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Esta es la gran victoria de Vinícius desde que lloró en el Bernabéu hasta llegar a los 52 goles
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la fuerte mentalidad del brasileño

Esta es la gran victoria de Vinícius desde que lloró en el Bernabéu hasta llegar a los 52 goles

Hay futbolistas que nacen con el don del gol y otros que lo pueden mejorar con esfuerzo y voluntad. Este es el mérito del carioca, que sin ser un especialista, progresa en la definición

Foto: Vinícius señala el escudo tras el gol al Al Ahly. (Reuters/Andrew Boyers)
Vinícius señala el escudo tras el gol al Al Ahly. (Reuters/Andrew Boyers)

Vinícius ha llegado a los 52 goles con el Real Madrid en 203 partidos. Hay quien dirá que son pocos y que falla más que acierta. Es un gol cada cuatro partidos para un futbolista que juega de extremo, con unas condiciones superiores para desequilibrar por velocidad y en los espacios. No es un delantero, pero su evolución sigue en progreso para ser un futbolista más completo. Juega en la banda y ha perfeccionado en los últimos años la definición. Esta temporada lleva marcados 14 goles, más de la mitad que los que hizo la temporada pasada (22).

Para llegar a los 52 goles, Vinícius ha tenido que pasar por las mofas de los que se reían por su falta de puntería, la desconfianza de entrenadores como Zidane e, incluso, Ancelotti y el runrún del Bernabéu que le provocó ansiedad. El brasileño marcó su primer gol en un partido de Copa del Rey contra el Melilla, en 2018, con Solari en el banquillo. Con el entrenador que más ha confiado en él y le dio la oportunidad de entrar en el primer equipo. Lo celebró con un baile en el fondo sur. Es la esencia de Vinícius. Lo que se veía en este chico de solo 18 años era mucho descaro, personalidad, velocidad descontrolada y poco gol. Esto último le generó demasiada tensión.

placeholder Vinícius celebra un gol en el Bernabéu mirando al cielo. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Vinícius celebra un gol en el Bernabéu mirando al cielo. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Esta presión la soltó tras marcar un gol en un partido en el Bernabéu contra Osasuna el 25 de septiembre de 2019. Ese día no bailó. Se arrodilló en el césped y rompió a llorar. Nacho y Kroos fueron a abrazarle y también a consolarle. Vinícius reconoció después que sufría ansiedad por no hacer goles. Antes del gol que hizo a Osasuna, a la media hora del partido, escuchó algunos pitos de un sector de los aficionados del Bernabéu. Luchó contra esta angustia y dedicó muchas horas de entrenamiento extra para mejorar la definición. Quería ganar minutos con Zidane, técnico que confiaba más en Hazard que en el brasileño. Para calmar esa ansiedad y enfocarse en la asignatura pendiente tuvo de consejeros a Marcelo y Casemiro. Son los dos compañeros que le ayudaron a tranquilizarse. Ninguno sigue en el Real Madrid. Benzema también ha estado ahí para darle lecciones de cómo tener pausa en la definición, levantar la cabeza y golpear al balón con la superficie del pie idónea.

Foto: Sergio Arribas celebra el gol al Al Ahly. (Efe/Julio Muñoz)

Hasta que llegó Ancelotti y le planteó uno de sus retos motivacionales. El entrenador italiano le dijo que explotara el potencial para hacer más goles y para conseguirlo debería tener la cabeza fría y leer mejor el juego. Similar a los consejos de Zidane. Pero Carletto empezó la pasada temporada con el tridente Bale, Hazard y Benzema. Dio prioridad a las jerarquías. Pronto se le cayó por la irrupción de un Vinícius más agresivo, determinante y fino en la definición. El brasileño aprovechó la oportunidad y pasó a ser uno de los futbolistas claves para ganar la Liga y la Champions. Suyo fue el gol de la final contra el Liverpool.

Afinado

Vinícius ya no marca los goles por casualidad o de rebote. Sigue fallando algunos que otros especialistas no perdonan. Pero está afinado. En el gol que hace en la semifinal del Mundial de Clubes contra el Al Ahly se ve que tiene la frialdad para esperar a que salga el portero y levantarle el balón. En este recorrido para llegar a los 50 goles ha tenido fallos garrafales y otros asombrosos. Se puede hablar de una mejoría que es producto de muchas horas de trabajo y una fuerte mentalidad para no derrumbarse. Hay futbolistas que nacen con el don del gol y otros que lo pueden mejorar con voluntad y dedicación. Vinícius es de los segundos. Otros, por mucho que entrenen la definición, no lo consiguen por falta de adaptación, espíritu de sacrificio y trabajo. Un caso es Luka Jovic, por el que el club tiró la toalla.

Esta es la gran victoria de Vinícius. No hundirse. Saber escuchar a los compañeros y entrenadores con más experiencia, tener humildad para reconocer que los fallos en la definición le generaban ansiedad y buscar soluciones. Poner, en definitiva, todo de su parte para mejorar. Tener calma en los momentos de dificultad y aprovechar sus oportunidades. Este trabajo tiene continuidad en un futbolista que destaca por su constancia. Es peligroso y perseverante. Tiene hambre, lucha, pelea, no para de ser competitivo. Es un incordio para las defensas rivales. Ya no solo dribla. Es una amenaza de cara al gol.

Foto: Jürgen Klopp exaltado en un partido del Liverpool. (Reuters/David Klein)

Esto es lo que provoca que necesite más vigilancia, que en el marcaje tenga hasta tres rivales, que haya defensas que le intenten sacar del partido con faltas reiterativas y provocaciones. En Vinícius está ahora revisar si puede ser mejor y más competitivo, evitando las refriegas y enfocándose solo en el juego. Olvidando lo que pasa en la grada y confiando en que los árbitros impartan justicia en el césped.

Poco a poco va llenando el curriculum de goles. El 50 tuvo su valor. Vinícius abrió un partido cerrado contra el Al Ahly en la semifinal del Mundial de Clubes. Hasta en ocho partidos, el brasileño ha marcado el primer gol del Real Madrid en esta temporada entre todas las competiciones. Son goles de un futbolista que es más determinante, frío y preciso en la definición. En todo este recorrido ha disfrutado con la celebración del gol al Celta en el Bernabéu, invadiendo la grada para compartirlo con los aficionados que llevaban 560 días sin acudir al estadio tras la pandemia, con el hat-trick al Levante, también ante su afición, y así hasta ganarse el respeto y el rol de indiscutible en el Real Madrid.

Vinícius ha llegado a los 52 goles con el Real Madrid en 203 partidos. Hay quien dirá que son pocos y que falla más que acierta. Es un gol cada cuatro partidos para un futbolista que juega de extremo, con unas condiciones superiores para desequilibrar por velocidad y en los espacios. No es un delantero, pero su evolución sigue en progreso para ser un futbolista más completo. Juega en la banda y ha perfeccionado en los últimos años la definición. Esta temporada lleva marcados 14 goles, más de la mitad que los que hizo la temporada pasada (22).

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