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Alfredo Relaño: “Florentino es muy soberbio, le molesta hasta la falta de calor en el elogio"
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Alfredo Relaño: “Florentino es muy soberbio, le molesta hasta la falta de calor en el elogio"

Ocupó numerosos puestos en PRISA, desde redactor raso en ‘El País’ hasta liderar los deportes de Canal+ y el ‘As’. Ahora está jubilado y disfruta de la parte divertida del oficio

Foto: Alfredo Relaño. (EFE)
Alfredo Relaño. (EFE)

Alfredo Relaño (Madrid, 1951) encontró en Tintín su vocación por el periodismo "porque era un reportero al que le pasaban cosas". Sin embargo, su camino hacia la profesión no fue recto. Su padre quiso que fuera ingeniero de caminos y cursó dos años esa carrera. Pero acabó desilusionado. Él y su progenitor, que no quería que estudiara ciencias de la información.

Empezó en ‘Marca', aunque con el tiempo se convirtiera en director de ‘As’. Su etapa en ‘Pueblo’ lo desilusionó, pero encontró en ‘El País’ su lugar. Y la empresa en la que trabajó 44 años. Ahí fue de todo: desde redactor raso a delegado en Andalucía. Más tarde, director de deportes en la SER, el mismo cargo que ocupó cuando se fundó Canal+. En 1996, PRISA se hizo con el ‘As’, que estaba en una coyuntura difícil, y fue nombrado director. “Cuando vi cuál era la situación, lo tuve claro: me retiraría allí".

Este veterano periodista abandonó su cargo en ‘As’ tras 48 años en la profesión. Parecía que se dedicaría a otra cosa, pero sigue colaborando en ‘Carrusel Deportivo’, ‘El País’ y la cabecera que dirigió 23 años. Todos están deseando descansar cuando se jubilan, pero él sigue a lo suyo. Llega puntual a la cita. “¿Eres La Casa?”. Se pone en ‘on’ la grabadora.

Pregunta: ¿A qué se dedica ahora Alfredo Relaño?

Respuesta: A la parte divertida del trabajo que hacía antes. Hago cinco artículos semanales para ‘As’ (antes hacía siete) y una página histórica los lunes para ‘El País’. También comento en la SER los partidos del Madrid y de la Selección. En mi tiempo libre, hago viajes cortos, aunque la pandemia me ha frenado un poco. Voy a alguna comarca de España que hacía tiempo que no visitaba, veo a amigos, exfutbolistas, leo… Disfruto mucho del tiempo. Estoy completamente limpio de la obligación de estar en algún sitio y con la cabeza despejada de los problemas.

"Dirigir el periódico dejó de apetecerme con los nuevos cambios digitales"

P: Sorprende que siga haciendo tantas cosas. Lo normal cuando uno se jubila es no hacer nada…

R: Mi primera idea era dejarlo todo, pero me insistieron para que continuara con mi columna. Creo que es bueno, porque esa parte del trabajo es divertida. Yo ya estaba cansado de la dirección del periódico porque tenemos ediciones en América y había que estar pendiente a todas horas… Dirigir el periódico dejó de apetecerme con los nuevos cambios digitales. Hacía años que yo me notaba perezoso con el buen tiempo. En mi urbanización, hay una piscina comunitaria. Me costaba salir de casa cuando era un día perfecto para estar en el agua. En invierno, en cambio, no me costaba.

P: Imagino que cuando no había edición digital no tenía que estar tan pendiente…

R: Para dirigir un periódico tienes que estar encima siempre. Además, tienes que estar localizable por si pasa cualquier cosa. Tienes que estar preparado para que suene el teléfono a cualquier hora, incluso por la noche. Antes, a partir de las dos, ya arrancaban las rotativas y te olvidabas hasta el día siguiente…

placeholder Relaño, en la gala de As de los premios del deporte. (EFE)
Relaño, en la gala de As de los premios del deporte. (EFE)

Alfredo para porque es sorprendido en la terraza en la que estamos. “Perdone, ¿usted cómo se llama?”. “Alfredo Relaño”. “Es que le estaba escuchando la voz y no vea usted lo que me sonaba”. El exdirector de ‘As’ continúa tras el parón.

P: Hablaba usted de cuando arrancaba la rotativa…

R: En ese momento sabías que hasta la mañana siguiente no te tenías que preocupar. Siempre amanecíamos mirando si el ‘Marca’ llevaba algo en portada que nos jodiera.

P: ¿No prestaban atención a la prensa catalana?

R: No somos competidores. ‘Mundo Deportivo’ y ‘Sport’ van a una clientela, mientras que ‘Marca’ y ‘As’ van a otra. Siempre ha habido una relación muy cordial entre los directores. Durante mis 23 años al frente del periódico, hubo siete en ‘Marca’. Hemos quedado algunas veces a comer. Me traté un poco menos con Inda. Hoy he hablado con Gallardo (Juan Ignacio, el director de ‘Marca’) para pedirle una foto para la pieza que publico en ‘El País’. Hay ciertas fotos en el ‘As’ que no existen.

P: Porque el ‘As’ se fundó en 1967…

R: Así es. La que estoy preparando es de La Vuelta a España de 1961. Gallardo me la ha mandado directamente.

P: ¿El periodismo fue siempre vocacional? Usted estuvo dos años en la Escuela de Caminos…

R: Mi padre quería que todos fuéramos ingenieros de caminos. Él lo hubiera querido ser, pero le jodió la Guerra Civil. Era muy bueno. Cuando terminó la guerra, tuvo que hacer la mili. Ya no estaba para eso. Como sabía idiomas, trabajó de recepcionista en el Palace. Mi hermano fue ingeniero de caminos, pero mi hermana no. Por entonces no había mujeres. Las dos primeras que se matricularon en Caminos fueron de mi promoción. Eran dos de 1.000 alumnos. Una la terminó y se convirtió en la primera mujer de España en licenciarse en esa carrera.

P: ¿Cómo llegó el periodismo?

R: Yo quería hacer periodismo por Tintín porque mi padre me enseñó francés con esos libros. Él nunca estaba en una redacción, pero era un reportero al que le pasaban cosas. De ahí me dio el ataque. Estuve dos años en Caminos hasta que mi padre se desilusionó. Fue entonces cuando me metí en Periodismo.

P: ¿No se desilusionó usted antes que su padre?

R: Yo entré sin mucha fe. Se me dio muy bien el dibujo. De hecho, saqué un notable por parciales el primer año. El resto de asignaturas estaba muy relacionado con lo explicado el día anterior. Si te descolgabas un día, no eras capaz de enterarte. Me perdí la primera semana en Cálculo y Álgebra, así que imagínate.

"A mi padre el periodismo le parecía un oficio golfo y mal pagado"

P: ¿Cuál fue la reacción de su padre cuando le dijo que estudiaría Periodismo?

R: Se fue resignando poco a poco. Al principio no le gustaba, pero luego sí. Mucho. Le parecía un oficio golfo y mal pagado. Primero me convenció, que lo hizo bien, para que estudiara el bachillerato de ciencias. Si me metía en ese, luego era fácil estudiar Derecho, Periodismo… Pero a la inversa no. Porque si estudiaba letras no hubiera podido meterme en Caminos. No se me daban mal las Matemáticas, la Física…

P: ¿También le interesaba la lectura?

R: Sí, me gustaba. Mi padre era así, muy de ciencias y de letras.

P: ¿Le dijeron muchas veces que esta era una profesión sin futuro?

R: Sí, pero yo quería hacerlo.

placeholder Alfredo Relaño, con el Premio Nacional de Periodismo Deportivo. (EFE)
Alfredo Relaño, con el Premio Nacional de Periodismo Deportivo. (EFE)

P: ¿Quiénes fueron sus maestros en el periodismo?

R: Mi referente, porque lo leía mucho, era Antonio Valencia, que escribía en ‘Marca’. Luego lo tuve de subdirector.

P: En ‘Marca’ también estaba Manolo Alcántara…

R: Él hacía el boxeo allí. Con Alcántara llegué a tener muy buena relación con los años. En cambio, con Valencia siempre tuve una relación cordial y de respeto. Un maestro fue Rogelio Núñez, de la vida y del periodismo. Era un gran reportero. Tenía una vida de periodista antiguo: de noche, de beber… Esos inicios me fascinaron porque el periodismo de antes era así, muy turbulento.

P: Pocos saben que, aunque dirigió ‘As’ durante 23 años, usted empezó en ‘Marca’. ¿Cómo fueron esos inicios?

R: Se libraba sólo el lunes porque el periódico no salía el martes. A mí me jodía. Los lunes solía ir al cine. Me di cuenta de que ese día iban las prostitutas con los chulos. Estaban bastante vacíos, pero a ellos siempre los veía. Los lunes me aburría, pero el resto de días estaba siempre en la redacción con los mayores. Entré de casualidad, por un golpe de suerte.

P: ¿Cómo entró?

R: Yo no tenía intención de hacer periodismo deportivo. Me gustaban mucho los deportes, sobre todo el fútbol. Yo estaba en primero y dio un seminario, de una asignatura no obligatoria de deportes, Antonio Valencia. Fui con Chus Luengo, que fue futbolista amateur del Madrid. Luego jugó en el Pegaso, el Osasuna y el Castellón. Después fue periodista en la Cope en Pamplona durante muchos años. Valencia le decía a él que fuera al ‘Marca’, pero no se atrevía porque le daba vergüenza. Luengo me lo decía a mí porque habíamos sido compañeros en el equipo de fútbol de la escuela. Él era la figura. Me insistió tanto que lo acompañé un día. Nos recibió el redactor jefe, que era Pedro Sardina, y nos dijo que trajésemos algo para el día siguiente. Luego me di cuenta de que nos había mandado a freír espárragos.

P: ¿Qué hicieron?

R: El día siguiente fui al entrenamiento del Madrid. Me enteré de que iban a ceder a Fermín, que luego fue agente de Raúl, al Logroñés. Era la gran promesa de la cantera, una especie de Guti en sus inicios. Le hice una entrevista y la llevé a ‘Marca’. La publicaron y me llevé una alegría impresionante. Tenía 21 años. Un día más tarde, me enteré por el barrio de que a García Remón, que había sido compañero en el colegio, lo citaron para la Selección sub-21. Lo llamé y lo entrevisté. Gracias a esas dos piezas, me mandaron a hacer la crónica de un partido de Tercera, el Talavera-Atlético B. Hacía los vestuarios, algo que me maravillaba porque tenía contacto con los futbolistas.

P: ¿Qué tal era usted como futbolista?

R: No era bueno. Yo tenía mucha velocidad, agilidad, afición y buen regate, pero le pegaba mal a la pelota. Nunca llegué a sacar bien un córner. Tenía mucho entusiasmo y siempre era el que organizaba el equipo. Jugaba bien en el nivel del colegio, pero fuera no. Pegarle al balón es un don. Llegar en un córner es la hostia, algo que yo no conseguí hasta los 18 años.

placeholder Alfredo Relaño y Michael Robinson. (EFE)
Alfredo Relaño y Michael Robinson. (EFE)

P: Ha hablado del Pegaso. Su estadio era célebre porque el césped era una delicia. Alemania entrenó el primer día en el Mundial 82 ahí y luego los llevaron a la vieja ciudad deportiva del Madrid. Los jugadores dijeron que querían volver a ese campo…

R: La Selección española entrenó ahí durante todos los años de Kubala.

P: Volvamos al periodismo. Tras su etapa en ‘Marca’, usted pasó por ‘Pueblo’, una experiencia que no le gustó. ¿Por qué?

R: Era muy joven para un mundo tan competitivo y profesional. Escuchaba a la gente hablar mal unos de otros y conspirar. Cuando me fui, le di un disgusto importante a mi padre. Yo estaba en tercero de la Escuela Oficial de Periodismo. Mis amigos salían, hacían algún viaje… Yo no me sentía bien porque pensaba que me estaba perdiendo demasiado pronto. Yo ganaba más que mi padre porque ‘Pueblo’ pagaba muy bien. García era el primero en Deportes y Juan Manuel Gozalo, el segundo. José María se fue y yo entré como segundo reportero. Fui contratado como una gran promesa, pero me marché a los seis meses porque no estaba a gusto. Entonces aproveché para hacer la mili. La llama la mantuve encendida porque era corresponsal de ‘Mundo Deportivo’ en Madrid, donde firmaba como Antonio Estapé.

"Firmaba en 'Mundo Deportivo' como Antonio Escapé"

P: ¿Por qué ese nombre?

R: Porque mi nombre completo es Alfredo Antonio Relaño Estapé.

P: Supongo que lo hacía para que no supieran en ‘Pueblo’ que escribía también ahí…

R: No importaba porque lo sabían. En algunas ocasiones, hacía una entrevista dos veces, sin que fueran idénticas, para publicarla en ambas cabeceras. En ‘Mundo Deportivo’ hacía bastantes cosas porque cubría Madrid, Atleti, cuando se concentraba la Selección… También hacía las crónicas del Rayo en Segunda.

P: A su padre no se le quitó el disgusto.

R: Es que era un buen empleo y yo ganaba bien. Yo hubiera podido mantener a una familia con hijos con el sueldo de principiante de ‘Pueblo’.

P: ‘Pueblo’ fue una gran cantera: García, Raúl del Pozo, Cebrián

R: Era una cantera impresionante, pero era un mundo muy mayor para mí. Yo no sufrí porque se hablaba mal de otra gente, no de mí.

P: Tras ‘Pueblo’ estuvo en ‘Arriba’, un periódico que estaba en sus últimas y que cerró en 1979.

R: Fue un periódico falangista, que mi padre no lo compraba jamás. Luego lo compró cuando yo entré. Emilio Romero, que fue director de ‘Pueblo’, fue nombrado jefe máximo de la prensa del movimiento. Eso incluía ‘Arriba’, ‘Marca’… Él quiso transformar el ‘Arriba’. Durante su mandato, fue un periódico más civilizado. El redactor jefe de Deportes, Valentín Martín, me llamó para esa redacción cuando acabé la mili. Trabajando ahí me llamó Julián García Candau para ‘El País’, que fue una chamba.

P: Las discusiones entre Fraga y Emilio Romero fueron numerosas por la censura…

R: Romero era muy valiente. Franco le dijo una vez: “Haga usted como yo, no se meta en política”. Fue muy gracioso.

placeholder Alfredo Relaño y Carolina Marín. (EFE)
Alfredo Relaño y Carolina Marín. (EFE)

P: ¿Por qué fue una chamba su llegada a ‘El País’?

R: Cuando se fundó, reclutaron a mucha gente del ‘Informaciones’. Candau buscaba dos perfiles para Deportes. Uno fue Juanjo Fernández, que sabía de todos los deportes que interesaban poco a la gente, pero que quedaban muy bien en ‘El País’. Luego quería un reportero clásico que supiera de fútbol, ciclismo y boxeo. Era la trilogía clásica hasta que apareció la tele. Lo tenían todo acordado con José Vicente Hernáez, que ahora trabaja en ‘Marca’. Finalmente no lo ficharon porque ya se habían llevado a mucha gente de ‘Informaciones’, diario en el que Cebrián fue subdirector. El director, que era amigo suyo, le dijo que no le jodiera más porque ya había reclutado a seis o siete. Entonces Candau me llamó a mí. Con los años me enteré de que él pensaba que yo estaba muy chalado. Cuando me fui de ‘Pueblo’, se creó una leyenda sobre que me había ido con Ringo Starr a la India.

P: Curiosamente usted sucedió a Candau al frente del ‘As’ en 1996…

R: Luego Candau me dijo eso en confianza. Yo siempre hacía la crónica del Madrid o del Atleti en sus partidos como visitantes y Candau, como local. Yo estaba encantado.

P: Usted entró en ‘El País’ en Deportes, pero luego pasó a ‘Nacional’. ¿Por qué ese cambio?

R: Porque tuve una bronca con Candau. Yo tuve una noticia muy buena de unas auditorías de la RFEF. Un compañero de la sección, que era amigo de Pablo Porta, le hizo llegar una copia con la información que yo tenía. Se publicó, pero no me gustó porque supo de dónde procedía esa información. Había tres copias de ese documento: una en el CSD, en la Federación y la otra creo que del ministerio. Él pudo saber su procedencia. Tuvimos una bronca grande y salí a Nacional. Fue un tema que me amargó mucho porque pensaba que tenía razón, pero a la larga fue muy bueno para mí.

P: ¿Le gustó Nacional?

R: Estuve primero en la sección Regiones, donde me tenía que ocupar de todos los corresponsales. Era un tiempo muy coñazo por las transferencias políticas, se estaban creando las autonomías… Yo pasé a Nacional en 1980. Me fui cultivando durante ese tiempo. Eso fue la base para que luego pensaran en mí como delegado en Andalucía, la mejor experiencia de mi vida.

P: ¿Qué tal los políticos de aquella época?

R: Apenas tuve contacto. El trabajo de Regiones era de mesa, de edición. Coordinaba, llamaba, corregía…

"Los políticos de ahora son gente cuyo arte es trepar en las juventudes"

P: García dijo: “Los políticos de la Transición eran de Primera División. Los de Aznar no eran los primeros de la clase, pero por lo menos iban a clase. Luego llegó el Gobierno de Zapatero, que no conocía la escuela”. ¿Coincide con el diagnóstico?

R: Pienso muy parecido. Ha ido todo a peor porque aquella gente era muy buena, cada uno en su idea. Los de ahora son gente que se ha metido en las juventudes del partido y su arte es trepar. Es la capacitación que se necesita para triunfar en política.

P: El primer director de ‘El País’ fue Cebrián. ¿Cómo es?

R: Yo lo llamo el astro. En el trato era muy frío, muy correcto. Tenía poca relación con la redacción porque de eso se ocupaba más Augusto Delkáder. Nos llevábamos bien. Él tenía una percepción luminosa del periódico, de la Transición, del periodismo… La importancia que tuvo ‘El País’ en la Transición fue inmensa.

P: ¿Cree que por eso se identifica tanta gente con ‘El País? ¿Por ser el diario de la Transición?

R: Sí, ten en cuenta que fue el primero tras la muerte de Franco. Llegó directamente a la democracia. En España nos tuvimos que hacer una serie de preguntas que no nos habíamos hecho nunca: ¿vale hablar en catalán o no? ¿Vale divorciarse o no? ¿Vale el Partido Comunista? ‘El País’ era la guía para eso. Normalmente acertaba porque era valiente y tenía un buen propósito. Contribuyó a encauzar a la sociedad española.

placeholder Alfredo Relaño, junto a Javier Tebas. (EFE)
Alfredo Relaño, junto a Javier Tebas. (EFE)

P: ¿Cómo eran aquellas redacciones con el tabaco y el alcohol?

R: El alcohol lo prohibió Cebrián porque se emborrachaba mucha gente. Éramos muy bebedores. Se prohibió el vino en la comida, incluso en el bar del periódico. Creo que la cerveza sí se respetó. Los redactores jefes de noche hacían partidas de póker con algunos trabajadores del taller. Yo no estaba en eso. Una vez se coló hasta el despacho de Cebrián la mujer de uno del taller con dos niños pequeños. Le dijo al director que su marido había perdido un dineral en el póker y le preguntó qué hacía con los niños. Cebrián se cabreó y prohibió también las partidas. El periodista de entonces era de vida golfa, en el buen sentido. No tiene nada que ver con las redacciones asépticas que hay ahora. Lo más bullangero era deportes, parecía un patio napolitano.

P: En 1985 usted se fue a Andalucía para abrir la delegación. ¿Cómo fue esa tarea?

R: Ya había delegaciones en Barcelona y en Bilbao. Era una redacción pequeña: éramos cuatro o cinco. Tenía que coordinar también a los corresponsales y hacer suplementos. Fue muy bonito porque disfruté muchísimo. Era otra forma de vivir completamente diferente. Ten en cuenta que, salvo esos tres años, yo he vivido siempre en Madrid. A mí me encanta la gente y el humor andaluz. Allí paseas por la calle y ves a la gente, algo que no te pasa en Madrid. Aquí tienes que quedar con alguien. Me hice peatonal porque prescindí del coche. Alquilé un apartamento en una calle entre Cunas y Sierpes. Iba andando al trabajo porque la redacción estaba en el Edificio Cristina. Mi portal estaba enfrente de la Torre del Oro, así que desde mi ventana venía la calle Betis, la torre y los Cerros de Santiponce. Parecía un cuadro de Velázquez. Hice muy buenos amigos. No hay año que no haya ido por Andalucía igual seis veces, salvo en la pandemia.

P: Michael Robinson decía: “Mientras los sevillanos son graciosos profesionales, los gaditanos hacen gracia sin querer”. ¿Está de acuerdo?

R: A mí me gusta mucho Cádiz, pero a los sevillanos los veo graciosos naturales. Me he divertido mucho en Sevilla. Me gusta mucho escuchar el acento andaluz, especialmente el de Andalucía occidental. También me gustan Granada y Almería. Yo cogía el coche e iba a todos lados así porque me gustaba más que el tren o el avión.

"El Cádiz no tiene ningún enemigo"

P: Usted escribió: “Quien está contra el Cádiz está contra la humanidad”. ¿Por qué cae tan bien el Cádiz?

R: No sé, pero no tiene ningún enemigo. Hace unos años, el Cádiz visitó Jerez. Los aficionados llevaron una pancarta: “Árbitro, guapetón”. Eso no se le ocurre a nadie. La pieza de ‘El Día Después’ de los aficionados corriendo con el linier sólo pasa en Cádiz.

P: ¿Qué tiene Cádiz como ciudad para ser diferente?

R: Tiene un encanto. Primero la playa, después la parte alta. Me encanta pasear por el casco antiguo. Me gusta comer en la plaza del Tío de la Tiza. Yo iba mucho a cenar a San Fernando, a Los Tarantos. Yo cogí los años de Mágico González. Si venía el Madrid o el Barça me mandaban a mí para hacer la crónica. Cuando no me tocaba cubir al equipo, me gustaba ir a ver los partidos por el salvadoreño.

P: ¿Tuvo contacto con él?

R: No, porque era muy escurridizo. No se dejó. Aparte, yo me ocupé poco. Creo que hice una cosa bien en Sevilla, no meterme en el mundo del fútbol. Hice crónicas, pero no me ocupé del deporte. Me gustaba tanto, y era tan absorbente, que si me hubiera ocupado del Betis, del Sevilla… no hubiera tenido tiempo para otras cosas.

P: Usted fue nombrado director de deportes de la SER en 1988. Un año después, eligió a José Ramón de la Morena para presentar la noche. ¿Qué vio en él?

R: En aquel momento yo vivía con mi novia. Vivíamos cerca de ‘El País’ y, después de comer, mientras fregábamos los platos poníamos el programa local del mediodía. Los presentadores se alternaban: lo hacía Manolo Lama, Roberto Gómez y De la Morena. Mi novia se reía mucho cuando lo hacía José Ramón. Además, no dejaba la información de lado.

P: Luego fue en ese programa donde usted le vio maneras…

R: La SER no tenía programa nocturno cuando yo entré como director de deportes. De la Morena hizo el programa local, que fue un boom. Con él entraron Paco González y Chus Galán de banderilleros. Mientras él hizo ese programa convencí a Julio César Iglesias, gran amigo mío, para que presentara ‘La Ventana’. A él no le apetecía porque no quería competir con García, pero acabó aceptando.

placeholder Relaño, en un foro de periodismo deportivo. (EFE)
Relaño, en un foro de periodismo deportivo. (EFE)

P: ¿Por qué la SER tiró la toalla en la programación nocturna?

R: Porque después del Butano lo cogió Brotons y no funcionó. Eso les costaba mucho dinero y decidieron dejarlo. No recuerdo cuándo y por qué. El año que cogió el programa Julio César prestigió a De la Morena porque fue un auténtico boom. Paco (González) fue una figura que escondíamos. Él se tenía que esconder cuando aparecía en los programas porque eso no gustaba a los veteranos. Hacía inalámbrico y salía con otro nombre. Esas apariciones me las agradeció mucho.

"Paco González fue acojonantemente bueno desde la primera vez, como Ansu Fati"

P: ¿Qué tal Paco?

R: Es un tipo que desde la primera vez que hizo cualquier cosa fue acojonantemente bueno. Como Ansu Fati. Lo mismo en radio, en la tele o escribiendo en el periódico.

P: Ganar a García era utópico. ¿Cuándo vieron que el objetivo realizable?

R: Poco a poco. Yo no llegué a la SER con ese propósito porque mi idea era hacer algo diferente. Siempre he creído que lo diferente funciona de salida y si es bueno, se queda. Todos querían hacer algo como el Butanito. Por ejemplo, Pedro Pablo Parrado. De la Morena, en cambio, era muy desprejuiciado y hacía un programa coral. Con el tiempo, acabó pareciéndose mucho a García. Hacía unas entrevistas personales intimistas muy buenas. Además, tenía un buen coro: Segurola, Lama, Paco, yo… El sorpasso se logró cuando yo ya me había ido (fue en 1995).

P: Pero usted dejó los cimientos…

R: Sí, y seguí colaborando durante mucho tiempo. De hecho, José Ramón me seguía pidiendo consejo. Ahí hubo un fichaje que fue vital.

P: Alfonso Azuara.

Alfredo Relaño (Madrid, 1951) encontró en Tintín su vocación por el periodismo "porque era un reportero al que le pasaban cosas". Sin embargo, su camino hacia la profesión no fue recto. Su padre quiso que fuera ingeniero de caminos y cursó dos años esa carrera. Pero acabó desilusionado. Él y su progenitor, que no quería que estudiara ciencias de la información.

Alfredo Relaño Periodismo
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