El doble rasero con la denuncia de acoso de Ari en el Real Madrid y el Alhama, donde no lo hay

Cuando hace más de un año este diario informó de que la futbolista Ariana Arias Jiménez (Madrid, 2003), más conocida como Ari, había pedido desvincularse del Real Madrid tras poner en conocimiento de la Comisión Ética del club que había sufrido abuso de poder y acoso laboral, ni la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), aún presidida por el inhabilitado Luis Rubiales, ni ninguno de los tres sindicatos movieron un dedo.

Empezando por la Asociación de Futbolistas Profesionales (Futpro), con su presidenta ahora remangada en una cruzada contra el modesto Alhama CF. Pasando por Futbolistas ON, en periodo de descomposición tras la caída de Rubi y el papelón de su presidente aplaudiéndole en la bochornosa asamblea. Y acabando por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), quien, eso sí, recientemente organizó una lujosa gala en la que premió a Ari como máxima goleadora de la Primera Federación con el FC Barcelona B, club en el que recaló tras su huida del Real Madrid.

Cabe recordar que, en su denuncia, la joven delantera madrileña acusó a David Aznar, el que fuera entrenador del equipo blanco y que ahora dirige al Athletic de Bilbao, y Ana Rossell, la todavía directora deportiva madridista, de tener "la clara intención de hacerle daño y dañar su imagen para poder someterla posteriormente".

De hecho, además de dejarla fuera de la foto del primer equipo y no convocarla para hacérsela con la cantera —de ahí que el Departamento de Comunicación tuviera que recurrir al Photoshop para incluirla—, Rossell llegó a ocultarle una convocatoria de la Selección.

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Después de tomar declaración a Ari y varios testigos y demostrar que la joven futbolista había tenido que recibir apoyo psicológico por parte de los servicios médicos del club, la citada comisión —presidida por Pedro López Jiménez, vicepresidente de Florentino Pérez; el director de servicios jurídicos, Javier López Farré, como secretario, y Enrique Sánchez, secretario también de la Junta, y José Ángel Sánchez, director general, como vocales— no tomó ninguna medida contra los acusados.

El Real Madrid movió ficha

Dada la situación de indefensión en que dejaron a la jugadora y, probablemente, por miedo a que su familia pudiera llevar el asunto a la Justicia ordinaria, Begoña Sanz, máxima responsable del fútbol femenino del Real Madrid, le dio la carta de libertad.

Esto facilitó su fichaje por el FC Barcelona, donde la temporada pasada ya se proclamó máxima goleadora de la Primera Federación y este fin de semana estuvo convocada con el primer equipo, precisamente contra el Real Madrid, partido que acabó con una nueva goleada azulgrana: 5-0.

Las propuestas de sanción de la RFEF

Sirva recordar lo que pasó con Ari para compararlo con el llamado caso Alhama. Así, el pasado viernes, el sindicato Futpro emitió un comunicado en el que anunciaba que, tras sus denuncias, "la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) confirma un comportamiento inadecuado que ha afectado a la dignidad de las jugadoras del Alhama Club de Fútbol y propone suspender a su entrenador, Juan Antonio García Martínez, conocido como Randri, y a la directora técnica, Tamara Ruiz García".

Parece evidente lo fácil que es ir contra un club modesto y, por contra, mirar para otro lado cuando se trata del Real Madrid, cuyo presidente no en vano fue directivo del inhabilitado Rubiales y que recientemente ha dimitido de la comisión gestora que encabeza Pedro Rocha, por temor a la denuncia de Miguel Galán.

Aunque en un principio desde Futpro no dudaron en hablar de acoso, ahora aseguran que "tras haber tenido constancia de que el entrenador del primer equipo femenino Alhama Club de Fútbol ha tenido conductas vulneradoras de los más elementales derechos laborales de las jugadoras del primer equipo (sic), tal y como anunciamos en abril de 2023. Así, desde nuestra asociación se han presentado diversas denuncias ante Inspección de Trabajo, RFEF, Consejo Superior de Deportes (CSD) y Liga F para erradicar estos comportamientos y alejar del fútbol femenino a toda persona que vulnere derechos elementales".

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Y añaden que "se ha podido llevar a cabo un procedimiento disciplinario por la RFEF respecto a las prácticas indebidas del Alhama CF, su entrenador y la directora técnica, determinando por parte del primero conductas de trato vejatorio y degradante hacia la mayoría de las jugadoras, afectando su dignidad y creando un entorno laboral hostil y comportamiento reiterado en el tiempo, con acciones indiscriminadas hacia las jugadoras, de ahí una propuesta de sanción de suspensión de licencia federativa por dos años".

La pregunta es: ¿por qué no denunciaron a David Aznar tras la denuncia, valga la redundancia, de Ari? En cuanto a la directora técnica, denuncian "pasividad ante el comportamiento inapropiado del entrenador y participación en acciones desconsideradas hacia las jugadoras, incluyendo la difusión de una fotografía inapropiada, con una propuesta de sanción de inhabilitación para actividades en la organización deportiva del fútbol por un año". De nuevo: ¿por qué no denunciaron a Ana Rossell tras la denuncia, valga la redundancia, de Ari? "Por último, al Club Alhama CF se le acusa de falta de acciones preventivas y reactivas frente al comportamiento persistente del entrenador, y en su caso la propuesta de sanción son 6.001 euros". Teniendo en cuenta la permanente connivencia entre RFEF y Real Madrid, Rubiales y Florentino, sobra la pregunta...

En otra demostración de que en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas las cosas no han cambiado, resulta curioso que en el Comité de Disciplina de la Primera División de Fútbol Femenino se enteraran por la prensa de la propuestas de sanciones al club murciano y que una federación dirigida por una comisión gestora vaya de la mano de Futpro en el caso Alhama CF.

Especialmente cuando nada hizo en el de Ari con el Real Madrid, caso en el que hay que tener en cuenta la estrecha relación entre una de las denunciadas, Ana Rossell, con el entonces director de Integridad de la RFEF y todavía de Seguridad, Alfredo Lorenzo.

El informe de la Inspección de Trabajo no ve acoso

Sobre todo porque, según el informe de la Inspección de Trabajo al que ha tenido acceso El Confidencial, "se concluye, sin perjuicio del derecho que le asiste al denunciante de acudir a la vía jurisdiccional, que no se han podido acreditar la entrada al vestuario por parte del entrenador, de forma continua y sin avisar, así como la difusión de una foto con contenido sexual al WhatsApp del grupo de jugadoras".

De este modo, "pues, queda acreditado que no hay dicho grupo entre las jugadoras y el entrenador, que se envió por lista de difusión, desde el teléfono del entrenador, pero por parte de la directora técnica, y que su difusión se produjo en un contexto exento de intención sexual".

"A la denuncia de Amanda Gutiérrez Domínguez, en calidad de presidenta de Futpro, contra el Alhama Club de Fútbol por una conducta ejercida por parte de su entrenador, ocurrida el dia 31.3.23 y que afectaría a la dignidad de la jugadora Érica Alba Sastre, y otras conductas ejercidas por parte del entrenador y que afectarían a la dignidad del resto de jugadoras (hecho ocurrido el dia 27.3.23 y hecho continuado de irrumpir en vestuarios, sin avisar, mientras se encuentran cambiándose o duchándose); incumplimientos, por parte del club y en relación a la jugadora Érica Alba Sastre, en materia laboral (percepción de salario inferior al establecido en el C de aplicación) y de Seguridad Social (alta en SS el 1.8.22, habiéndose iniciado la prestación de servicios el dia 1.7.22), se informa de las actuaciones llevadas a cabo".

"Inspección al centro deportivo donde prestan servicios las jugadoras del club denunciado. Se procede a entrevistar a las 21 jugadoras mediante cumplimentación de cuestionario anónimo en relación a todos los hechos denunciados. Una vez todas ellas los han cumplimentado, se procede a entrevistar a la directora tecnica y al entrenador. Al no encontrarse en el centro visitado la fisioterapeuta, se concluye la visita de inspección entregando citación donde se requiere su comparecencia y el aporte de documentación para el día 26.4.23".

La justificada expulsión de Érica Alba

Y prosigue el informe: "En relación a hechos denunciados que solo afectarían a Érica Alba, tampoco se ha podido acreditar la expulsión del entrenamiento mediante trato degradante y sin motivo, pues la mayoria de las entrevistadas consideraron que su expulsión estaba justificada por el comportamiento seguido por la afectada. En cuanto al inicio de la prestación de servicios el 1.7.22, el 100% de las entrevistadas lo niegan, y sobre el abono a la afectada de salario inferior al fijado en el convenio colectivo de aplicación, se aporta el contrato de trabajo a tiempo parcial suscrito".

"Por contra, sí se ha podido acreditar que, por parte del entrenador, se ha llevado a cabo un comportamiento inadecuado que ha afectado a la dignidad de la mayoría de las jugadoras (68%), no pudiéndose alegar que el mismo vaya dirigido a obtener un mayor rendimiento o se trate del comportamiento habitual seguido por los entrenadores de fútbol, puesto que las que lo consideran inadecuado son las propias jugadoras que prestan servicios, de forma habitual, en ese ambito".

"Ahora bien, la conducta descrita, que se produce con reiteración en el tiempo y va dirigida a la mayoria de las jugadoras de forma indiscriminada, no se puede considerar como constitutiva de acoso laboral hacia la afectada, pero sí estaríamos ante la existencia de un ambiente laboral hostil producido por comentarios inadecuados/despectivos/humillantes, lo que conlleva el haber creado un entorno laboral degradante u ofensivo. Por ello, se procede a levantar la correspondiente acta de infraccion". Parece evidente que si el fútbol femenino quiere ser lo más igualatorio posible al masculino, este tipo de denuncias son muy peligrosas.

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"Desde nuestra asociación, condenamos rotundamente que sucesos como estos sigan ocurriendo y aplaudimos la respuesta de la RFEF, que se une a la ya existente también por la ITSS, demostrando así una actitud firme y justa", proclama Futpro, para añadir que "este procedimiento subraya la importancia de nuestra labor como sindicato en la protección de los derechos y la dignidad de las futbolistas".

"Continuaremos trabajando incansablemente para garantizar un entorno deportivo seguro y respetuoso con todas las jugadoras", acaba el comunicado de Futpro, algo que no es así, pues depende del club al que pertenezcan estas. En el caso de las del Alhama, AFE emitió un comunicado, firmado por 17 de las 22 jugadoras de la plantilla del equipo murciano, en el que estas aseguraban que "es falso que hayamos denunciado y no estamos de acuerdo en acusar al entrenador como un acosador sexual, algo que es de una enorme gravedad".

¿Futbolistas ON? Desde que su presidente, Juan José Martínez, aplaudió a Rubiales y la fundadora y gerente del sindicato, Tamara Ramos, está de baja por "ansiedad por maltrato", ante la más absoluta indiferencia de toda la junta directiva, también quedó inhabilitado. Normal que varias futbolistas importantes ya se hayan dado de baja...