Seis ministros en el palco del Bernabéu y Pedro Sánchez, en solo una de sus seis finales de Copa

José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; Pilar Alegría, ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno; Víctor Ángel Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática; Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo; Ana Redondo, ministra de Igualdad; y Óscar Puente, ministro de Transportes, quien se ha convertido en todo un asiduo.

Hasta seis ministros del Gobierno que preside Pedro Sánchez se dieron cita este martes en el famoso palco del Estadio Santiago Bernabéu, lo que permitió a su anfitrión, Florentino Pérez, exhibir su poder político y también judicial, pues a su derecha tuvo sentado al presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido. Tampoco se perdió el partido de Champions entre Real Madrid y Manchester City, el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes.

Siempre que se hace referencia al palco del Bernabéu y las personas que lo frecuentan, es inevitable no recordar la triste confesión que Toni Grande, exjugador del Real Madrid y fiel escudero de Del Bosque, le hizo a Luis Miguel González en este diario. "Prefiero estar en mi casa a pasar malos ratos. Cuando Vicente y yo íbamos al palco de honor nos sentíamos incómodos por los insultos de más de un aficionado. Llegué a pensar que esos agravios estaban preparados desde la zona noble del club".

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"No me gusta ver a la gente que hay en el palco del Real Madrid y mueven los hilos en este país, como la que imputa a Messi y Neymar y luego no pasa nada con Cristiano", llegó a declarar Gerard Piqué, en referencia a Marta Silva de Lapuerta, la Abogada General del Estado que impulsó la causa penal contra su compañero y amigo Messi. "Estaba ahí, al lado de Florentino. Es así desde siempre y no me gusta lo que transmite", añadió el entonces aún jugador del FC Barcelona.

María Jesús Montero, junto al Rey por decreto

Volviendo a la masiva presencia de ministros en el Bernabéu, resulta que en la reciente final de Copa disputada por quinta vez en el Estadio La Cartuja, de Sevilla, hubo dos menos. Repitieron Pilar Alegría y Ángel Víctor Torres y se les unieron el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la también Vicepresidenta primera, además de ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien Sánchez impuso, literalmente por decreto, que estuviera sentada a la derecha del rey Felipe VI.

Desde 2019, la primera vez que La Cartuja albergó la final de Copa, este puesto siempre fue ocupado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, quien en esta ocasión se sentó a la izquierda del monarca. Es decir, el sitio que le correspondía al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Aunque, claro, tras la dimisión de Rubiales y los casi siete meses que ha tardado en convocar elecciones su testaferro, Pedro Rocha, la RFEF sigue sin tenerlo.

El navarro Rafael del Amo, colocado unos días antes al frente de la Comisión Gestora precisamente para que el extremeño pueda presentarse a unos comicios que apestan a continuismo, cedió su sitio y se situó a la derecha de María Jesús Montero. Toda una novedad, pues en la final de 2018, con un Gobierno del Partido Popular, se dio una situación parecida, si bien el entonces presidente de la gestora de la RFEF, el castellanoleonés Marcelino Maté, mantuvo su sitio a la izquierda del Rey.

Solo en la segunda final de 2021 y sin público

Cabe destacar que mientras hasta seis ministros de Sánchez aceptaron la invitación de Florentino para visitar su impresionante e impresionable palco, de las seis finales de Copa que se llevan disputadas con el actual presidente del Gobierno, en solo una ha estado al lado de Felipe VI. Fue en la segunda de las dos disputadas en abril de 2021 a causa de la pandemia. Ambas sin público, y, por tanto, sin la posibilidad de que hubiera pitos al himno de España.

Los protagonistas de esta final fueron un equipo catalán y otro vasco. El FC Barcelona y un Athletic de Bilbao que dos semanas antes ya había sido derrotado por su eterno rival, la Real Sociedad. Con la presencia de Sánchez, Juanma Moreno no tuvo más remedio que irse más a la derecha de Felipe VI y dejar a su lado al presidente del Gobierno, mientras que en el otro se situó Rubiales como presidente de la RFEF. Aunque en ambos casos con un espacio de por medio por la llamada distancia social que había que mantener por el Covid.

Sin Sánchez, sin Rubiales y sin Blanco

Desde entonces, ni en la final de 2022 entre Valencia y Betis, ni en la de 2023 entre Real Madrid y Osasuna, de nuevo con público en las gradas, Sánchez estuvo junto al Rey. Tampoco en la celebrada el reciente sábado 6 de abril. Ese día, el secretario general del PSOE intervino en un mitin en Vitoria, si bien, sobre todo teniendo el Falcon, tuvo tiempo para viajar a Sevilla. Algo que sí hizo Alberto Núñez Feijóo, quien llegó a La Cartuja tras asistir a la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

De nuevo sin Pedro Sánchez, además de Rubiales, presente en las cinco anteriores, y otro asiduo a las finales de Copa y últimamente también al Bernabéu, como el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, puede decirse que en La Cartuja no estuvo el tridente que ha dirigido el fútbol español y, por extensión, el deporte, en los últimos años. Un tiempo en el que, como así ha sido denunciado, y especialmente en este diario, tanto daño se le ha hecho a nivel estructural y reputacional.

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En Sevilla también se ausentó el mencionado Pedro Rocha, quien unos días antes dimitió para poder presentarse a las elecciones. El extremeño ya es candidato a la presidencia al haber presentado 90 avales, aunque sigue a la espera de la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), la cual podría conocerse este jueves y quién sabe si acabar con su inhabilitación. Además, este viernes Rocha tiene que declarar como testigo en el Juzgado de Majadahonda. Como puede comprobarse, el candidato ideal del rubialismo.