Las futbolistas destapan las mentiras y traiciones de la Federación (y ponen las pilas al Gobierno)

Aunque tarde, mal y forzado por las circunstancias, la intervención del Gobierno en la crisis de la Selección española femenina de fútbol no sirvió solo para que las futbolistas se vieran respaldadas por primera vez por un Consejo Superior de Deportes (CSD) cuyo presidente, Víctor Francos, presume de ser feminista, sino también para que la opinión pública viera que sus reivindicaciones de cambiar la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) estaban justificadas, pues es un nido de mentiras y traiciones. Destacar de manera especial a Mapi León y Patri Guijarro, dos de las siete que sacrificaron el Mundial por mantenerse firmes y las únicas que decidieron abandonar la concentración, según explicó Francos, "tras acordar que la fórmula a usar no conlleve sanciones, no queremos entrar en una deriva de sanciones", aunque igualmente en otra lección de coherencia.

En un caso parecido a lo sucedido con el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), al que desde el CSD decían que no podían elevar las numerosas denuncias que llegaron contra Luis Rubiales al estar judicializadas, las competencias que Francos aseguraba que no tenía para intervenir en la RFEF, las tuvo de repente. Cabe recordar que Pedro Rocha, vicepresidente y testaferro de Rubi, en realidad preside una comisión gestora, por lo que, según los estatutos de la RFEF, ya tenía que haber convocado elecciones para elegir un nuevo presidente. Esto lo sabían en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde se hacían los remolones, pero también en el CSD, donde este miércoles recibieron una denuncia de Miguel Galán al respecto. Víctor Francos confirmaría los plazos de los comicios este jueves por la mañana, situando la fecha en el primer trimestre del 2024.

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"El Gobierno no va a estar pasivo, ni a la expectativa, ni como espectador", declaró el ministro Miquel Iceta al borde de un ataque de nervios, aunque esto es precisamente lo que llevan haciendo en la Moncloa desde hace cinco años, es decir, cuando Rubiales llegó a la presidencia de la RFEF. Solo el bochornoso espectáculo que dio el suspendido —por la FIFA, no por el Gobierno— y dimitido presidente de la RFEF tras la final del Mundial que ganaron las españolas provocó que Sánchez bajara el pulgar. Un mensaje que, visto lo visto, le costó captar a Francos, quien se pensó que Pedro Rocha iba a poder gestionar la RFEF teniendo dentro a personajes como Andreu Camps o Tomás González Cueto, aunque lo sucedido con la lista de la Selección femenina sirvió para que se pusiera las pilas.

Andreu Camps, el primero en caer

Después de un encuentro que se alargó hasta la madrugada del miércoles, la RFEF se comprometió ante el CSD a realizar una serie de despidos con nombres y apellidos y de manera inmediata. Aunque eran varios los señalados y aquí ya fueron desvelados, el primero en caer fue el mencionado Andreu Camps. El secretario general y mano derecha de Rubiales se lo comunicó al resto de empleados en un correo que envió a las 20:41 horas y en el que aseguró que esperaba "haber servido con dignidad y profesionalidad la misión que tenía encomendada". A las 20:54 horas su destitución se hizo oficial sin una sola palabra de agradecimiento y con dos personas, la directora del Gabinete de la Presidencia, Elvira Andrés, y el director de Competiciones, Alfredo Olivares, asumiendo sus funciones.

A partir de ahí, y aunque no cabe duda de que el de Camps era el más importante de todos, pues conlleva acabar con la ingeniería jurídica que tramó para Rubiales junto a Tomás González Cueto, otro de los despidos que debería producirse es el del presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo (Tafalla, 1960). Conocido como Pladur, por su noble oficio de escayolista, el presidente de la Federación Navarra de Fútbol era vicepresidente de la RFEF con Rubiales y, tras la Asamblea en la que este no dimitió, él sí lo hizo, aunque volvió en cuanto Pedro Rocha fue nombrado presidente interino.

Hace un año, tal y como adelantamos en este diario, las futbolistas no solo pidieron cambios en la dirección de la Selección, lo cual conllevaba lógicamente la destitución de Jorge Vilda, sino en toda la estructura federativa, al frente de la cual estaba y sigue estando Del Amo. "Protestan por algo que a día de hoy no sabemos", fue entonces la respuesta del navarro. "¿Qué queréis? En el Europeo hubo chicas que no estuvieron a la altura y Jorge las apoyó, las arropó y las defendió cuando tuvieron alguna actuación mala", añadió con la soberbia que imperaba en una RFEF no en vano hecha a imagen y semejanza de Rubiales.

Pero hay más. Cuando saltó la noticia de que 15 futbolistas se habían amotinado en la Selección absoluta, Del Amo se encontraba con la Sub 20 en Costa Rica, donde España se proclamó campeona del mundo. "Tiene que ser algo premeditado. Alguien está solapando este título del que todos nos tenemos que sentir orgullosos", se atrevió a decir, para una vez más no reconocer que los problemas los tenían dentro y no fuera. "No sé quién lo ha podido mover, pero quien haya sido tiene muy mala leche", añadió el navarro.

Montse Tomé, de ratificada a buscarla sustituto

"Es mentira que Vilda entrase en las habitaciones de las jugadoras", fue el titular que Del Amo dejó en una entrevista con Diario de Navarra. Una afirmación que él mismo dejó claro que no era verdad, pues a continuación apostilló que "las futbolistas son mayores de edad". La misma defensa que hizo del ex seleccionador la hace ahora de su sustituta. "Montse Tomé sigue de seleccionadora, se ha reunido con las jugadoras en privado y no ha habido palabras contra ella", aseguró a los medios congregados a las puertas del hotel de Oliva donde estaba concentrada la Selección española de fútbol, la femenina, por más que la RFEF haya creado una marca única, además de anunciar una "declaración de principios ante una nueva etapa".

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Sin embargo, y tal y como informamos en este diario hace unos días, en una de las reuniones previas para que no tuvieran que volver a la fuerza a la Selección, como finalmente sabido es que ocurrió, Del Amo les dijo a las capitanas que Montse Tomé solo iba a estar estos dos partidos, contra Suecia y Suiza, algo que todo apunta a que será así, pues su relación con las jugadoras no es nada buena después de todo lo sucedido. De hecho, en la RFEF ya le están buscando sustituta o sustituto, y prueba de ello es que, si bien habrá más, uno de los nombres que se barajan es el del técnico del Levante UD, José Luis Sánchez Vera.

Eso sí, quien no se da por aludido a la hora de hablar de una posible destitución es el propio Rafa del Amo, de ahí que crea que deba continuar. "Sí, ¿por qué no? Si enseño los audios, opinarías al revés", fue su sorprendente respuesta cuando le preguntaron al respecto, pues su nombre es uno de los puestos sobre la mesa por las futbolistas, junto a los de Andreu Camps, quien ya es historia en la RFEF, Ana Álvarez, la mencionada Montse Tomé, Pablo García Cuervo, Rubén Rivera y, por supuesto, Miguel García Caba, responsable de integridad, a quien tanto el informe que elaboró sobre el beso de Rubiales a Jenni Hermoso como el interrogatorio al que se sometió a Patricia Pérez en el despacho del expresidente pueden generarle un problema serio, además del despido.