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El vacío en Real Madrid sin Kroos ni Modric: por qué no es tan fácil sentarlos en el banquillo
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suplentes en el clásico de dallas

El vacío en Real Madrid sin Kroos ni Modric: por qué no es tan fácil sentarlos en el banquillo

Conseguir que el centro del campo del Real Madrid, sin Kroos ni Modric, funcione como un reloj en su faceta defensiva y ofensiva, no va a ser sencillo en partidos de envergadura

Foto: Kroos y Modric, en un entrenamiento del Real Madrid. (EFE/Yoan Valat)
Kroos y Modric, en un entrenamiento del Real Madrid. (EFE/Yoan Valat)

Carlo Ancelotti ha dado el paso de dejar en un segundo plano a Kroos y Modric. Su obsesión es que el equipo se acostumbre a Bellingham, con un sistema con el que explotar el potencial físico y técnico del inglés. Es un futbolista joven, moderno, completo y omnipresente. Un fichaje al que hay que acoplar lo más rápido posible. Lo difícil va a ser acostumbrarse a un Real Madrid sin Kroos ni Modric de inicio en los partidos. Dos centrocampistas que, aunque estén muy vistos y tengan una edad, aportan fiabilidad cuando están en el césped. Sin ellos, el centro del campo juega a otra cosa. Los automatismos y la gestión del juego, con el dominio de la pelota y sin ella, son muy diferentes.

Un mes y medio no es suficiente para que Ancelotti dé a luz la línea que tiene que jubilar al alemán y el croata. Es el tiempo que ha pasado desde la dura derrota en la Champions contra el Manchester City hasta el Clásico en Dallas. El 17 de mayo quedó señalado como el día que había que acelerar el relevo generacional en los puestos que ordenan, crean y equilibran el juego del equipo. El Manchester le dio un baño al Real Madrid con un contundente 4-0. El 29 de julio, 94 días después, el intenso y disputadísimo amistoso contra el Barcelona se saldó con un 3-0. Kroos y Modric no eran los principales culpables del mal partido en la vuelta de las semifinales de la Champions.

placeholder Bellingham disputa un balón con Frenkie de Jong en Dallas. (Kevin Jairaj/USA TODAY)
Bellingham disputa un balón con Frenkie de Jong en Dallas. (Kevin Jairaj/USA TODAY)

El Real Madrid salió goleado del Etihad Stadium con la sensación de que el equipo pedía cambios radicales, con dos centrocampistas que tienen mucho talento, experiencia y criterio, pero a los que les falta despliegue físico. Es ley de vida. Los jóvenes tienen vigor y calidad, pero todavía carecen de oficio. Antes del Clásico, Camavinga, que ha recuperado el puesto de interior en la pretemporada, reivindicó en los medios oficiales del club que se les tenga en cuenta. "Somos jóvenes, pero maduros. Tenemos 20, 22 años... pero de cabeza tenemos más", dijo el francés.

Paso a los jóvenes

El final de Kroos y Modric parece que está cerca y en los planes del club, que Ancelotti sigue a raja tabla, está que esta temporada jueguen menos. Hay que dejar paso a los jóvenes, que asuman responsabilidades y sientan el vértigo de jugar en los días claves. Kroos y Modric se merecían renovar una temporada más, pese a que el equipo acabó la temporada pasada sin ganar ni la Liga ni la Champions. Antes de que empiece la siguiente, ya conocen lo que les espera. Ancelotti dio las riendas del conjunto a los jóvenes y, con ímpetu, fuerza, agresividad y detalles técnicos, todavía no es suficiente para estar tranquilos con Kroos y Modric en el banquillo. Tiene riesgos que estén los dos fuera.

Foto: Mbappé, sonriente en un entrenamiento con Francia. (Reuters/Sarah Meyssonnier)

Las pretemporadas están para hacer pruebas, definir qué futbolistas son más titulares y por dónde van las intenciones del entrenador. El Clásico, sin puntos en juego, lo vio Ancelotti como la ocasión de sentar a Modric y Kroos y meter a Tchouaméni, Camavinga y Fede Valverde por detrás de Bellingham. El inglés es intocable, venía de jugar dos buenos partidos contra el Milan y el Manchester United, de hacer su primer gol y demostrar que puede jugar por muchas zonas del campo. Bellingham tiene rol de titularísimo. En el primer test de un posible once de gala que acompañe al inglés, se produjo la ruptura de los jóvenes y los veteranos.

En el club se sabía que sustituir a Casemiro, Kroos y Modric no era sencillo. La pasada temporada se notó el vacío que dejó a Casemiro. Con Tchouaméni había y hay esperanzas de llenarlo, pero lo que empezó muy bien en los primeros meses de la temporada se estropeó tras el Mundial. Tchouaméni notó la exigencia que implica jugar como pivote, perdió el puesto en muchos partidos decisivos de la temporada y Ancelotti recurrió a Kroos para equilibrar el juego.

Sostienen al equipo

Conseguir que el centro del campo sin Kroos ni Modric funcione como un reloj en su faceta defensiva y ofensiva no va a ser nada sencillo en partidos de envergadura que se deciden en detalles técnicos y tácticos. Después del gol de Dembélé en el Clásico, el centro del campo del Real Madrid se fajó con brío, despliegue físico, energía e ímpetu. Pero le costó tener el control del balón, hacer una gestión eficaz del juego, el posicionamiento y el equilibrio. Estas virtudes son las que aportan Kroos y Modric. Están capacitados para sostener al equipo. Lo que el físico no les da, lo compensan con la pausa, el control, la precisión de sus pases y la inteligencia táctica de sus movimientos de ataque y de repliegue. No les falta agresividad, pese a ser veteranos. Son extremadamente competitivos.

Foto: Kylian Mbappé, con gesto serio en un entrenamiento. (Reuters/Gonzalo Fuentes)

El foco está puesto en qué Real Madrid va a construir Ancelotti tras la sorprendente salida de Benzema y la incertidumbre de si Mbappé será un refuerzo para la próxima temporada. En un escenario sin Mbappé y con cuatro centrocampistas formando un rombo y dos delanteros, el Real Madrid echó de menos la aportación de Kroos y Modric en la gestión del juego. Tchouaméni, Camavinga y Fede Valverde, con Bellingham de mediapunta, le dan dinamismo y verticalidad a las acciones. Están en un proceso acelerado de acoplamiento. El desequilibrio se notó en las dificultades para imponerse en el centro del campo, cierto descontrol y en las transiciones.

Es cuestión de tiempo perfeccionar un equipo en el que no estén Kroos ni Modric, pero si algo no tiene el Real Madrid es tiempo. La madurez es una virtud que tiene mucho valor, pese a que Camavinga todavía no lo vea como un elemento esencial en el juego. Y la condición física de Kross y Modric, dos profesionales obsesionados con cuidar sus cuerpos, es envidiable.

Carlo Ancelotti ha dado el paso de dejar en un segundo plano a Kroos y Modric. Su obsesión es que el equipo se acostumbre a Bellingham, con un sistema con el que explotar el potencial físico y técnico del inglés. Es un futbolista joven, moderno, completo y omnipresente. Un fichaje al que hay que acoplar lo más rápido posible. Lo difícil va a ser acostumbrarse a un Real Madrid sin Kroos ni Modric de inicio en los partidos. Dos centrocampistas que, aunque estén muy vistos y tengan una edad, aportan fiabilidad cuando están en el césped. Sin ellos, el centro del campo juega a otra cosa. Los automatismos y la gestión del juego, con el dominio de la pelota y sin ella, son muy diferentes.

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