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"Florentino Pérez se puso agresivo". Historia oculta del pelotazo de las torres galácticas
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500 millones por cuatro rascacielos

"Florentino Pérez se puso agresivo". Historia oculta del pelotazo de las torres galácticas

Tras varios intentos fallidos, el Real Madrid recalificó su ciudad deportiva en 2001, hace ya 20 años. Florentino tocó todos los resortes del poder para lograrlo y el club entró en órbita gracias al ladrillo

Foto: Imagen: El Confidencial Diseño.
Imagen: El Confidencial Diseño.

En los reservados madrileños se sellan grandes negocios, pero también grandes dramas, como les pasó a Florentino Pérez y Matilde Fernández, cuando el nuevo presidente del Real Madrid trataba de engrasar la recalificación de la ciudad deportiva. Florentino estaba a punto de conseguir un milagro empresarial, activar por consenso una operación inmobiliaria que llevaba cuarenta años vetada, pero se topó con un molesto contratiempo: la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.

Tres veces se reunieron Florentino y Matilde. Tres veces recibió Florentino un no por respuesta. Pasó hace veinte años.

Estamos en 2001, Florentino apretaba para conseguir la recalificación y los mentideros echaban humo. José María García era entonces uno de los periodistas deportivos más poderosos y perejil de todas las salsas. Preguntamos a García por la operación urbanística. No ha perdido su don para el martillazo periodístico...

PREGUNTA. Recalificación de la ciudad deportiva del Real Madrid para construir cuatro rascacielos en la Castellana. ¿A qué le suena a usted?

RESPUESTA. Es el mayor escándalo deportivo de la democracia. Así se lo dije al presidente Aznar.

Según el periodista, en 2001 mantuvo la siguiente conversación con Aznar:

García: No podéis regalarle cientos de millones a Florentino.

Aznar: Hay que ayudar al Madrid.

García: Aunque tú seas del Real Madrid, eres presidente del Gobierno; no tienes que ayudar al Madrid, tienes que ayudar a todos.

P. Cuando la recalificación se estaba cociendo, habló usted con el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. ¿Qué le contó?

"Es el mayor escándalo deportivo de la democracia. Así se lo dije al presidente Aznar"

R. Le dije en una comida que la recalificación me parecía una vergüenza. Todos los presidentes del Real Madrid lo habían intentado antes, y a todos les dijeron no, no y no; menos a Florentino. Lorenzo Sanz lo intentó de todas las maneras, pero solo logró pequeñas limosnas por una esquinita de la ciudad deportiva, el chocolate del loro. ¿A qué venía ahora tanto privilegio? Álvarez del Manzano me dijo que la operación era absolutamente ilegal y solo se haría por encima de su cadáver.

P. Siga…

R. Cuando se aprobó la recalificación, llamé al alcalde de Madrid y le dije: “José María, ¿qué hacemos ahora con tu cadáver?”.

P. ¿Qué le respondió?

R. Su explicación fue graciosa. “Cuando te llama el presidente del Gobierno y te dice ‘firma eso’, ¿qué haces?”.

P. Florentino Pérez se manejó bien esos días...

R. La pobre Matilde Fernández se quedó más sola que la una.

En pleno revival del Madrid de los galácticos por una serie documental (‘Galácticos’) de la cadena estadounidense ESPN, toca preguntarse quién pagó la fiesta, por qué y si quedó algún cadáver por el camino. ¿El mayor escándalo deportivo de la democracia o una gran operación urbanística para el Madrid y la ciudad de Madrid?

Vuelva usted mañana

A finales de los cincuenta, el franquismo expropió 14 hectáreas en la Castellana y se las traspasó al Real Madrid para “la construcción de sus instalaciones”, de "uso deportivo" y “sin propósito lucrativo”. Los intentos del club de dar un pelotazo con estos terrenos (y con los del estadio Santiago Bernabéu) comenzaron pronto, pero chocaron siempre con las autoridades. “Ramón Mendoza me propuso tirar el Bernabéu, levantar varias torres y construir el nuevo estadio donde están ahora los cuatro rascacielos. Le dije: ‘¿Cómo te voy a autorizar una operación que Arias Navarro [alcalde entre 1965 y 1973] le negó al Real Madrid en tiempos de Franco?’ Ni lo permitía el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ni era conveniente para la ciudad. Me negué rotundamente”, cuenta Juan Barranco, alcalde socialista de Madrid entre 1986 y 1989.

"¿Florentino es un buen presidente para el club? Seguro, pero bueno para el Madrid no significa bueno para la ciudad de Madrid"

Lo intentó Raimundo Saporta (vicepresidente del club) con Francisco Franco, lo intentó Ramón Mendoza con Juan Barranco y lo intentó Lorenzo Sanz con Álvarez del Manzano. Pero lo que no logró nadie en cuarenta años... lo iba a lograr Florentino Pérez en unos meses.

En 1995, Florentino se presentó a las elecciones del Real Madrid; perdió contra Ramón Mendoza. Uno de sus eslóganes de campaña fue: “Las deudas no se pagan con la ciudad deportiva”. El constructor estaba aún en contra de recalificar y vender los terrenos.

En 1997, el Madrid vendió tres hectáreas de la ciudad deportiva al ayuntamiento y a la CAM por 27 millones de euros para aliviar su deuda. El PGOU de ese año dio por “concluido el proceso de ocupación del espacio”: “Se ha agotado el aprovechamiento urbanístico”. Pero tres años después, Florentino no iba a hacer prisioneros en su segundo asalto a la presidencia...

Bilbainada electoral

Tras ganar el Madrid la Champions en 2000, Lorenzo Sanz adelantó las elecciones; lo veía fácil, pero iba a ser arrasado por el huracán Florentino Pérez, presidente empoderado de un gigante de la construcción en expansión: ACS.

Las promesas electorales de Florentino sonaron a bilbainada: fichaje de Figo (gran estrella del Barcelona) y recalificación de la ciudad deportiva. Bien el candidato Florentino iba muy sobrado, bien sabía cosas que los demás desconocían, pues no pudo hablar más claro a los socios: “Les pido que confíen en mi capacidad de negociación. En mis buenas relaciones con el alcalde de Madrid y con el concejal de Urbanismo. Mi capacidad de persuasión es infinitamente mayor que la de la junta saliente. Son unos terrenos excepcionales y he hablado tanto con el alcalde como con el concejal al respecto. Son terrenos urbanizables. ¿Cómo puede pensar alguien que hago una propuesta sin haber tratado el tema antes?”.

Florentino iba sin frenos y con las cartas boca arriba: la recalificación se lograría fontaneando sin cuartel a la autoridad competente. Nadie podrá acusarle de no haber ido de frente. Para pasmo de los escépticos, Florentino iba a cumplir a rajatabla sus promesas electorales: Figo y recalificación. “Estaba en marcha el rescate financiero más importante de la historia del fútbol español”, resumió Juan Carlos Escudier en su biografía (no autorizada) sobre Florentino Pérez.

“Estaba en marcha el rescate financiero más importante de la historia del fútbol español”

Al club le iba mucho en juego. Poco después del triunfo electoral de Florentino, la UEFA sugirió que el Madrid podría quedarse fuera de la Champions por su elevada deuda (277 millones de euros). Pero en uno de los giros empresariales más asombrosos del deporte mundial, el Madrid de Florentino acabó reventando el mercado los siguientes años con los fichajes de cuatro galácticos: Zidane (2001), Ronaldo (2003), Beckham (2004), y el ya mencionado Figo, pagado un parte con un préstamo del Banco Zaragozano (controlado por los Albertos, socios de Florentino en ACS). Del Madrid de la deuda asfixiante se pasó al Madrid de los galácticos. Del veto político a la recalificación por ser "absolutamente ilegal", a los políticos diciendo que era un gran proyecto para la ciudad de Madrid.

¿Cómo logró lo imposible Florentino Pérez? Tesón, persuasión, contactos de alto nivel, intercambios de favores, presiones a políticos y comidas en reservados. Muy vieja escuela. El lobby basado en relaciones personales e intereses cruzados. Tocando todas las palancas del poder desde una posición de fuerza: la punta de la pirámide del ladrillo. Un curso acelerado de influencia sobre todo el espectro ideológico en plena fiebre del oro urbanístico.

La entrevista

El PP controlaba el ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, pero como la recalificación podía parecer un favor al Real Madrid, con el desgaste político consiguiente, se pidió a Florentino que obtuviera el mayor consenso político posible. El presidente del Madrid lograría hasta el apoyo de Izquierda Unida, pero hubo una grieta en el consenso total...

Matilde Fernández, 71 años, pasará a la historia junto a Rosa Conde como la primera ministra de un gobierno de Felipe González, pero bien podría hacerlo también como la política que le dijo tres veces no a Florentino Pérez. Hablamos con ella.

PREGUNTA. ¿Cómo fueron sus tres reuniones con el presidente del Real Madrid? ¿Qué Florentino Pérez se encontró?

RESPUESTA. Florentino Pérez intentó primero que empatizara con él; típica maniobra de un empresario para acercarte a sus posiciones y acabar votando a su favor. Pero tras mis resistencias iniciales, en la segunda reunión ya vino diciendo: “He convencido a todos menos a ti”. Y en la tercera se puso agresivo: “A ti ya no te apoyan ni los tuyos”. Había pasado de la amabilidad a la agresividad.

P. ¿Qué argumentos utilizó para convencerla?

R. Que lo que era bueno para el Real Madrid era bueno para la ciudad de Madrid. Para mí era un argumento irracional e incomprensible, porque eran dos planos totalmente distintos, lo que es bueno para el Real Madrid será bueno para sus socios y forofos, pero ¿lo es necesariamente para toda la ciudad?

También trató de convencerme apelando a mi perfil social, o mejor dicho, a lo que él entendía por eso. Me dijo: “A ti que te gusta tanto África, ¿sabes lo primero que piden siempre los niños africanos? Una camiseta del Real Madrid”. Vale, bien, hay niños africanos a los que les gustan las camisetas del Madrid y del Barcelona, pero ¿qué tenía eso que ver con la recalificación?

P. Lo de los niños africanos es una argumentación un poco… primitiva, ¿no?

R. Le valía todo para argumentar, pongo esto como ejemplo porque se me quedó grabado. Me decía: “¿Sabes que los niños africanos quieren mucho al Real Madrid?”.

P. Ya… ¿Qué le respondió usted?

R. Que el Madrid estaba en un suelo que también era público, cuyo cambio de uso afectaba a la ciudad. Si se recalificaba y vendía, las plusvalías tenían que ir a todos los madrileños, no a un club, o a unas personas vinculadas al presidente de un club.

P. ¿Lo dice porque ACS acabó construyendo parte de las torres?

"Las plusvalías tenían que ir a todos los madrileños, no a un club, o a unas personas vinculadas al presidente de un club"

R. Lo digo porque algunas de las empresas que se quedaron las torres habían tenido negocios antes con Florentino Pérez. Ese círculo demostraba que no prevalecía el interés general, sino el particular, con un suelo cedido al señor Santiago Bernabéu por el Ayuntamiento de Madrid.

P. ¿Propuso usted alternativas al Real Madrid?

R. Si la ciudad quería ayudar a un club, había otras alternativas. ¿Ceder suelo para actividades deportivas? Eso se estudia. Pero las fórmulas alternativas no le valían a Florentino, iba a la mayor y con su verdad absoluta por delante.

P. ¿Su oposición a la recalificación se discutió en el grupo municipal socialista?

R. Sí, tras hablar con los expertos en urbanismo, expuse mi posición. Les dije a mis compañeros que íbamos a sufrir presiones, pero que la operación no era aceptable. Todos se mostraron de acuerdo, pero un compañero alegó: “Esto va a ser muy duro. Analicemos si compensa. No lo va a entender todo el mundo”. No es que estuviera en contra; le preocupaban las presiones y el desgaste.

P. ¿Sufrieron mucho?

R. A nivel personal no fue para tanto, aunque sí nos angustió el cambio de posición de Izquierda Unida. Su portavoz [Ángel Pérez] me dijo primero que estaba en contra de la recalificación, y luego que votarían a favor, entre otras cosas, por las presiones de Comisiones Obreras. Entonces te planteas si te estás obcecando, pero el tema era claro: el Madrid quería recalificar para obtener unas plusvalías porque sí. Plusvalías que, como ya planteamos entonces, adelantaban el desarrollo de la Operación Chamartín.

El ayuntamiento se gastó mucho dinero en la obra de la ciudad deportiva y permitió una edificabilidad nunca vista al servicio de unos pocos. Un suelo de los madrileños tenía que revertir en los madrileños, pero apenas aportó a la ciudadanía.

P. ¿Recibió usted presiones del partido?

Florentino agitó a todos los forofos socialistas del Real Madrid, pero no recibí presiones del partido, como insinuó el presidente del Madrid. Alguna ironía sí dejaron caer compañeros como Rubalcaba y Lissavetzky, que eran grandes forofos del Madrid, y bromeaban sobre mi oposición a los planes de Florentino. Pero no me presionaron. Sí recibí presiones de otras ramas del poder de Florentino…

P. ¿Cuáles?

R. El director de informativos de la SER me negó la posibilidad de explicarme. Ese señor que lleva ‘Al rojo vivo’...

P. ¿Ferreras?

"Florentino se sentía fuerte, cubierto de poder, estaba acostumbrado a ganar esos órdagos"

R. Ese. Que luego pasó a ser director de comunicación del Real Madrid. Cuando Juan Barranco y Alfonso Guerra pasaron por la SER, se quejaron: “Estáis poniendo a parir a Matilde y no la dejáis defenderse”. Fui vetada. Confirmadísimo por altos cargos de la SER.

P. Volvamos al principio para acabar. ¿El salto del Florentino engatusador al Florentino intimidador cómo lo vivió? El presidente del Real Madrid suele cuidar las formas...

R. Es el ramalazo del poder que no se ha democratizado del todo. Florentino había sido antes político, eso le empoderó, pero de un modo incorrecto. A todo el mundo le ofrecía cosas, también a los sindicatos. Yo era de la UGT y del sindicalismo de clase, pero los sindicalistas vinculados a las cooperativas de vivienda fueron engatusados por Florentino por la vía del "te cedo esta parcela para la cooperativa, me encargo de la construcción y luego tú me apoyas en esto otro". Es una forma de funcionar predemocrática e inaceptable.

Yo estaba acostumbrada a sentarme en la mesa con empresarios para buscar acuerdos. Era mi educación sindical. Pero Florentino se sentía fuerte, cubierto de poder, estaba acostumbrado a ganar esos órdagos.

Marxismo/ladrillismo

¿Por qué Izquierda Unida pegó un volantazo con la ciudad deportiva? De amagar con ir a la fiscalía anticorrupción al SÍ SEÑOR. Eran los años en los que la izquierda alternativa decía que la ideología de IU en Madrid era el marxismo/ladrillismo.

Florentino salvó de la quiebra la construcción de dos cooperativas de vivienda vinculadas a Ángel Campos, secretario de Comunicación de CCOO y miembro del consejo federal de IU esos años. Cuando Florentino llegó a la presidencia del Real Madrid, prohombres de la IU castiza como Ángel Pérez, Miguel Reneses y Justo Calcerrada, concejal responsable de Urbanismo, comieron varias veces con él en los reservados del restaurante Señorío de Alcócer. ACS era propietaria de grandes extensiones de suelo en los PAU de los nuevos barrios del norte de Madrid —Las Tablas, Montecarmelo— donde varias cooperativas de vivienda del marxismo/ladrillismo “obtuvieron parcelas”, según el libro de Escudier. Ángel Campos, que llegó a formar un comité en CCOO para recolectar apoyos electorales a Florentino, acabó trabajando en la Fundación del Real Madrid.

"Desde dentro se les veía muy cercanos a todos a Florentino Pérez. Este y otros asuntos urbanísticos generaron una crisis de legitimidad en la IU madrileña, el principio del fin, se abrió la puerta a la formación de una alternativa política al partido", cuenta un miembro de IU Madrid esos años.

El reparto

La mezcla de relaciones personales y negocios, en definitiva, jugó un papel clave. El constructor llevaba dos décadas participando en una comida/tertulia en Casa Ciriaco con Álvarez del Manzano y antiguos cargos de UCD. A principios de los ochenta, Florentino fue concejal del Ayuntamiento de Madrid por UCD, donde compartió bancada con Luis Eduardo Cortés, concejal de urbanismo de la CAM durante la recalificación de 2001.

Sobre los terrenos de la antigua ciudad deportiva del Madrid acabaron brotando cuatro rascacielos. La edificabilidad en el barrio era de 0,3 metros de pisos por metro cuadrado de suelo. Las autoridades lo multiplicaron casi por seis para el Real Madrid: 1,7 metros cuadrados.

El reparto de los rascacielos quedó así: al Real Madrid le correspondieron dos torres enteras, compartió otra con la Comunidad de Madrid (un 63,4% para el club y un 35,7% para la CAM) y la cuarta fue para el ayuntamiento.

"Blesa dio dinero al Madrid porque le salió de los cojones... y porque también le llamó Aznar”

El Real Madrid obtuvo un beneficio extraordinario por la operación de 501 millones de euros.

Caja Madrid compró uno de los terrenos al Madrid, pero luego se lo vendió a Repsol, y la petrolera adjudicó la construcción del rascacielos a FCC y, ejem, ACS. La obra de otra de las torres, la de Mutua Madrileña, fue a parar a una filial de ACS. ¿Contrató directamente el Real Madrid a la constructora de su presidente? No. ¿Sacó tajada ACS de la recalificación de la ciudad deportiva? Sí. Caja Madrid no solo compró un terreno por 188 millones, también le prestó 78 millones al club por derechos de explotación del 'merchandising'. Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, fue nombrado luego consejero de ACS. “Blesa dio dinero al Madrid porque le salió de los cojones... y porque también le llamó Aznar”, cuenta José María García.

Los 501 millones obtenidos por el Madrid llegaron en fases y fueron gastados en partidas diferentes, también para cubrir la deuda, pero por poner la cifra en contexto: todos los fichajes de la primera etapa presidencial de Florentino, 17 jugadores en cinco años y siete meses, costaron (88 millones) menos. Entre 2000 y 2006, Florentino se gastó 413 millones de euros en traspasos, 219,5 de ellos en los galácticos Zidane, Figo, Ronaldo y Beckham. Resumiendo: 501 millones de euros del año 2001 era una tonelada de dinero para un club de fútbol.

Tormenta de oficinas

En mayo de 2003, el grupo municipal socialista recurrió el convenio entre el ayuntamiento y el Real Madrid para la nueva ciudad deportiva en Valdebebas. Todo ello en plena tensión política: las elecciones del mes siguiente dieron el triunfo al PSOE en la CAM; resultado corregido luego por el tamayazo. “Cuando el PSOE presentó el recurso, Florentino se puso furioso y pidió la cabeza del concejal socialista Félix Arias”, según fuentes conocedoras de la situación.

Arquitecto y urbanista de prestigio, Félix Arias fue director general de Urbanismo de la CAM en los ochenta y director general de Suelo y Políticas Urbanas del Gobierno la pasada década. Hablamos con él.

PREGUNTA. ¿La recalificación de la ciudad deportiva era un buen proyecto para Madrid?

RESPUESTA. Vamos a ver, es que se lo inventó Florentino, nunca fue un proyecto de la ciudad, que es cuando un organismo público decide mejorar una zona, pero esto se hizo al revés. El ayuntamiento no tenía plan para estos terrenos deportivos privados, pero con una parte pública, más allá de que siguieran siendo deportivos, pero se sumó al plan de Florentino.

La idea fuerza de la campaña de Florentino a la presidencia del Madrid fue activar este mecanismo financiero/deportivo. Antes de que el ayuntamiento dijera o hiciera nada, Florentino vendió la recalificación a los socios del club.

P. ¿Cómo convenció Florentino al ayuntamiento y a la comunidad?

R. Lo que yo creo que pasó, aunque no lo puedo demostrar, es que Florentino les dijo que necesitaba una calificación de suelo de unos 130.000 metros cuadrados, el equivalente a dos torres y media, y el resto se lo podían repartir entre la comunidad y el ayuntamiento, que también era propietario de ese suelo. Repartieron una torre para el ayuntamiento, algo más de dos torres y media para el Madrid, y el resto para la Comunidad de Madrid… regalado por su buen comportamiento, dar el visto bueno y tramitar rapidito. Es decir: todo partió de Florentino, sin estudios públicos previos, informes, o papel alguno favorable a hacer tal cosa. Florentino arrastró a la comunidad y al ayuntamiento al incluirles en el negocio del reparto de torres. El Real Madrid quería dos torres y media, pero donde cabían dos y media, cabían cuatro.

P. ¿El proyecto urbanístico tenía sentido?

"Dicen que las cuatro torres crean empleo, pero no es cierto, simplemente consiguen traslados de oficinas desde otros lugares de Madrid"

R. Desde mi punto de vista, no, porque aumentaba los desequilibrios entre el norte y el sur. El eje de oficinas de la ciudad crecía demasiado por el norte.

Las oficinas de las cuatro torres se fueron ocupando poco a poco, no porque hicieran falta más oficinas en Madrid, sino porque fueron chupando oficinistas de otros sitios, por ejemplo, de Azca, desde donde se trasladaron oficinas a las cuatro torres. Dicen que las cuatro torres crean empleo, pero no es cierto, simplemente consiguen traslados de oficinas desde otros lugares. En Madrid ya hemos visto muchas veces como edificios de oficinas (Gran Vía, Plaza de España, Canalejas) acaban vaciándose y no quiebran porque los ocupan las administraciones públicas. Las torres de Azca se remodelaron luego para competir con las cuatro torres, y demostraron que podían competir muy bien.

En definitiva, Madrid no necesitaba en absoluto cuatro nuevos rascacielos de oficinas. Es evidente que las torres no han tenido éxito: han estado muchos años con el 15 o el 20% del espacio sin alquilar. De ahí también la incongruencia de Madrid Nuevo Norte (Operación Chamartín) con más y más oficinas.

P. ¿Qué pasó con la nueva ciudad deportiva construida en Valdebebas?

R. Los terrenos se los sacó Florentino a precios irrisorios a la junta de compensación de Valdebebas. ¿Cómo? Sospecho que prometiendo acelerar el plan parcial de Valdebebas vía contactos en el ayuntamiento. Curiosamente todos los PAU de esa época quedaron atascados menos el de Valdebebas, que arrancó en cuanto se firmó el convenio con el Real Madrid. Algunos PAU siguen esperando 20 años después, semi urbanizados y parados. Algo debió hacer Florentino.

El cielo está enladrillado

Para hacer más digerible la recalificación, las autoridades municipales lanzaron un señuelo: además de los cuatro rascacielos, se construiría el futuro pabellón olímpico. Nunca se construyó, aunque es relevante: Madrid protagonizó esos años tres intentos olímpicos fallidos pero de gran frenesí inmobiliario. En efecto, la recalificación de la ciudad deportiva no se debió solo a la habilidad negociadora/presionadora de Florentino, el contexto histórico jugó a su favor. Fueron los años locos de la construcción, el momento álgido, cuando todos los sueños que el ladrillo podía comprar se hacían realidad.

Aunque la operación se vendió como un gran negocio para la ciudad, el inconsciente colectivo bautizó los cuatro rascacielos como Figo, Zidane, Beckham y Ronaldo. Resumiendo: que no hubiera una masiva resistencia social no significa que la gente no entendiera de qué iba aquello: de todos los galácticos que el ladrillo podía comprar.

"En 30 años de gobiernos en Madrid, no ha habido diferencia urbanística entre derecha e izquierda: todos se han declarado amigos de Florentino"

El Madrid de los galácticos cambió la historia del fútbol mundial. El modelo Florentino de fichajes millonarios y mediáticos que atraían títulos y nuevos ingresos, fue imitado hasta alcanzar dimensiones monstruosas con la llegada de los petrodólares al fútbol europeo. Hasta un enemigo absoluto de Florentino como Ramón Calderón, que le sustituyó en la presidencia en 2006, admite la jugada maestra de la recalificación. “Aquella operación me pareció muy buena para el Madrid. El club tenía una deuda de 300 millones de euros que nos estaba ahogando y Florentino consiguió pagarla y además construir una ciudad deportiva que es fantástica. Pocos podrían haberlo conseguido, porque hacía falta mover mucho dinero y disponer de buenos contactos”, contó Calderón en 2019 a este periódico.

En definitiva, una gran idea para el Real Madrid. ¿Y para los demás?

“Las operaciones urbanísticas deben responder a una pregunta: ¿Qué gana la ciudad? Yo apoyé la decisión de Matilde Fernández, porque era especulación urbanística para el beneficio de determinadas empresas. Manuela Carmena también firmó convenios con Florentino Pérez. En los últimos treinta años de gobiernos en Madrid no ha habido ninguna confrontación o diferencia en temas urbanísticos entre la derecha y la izquierda: todos se han declarado amigos de Florentino Pérez. ¿Florentino es un buen presidente para el club? Seguro, pero bueno para el Madrid no significa bueno para la ciudad de Madrid”, zanja Juan Barranco.

En los reservados madrileños se sellan grandes negocios, pero también grandes dramas, como les pasó a Florentino Pérez y Matilde Fernández, cuando el nuevo presidente del Real Madrid trataba de engrasar la recalificación de la ciudad deportiva. Florentino estaba a punto de conseguir un milagro empresarial, activar por consenso una operación inmobiliaria que llevaba cuarenta años vetada, pero se topó con un molesto contratiempo: la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.

Florentino Pérez