"Ahora que viene el marrón, me entero": así es la 'exitosa' gestión de la que presume Rubiales

Por sus obras los conoceréis y en las contradicciones les pillaréis: "Somos una empresa privada. Hemos hecho una gestión honrada y exitosa. No somos un ministerio ni un ente público. Hemos sido la entidad del deporte que más ha crecido porcentualmente en el mundo". Aunque no lo parezca, estas son algunas de las afirmaciones del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, según sus estatutos, "una entidad asociativa privada, de utilidad pública" que tiene como objeto "el fomento, la organización, la reglamentación, la protección, el desarrollo y la práctica, en el conjunto del territorio del Estado, del fútbol en todas sus especialidades" y, muy importante, "carece de ánimo de lucro".

"Tengo el salario más bajo de presidentes o CEO de federaciones o clubes del mismo nivel. Nuestra gestión es de 10. Así lo dice transparencia internacional. Gracias a nuestra gestión han sobrevivido muchos clubes humildes. Soy el presidente peor pagado". Aunque no lo parezca, estas afirmaciones también son de Luis Rubiales, cuya retribución total en 2021 fue de 634.518,19 euros, sin contar lo que percibe por sus cargos en organismos futbolísticos internacionales como, por ejemplo, la UEFA, de la que cobra 250.000, después de que el pasado 30 de mayo la asamblea de la RFEF modificara su régimen retributivo, eliminando la parte variable y estableciendo la ayuda por vivienda sin someterla a la condición de tener la residencia fuera de Madrid.

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Los Supercopa Files de El Confidencial no solo han servido para que la Fiscalía Anticorrupción y el Juzgando número 4 de Majadahonda hayan admitido a trámite varias querellas presentadas contra Rubiales, al ver indicios de delito, sino también para dejar en evidencia esa "gestión de 10" de la que tanto presume, al menos en lo que a los intereses del fútbol español se refiere, pues los suyos de sobra es conocido que sí los gestiona bien, sobre todo después de que pasara a tener como fija la parte variable y ya no dependa de los ingresos totales que se obtengan.

La noticia se conoció el pasado mes de julio: "Rubiales asume un roto de más de 9,5 millones de euros con Fuchs y busca televisión para la Primera RFEF. La compañía luxemburguesa firmó un contrato hasta 2023-2024, si bien la relación se ha rescindido ante los elevados impagos en su primer año tras la ruptura con Footters". Tal y como informó 2Playbook, "pese a que en Las Rozas se confiaba en resolver la situación y dar continuidad al contrato, la Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció la puesta en marcha de un nuevo proceso para adjudicar los derechos audiovisuales. Eso sí, será la Federación la que tire de sus recursos para cumplir con el dinero prometido a los clubes de Primera RFEF en 2021-2022 y 2022-2023". Y eso que Rubiales aseguraba que Footters iba a ser su Mediapro...

Un 'e-mail' en que se explica todo

El 19 de noviembre de 2021, a las 10:37, Rubiales envió un 'e-mail' desde una cuenta externa de la RFEF a Andreu Camps, Tomás González Cueto, Antonio Gómez-Reino, Alfredo Olivares, Rubén Rivera, Pedro González Segura, más conocido como 'el concejal de festejos', Eduardo Bandrés y Emilio Herrero, en el que les comentaba: "Ayer, de casualidad, en la cafetería al bajar a comer, me enteré de que FUCHS no había puesto aval ni había pagado por adelantado la cantidad obligada en el TENDER. Me quedé sorprendido. Hasta el director financiero, que lleva días trabajando en la RFEF, tenía esta información que yo no conocía hasta ese momento. Resulta que el TENDER obliga a ello y pese a que es obligatorio, lo hemos permitido".

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Y proseguía el llamado Kennedy de Las Rozas: "Hace unas semanas, recibí una petición de retrasar algunos pagos de FUCHS porque, según se me contaba, había que hacer un gran desembolso económico en recursos de índole técnica. Mi inocente respuesta fue 'si el tesorero lo ve oportuno, por mí de acuerdo'. Digo inocente porque nadie me había explicado que para esa fecha aún FUCHS seguía sin cumplir su obligación y que nosotros, con mi desconocimiento, le habíamos permitido tal estreno". "Siento que se han aprovechado de mí con esta manera de actuar al preguntarme si podían retrasar un pago y que también me han ninguneado al no explicarme lo que pasaba. El desastre es mayúsculo", reconoció a renglón seguido el presidente de la RFEF.

Además de expresar "el disgusto tan grande que tengo", tampoco dudó en confesar que "no ya por el hecho en sí, que es gravísimo, sino por la sensación de estar rodeado de gente que se arroga capacidades y funciones a la hora de decidir sobre un hecho tan complejo y políticamente trascendental (...) Ahora que viene el marrón, me entero. Está claro que entre estas prácticas y las 'funciones extra' que está asumiendo el comité económico, se está desvirtuando la gobernanza de la RFEF (...) Este asunto no pinta bien y va a tener consecuencias económicas y políticas que van a dañarnos mucho".

Para ir terminando, Rubiales anunció que, "muy a mi pesar", iba a tener que dar una vuelta a las funciones de los mencionados Camps, González Cueto, Gómez-Reino, Olivares, Bandrés y González Segura. "No puedo depender del olfato político en un momento determinado de alguno de los que puedan tener la información y no la completan y además vayan avanzando con sus propias decisiones", comentó a su equipo de trabajo, para acabar diciéndoles que era "intolerable esto que ha sucedido" y convocarles a una reunión por Zoom para la mañana siguiente, a las 10:00, concretamente.

Las acertadas críticas de Álex Quintanilla

Para valorar el alcance de lo sucedido, sirva el testimonio de un modesto futbolista como Álex Quintanilla a través de un hilo en Twitter que tuvo una gran repercusión. "Quiero recoger una serie de hechos y expresar mi opinión sobre la tercera categoría del fútbol español. Todo está escrito desde el máximo respeto a las personas que trabajan en la competición y espero pueda percibirse como una crítica constructiva", comenzó el jugador del Nástic de Tarragona, para añadir que “es de chiringuito lo que ha hecho la Federación esta temporada. Han sido, con todos los respetos, unos incompetentes, no han estado a la altura deportiva de la categoría".

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A continuación, el defensa bilbaíno aseguró sobre la 1ª RFEF que "es una competición atractiva, pero no viable desde el punto de vista económico" y criticó precisamente el acuerdo firmado 'sobre la bocina' con la plataforma de 'streaming' Footers. "La calidad de emisión (cámaras, producción…) ha devaluado gravemente el producto. La RFEF no consigue nada relevante y deja a la categoría huérfana de ingresos y patrocinios importantes", añadió Álex, quien, en declaraciones a este diario, dejó claro que "no se han generado los ingresos necesarios y ahora la categoría no está a la altura de las expectativas. Empieza a haber problemas de impagos porque no hay fondo de garantía y si un equipo deja de pagar... adiós. Eso expone que estamos lejos del fútbol profesional".

Quintanilla también hizo referencia al "desastre" de la organización y concretamente en los 'playoffs': "Se organiza un 'playoff' en una sede 'neutral'. Eliminando la ilusión, la pasión, el seguimiento, la importancia de la afición en las eliminatorias a ida y vuelta donde cada ciudad quiere acudir en masa a su estadio a defender sus colores. Esto es el FÚTBOL. Este público es, además, quien consume el producto y lo hace rentable y a los que el fútbol se debe. Y, por cierto, estos eventos de 'playoff' suponen uno de los ingresos más importantes de la temporada para los clubes (no para la Federación…)".

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Para acabar, Álex volvió a cargar duramente contra la RFEF, "que no puede ser patronal y federación de una competición profesional", y tocar el tema que más le duele a Rubiales, como es poner en valor la gestión de Tebas. "Otros países tienen al menos tres categorías pro. Esta categoría es atractiva y debería tener una patronal que la rentabilizase. El proceso de profesionalización de la competición ya lo hizo LaLiga. La 1ª RFEF tendría que copiarlo y, si no tiene capacidad o recursos, apartarse cuanto antes. AFE y jugadores no nos hemos mojado”, finalizó este modesto futbolista.

Rubiales, quien tanto presume de su pasado como futbolista y que incluso presidió el sindicato AFE, aunque lo primero que hizo fue ponerse sueldo, ha dejado claro que su única ocupación y preocupación es ganar dinero, pero no para el fútbol español, sino para él y quienes le rodean. Este roto de 9,5 millones que tanta indignación ha levantado entre los clubes modestos acabará en un pleito con Fuchs, a quien, según puede comprobarse en el contrato que ambas partes firmaron y al que ha tenido acceso este diario, por impericia y mala praxis reconocidas por el propio Rubiales, no se le exigieron en tiempo y forma los avales y los pagos. Eso sí, mientras tanto, él habla en los medios de comunicación de "una gestión de 10" con el único objetivo de aferrarse al cargo.