El Real Madrid resiste con los paradones de Courtois y el doblete de Benzema (0-2)

El Real Madrid saca adelante el partido contra el Valladolid con muchas complicaciones y con un penalti de VAR. Llegó en los últimos minutos en una acción de un cabezazo de Rüdiger. El balón tocó en la mano de Javi Sánchez, despegada del cuerpo en el salto. Benzema, que estaba teniendo un partido gris, como todo el equipo, no falló. El delantero francés lo celebró señalando el escudo del Real Madrid. De la amargura de quedarse sin Mundial pasa a marcar un gol clave de penalti. Minutos después, con el Valladolid tocado, ya con un jugador menos por expulsión de Sergio León por las protestas del penalti, el delantero francés sentenció para hacer el segundo gol. Aprovechó un pase de Camavinga. Salió de Valladolid con un doblete.

La superioridad del Real Madrid no es la que refleja el resultado. Pasaron muchas cosas en el área, demasiada polémica arbitral. El Real Madrid regresó a la competición con un partido plano. El Valladolid compitió muy bien en defensa y tuvo ocasiones de peligro. Al Real Madrid le sujetó, una vez más, Courtois. Dos paradones del portero belga evitaron los goles del equipo vallisoletano. En un momento delicado, de sufrimiento del Madrid, el partido lo ganó con el penalti. Ahí se desarmó el Valladolid.

En la primera parte hay tres acciones para la polémica y dos de peligro para cada equipo. La primera es un fallo de Benzema en un disparo alto a escasos metros de la portería. La del Valladolid es un lanzamiento buscando la escuadra de Aguado que desvió Courtois con una enorme estirada. Esto es todo lo peligroso que generaron los dos equipos, pero no lo único. El equipo de Ancelotti entró enchufado al partido, con energía y dominador. El control del juego le duró media hora. A partir de este momento se igualó el encuentro con un Valladolid que trabajó muy bien en defensa y tuvo una marcha más para generar ocasiones con llegadas de Roque Mesa y las finalizaciones de Aguado y Sergio León.

Las acciones de la polémica se sucedieron en ambas áreas. El Real Madrid reclamó una mano de Javi Sánchez en un centro de Ceballos. El brazo del central del Valladolid estaba despegado. La pelota le pegó tras un rechace. El árbitro Munuera Montero interpretó que era una mano no intencionada y el VAR, con Gil Manzano, no intervino. El que sí lo hizo fue Ancelotti. El entrenador del Real Madrid insistió en sus protestas y el árbitro tuvo que ir hasta la zona del banquillo a darle explicaciones.

El uso del VAR

Es el criterio que no entienden los profesionales del fútbol ni tampoco los aficionados. Unas manos que sí ocupan una posición natural, aunque estén despegadas del cuerpo, y otras que no. Unas veces se va al monitor a revisarlas y otras no avisa el VAR. Por ahí iban las protestas de Ancelotti. Minutos después, el Real Madrid reclamó otro penalti en una caída de Marco Asensio tras un forcejeo con Joaquín. El árbitro no pitó nada. Interpretó que el contacto no tuvo la suficiente intensidad como para señalar penalti.

La misma situación se dio en el área del Real Madrid. Un balón profundo para Sergio León en el que fue al suelo Alaba. Cayó el delantero del Valladolid y pidió penalti. Munuera Montero no estaba por la labor de pitar este tipo de contactos en el que los jugadores también quieren sacar rédito de su picardía.

Al descanso se fue el partido con el fallo de Benzema, el paradón de Courtois y la seguridad defensiva de un Valladolid que cerró bien su campo y el Madrid no encontró las fisuras. Lo intentaron Vinícius y Asensio, con desbordes desde las bandas y Kroos con un disparo desde fuera del área.

La segunda parte siguió el mismo guion que el inicio del partido. El equipo de Pacheta pertrechado atrás, con las líneas juntas, sin dejar espacios. El Madrid lo intentó con combinaciones, de un lado a otro, para provocar el desorden vallisoletano. Lo hizo con acciones individuales de Vinícius y Asensio, los más activos en el frente de ataque. Faltaba fluidez en el juego del Madrid, la chispa y la precisión de Benzema. El Valladolid aguantaba en su campo con una buena estructura y salía con juego directo buscando a Sergio León.

Ancelotti agitó el equipo y recompuso la banda derecha en el lateral y el extremo. Metió a Lucas Vázquez por Carvajal y Rodrygo por Asensio. Había que sacar al equipo del bloqueo, darle más profundidad y verticalidad. El Valladolid estaba consiguiendo cerrar las vías ofensivas. No le sentaron bien los cambios. El equipo de Pacheta tuvo dos ocasiones de peligro. Una en un lanzamiento directo de córner de Aguado que sacó Courtois. La segunda en un cabezazo abajo y esquinado de Sergio León que respondió el portero belga con otra espectacular estirada. Courtois evitaba el gol. Ancelotti decidió agitar más el equipo metiendo a Camavinga por Ceballos. Una de las imágenes estaba en el banquillo. Hazard se quedaba sin jugar.

A falta de diez minutos para el final llegó el penalti de VAR. En un cabezazo de Rüdiger, la pelota tocó en la mano de Javi Sánchez. Otra vez despegada. El VAR avisó a Munuera Montero y el árbitro sí lo pitó. La decisión desencadenó el enfado en el equipo de Pacheta, las protestas en el Valladolid y la cartulina roja de Sergio León. Benzema no falló. Marcó y lo celebró señalando el escudo. Cinco minutos después hizo el segundo. Cerró un partido difícil, en el que Courtois marcó las diferencias y Benzema recuperó el gol y la autoestima.