El Real Madrid pide a Benzema que se desenfade, y el City se lo juega todo a Haaland

La eliminatoria entre el Real Madrid y el Manchester City se ve como una final anticipada de la Champions a doble partido. Asusta cómo llega Haaland y es un misterio lo que le pasa a Benzema. Los partidos de vuelta de los cuartos de final son representativos de la dependencia que tiene el equipo de Guardiola del goleador noruego y los recursos que maneja Ancelotti en otro bajón del delantero francés. Benzema fue sustituido en Stamford Bridge, no le gustó el cambio, puso mala cara y se sentó en el banquillo con reproches. "Estoy bien, estoy bien", repetía. Al día siguiente, Haaland marcaba el único gol del City en otra acción de superioridad física y contundencia.

Benzema no está bien, por mucho que insista a Ancelotti y el italiano gestione su frustración. Le quitó contra el Chelsea porque había recibido un golpe y no se veía la versión del delantero asociativo y con filo de los grandes partidos. La decisión pasaba por protegerle con el pase a las semifinales resuelto. Pero Karim no se lo toma bien. Está inquieto porque no encuentra la regularidad ni las sensaciones de la temporada pasada. Ha pasado de ir sobrado para generar juego y finalizar las jugadas, a tener dificultades que detectan en el cuerpo técnico.

Son los dientes de sierra del '9' del Real Madrid. Pasa de tener impacto en un partido a meterse en un bache. Su último gran encuentro fue en la goleada al Barcelona en el Camp Nou, con un hat-trick. Estuvo mal en la derrota contra el Villarreal en el Bernabéu, sustituido a falta de media hora por Fede Valverde. Cumplió en la ida contra el Chelsea marcando el primer gol con un remate a puerta vacía. En Cádiz jugó todo el partido y fue intrascendente y en Stamford Bridge destacó Rodrygo.

Ancelotti tiene colmillo

El Real Madrid tiene más opciones de pasar a la final si Benzema coge el tono y llega bien a los dos partidos contra el City. En eso está el cuerpo técnico. Pero es bueno comprobar que el equipo compite bien sin tener una fuerte dependencia del francés. A los futbolistas jóvenes les han crecido los colmillos. Camavinga rompe a crack, Fede Valverde es incansable, Rodrygo está fino, Vinícius no deja de intentarlo, los veteranos Kroos y Modric se quitan años, Carvajal está más concentrado, Asensio y Ceballos dan un plus saliendo desde el banquillo... Lo de Courtois es impresionante y lo que más preocupa es la baja del sancionado Militao en el partido de ida.

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Todo lo que puede mejorar el Real Madrid de aquí a las semifinales está en que Benzema se desenfade, con el entrenador porque le cambia y consigo mismo para que no esté reñido con el gol. Guardiola tiene lo que le falta a Ancelotti. Un goleador enfadado con los rivales. Enchufado, hambriento y al que Pep también cambia y no le deja acabar los partidos. El Manchester City se lo juega todo a que Haaland mantenga su racha y les lleve a las semifinales.

Es un Manchester City distinto, con otros registros futbolísticos para competir en partidos de alta exigencia. Más consistente y con la gran baza de buscar a Haaland en acciones de juego directo. De esta manera consiguió el gol en Múnich. El plan de Guardiola contra el Leipzig en la ida de los octavos y en los dos partidos de cuartos de final ante el Bayern ha pasado por tener al equipo replegado y jugar con verticalidad. Más solidez que posesión y buscar al gigantón noruego.

Haaland lleva en todas las competiciones un gol más (48) que Benzema (26) y Vinícius (21) juntos. El dato del Androide, como le llaman, es demoledor. Es la transformación del estilo de juego de Pep Guardiola. Todo es negociable si tienes a Haaland. El poder del Manchester City es la pegada y la eficacia del noruego. En la Champions se ve un City que junta líneas, no va tan decidido a la presión en el campo del rival y asume menos riesgos. La agresividad de Haaland arriba sirve para ganar partidos en los que el equipo no tiene el control total ni juega mejor que el contrario.

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El Real Madrid maneja diferentes registros y saca rendimiento a la mezcla de la energía de los jóvenes y la experiencia de los veteranos. No tiene un Haaland. Lo que le hace diferente es el carácter competitivo y la mentalidad ganadora colectiva. En el camino de esta Champions ha superado a Liverpool y Chelsea con menos sufrimiento que las eliminatorias de octavos y cuartos de la temporada pasada. Tuvo que remontar en Anfield dos goles en contra y Vinícius se echó al equipo a sus espaldas. Ha tenido momentos delicados con el Chelsea y los ha sacado adelante con los paradones de Courtois. Falta que Benzema recupere la alegría y esa es la esperanza para las semifinales.

El Real Madrid, con un intermitente Benzema, dio gusto verle en Stamford Bridge. Le hizo daño al Chelsea en Londres con dos jugadas diferentes y excelentes. La del primer gol de Rodrygo en un contraataque y la del segundo, también finalizada por el brasileño, con una jugada de una larga posesión de 80 segundos, 31 pases y 68 toques. El Madrid de Ancelotti puede ganar sufriendo, resistiendo, con juego directo y coral. Esto es lo que ha aprendido Guardiola, con el fichaje de Haaland, para poder ganar la Champions.