Las 15 rebeldes de la Selección quieren verse cara a cara con Rubiales y negociar su vuelta

Tras siete meses de ausencia, Irene Paredes fue la gran novedad en la lista de Jorge Vilda para los amistosos de la Selección española de este jueves frente a Noruega y del próximo martes contra China, los últimos antes de la preparación para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda de este verano que la veterana defensora del FC Barcelona no quiere perderse. "El primer requisito es que la jugadora sea seleccionable", dijo el entrenador madrileño con su cinismo habitual y en un nuevo intento por confundir, pues quiso dar a entender que la guipuzcoana había reculado, mientras las 15 rebeldes no quieren volver al no haberlo hecho.

Al igual que quisieron hacer ver desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con un comunicado que incumplía todos los códigos deontológicos, estas 15 jugadoras nunca han renunciado a ir a la Selección. Primero, porque, aunque lo quisieran, no podrían hacerlo. Segundo, porque ellas se limitaron a responder a la consulta que les formularon desde la propia RFEF. Y tercero, porque su decisión de pedir no ser convocadas se debió a unos motivos que, según explicaron en un correo privado, pero que la RFEF no dudó en desvelar, vulnerando así la ley de protección de datos, afectan a su "salud mental". Es decir, un asunto especialmente sensible.

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De este modo, aunque la vuelta de la mencionada Paredes ha sido interpretada por algunos como un paso en el proceso de paz con la RFEF, la realidad es que todo sigue como estaba con respecto a las 15 jugadoras que quieren verse cara a cara con Luis Rubiales después de los partidos que disputa España, suponiendo, claro está, que este se atreva a recibirlas. Aunque el presidente de la RFEF no hiciera caso a la llamada en la que le pidieron cambios en la estructura del fútbol femenino y ratificara en el cargo a su seleccionador-asambleísta, las futbolistas están dispuestas a poner sobre la mesa una serie de condiciones, algo que Alexia Putellas ha intentado, sin éxito, hacer por su cuenta.

"Irene está comprometida", fue la afirmación de Vilda, como si las 15 no lo estuvieran, cuando precisamente su inquebrantable actitud no solo les dignifica, sino que demuestra un compromiso que va más allá de sus intereses personales, hasta el punto de estar dispuestas a sacrificar un Mundial por defender sus convicciones. Después de la traición de algunas jugadoras del Real Madrid, obligadas tanto por la RFEF como por su propio club a desvincularse del motín, las azulgranas Aitana Bonmatí, Mapi León, Sandra Paños, Patri Guijarro, Claudia Pina y Mariona Caldentey tienen motivos para sentir lo mismo hacia Paredes, algo extensible a las otras nueve.

El saludo entre Vilda y Paredes...

Según algunas fuentes, Paredes les comentó que, tras hablar con Vilda, se haría oficial su vuelta, algo que el seleccionador se negó a confirmar, aunque bien que se prestó a salir en el vídeo de la RFEF recibiéndola en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Es cierto que Irene lo ha pasado mal, sobre todo después de tener que ejercer de capitana en la última convocatoria en la que estuvo y salir en una rueda de prensa en la que le tembló la voz y apenas fue capaz de levantar la mirada. De hecho, y por eso no se incluyó en la lista de 15, ella pidió personalmente a Vilda no estar en la siguiente lista al no verse en condiciones. "Contigo", fue el mensaje de apoyo que recibió de su compañera Alexia Putellas, quien, a la espera de estar completamente recuperada de su grave lesión, será la siguiente en acaparar la atención.

"Es una gran noticia que esté entrenando, deseamos que se recupere. Nosotros la esperamos", dijo Vilda al ser preguntado por una futbolista que, por si no lo recuerdan, dijo que "no puede ser que valga ir en cualquier condición a jugar la Eurocopa. Queremos ganarla, no jugarla". Esto es de lo que se queja Putellas en la docuserie que protagoniza, mientras otras jugadoras van más lejos y hablan de "falta ambición en el cuerpo técnico, malos entrenamientos, mala gestión de vestuario, malos planteamientos de partidos". ¿Qué es exactamente lo que no entiende Rubiales de todo esto?

“No voy a hablar de las jugadoras que no son convocables porque se autoexcluyeron de la Selección”, insistió el cuestionado Vilda, quien, ante la baja por lesión de la madridista Claudia Zornoza, no dudó en convocar a María Pérez, jugadora del Barcelona B, para de esta forma hacer de menos a otras como Leyre Baños (Levante), Maitane (Atlético de Madrid), Ana González (Madrid CFF), Natalia Ramos (Granadilla), Iris Arnaiz (Real Sociedad) o Ana Torrodà (Valencia). En su equipo, María Pérez tiene por delante a Patri Guijarro, Keira Walsh e Ingrid Engen, a lo que hay que sumar que en el segundo equipo azulgrana juega la mayoría de los partidos de central.

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Sin embargo, esto es algo que poco o nada le importa a Vilda, aunque luego se atreva a hablar de compromiso. A diferencia de él, las futbolistas que se han rebelado sí quieren lo mejor para su Selección. ¿De verdad lo quieren Hermoso y Paredes? A sus 32 y 31 años, respectivamente, parece evidente que ambas han mirado únicamente por sus intereses y no por los de un colectivo que las tenía como referentes y ahora las ven como unas esquirolas. Claro que Jenni e Irene tienen derecho a priorizar ir a su último Mundial, aunque no parece la mejor manera de poner en valor ese fútbol femenino que tantas veces han reivindicado.

Basta con mirar lo que ha sucedido en Francia, donde el nuevo seleccionador es Hervé Renard, con un poco más de experiencia internacional que Vilda, pues mientras el madrileño no ha salido de Las Rozas, el galo ha estado al frente de Arabia Saudí y Marruecos, a las que llevó a disputar el Mundial, Costa de Marfil y Zambia, con las que ganó la Copa de África, además de entrenar al Lille y el Sochaux. Lo primero que ha hecho Hervé ha sido nombrar capitana a Wendie Renard, la jugadora que lideró la revuelta para que destituyeran a Corinne Diacre. ¿Se imaginan algo así en España? Ellas tampoco...