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En el Real Madrid alucinan con Bellingham, pero por qué nadie puede vivir sin Fede Valverde
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el uruguayo sostiene al equipo

En el Real Madrid alucinan con Bellingham, pero por qué nadie puede vivir sin Fede Valverde

Fede Valverde es insustituible en un Real Madrid asolado por las lesiones y en el que Ancelotti retira antes del campo a Kroos y Modric que al uruguayo para que el equipo no pierda intensidad

Foto: Fede Valverde celebra el gol a la Real Sociedad. (EFE Rodrigo Jiménez)
Fede Valverde celebra el gol a la Real Sociedad. (EFE Rodrigo Jiménez)

"Somos muertos de hambre con la victoria", es la receta que se aplica Fede Valverde para estar a la altura de la exigencia del Real Madrid, la de ganar siempre. Hay gestos que pasan desapercibidos, pero que están muy presentes en el vestuario del Real Madrid. Uno de ellos sucedió en el partido que ganó el Real Madrid a Osasuna en el Bernabéu. El público ovacionó a Bellingham tras marcar su segundo gol y el inglés, en su celebración, abrazó a Fede Valverde. Le señaló con el dedo para darle el mérito de la jugada. Bellingham quiso que el Bernabéu reconociera el trabajo oscuro que hace el uruguayo. En ese partido robó 12 balones y dio dos asistencias.

Así lleva toda la temporada Fede Valverde. Su autoexigencia impresiona al cuerpo técnico y los compañeros. Juega para el equipo, con humildad, y contagia su hambre. Es un jugador polivalente y carismático. Cada vez más necesario en un equipo asolado por las lesiones. No le hace falta que Bellingham pida que le reconozcan su entrega.

En el Real Madrid te puedes ganar la condición de ídolo si marcas muchos goles, como hace Bellingham, o si te vacías en el campo y no te dejas nada, como sucede con Fede Valverde. El sacrificio sin límites está tan valorado como el gol y la prueba es que Ancelotti, los jugadores y la parroquia madridista no pueden vivir sin el fútbol-coraje del uruguayo. Fede Valverde es el futbolista que transmite alma y el que ha jugado todos los partidos del Real Madrid esta temporada. Supera en minutos a Belligham: 1.669 del uruguayo por los 1.564 del inglés.

El Real Madrid tiene un filón en Fede Valverde, el futbolista que solo costó 5 millones de euros y cualquier club con dinero y necesitado de un todoterreno podría fichar a golpe de talonario. El uruguayo lo juega todo, en cualquier posición del centro del campo, sea de pivote, interior o extremo derecha. Con las bajas de Tchouaméni y Camavinga le toca estar más cerca de la defensa que de los delanteros, sacrificarse en el trabajo de recuperación para compactar el equipo y hacerlo sólido. Es la gran noticia de un Real Madrid castigado por las lesiones.

Para que Bellingham juegue con tanta libertad de movimientos y haga goles, hace falta que otros compañeros sujeten la estructura del equipo. Este trabajo descomunal le corresponde a Fede Valverde. Produce atrás y no descansa. Ancelotti lo tiene muy claro. Si quita del campo al uruguayo, el equipo se resquebraja, le faltan piernas y energía.

placeholder Fede Valverde compite por un balón con Gündogan en el Clásico de Montjuic. (EFE  Siu Wu)
Fede Valverde compite por un balón con Gündogan en el Clásico de Montjuic. (EFE Siu Wu)

Fede acabó el partido contra el Betis con síntomas de fatiga, se vio que estaba en reserva y siguió yendo a por cada balón sin ahorrarse una carrera. Tiene un enorme valor el esfuerzo que hace este futbolista al que Ancelotti mantiene en el campo, a pesar de tener más desgaste que Kroos. Lo necesita más que al alemán y a Modric, a los que considera más prescindibles, como se vio en la segunda parte contra el Betis.

Ejercicio de supervivencia

El ejercicio de supervivencia del Real Madrid tiene mérito por la ausencia de futbolistas que forman parte de la columna vertebral del equipo. Sin Courtois, Militao, Carvajal, Tchouaméni, Camavinga y Vinícius mantiene el pulso competitivo, fuerte en defensa, con el rendimiento del banquillo y la figura agigantada de Fede Valverde. Es un momento delicado. El Betis, fuerte en su estadio y uno de los equipos más en forma del campeonato, no fue capaz de ganar al Real Madrid. Como tampoco lo han hecho el Barcelona y el Girona en Montjuic y Montilivi. En todas estas citas ha dado la cara Fede Valverde.

El Real Madrid tiene dos puntos fuertes: los 16 goles de Bellingham y todo lo que contrarresta Fede Valverde. Los 10 goles encajados en la Liga, definen a un equipo que se sustenta en la fortaleza defensiva del uruguayo. A falta de delanteros, Ancelotti tira de más segundas puntas y de coser el equipo con Fede Valverde.

Foto: Miguel Gutiérrez celebra un gol con el Girona. (EFE/David Borrat)

Ancelotti va parcheando las bajas con imaginación y un fuerte compromiso de los jugadores. Se cayó Kepa y le funcionó Lunin. Se rompió Carvajal y mete a Lucas Vázquez de inicio y a Nacho en los últimos minutos en el Benito Villamarín. Necesita energía para el tramo final del partido y recurre a Ceballos y Nico Paz. Al uruguayo no le puede sacar del campo. Ha jugado todo, sin tomarse un respiro tras darse una paliza en los partidos con su Selección. Con estos mimbres tiene que competir el Real Madrid plagado de bajas.

Para Ancelotti, el equipo está en un periodo de entreguerras. A la espera de Tchouaméni, Camavinga y Vinícius, de que pueda debutar Arda Güler y que Ceballos coja el ritmo competitivo, Fede Valverde ofrece unas prestaciones, de fuerza y resistencia, que le convierten en el futbolista más fiable para el entrenador. La regularidad del Real Madrid se explica por el trabajo oscuro de Fede Valverde y el acierto con el gol de Bellingham. No solo del inglés vive el equipo. El uruguayo tiene un peso muy importante por su derroche físico y mental.

Foto: Pancarta de homenaje a Juanito en el fondo sur del Bernabéu. (EFE/Ballesteros)

El rol de Fede Valverde es más importante que el de Modric y Kroos. El dolor de Luka Modric, de no jugar los partidos enteros, es proporcional al que puede sentir Ancelotti. Los minutos de Modric tienen que ser de calidad. Si juega de inicio no acaba el partido. Si lo hace de suplente, lo utiliza para la última media hora. Ancelotti ve normal que Modric no lleve bien el banquillo, sabe mejor que nadie lo que siente el croata, pero elige la energía extra de Fede Valverde.

A Kroos también le duele que le cambien, pero lo lleva mejor o lo disimula muy bien. La diferencia es que el alemán juega bastante más que el croata, tiene partidos en los que disfruta y se siente protagonista del juego. Ancelotti quitó a Modric y Kroos contra el Betis y al Real Madrid se le apagaron las luces. Por su calidad, jerarquía y experiencia siguen dando criterio al juego. Pero si el entrenador ve peligrar el encuentro, entre el croata, el alemán y el uruguayo, elige el físico de Fede Valverde.

"Somos muertos de hambre con la victoria", es la receta que se aplica Fede Valverde para estar a la altura de la exigencia del Real Madrid, la de ganar siempre. Hay gestos que pasan desapercibidos, pero que están muy presentes en el vestuario del Real Madrid. Uno de ellos sucedió en el partido que ganó el Real Madrid a Osasuna en el Bernabéu. El público ovacionó a Bellingham tras marcar su segundo gol y el inglés, en su celebración, abrazó a Fede Valverde. Le señaló con el dedo para darle el mérito de la jugada. Bellingham quiso que el Bernabéu reconociera el trabajo oscuro que hace el uruguayo. En ese partido robó 12 balones y dio dos asistencias.

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