Las dos caras de Isco: una mala gestión futbolística y otra buena en los negocios

La familia, los negocios y el fútbol. Estas son las tres prioridades que tiene Isco en una época de su vida en la que no tiene equipo y en sus planes está esperar a la próxima temporada para volver a calzarse las botas. Isco es un caso atípico. Un genio del balón venido a menos en los últimos cuatro años, con una trayectoria en el Real Madrid que cayó en picado y que, tras salir libre y fichar por el Sevilla, no remonta en el césped. En la faceta deportiva no le va bien. No encuentra su sitio y prefiere esperar. Pero en la de los negocios tiene éxito. El futuro de Isco está condicionado por darle prioridad al bien estar familiar y sus empresas.

Isco da visibilidad en las redes sociales a los entrenamientos que realiza en su domicilio de Sevilla. Lleva sin equipo desde que rescindió con el club hispalense el 20 de diciembre, tras romper relación con el director deportivo, Monchi, y el entrenador, Sampaoli. Le señalaron por falta de compromiso. Se rompió el flechazo con Isco, una petición de Lopetegui de la que siempre receló Monchi. Salió Lopetegui e Isco bajó los brazos.

Un día después de cerrar su etapa con el Sevilla, su mujer, Sara Sálamo, fue acribillada a mensajes en la red social Twitter. La culpaban de la decadencia del futbolista malagueño con acusaciones de este tipo: "Cómo has jodido la vida de Isco". "La relación entre Sara Sálamo y el bajo rendimiento de Isco es increíble! Acabará en un equipo de barrio a los dos años". "La carrera de Isco ha ido cuesta abajo y sin frenos desde que Sara Sálamo entró en su vida. Una pena". La reacción de Sara Sálamo fue bloquear estas cuentas con un mensaje en el que denunciaba un "machismo de manual". Sara Sálamo tiene dos hijos con Isco y se conocen desde mediados de 2017. Desde este tiempo se pone el foco en el declive de Isco, haciéndola responsable de su transformación. De un cambio de actitud y rendimiento a peor que le está pasando factura.

Condiciones y dudas

Isco no ha vuelto a un gran nivel desde que Julen Lopetegui fue despedido como entrenador del Real Madrid en 2018. Hoy está en el paro y en los últimos dos meses ha intentado buscar un equipo que le encajara en lo deportivo y lo familiar. Jorge Mendes, su representante, y su padre, Paco Alarcón, lo han intentado de todas las maneras. Ha sido imposible. La prioridad de Isco era seguir en España y se ofreció al Betis. Quería regresar con Pellegrini, el entrenador con el que maravilló en el Málaga. Ángel Haro, presidente del Betis, confirmó la noticia esta semana y dijo que no les convenció, a pesar de la grave lesión que sufrió Nabil Kekir. Tuvo alguna opción de recalar en el Villarreal para ocupar la plaza de Coquelin, otro futbolista lesionado, y no salió adelante. Con fichas libres, ningún club español quería a Isco.

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De todas las opciones en el extranjero, la que más cerca estuvo de concretarse fue la de fichar por el equipo alemán del Unión de Berlín. Viajó a la ciudad, tenía un preacuerdo con el club, pasó el reconocimiento médico y cuando se iban a firmar los contratos, la operación se vino abajo por una discusión con las comisiones. Isco salía de España si la oferta económica es irrechazable y le compensa a su familia.

Mover a Isco no es fácil. Ha tenido ofertas de dos equipos turcos (Konyaspor y Fenerbahçe) que ha rechazado. Su nombre estaba en la agenda de refuerzos de la Roma en el mercado de invierno por la buena relación de Jorge Mendes con Mourihno y la salida de Zaniolo. Tampoco fructificó. En la Premier League se interesó el Everton y en Brasil llega el interés del Flamengo. Los planes de Isco pasan por no tener prisa, no mover a la familia si no hay una oferta suculenta y valorar un cambio de vida para irse a Estados Unidos. Le atrae la idea de jugar en la Mayor League Soccer (MLS).

La gestión de la carrera futbolística de Isco es mala. Empezando por él, como máximo responsable, y su entorno que forman Sara Sálamo, Paco Alarcón y Jorge Mendes. Tiene a un representante influyente, pero no se ven los resultados. Por diferentes motivos, Isco es el primero que no ha dado la talla, y son como consecuencia de la competencia que tuvo en el Real Madrid y sus faltas de disciplina.

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La buena gestión está en los negocios familiares que tiene, principalmente, con Sara Sálamo. Dedicados al sector de todo tipo de negocios inmobiliarios, Isco y su mujer han sabido invertir en diferentes pisos en Madrid, algunos de ellos en barrios con un alto precio de alquiler, como la zona de El Retiro. La sociedad Isla Noviembre S.L., creada hace tres años, la conforman al 50% él y su mujer. Entre sus inversiones también se encuentra la adquisición de locales y garajes en Arroyo de la Miel, además de un apartamento de lujo en Málaga. En la faceta deportiva atraviesa un bache, en la empresarial da beneficios y en la familiar está feliz.