bien. Los primeros minutos no estábamos bien colocados, pero luego el equipo manejó bien el partido, que era el objetivo para pelear ahora el partido de vuelta. Fue un partido de 11 contra 11 que manejamos bien y con uno más el partido fue bueno". El técnico transalpino también quiso señalar a sus motores en la sala de máquinas, Toni Kroos y Luka Modric: "Son partidos donde tienen la experiencia y la capacidad para manejarlos". Y pudo ser peor para los ingleses, que se quedaron con un hombre menos desde el minuto 59 y aguantaron como pudieron ante un Madrid impreciso en los últimos metros.

El equipo blanco, al que solo le faltó tener una mejor toma de decisiones para matar la eliminatoria en el Santiago Bernabéu, fluyó en ataque y destrozó la superioridad numérica del Chelsea en defensa. No importó que Frank Lampard plantease una defensa de cinco y un centro del campo con tres integrantes que deberían haber blindado la medular. No hubo fórmula en la pizarra basada en acumular defensas que pudiese frenar la vorágine de talento inabarcable que conformaron Vinícius Júnior, Rodrygo Goes y el propio Karim Benzema. Los giros, combinaciones, apoyos y taconazos desarbolaron al Chelsea, desnudo en su esqueleto táctico.

De nuevo, Vinícius Júnior plasmó en el campo lo que logró la temporada pasada: ser el extremo más incontrolable de la Champions League. Un atacante con la suficiente calidad como para partir sistemas defensivos tanto si viene a recibir la pelota al pie como si busca la pelota a la espalda o al espacio. El brasileño destrozó a uno de los mejores laterales derechos del panorama europeo como Reece James y forzó la amarilla de Wesley Fofana; el central diestro que debía apoyar al carrilero inglés y que sufrió de lo lindo en cada duelo con Vinícius. Al final del encuentro, Vinícius había participado en el 1-0 de Benzema y asistido a Marco Asensio en el 2-0 definitivo.

El Chelsea se fue vivo del Santiago Bernabéu. Lo sabían los protagonistas. Como Courtois, en Movistar+: "Obviamente, cuando juegas contra diez, tienes la sensación de que podías haber matado la eliminatoria. Pero ellos se pueden ir con la sensación de haber marcado en el último minuto que tapa Rüdiger". También lo subrayó Ancelotti: "Creo que se podía hacer mejor, sobre todo en el último tercio, se podría manejar mejor las combinaciones del último tercio". La ambición del Real Madrid en la Champions League es propia de aquel club que no se cansa de coleccionar Orejonas. El ingrediente final a una plantilla con una aversión sobrenatural a la derrota y que reúne todas las virtudes necesarias para proclamarse campeón de Europa. Otra vez.