El machista detalle de Camps que no olvidan las futbolistas que ahora piden su cabeza

A diferencia de hace un año, ahora ya no son 15, sino 39 las futbolistas amotinadas en la Selección española femenina, entre ellas 21 de las 23 campeonas del mundo, sin olvidarnos nunca de las siete que aguantaron hasta el final y también ganaron ese Mundial. Por más que haya quien siga sin entender su postura, incluso después de todo lo sucedido precisamente en Australia. Y aunque a la madridista Athenea del Castillo, una de las dos jugadoras que a última hora se echaron atrás, no le falte razón cuando dice que "las jugadoras no podemos ejecutar esos cambios que estamos pidiendo, porque no somos las designadas para ello".

Sin embargo, lo cierto es que en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que preside el interino Pedro Rocha, tienen una patata caliente, además del embrollo jurídico de las elecciones, pues la comisión gestora ya debería haberlas convocado. En principio, el Consejo Superior de Deportes (CSD), según dijo su presidente, Víctor Francos, es favorable a la posibilidad de que se celebren en el primer trimestre de 2024 y que sea un proceso electoral completo. Es decir, en el que se renueve la composición de la asamblea general de la RFEF, de manera que sean los nuevos asambleístas quienes elijan al nuevo presidente.

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Entre tanto, uno de los cambios solicitados por las 39 internacionales a los nuevos dirigentes de la RFEF, aunque en realidad sigan siendo los mismos, es la "reestructuración de la secretaría general". O sea, y por más que no lo dijeran así, la destitución de Andreu Camps, la persona que ocupa este cargo desde la llegada a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas del dimitido Luis Rubiales. Cuando las jugadoras hablan en su comunicado de que "los cambios especificados se basan en la tolerancia cero ante esas personas que desde un cargo dentro de la RFEF han tenido, incitado, escondido o aplaudido actitudes que van contra la dignidad de las mujeres", es fácil imaginar que se refieren, entre otros, a Camps.

Aunque pueda parecer un asunto menor, las internacionales que llevan más años en la Selección no han olvidado que el abogado catalán se opuso a que sus camisetas llevaran serigrafiados sus nombres en la espalda, tal y como sucede en el caso del fútbol masculino, en el caso de LaLiga, concretamente desde 1995. Según fuentes consultadas por este diario, Camps adujo que suponía mucho gasto. Curioso viniendo de alguien con una retribución bruta anual de 240.000 euros y privilegios nada baratos como un coche oficial, a pesar de vivir enfrente de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas...

Nunca les gustó el talante del catalán

Además de un gesto con un claro tinte machista, el agravio comparativo hacia la Selección femenina era tan evidente que incluso Rubiales le desautorizó y desde el Gabinete de Presidencia se dio el visto bueno para que las camisetas de las jugadoras fueran personalizadas con sus nombres. De esta forma, la primera vez que las internacionales entraron al vestuario y las vieron colgadas en perchas, uno de los presentes recuerda la emoción que sintieron. Un pequeño gesto que para las futbolistas suponía un gran paso. Y es que esto es lo que piden las futbolistas, "un lugar seguro, donde se respete a las mujeres y se apueste por el fútbol femenino".

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Claro que el hecho de que 39 internacionales pidan la cabeza de Andreu Camps no se reduce a este feo detalle que tuvo con ellas. Cuando en agosto del año pasado en este diario adelantábamos que las capitanas del FC Barcelona y entonces también de la Selección española quisieron hablar con Rubiales para solicitarle cambios en la estructura federativa del fútbol femenino, no solo se encontraron con su negativa, sino que les dijo que su interlocutor era su secretario general, mano diestra y siniestra del ahora dimitido presidente, de quien las futbolistas destacan su falta de interés por el fútbol femenino, además de un carácter complicado a la hora de negociar.

Es por ello que, tal y como las 39 apuntan en su comunicado, "es el momento de luchar para mostrar que la estructura actual necesita cambios". A pesar de que, como comentábamos al principio, Pedro Rocha no presida la RFEF, sino una comisión gestora, desde el punto de vista del derecho laboral esto no le impide destituir a Andreu Camps. De momento, el catalán no asistió a la reunión de este sábado entre los responsables de las federaciones que componen la candidatura ibérica para el Mundial de 2030 y, según informó Onda Cero, la RFEF ofreció a las futbolistas los cambios que piden si volvían a la Selección antes de pasada medianoche.