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La dependencia de Courtois: cuando en el Real Madrid lucen más las paradas que los goles
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el belga es el mejor del equipo

La dependencia de Courtois: cuando en el Real Madrid lucen más las paradas que los goles

Courtois está siendo el mejor jugador del Real Madrid en todos los partidos tras el regreso del Mundial. Es la dinámica de un equipo que atraviesa un bache de juego y se agarra al portero

Foto: Marco Asensio y Benzema abrazan a Courtois tras eliminar al Valencia. (Efe/Str)
Marco Asensio y Benzema abrazan a Courtois tras eliminar al Valencia. (Efe/Str)

En el bajón del Real Madrid no se puede incluir a Courtois. No es algo raro porque el portero belga destaca más con sus intervenciones milagrosas en los momentos de sufrimiento. Es una regla que se cumple: cuanto peor juega el Real Madrid más brilla Courtois. Habla mal de la fiabilidad del equipo y muy bien de un portero que está siendo capaz de mantener un altísimo nivel a pesar de una temporada atípica por culpa del Mundial de Qatar.

El juego del Real Madrid es plomizo, el sistema defensivo hace aguas, tampoco funciona el ataque. Al equipo de Ancelotti le faltó profundidad en la semifinal de la Supercopa de España contra el Valencia en Riad. Lo mejor se vio en la prórroga con un paradón de Courtois en un disparo a quemarropa de Fran Pérez. La salida para achicar, la forma en la que se hace grande, cómo desvía con el antebrazo derecho el balón y evita el gol es una acción propia de uno de los mejores porteros del mundo o para muchos el número uno.

Por aquí se explica cuál es el nivel de motivación y la regularidad que tiene Courtois. Es un porterazo que juega con más rebeldía desde que se sintió ninguneado en las votaciones del Balón de Oro. Lo hizo público con unas declaraciones en las que mostró su indignación: "Parece que vale más marcar un gol que pararlo. Esto es una batalla que queda por ganar". En este Real Madrid post-Mundial lucen más sus paradas que los goles. El belga quedó séptimo en las votaciones y se quejó por no haberse valorado sus méritos. Cree que merecía estar en el podio del Balón de Oro. Y no se calló a pesar de que fue premiado con el trofeo Yashin que reconoce al mejor portero de la temporada. Le supo a poco y dijo que este galardón era un invento.

Una defensa frágil

La tensión, concentración y hambre con el que juega cada encuentro Courtois no la tienen, en la cuesta de enero, sus compañeros. El partido del Real Madrid contra Valencia fue plomizo. Un equipo que jugó muchos minutos andando, sin vértigo y que volvió a recibir un gol en el inicio de la segunda parte en un centro de Lato y un remate de Samuel Lino. Courtois no lo pudo remediar. Se despistó Lucas Vázquez. En Villarreal le sucedió algo parecido a Mendy. El portero belga hace milagros, pero lo que no puede evitar es la falta de intensidad, atención y contundencia. El sistema defensivo es frágil y de Courtois se puede esperar que gane partidos con sus paradas, pero no que sea la solución a todos los problemas.

Foto: Vinícius en el partido contra el Valencia en Riad. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

El Real Madrid ha regresado raro tras el Mundial y en los tres partidos disputados, Courtois ha sido el mejor del equipo. En Valladolid, Villarreal y contra el Valencia. Descansó en la Copa del Rey contra el Cacereño. El equipo depende en exceso del acierto de su portero. Es algo que se puede ver como natural porque los guardametas también juegan y están para este tipo de situaciones. Pero no es solo una cuestión de que Courtois haga buenas paradas. Hay algo más. Al Real Madrid le hacen ocasiones de peligro con poco. En el lucimiento de Courtois hay que señalar los agujeros defensivos y la preocupación de Ancelotti por recuperar la solidez.

Courtois está sujetando al Real Madrid. Va sobrado en una época en la que el resto de compañeros encuentran complicaciones. Su alto nivel le vuelve a colocar, a pesar de no destacar en el Mundial, como el mejor del mundo. Esta versión ya la vimos en situaciones de máxima dificultad del equipo en las remontadas para ganar la decimocuarta Champions. Cuando las paradas se celebran más que los goles no es un buen síntoma en ningún equipo, pero ayudan a sobrellevar los malos momentos, a reengancharte a los partidos y a ganar títulos. El éxito de la pasada Champions empezó con el paradón de Courtois a Messi en el partido de ida en el Parque de los Príncipes.

Foto: Joao Félix, durante un partido con el Atleti en la Champions. (EFE/Peter Powell)

Del Real Madrid se suele decir que conviene no enterrarlo antes de tiempo y a estas alturas de la temporada, con la fuerte dependencia que tiene de las paradas de Courtois, los pronósticos no son los más positivos. Va a jugar la final de la Supercopa de España por el buen estado de forma del portero belga. El equipo, como reconoce Ancelotti "no está a tope" y tiene que mejorar. Lo mejor, dentro de las dudas que genera, es tener un guardameta que transmite seguridad y es fiable. Al terminar la semifinal de la Supercopa de España, el belga, que hace habitualmente de portavoz de la plantilla ante los medios, no se calló. Comentó que hay que mejorar en el apartado ofensivo. Hacer más goles es mejor que se hable tanto de sus paradas. Él lo que busca es dejar la portería a cero.

En el bajón del Real Madrid no se puede incluir a Courtois. No es algo raro porque el portero belga destaca más con sus intervenciones milagrosas en los momentos de sufrimiento. Es una regla que se cumple: cuanto peor juega el Real Madrid más brilla Courtois. Habla mal de la fiabilidad del equipo y muy bien de un portero que está siendo capaz de mantener un altísimo nivel a pesar de una temporada atípica por culpa del Mundial de Qatar.

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