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El descenso a los infiernos del otro equipo de Raúl: el Schalke 04 se hunde
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el club alemán está en crisis

El descenso a los infiernos del otro equipo de Raúl: el Schalke 04 se hunde

El club alemán está en una situación muy delicada que no pasa desapercibida para Raúl, el actual entrenador del Castilla, que tiene vínculos afectivos con esta institución

Foto: Raúl González Blanco en su etapa en el Schalke 04. (@RaulGonzalez)
Raúl González Blanco en su etapa en el Schalke 04. (@RaulGonzalez)

Raúl González Blanco dio visibilidad al Schalke 04, lo llevó a ganar títulos, a codearse con los grandes clubes de Alemania y de Europa. Los ingresos de la entidad de Gelsenkirchen se multiplicaron con la venta de camisetas y el correspondiente merchandising de diferentes productos, patrocinios, giras, audiencias de televisión, peticiones de entradas… Experimentó una transformación en lo deportivo, elevando el nivel competitivo, y lo comercial. El fenómeno de Raúl (el señor Raúl, como le llamaban en esta zona norte de la región del Ruhr) se recuerda casi once años después de cambiar el Real Madrid por el Schalke 04, pero tiene otra realidad más cruda y dura para una entidad que atraviesa su peor crisis deportiva, financiera y de imagen. Está en los infiernos.

El Schalke 04 ocupa la última posición de la Bundesliga y en su último partido del campeonato, tras recibir una nueva goleada (5-1 contra el Stuttgart), ha decidido echar al entrenador. Christian Gross es el cuarto que pasa por el banquillo del cub de Los Mineros. Está en una situación muy delicada que, evidentemente, no pasa desapercibida para Raúl, el actual entrenador del Castilla que tiene vínculos afectivos con esta institución y cuando se inició el desplome el año pasado fue tentado para regresar al banquillo y liderar una nueva revolución.

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“Fueron dos años preciosos y el Schalke siempre estará en mi corazón. También estuve en el Real Madrid, pero esta es mi otra casa y le estaré eternamente agradecido”, fue el mensaje que dejó Raúl cuando regresó con el Al-Sadd a Gelsenkirchen para que los 62.000 aficionados que llenaron el estadio del Veltins Arena pudieran rendirle un emotivo homenaje. Raúl se fue de Alemania llorando y hoy le preocupa cómo está su ‘otra’ familia.

Un tinerfeño, capitán del equipo

El Schalke 04 sólo ha ganado un partido de los 23 que lleva jugados en la Bundesliga en esta temporada. Tan solo dos victorias en el último año. Va en picado al descenso, a la según da categoría del fútbol alemán si no lo remedia un milagro. La crisis es profunda y también ha sido destituido el director deportivo, Jochen Schneider. Christian Gross ha estado dos meses en las funciones de entrenador. Anteriormente pasaron por el banquillo David Wagner, Manuel Baum y Huub Stevens. Cuatro entrenadores devorados por algo más que una mala racha que se alarga en el tiempo y en el que se señala, en el caso de Groos, como otro motivo más de su cese, la rebelión de los jugadores con un entrenador que cambiaba sus nombres para generar tensiones. Uno de los futbolistas que lideró esta rebelión para echar al entrenador, según el diario ‘Bild’, es un ex jugador del Real Madrid; Klaas-Jan Huntelaar.

En la plantilla se encuentra otro jugador que pasó por la cantera del Real Madrid, el tinerfeño Omar Mascarell, que tiene los galones de capitán y atraviesa por una pesadilla. Tuvo ofertas para salir en el último mercado de invierno y sonó para regresar a España y fichar por el Valencia. Pero se negó y llegó a decir, en Marca, que “yo no me bajo del barco”. Confiaba en la reacción, que no se produce. Dos meses después, la situación es más grave porque la dinámica es peligrosa y en cada partido se ve a unos jugadores hundidos en lo psicológico.

placeholder Raúl celebra un gol junto a Jurado y Huntelaar en su etapa en el Schalke 04. (Efe)
Raúl celebra un gol junto a Jurado y Huntelaar en su etapa en el Schalke 04. (Efe)

Este es el escenario que atraviesa el otro equipo que Raúl González Blanco lleva en el corazón y en el que vivió momentos de gloria desde los primeros días del mes de julio de 2010 cuando fue presentado como una estrella. Nadie esperaba que Raúl pudiera marcharse a Alemania. Rechazó ofertas de Inglaterra, Italia y Francia. Con 33 años firmó por dos temporadas con el Schalke 04 por la insistencia del que entonces era su entrenador, Felix Magath, y el central alemán, Christophe Metzelder, que jugó en el Madrid, fue su compañero y le habló de la calidad de vida y la profesionalidad del fútbol alemán. Raúl aterrizó en Gelsenkirchen con su mujer Mamen, sus hijos y fue tratado como una estrella.

Hasta las semifinales de la Champions

Cerraba su ciclo de 16 años en el Real Madrid con 323 goles marcados para empezar de cero en un club que no estaba entre los aspirantes a ganar títulos en Alemania. En los dos años que estuvo se convirtió en una leyenda por lo que representó y el rendimiento que ofreció. Consiguió que el equipo llegara a unas semifinales de la Champions League, pero tras una eliminatoria contra el Manchester United de Alex Ferguson se quedó a las puertas de la final. El ‘7’ del Schalke llevó a la gloria a este equipo alemán que hoy está derrumbándose. En las dos temporadas que estuvo marcó 39 goles, ganó la Copa y la Supercopa de Alemania, se convirtió en el capitán del equipo y el club pidió que se retirara el dorsal ‘7’ de forma provisional. Raúl hizo que el Schalke compitiera con el poderoso Bayern de Múnich y el Borussia Dortmund.

La historia de Raúl, desde su salida del Real Madrid y lo que significó en Alemania, sirve para darse cuenta de cómo un jugador puede hacer cambiar a un equipo, llevarlo a la gloria por su ambición, motivación, carácter y cómo está ahora casi once años después el Schalke 04. También puede servir para mirar cómo está la situación de Sergio Ramos que, como Raúl, se puede ir a coste cero después de 16 años. El sevillano sigue sin renovar y dándole vueltas a la necesidad de otro desafío.

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¿Se imaginan que Sergio Ramos ficha por el Werner Bremen? Pues esto es lo que hizo Raúl González Blanco cuando decidió no aceptar la oferta de renovación del Real Madrid y puso punto y final a una exitosa trayectoria de dieciséis temporadas en el club blanco. Había ganado tres Champions, entre otros muchos títulos, y la leyenda y capitán del equipo blanco sorprendió a todos eligiendo al Schalke 04, un club alemán que no era de los punteros, pero que le daba algo especial a sus 33 años. Raúl se fue al club de los mineros, el de la clase obrera, trabajadores que rápidamente se identificaron con la forma de ser y la profesional de uno de los futbolistas que también rechazaron el eslogan de galáctico.

Raúl, el chico del barrio de San Cristobal de Los Ángeles, quería sentir que empezaba una nueva aventura en un país futbolero, que vive este deporte con pasión, donde se llenan los estadios y hay un tremendo respeto por las figuras. No se sabe todavía qué hará Sergio Ramos con su futuro, pero ahí tiene el ejemplo de Raúl, que se fue a coste cero, pero con un finiquito de 14 millones de euros que tuvo que pagarle el Madrid porque le quedaba un año de contrato. Sintió que ya no era parte del proyecto que iniciaba José Mourinho en el banquillo madridista.

Se fue al extranjero, a competir en una aventura que duró dos años en Alemania, siguió en el Al-Saad de Qatar con otro par de años y acabó en el New York Cosmos en un año en Estados Unidos. La aventura fuera de España resultó enriquecedora en lo personal y lo familiar. Un éxito para los diferentes clubes a los que perteneció, que pasaron de ser unos desconocidos en nuestro país a tener un referente a nivel mundial.

Raúl González Blanco dio visibilidad al Schalke 04, lo llevó a ganar títulos, a codearse con los grandes clubes de Alemania y de Europa. Los ingresos de la entidad de Gelsenkirchen se multiplicaron con la venta de camisetas y el correspondiente merchandising de diferentes productos, patrocinios, giras, audiencias de televisión, peticiones de entradas… Experimentó una transformación en lo deportivo, elevando el nivel competitivo, y lo comercial. El fenómeno de Raúl (el señor Raúl, como le llamaban en esta zona norte de la región del Ruhr) se recuerda casi once años después de cambiar el Real Madrid por el Schalke 04, pero tiene otra realidad más cruda y dura para una entidad que atraviesa su peor crisis deportiva, financiera y de imagen. Está en los infiernos.

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