"Amo el fútbol": el secreto de Modric, el niño de las espinilleras de madera que ya es una leyenda

Croacia jugará la final de la Liga de las Naciones. El conjunto balcánico continúa haciendo historia gracias a una generación histórica de futbolistas, que han llevado a su país a pelear por el primer título de su corta historia. Con solo 21 años de existencia, Croacia puede presumir de un subcampeonato del mundo (2018) y dos terceros puestos (1998 y 2022) y, ahora, pelearán a brazo partido por hacerse con el título de la Liga de las Naciones con un claro líder: Luka Modric.

El centrocampista del Real Madrid volvió a dar una lección de fútbol ante Países Bajos, llevando a su equipo a ganar el partido en la prórroga (4-2) ofreciendo un verdadero festival sobre el césped, provocando un penalti, dando una asistencia y marcando un gol que le sirvieron para ganar el MVP del partido. Modric volvió a ser el jugador más destacado del choque... explicando su secreto de cómo a los 37 años aún puede ser capaz de brillar en el terreno del juego.

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Albert Ortega

Fue al término del partido cuando, entrevistado tras recibir el premio de mejor jugador del partido, dio a conocer la clave de su juego: "¿Me dejas ver tu DNI? Es increíble que, con 37 años, te hayas pasado corriendo 120 minutos", preguntaba el periodista. La respuesta de Luka no tenía desperdicio: "Te lo enseño sin problemas, pero el secreto es sencillo. Amo el fútbol. Esa es mi fuerza y mi motor", expresaba el futbolista. Su sonrisa nunca falta, ni dentro ni fuera del campo.

La vida de Modric no siempre fue sencilla. Cuando solo tenía seis años, estalló la guerra. Con su padre alistado en el ejército croata, el joven vería cómo mataban a su abuelo cerca de su casa en Obrovac. Para evitar más represalias, su madre se trasladó con su familia a Zadar, donde el pequeño Luka empezó a interesarse por el balón. El menudo niño se pasaba todo el día con el esférico en sus pies, golpeando las paredes y sorteando todos los obstáculos que le iban saliendo a su paso.

A pesar de la pobreza extrema que soportaba su familia, siempre dieron a Luka todas las facilidades para conseguir su objetivo. La gran calidad que demostraba en sus primeros pasos con el balón hizo a su familia confiar en sus posibilidades. Y, con 10 años, comenzó el sueño: después de jugar durante varios días un torneo en Italia, al pequeño Modric le iba a surgir la oportunidad de empezar a jugar en serio. Y, como suele pasar, un ángel de la guardia se cruzó en su camino.

Tomislav Basic, jefe de la cantera del Zadar, decidió fichar al joven jugador, en el que veía una gran proyección, por lo que se volcó para ayudarle: "Eran muy pobres, no tenían dinero para materiales, así que decidí hacerle unas espinilleras de madera que aún conservo, porque sabía que iba a ser un gran jugador", relató hace un par de años. Con esas espinilleras de madera, el joven jugador iba a empezar a destacar en el Zadar, lo que le permitió dar el salto al Dinamo de Zagreb en 2003.

Un año después, ya debutó en la primera división croata, donde dejó claro que era un jugador de otro nivel. Cuatro años después, su fichaje por el Tottenham le sirvió para probar un fútbol más físico y de mayor velocidad en el toque, que se adaptaba a la perfección a las cualidades de Modric. Tras cuatro temporadas al más alto nivel, el buen ojo de José Mourinho le permitió fichar por el Real Madrid, donde se ha convertido en un jugador legendario.

Once temporadas en el Real Madrid, con cinco Champions y el Balón de Oro incluido, le avalan como uno de los grandes mitos de la historia del conjunto blanco. Con alguna duda aún por ver si seguirá el próximo curso vestido de blanco, Modric ha vuelto a demostrar en la Liga de las Naciones que tiene cuerda para rato. Croacia peleará por levantar el primer título de su historia y lo hará comandado por el '10', el centrocampista que ama el fútbol por encima de todas las cosas.