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Aquí le duele al Real Madrid: el efecto Vinícius se diluye en la Liga y los barullos no cesan
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la frustración del brasileño

Aquí le duele al Real Madrid: el efecto Vinícius se diluye en la Liga y los barullos no cesan

Vinícius solo ha marcado un gol en la Liga en lo que va de año. Su sequía, los sistemas defensivos con más vigilancias y su comportamiento lastran la eficacia ofensiva

Foto: Ancelotti mira con gesto serio a Vinícius en el Villamarín. (Efe/Julio Muñoz)
Ancelotti mira con gesto serio a Vinícius en el Villamarín. (Efe/Julio Muñoz)

El Real Madrid lleva toda la temporada explotando el efecto Vinícius como el mejor sistema para desequilibrar los partidos. Pero no siempre tiene éxito. En la Liga no funciona y el hecho de que el brasileño solo lleve un gol en lo que va de año es un dato preocupante. Vinícius es clave, omnipresente en las acciones ofensivas y, por lo tanto; parte importante del problema deportivo por su sequía. A esto se le une un comportamiento agitado que desespera a Carlo Ancelotti y sus compañeros.

Las protestas de Vinícius en los partidos del campeonato español son cada vez más intensas. Se queja de poca de protección y tiene razón cuando es el futbolista que más faltas recibe. Casi cuatro por partido (89 en los 23 encuentros que ha jugado). De lo que no protesta es de que no está fino en la Liga. Desde mediados de octubre, el Clásico contra el Barcelona, donde se quedó sin marcar, solo ha visto portería en la Liga en dos ocasiones. Una contra el Girona y otra contra el Valencia. Ambos en el Bernabéu. El gol contra el equipo valencianista, del 2 de febrero, es el único que lleva en su casillero en los nueve partidos que ha jugado en lo que va de año en el campeonato doméstico. Fuera de casa ha perdido el olfato, la puntería, desde la tercera jornada contra el Espanyol. Hay que remontarse al 28 de agosto.

placeholder Vinícius discute con el árbitro Soto Grado en el partido contra el Betis
Vinícius discute con el árbitro Soto Grado en el partido contra el Betis

Es su frustración. Se explica con un comportamiento que le perjudica y arrastra al equipo en la Liga. Vinícius recibe muchas faltas, se queja de la reiteración, de las veces que le traban, pero también tiene cada vez más dificultades para ganar duelos. No asume que los partidos ya son incómodos y estalla. Está inmerso en todo tipo de follones, algunos innecesarios y contraproducentes a los intereses del Real Madrid. Las peloteras de Vinícius en los partidos que juega en la Liga se suceden. Es un asunto que se desmadra, está fuera de control y en el Real Madrid se ponen serios. Quieren al Vinícius que está centrado en Europa o el que se vio en el Mundial de Clubes.

Colapso en el ataque

En España, los rivales concentran sus sistemas defensivos en minimizar al extremo brasileño con más vigilancias y los ataques del Real Madrid colapsan. El juego es más previsible y el efecto de Vinícius se debilita. El dato de que en la Liga no marca fuera del Bernabéu, desde el 28 de agosto, indica cuál es su punto flojo. Encuentra más problemas y lastra a la eficacia de su equipo. Es curioso, pero el jugador que más faltas recibe solo ha provocado una expulsión en sus rivales. Fue la roja a Gabriel Paulista. Le han mostrado siete cartulinas amarillas y se ha perdido el partido contra el Elche en el Bernabéu por sanción.

Foto: Marco Asensio en el partido contra Osasuna en El Sadar. (Efe/Jesús Diges)

Vinícius ha alcanzado categoría de estrella en el Real Madrid, pero eso no quiere decir que no tenga cosas que mejorar. El aprendizaje todavía no está completo. ¿A qué se refiere Ancelotti cuando dice que falta eficacia? No se puede obviar que en el problema influyen los continuos rifirrafes de Vinícius con los rivales, árbitros y aficionados. Sus líos restan y la situación no cambia. Durante el partido contra el Betis, los compañeros y Ancelotti volvieron a recriminarle su comportamiento. A decirle que se centrara en el juego y se olvidara de Soto Grado. Se encaró con el colegiado y recibió la tarjeta amarilla. El Real Madrid juega dos partidos en uno en la Liga. El que le toca contra el equipo rival y el de los barullos de Vinícius.

Vinícius no hace caso a las recomendaciones de que se focalice en el juego y es motivo de preocupación en otro momento delicado de la temporada. El brasileño ha pasado de una buena racha en el Mundial de Clubes y provocar la remontada en Anfield a descontrolarse contra el Atleti, Barcelona y Betis con sus calentones. Un Vinícius descentrado es un jugador ansioso, desenfocado y demasiado revolucionado.

Explotar otras vías

La energía de su fútbol, siempre elogiada por Ancelotti, la confunde con una frustración que perjudica a sus compañeros. Ancelotti dijo de él tras la remontada contra el Liverpool que era el jugador más determinante del mundo. En pocos días le tiene que volver a advertir y corregir para que esté centrado en el juego, se olvide de los árbitros y los rivales. A Benzema le ocurre algo parecido. En el Villamarín le recriminó que no hiciera la guerra por su cuenta y leyera mejor lo que necesita el partido. Si hay dos hombres tranquilos en el Real Madrid, uno es Ancelotti y el otro Benzema. Cuando Vinícius actúa como un verso libre, el entrenador y el italiano pierden la calma. Estamos en uno de esos momentos.

La solución para salir de la sequía pasa por explotar otras vías que no sea el efecto Vinícius y lograr que se centre. Lo segundo no es sencillo por la presión que tiene el brasileño y cómo la exterioriza con sus reacciones. No siempre hay que jugar por el costado de Vinícius. Lo tienen bien estudiado los rivales, que le hacen marcajes al límite, con ayudas. Consiguen frenarle y alterarle. Resolver cómo se pueden volver a diversificar las acciones ofensivas y liberar a Vinícius compete al entrenador y a la mejoría de Benzema.

Foto: Benzema durante el partido contra el Betis. (Reuters/Marcelo del Pozo)

El camino más directo para llegar a la portería contraria pasa por aprovechar la velocidad y el desborde del extremo brasileño. Con espacios es imparable. Pero con más vigilancias y defensas cerradas es menos dañino. Los beneficios de salir airoso disminuyen y los riesgos de confrontaciones aumentan. La gestión de sacar lo mejor de Vinícius depende de él, principalmente, y de que haya otras alternativas. Rodrygo se siente más cómodo de mediapunta y hace daño por dentro. Se asocia bien con Benzema. Pero la banda derecha tiene que coger más protagonismo y le compete a Carvajal, Fede Valverde y Marco Asensio subir la aportación al juego ofensivo.

Una cosa es defender a Vinícius de los ataques racistas y otra es conseguir que esté concentrado en el juego y deje en paz a los árbitros. Lo que le piden en el Real Madrid no es algo nuevo, pero en los últimos partidos lo que ha hecho es encararse con los árbitros con protestas vehementes y reiterativas. En el Clásico de Copa pudo ser expulsado tras su caliente reacción por la tarjeta que vio en el agarrón por el cuello a Frenkie de Jong. De los insultos y los episodios racistas ya se ha encargado Ancelotti de protegerle manifestando que el problema lo tiene el fútbol español y Vinícius es la víctima.

El Real Madrid lleva toda la temporada explotando el efecto Vinícius como el mejor sistema para desequilibrar los partidos. Pero no siempre tiene éxito. En la Liga no funciona y el hecho de que el brasileño solo lleve un gol en lo que va de año es un dato preocupante. Vinícius es clave, omnipresente en las acciones ofensivas y, por lo tanto; parte importante del problema deportivo por su sequía. A esto se le une un comportamiento agitado que desespera a Carlo Ancelotti y sus compañeros.

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