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Un Real Madrid ramplón se mete en la final de la Supercopa de España en los penaltis (1-1)
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Un Real Madrid ramplón se mete en la final de la Supercopa de España en los penaltis (1-1)

El Real Madrid gana a un buen Valencia en los penaltis. El equipo de Ancelotti jugará la final de la Supercopa de España tras un partido que se fue a la prórroga y donde destacaron los porteros

Foto: Benzema celebra el gol contra el Valencia. (EFE/EPA/Str)
Benzema celebra el gol contra el Valencia. (EFE/EPA/Str)

La semifinal de la Supercopa de España la ganó el Real Madrid en la tanda de penaltis. Cömert y Gayà fallaron sus lanzamientos. El equipo de Ancelotti sigue pastoso, perezoso, con un juego ramplón. Gana jugando mal. Es lo más positivo. Las sensaciones no son buenas, pero jugará una nueva final por su eficacia desde el punto de penalti. Salió un partido disputado, con alternancias en el juego. Un Valencia descarado, atrevido y un Real Madrid dormido y despistado. El partido se fue a la prórroga tras los goles de Benzema y Samuel Lino. En este periodo, los porteros tuvieron paradas decisivas. Courtois y Mamardashvili destacaron por su seguridad en momentos clave. Llevaron el encuentro a los penaltis. Courtois se lo paró a Gayà.

El Real Madrid jugó con la tensión de un partido de pretemporada durante muchos minutos del tiempo reglamentario. Trotón, con ritmo cansino y poca profundidad. El Valencia se lo tomó de otra manera. Con más ganas, ambición y agresividad. El equipo de Ancelotti está lejos de su mejor versión competitiva y los defectos defensivos que tuvo en la derrota contra el Villarreal se repitieron en Riad. El gol del empate del Valencia llegó en otro despiste y en el inicio de la segunda parte. Lucas Vázquez perdió la marca en el remate de Samuel Lino. El Real Madrid se adelantó con un gol de Benzema, de penalti en la primera parte, y se paralizó con el empate.

placeholder Vinícius intenta irse de Thierry Correia.
Vinícius intenta irse de Thierry Correia.

El partido empezó con Gattuso yendo a darle la mano a Ancelotti. Una especie de reconciliación de dos amigos que se habían distanciado. Lo dijo Ancelotti el día antes. No olvidó que Gattuso hiciera maniobras a sus espaldas cuando le sucedió en el banquillo del Nápoles. Ancelotti, que parece que nunca está enfadado, tenía esta espina clavada. En Riad hubo saludo entre dos italianos que eran uña y carne en su época en el Milan. Tras el morbo empezó una semifinal en la que el planteamiento valiente de Gattuso le generó problemas al de Ancelotti.

La chispa de Benzema

El Valencia salió a presionar en el campo del Real Madrid. A mostrar que podía asumir riesgos para robar y generar peligro. Adelantó el equipo y dejó espacios. Un riesgo si el Madrid era capaz de conectar con Rodrygo, Vinícius y Benzema. Le costó hasta la jugada del primer gol. Militao envió un balón largo a Benzema, el francés en su carrera fue derribado por Cömert. Le había ganado la posición. El central del Valencia le trabó. Benzema no falló.

El partido hasta el penalti pasó por diferentes fases. El Real Madrid tuvo veinte minutos de control y dominio. Maduraba las jugadas con la acumulación de pases, jugando con Courtois, buscando cómo salir por las bandas o desplegarse con una transición. Le costaba. Enfrente estaba un Valencia serio, valiente y generoso en el esfuerzo de la presión. El primer aviso lo dio Rodrygo con una llegada y un disparo alto. El segundo fue una genialidad de Benzema en una jugada individual. Entró al área, superó a tres rivales, a Cömert le tiró un caño y estuvo cerca de marcar. La siguiente fue un disparo lejano y ajustado de Fede Valverde que pasó cerca del poste de Mamardashvili.

placeholder Samuel Lino celebra el gol del empate.
Samuel Lino celebra el gol del empate.

El dominio del Real Madrid se diluyó. Tuvo la respuesta del Valencia en un cabezazo abajo de Cavani que desvió Courtois. Le siguió una acción con recorte dentro del área de Lato a Courtois. El valencianista cayó al suelo y reclamó penalti. Era el momento de mayor peligro del equipo de Gattuso. Con poco le generaba peligro a la defensa del Madrid. Con centros de Gayá buscaba a Cavani. Llegaba con acciones de Kluivert y Lino. El Real Madrid pasaba por momentos de apuro y Militao lo resolvió con ese pelotazo a la carrera de Benzema que acabó en el gol de penalti.

La segunda parte la inició Modric en lugar de Camavinga. El joven francés, considerado como un buen revulsivo para partidos que se le atascan al Madrid y hace falta su energía, desperdició otra ocasión. Camavinga fue amonestado con una tarjeta amarilla. En el banquillo se le vio con una bolsa de hielo en la rodilla derecha. El Real Madrid entró despistado y lo aprovechó el Valencia para marcar el gol del empate. Un centro de Lato al área lo remató Samuel Lino con la espinillera. Se adelantó a Lucas Vázquez. Sorprendió a Courtois. De nuevo, la fragilidad defensiva que tanto le preocupa a Ancelotti.

La reacción del Real Madrid fue un buen remate de Nacho, de cabeza, tras un córner, en el que el balón rozó la escuadra. El partido entró en un ida y vuelta, con un Valencia ambicioso, agresivo en la presión y preciso en la circulación del balón. El Real Madrid era inconsistente. Lo sujetaba un buen Militao. No estaba fino ni fluido, de medio campo hacia delante. Solo se veía a Benzema con chispa y amenaza. Los problemas seguían en el Real Madrid con un mal giro de Lucas Vázquez. Se retiró del campo. Entró Carvajal. Siguió con un mareo de Militao. El brasileño se sentó en el suelo y tuvo que abandonar. Entró Mendy.

Vinícius perdonó

El plan de Ancelotti sufrió un colapso. El Real Madrid esperaba en su campo, arropado, juntos para evitar daños. No era capaz de progresar, de generar juego ni finalizar jugadas. El Valencia, fiel a su planteamiento ordenado, hizo fuerte su bloque. Ancelotti metió a Marco Asensio por Rodrygo. Intentó cambiar algo, darle profundidad, otra velocidad a un juego plano. Agitó algo el juego. A Vinícius le costaba un mundo irse de Thierry Correia y desequilibrar con su explosividad. El brasileño apareció poco. Bien marcado. Tuvo una clara ocasión para marcar, en el 94', en un mano a mano con Mamardashvili. Tapó bien el portero y desaprovechó el arreón final de su equipo. Perdonó en su mejor ocasión. El partido se fue a la prórroga.

El Madrid tuvo más piernas. El portero del Valencia hizo otro paradón a Vinícius, en un disparo desde la frontal del área, en el inicio de la primera parte del tiempo de extra. Mejoró el Madrid, fue a por el partido, con otra actitud. Tuvo otra ocasión para marcar en un potente disparo de Kroos. Volvió a ser decisivo Mamardashvili. Era la noche de los porteros. Courtois sacó un brazo para hacer un paradón a Fran Pérez. Los porteros llevaron el encuentro a los penaltis.

La semifinal de la Supercopa de España la ganó el Real Madrid en la tanda de penaltis. Cömert y Gayà fallaron sus lanzamientos. El equipo de Ancelotti sigue pastoso, perezoso, con un juego ramplón. Gana jugando mal. Es lo más positivo. Las sensaciones no son buenas, pero jugará una nueva final por su eficacia desde el punto de penalti. Salió un partido disputado, con alternancias en el juego. Un Valencia descarado, atrevido y un Real Madrid dormido y despistado. El partido se fue a la prórroga tras los goles de Benzema y Samuel Lino. En este periodo, los porteros tuvieron paradas decisivas. Courtois y Mamardashvili destacaron por su seguridad en momentos clave. Llevaron el encuentro a los penaltis. Courtois se lo paró a Gayà.

Karim Benzema
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