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El Real Madrid se gana hablar de la decimoquinta: del 'spoiler' de Kroos al luto de Ancelotti
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El Real Madrid se gana hablar de la decimoquinta: del 'spoiler' de Kroos al luto de Ancelotti

El alemán adelantó que está próximo a renovar su contrato, mientras que Ancelotti pierde a Militao para la ida de las semis con Alaba tocado y sin jugar en la segunda mitad

Foto: Los jugadores del Real Madrid celebran con la afición desplazada a Londres. (EFE/EPA/Tolga Akmen)
Los jugadores del Real Madrid celebran con la afición desplazada a Londres. (EFE/EPA/Tolga Akmen)

Lo intentó el Chelsea con más corazón que fútbol, sin demasiados planes, ni esperanzas. La escasa épica que Frank Lampard —otrora icono sobre el campo que permanece inmóvil en el banquillo, cual fantasma— aportó a su escuadra no parecía animar demasiado a Stamford Bridge, que solo se vino arriba en los minutos iniciales del partido, cuando los blues arrinconaron a un Real Madrid con callo suficiente para aguantar dos embestidas. Todo es más sencillo con el mejor Thibout Courtois del año dando la talla en la que fuera su casa. Dos goles de Rodrygo para continuar su idilio con la Champions League y a coger el puente aéreo Londres-Madrid. Facilito, ¿más de lo que se esperaba? Un cuatro a cero global en la eliminatoria que sirve al conjunto de Chamartín para alcanzar su undécima semifinal de las últimas trece ediciones de la Copa de Europa. Cifras de videojuego, surrealismo mágico madridista.

No fue un Madrid brillante y apabullante como en el Santiago Bernabéu. Entre otros motivos, porque Vinícius Junior no tuvo un día especialmente fino. El testigo del vértigo del brasileño lo cogió su compatriota, Rodrygo, como el don del gol de Benzema. No era la única diferencia con la pasada semana. Esta vez, el rey de Europa vestía con medias negras y otro monarca (emérito) observaba en el palco como testigo de excepción.

Foto: Los jugadores del Real Madrid celebran el segundo gol de Rodrygo. (Reuters/Dylan Martínez)

Con el Manchester City (salvo que una milagrosa remontada del Bayern de Múnich lo remedie) en el horizonte, es difícil ocultar que todo apunta a una final adelantada a doble partido. He ahí al gran enemigo del madridismo, Pep Guardiola. Otra vez para verse las caras y, en esta ocasión, con Erling Haaland en su ejército. Y, para luto de Ancelotti, no todo es fiesta en el vestuario blanco. El italiano pierde a Eder Militao, su mejor defensa, para la ida de las semis, además de la duda de David Alaba, que no disputó la segunda mitad de partido por problemas en los isquiotibiales: "Ojalá lo recuperemos".

Kroos dirige, Kroos renueva y Valverde ejecuta

"Todo va por buen camino, pero también respeto lo que quiere el club: cómo y cuándo se comunica. Hay una buena relación que tengo con el club a lo largo de los años. Este tema ya se ha discutido durante un tiempo. Había confianza absoluta por ambos lados". Las declaraciones pospartido de Toni Kroos a Prime Video Alemania no fueron definitorias, sí optimistas. Si desde hacía meses el mediocentro se mostraba esquivo e incluso reticente a la hora de valorar su futuro como jugador madridista, parece que el final de temporada está sirviendo a Kroos para convencerse de aceptar una renovación de un año.

placeholder Kroos, en una acción del partido. (Reuters/Matthew Childs)
Kroos, en una acción del partido. (Reuters/Matthew Childs)

El alemán es un futbolista atípico. Se retiró jovencísimo de la selección germana (a los 31 años) y había comentado en diversas ocasiones que su adiós definitivo del fútbol no tardaría en llegar. Pero viendo como, contra todo pronóstico, está consiguiendo rendir como pivote (¡como pivote!) en los momentos más trascendentales del curso, es evidente que queda fútbol y piernas para él. ¿Afectará esto a la decisión de Dani Ceballos? El sevillano tuvo minutos en la recta final del partido, con todo decidido, como le pasó a Tchouaméni. Ambos jugadores de futuro... que han coincidido demasiado con Luka Modric y Toni Kroos. Dos leyendas del fútbol.

placeholder Valverde cede el gol a Rodrygo. (Reuters/Matthew Childs)
Valverde cede el gol a Rodrygo. (Reuters/Matthew Childs)

Quien sí ha conseguido hacerse un hueco como indiscutible en el mediocampo madridista (o en dónde le pongan) es Federico Valverde. Algo inconsistente en el curso, pero de los futbolistas que marcan la diferencia. El mejor jugador del partido pese a los goles de Rodrygo. Capaz de igualar la energía de sus rivales en la primera hora de encuentro para luego destrozar las piernas cansadas en la recta final. Hay que tener mucho pulmón para avasallar a N'Golo Kanté. Así, el Madrid se planta a tres partidos de conquistar la decimoquinta. Y a ver quién es el guapo que apuesta en su contra.

Lo intentó el Chelsea con más corazón que fútbol, sin demasiados planes, ni esperanzas. La escasa épica que Frank Lampard —otrora icono sobre el campo que permanece inmóvil en el banquillo, cual fantasma— aportó a su escuadra no parecía animar demasiado a Stamford Bridge, que solo se vino arriba en los minutos iniciales del partido, cuando los blues arrinconaron a un Real Madrid con callo suficiente para aguantar dos embestidas. Todo es más sencillo con el mejor Thibout Courtois del año dando la talla en la que fuera su casa. Dos goles de Rodrygo para continuar su idilio con la Champions League y a coger el puente aéreo Londres-Madrid. Facilito, ¿más de lo que se esperaba? Un cuatro a cero global en la eliminatoria que sirve al conjunto de Chamartín para alcanzar su undécima semifinal de las últimas trece ediciones de la Copa de Europa. Cifras de videojuego, surrealismo mágico madridista.

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