Courtois ataja y raja: ¿qué más tiene que hacer un portero para ganar un Balón de Oro?

El paradón de Thibaut Courtois a Cucurella fue celebrado por los jugadores del Real Madrid como si hubieran marcado un gol. Es el gesto de reconocimiento de un equipo a su guardameta. Lo que pone en valor el peso que tiene en los partidos importantes, fundamental en los éxitos de la Champions del Real Madrid. Se produjo al filo del descanso, en un momento clave. El belga evitó el gol del Chelsea, el golpe psicológico, y mantuvo la renta. Era la primera intervención del portero en el partido, descomunal, se lanzó con las piernas abiertas, los brazos estirados a tapar el lanzamiento de Cucurella. Otra parada milagrosa.

Courtois es el santo de la portería del Real Madrid. En cada partido decisivo de las dos últimas temporadas, los aficionados y también los compañeros se hacen la señal de la cruz y rezan un padre nuestro. Invocar Courtois es tener fe en que el Real Madrid puede ganar otra vez la Champions. En la eliminatoria contra el Chelsea ha sido protagonista con dos paradones. Uno a Sterling, con empate a cero, en el Bernabéu y el mencionado a Cucurella.

Ha sido imposible para el equipo londinense tener alguna opción de competir en los octavos de final por la cátedra que da Courtois en la portería. Un portero de dos metros que ocupa la portería (2,44 m de alto y 7,32 m de largo) y que, con su envergadura, velocidad de reacción, concentración y determinación, llega a todo. El paradón a Sterling fue un balón abajo, ajustado al poste, y el de Cucurella a bocajarro. En Stamford Bridge volvió a asombrar, pero no le valió para que le reconocieran como el mejor jugador del partido. El premio se lo dieron a Fede Valverde.

Clave en la Champions

El nivel al que está Courtois y la influencia que tiene en los partidos decisivos le sitúan como el mejor portero del mundo. La temporada pasada fue nombrado el mejor jugador de la final contra el Liverpool, con intervenciones increíbles en acciones de Salah y Mané. La Champions que ganó el Real Madrid destacó por la épica de las remontadas, los goles de Benzema y el impacto de Vinícius. Los paradones de Courtois, como los que ha hecho en la eliminatoria contra el Chelsea, sostuvieron al equipo en fases críticas. Desde que le paró el penalti a Messi en el Parque de los Príncipes hasta una portentosa actuación en el partido contra el Manchester City.

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Todo esto le valió para ser séptimo en la votación del Balón de Oro y el belga no se calló, mostró su malestar por el poco reconocimiento que tiene la figura del portero. "Parece que vale más marcar un gol que pararlo. Esto es una batalla que queda por ganar. Tu equipo gana gracias a tus paradas y solo quedas séptimo", dijo con indignación. Le parece una injusticia cómo se valora la incidencia que tienen los buenos porteros. ¿Qué más tiene que hacer un portero para ganar un Balón de Oro?

Courtois lo ve imposible, pero no deja de intentarlo ni se calla. El belga es un tipo reivindicativo dentro y fuera del campo. Igual que ataja, raja. Ha tenido episodios en los que ha cargado contra la FIFA y la UEFA por la cantidad de partidos del calendario, algunos innecesarios, como la denuncia que hizo por jugar un tercer y cuarto puesto de la Liga de Naciones. Ha puesto bajo sospecha las votaciones del Balón de Oro. El belga está convencido que sus palabras le pasan factura en los premios.

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Así es Courtois. Valiente y decidido en el campo y fuera de él. Capaz de echarse encima a la afición del Atlético de Madrid por decir que ahora está en el lado bueno de la historia por jugar una final de la Champions. Es el futbolista del Real Madrid que más veces habla después de los partidos y lo hace con intención, para darse valor y enviar recados. El último fue tras la victoria contra el Cádiz. Ensalzó lo importante que es dejar la portería a cero y la temporada de su equipo: "Todavía nos queda la final de Copa y la Champions. Algunos solo juegan de sábado a sábado". En referencia al Barcelona y el Atlético de Madrid que fueron eliminados de las competiciones europeas y la Copa.