Checo Pérez plasma la tiranía de Red Bull, Alonso es segundo y Sainz saldrá cuarto

No hay nadie que se pueda acercar a la velocidad actual de Red Bull. Ni siquiera cuando el piloto que amenaza con instalar una tiranía en la Fórmula 1, Max Verstappen, sufrió un problema en su monoplaza y vio obligado a abandonar la clasificación en la Q2. La superioridad de la escudería austriaca, junto a la pericia del piloto mexicano para besar los muros del circuito de Jeddah sin salir trasquilado, hicieron que Checo Pérez se anotara la pole y repitiera la posición de la temporada pasada en Arabia Saudí. En un circuito rápido, de asfalto urbano, mala visibilidad y rectas larguísimas, Red Bull sigue dominando con mano de hierro. Charles Leclerc fue segundo y Fernando Alonso, tercero.

Sin embargo, la sanción al piloto monegasco de diez posiciones hará que el de Ferrari salga en la duodécima posición. Y que Carlos Sainz avance al cuarto puesto. "Los Red Bull están en otro planeta", confesaba Leclerc nada más terminar la clasificación. Pura sinceridad. Fernando Alonso ocupará su lugar y saldrá desde la primera línea de la parrilla. Las buenas noticias para el piloto asturiano es que, por segundo Gran Premio consecutivo y en un entorno radicalmente distinto al de Baréin, el Aston Martin es un coche fiable capaz de competir contra los mejores monoplazas de la parrilla.

"Un buen fin de semana para nosotros. La clasificación fue la debilidad en Baréin, pero el coche ha rendido muy bien a una vuelta", explicaba el español. "Empezar desde la primera línea es increíble. El coche es fuerte, viendo cómo gestionamos los neumáticos y el ritmo... el domingo deberíamos ir mejor que hoy", zanjaba Fernando Alonso. Todo aderezado con una sonrisa de oreja a oreja. Durante muchos tramos de la clasificación, el piloto asturiano fue el más rápido. Solo Leclerc y Checo Pérez pudieron arrebatarle la pole. El quinto puesto de Lance Stroll revela que este año la cosa va muy en serio.

La caída de Verstappen revolucionó la parrilla

En una Q1 marcada por los errores, los trompos, el tráfico y la dificultad para sacar buenos tiempos, a falta de dos minutos no estaba nada claro quién caería al pozo a las primeras de campo. Lando Norris, con el coche tocado de muerte tras chocarse contra el muro, ni siquiera saldría a la pista para mejorar su tiempo. Otros como Fernando Alonso tuvieron mejor suerte al comprobar cómo sus trompos no acabaron contra el muro. El piloto asturiano, que se llevó un gran susto en el primer intento, experimentaría una mejora enorme en el segundo intento al apurar al máximo la frenada, tirarse a rozar el muro y darle gas por toda la pista. Tanto él como Lance Stroll irían al límite y recogerían los frutos.

Al final de la Q1, Red Bull dominaba con mano de hierro con sus dos pilotos al mando (Max Verstappen y Checo Pérez), Aston Martín superaba a Ferrari (Fernando Alonso y Lance Stroll) y la escudería italiana todavía necesitaba apretar más las tuercas... que jugaba al despiste en un circuito con poca visibilidad y mucha velocidad. Verstappen y Checo Pérez habían volado. Lando Norris, Yuku Tsunoda, Nyck de Vries, Pierre Gasly y Logan Sargeant, que no pudo completar ni una vuelta, quedaron eliminados.

En la Q2, Fernando Alonso se colocaría primero con neumático nuevo y bajaría medio segundo el tiempo de la Q1 en el primer intento. Toda una declaración de intenciones Stroll se colocó segundo... a cinco décimas de Alonso. Carlos Sainz sufría para meter su neumático a la temperatura necesaria y las sensaciones con el Ferrari del español es que podría haber disgusto en la Q2. A falta de 8 minutos y medio, Max Verstappen anunció un problema de motor al final del primer sector al meter séptima velocidad. Se había roto el palier. La cara de Christian Horner era un poema. Los peores temores se confirmarían en el box.

El piloto neerlandés llegó cojeando al box y se tuvo que bajar del monoplaza. Ya no reanudaría la clasificación... mientras Checo Pérez no podía superar el primer puesto de Fernando Alonso. El panorama del Gran Premio de Jeddah cambió por completo y sonreían en Aston Martin. La pugna por la pole en Arabia Saudí se reducía a Alonso, Pérez, Sainz, Leclerc, Russell y Stroll. El piloto madrileño escalaría a la cuarta posición en la última vuelta. Nico Hülkenberg, Guanyu Zhou, Kevin Magnussen, Valtteri Bottas y Max Verstappen no superarían el corte.

En el momento de la verdad, ya en la Q3, Fernando Alonso abrió fuego con celeridad. Coche a fondo, récord del primer sector y muro evitado por los pelos. La pista no mejoraba, pero eso no impidió que Charles Leclerc superase el primer tiempo del asturiano. Sainz, por su parte, se colocó cuarto. Era el turno de Mercedes, que sin llamar la atención demasiado consiguió colar a George Russel como segundo y a Lewis Hamilton, cuarto. Todavía tenía que dar su brazo a torcer Checo Pérez con un monoplaza que planeaba por la pista. El mexicano protagonizó un tiempo estratosférico en una pista donde ya logró la pole la temporada pasada. Sería imposible que alguien mejorase su marca.

Lo intentó Carlos Sainz, pero se encontraría con Russell nada más salir y se vio obligado a cambiar la trayectoria en su vuelta lanzada. El piloto español tuvo que abortar la vuelta. Fernando Alonso, cuarto en ese momento, limó los muros, igualó su primer sector, mejoró levemente el segundo y logró subir hasta la segunda posición. La vuelta de Alonso desató los aplausos en el box de Aston Martin. Leclerc terminaría segundo, pero la sanción de diez puestos al monegasco hizo que Alonso salga este domingo en la primera línea de la parrilla. Sainz acabó cuarto. Nos espera una carrera brutal.