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'Autorretrato de un joven capitalista español': seguimos estando mal, pero ahora sí es verdad
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'Autorretrato de un joven capitalista español': seguimos estando mal, pero ahora sí es verdad

Diez años después de su estreno, Alberto San Juan vuelve al Teatro del Barrio con este monólogo sobre la Transición y su propia biografía

Foto: El actor Alberto San Juan, en 'Autorretrato de un joven capitalista español'.
El actor Alberto San Juan, en 'Autorretrato de un joven capitalista español'.

Sale a escena vestido con un traje negro, camisa roja, un vaso en la mano y nos dice que hace justo diez años, también un 13 de diciembre, estaba estrenando en el mismo escenario esta obra que está empezando. Y suena la música y baila y se tira al suelo y, de pronto, deja de moverse y la música también se para, como si a ambos les hubiera dado un tirón muscular. Y nos dice, entre risas, que “lo malo es que entonces ya me sentía igual de mal que ahora”. Diez años después de su estreno, Alberto San Juan vuelve a llevar a escena aquel Autorretrato de un joven capitalista español con el que inauguró su programación el Teatro del Barrio, ese monólogo en el que el actor se contaba a sí mismo para contar la historia de España o al revés. Diez años después de aquello, ni San Juan, ni España, ni nosotros somos los mismos, pero lo cierto es que algunas cosas siguen estando en el mismo lugar.

Alberto San Juan estrenó la pieza en abril de 2013 en la Sala Triángulo de Madrid, que por entonces era propiedad de Alfonso Pindado, que había decidido alquilarlo después de 25 años al frente de su gestión. El actor le dijo que se lo quedaba él y armó un proyecto, en compañía de muchos y muchas, con “hambre de realidad”, vocación política y una gestión colectiva y asamblearia llamado Teatro del Barrio, que abrió sus puertas el 4 de diciembre de ese mismo año. Autorretrato, que también se pudo ver en el Teatro Alfil, forma parte de una programación especial con la que la sala está celebrando su décimo aniversario y que incluye la reposición de otros montajes icónicos en su historia, piezas como Emilia, de Noelia Adánez y Anna R. Costa, el Non Solum, de Sergi López, o La lengua en pedazos, de Juan Mayorga, con Clara Sanchis y Daniel Albaladejo.

Estábamos bien, pero era mentira

“Soy un joven capitalista español. Soy consciente de que vivo en una sociedad que es injusta hasta la crueldad. Quiero que cambie, pero no sé si estoy seguro de estar dispuesto a perder lo que tengo en el intento. Quiero conservar mi fama, quiero conservar mis propiedades, quiero conservar mi cotización comercial”. Aquel 13 de diciembre de 2013, San Juan comenzó así su Autorretrato, una declaración de intenciones que no ha sobrevivido al tiempo y que ya no está en el texto, quizá más limpio y despojado que entonces, pero igual de político y de cómico, igual de pertinente que en 2013. Porque Autorretrato sigue hablando de nosotras y de cómo hemos llegado hasta aquí en un relato fragmentado que alterna capítulos de la biografía personal del actor y otra biografía, la colectiva, la de un país en el que nos dijimos, como dicen que dijo Cantinflas, que “ayer estábamos bien, pero era mentira y hoy es mucho mejor porque estamos mal, pero es verdad”.

placeholder Alberto San Juan, en escena. (Cedida)
Alberto San Juan, en escena. (Cedida)

San Juan se divierte en escena y se le nota, y no siempre recuerda el texto pero eso importa más bien poco porque resuelve con inteligencia y alegría, echando mano de esa vis cómica suya tan extraordinaria y que aquí le sirve para establecer un vínculo de complicidad bestial con el público, desde el primer minuto, como si fuera un viejo amigo al que no ve hace tiempo. Hay pocos actores que sigan siendo, con el paso de los años, tan magnéticos como San Juan, que se pregunta si, a estas alturas, puede seguir incluyendo en el título de la obra la palabra ‘joven’ y se responde que sí, “porque lo he escrito yo” y porque que ese cabello blanco que hoy tiene ya era del mismo color hace diez años, cuando empezaron a teñírselo en el cine y en la televisión.

San Juan se divierte y se le nota, y no siempre recuerda el texto pero eso importa más bien poco

Apenas una mesa, una silla y unos cuantos libros como escenografía en este monólogo algo caótico que no ha envejecido, en el que no hay personajes y en el que San Juan dice convocar al público a una conversación, aunque solo hable él, que nace de la necesidad de entender cómo es el tiempo que vivimos, entonces y ahora. Y para ello, el actor se retrotrae al franquismo, a la Transición y a los primeros albores de la democracia en un relato que sitúa justo ahí el momento en que se empezó a construir “un futuro que, en alguna medida, nos alcanzaría en forma de presente”.

Tal como éramos y somos

Y San Juan nos hablará de su infancia en una familia de clase media desahogada, de su timidez de crío y del páramo sexual de su juventud, de los castings en los que le pedían ser más joven y más guapo y tener menos tripa para hacer un papel destinado, en principio, a Hugo Silva, y hablará de su padre, de su compañía Animalario, ya extinta, y de cómo vivió aquel 15 de mayo de 2011 en que la Puerta del Sol se llenó de carteles que decían “no nos representan”. Y nos contará también que Emilio Silva, fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, dice que la producción de ignorancia sobre nuestro pasado es una política de estado en España, y que a eso se suma la producción de miedo, y que ambos, miedo e ignorancia, son hijos también de aquel consenso que parió la Transición. Y el actor se/nos preguntará si aquel consenso fue diseñado por las élites a espaldas de la sociedad, en qué medida es posible hoy una democracia sin autogestión popular y si podemos reflexionar sobre “el nuevo ciclo político abierto hace más de una década y aún en disputa”.

“Esta es una obra sobre la Transición”, explica San Juan a este diario, “donde se produce una gran movilización popular, en un sentido democrático, que se encuentra con unos límites muy estrechos que, a la larga, contribuyen a que esa crisis mundial en España explote de una forma muy terrible, dejando al descubierto las debilidades, las enormes limitaciones y lo estrecho de la democracia en la que vivimos. Y esa situación no ha cambiado, ha ido a más”.

placeholder Fotografía de San Juan. (Cedida)
Fotografía de San Juan. (Cedida)

Sin embargo, aunque San Juan mantenga el punto de partida de la obra y, hasta la fecha, no haya introducido demasiados cambios en el texto, no descarta hacerlo próximamente para adaptarlo a una realidad política en la que ha entrado con fuerza la ultraderecha y el cuestionamiento de las instituciones: “Cuando lo que el discurso oficial llama democracia se percibe socialmente como algo que no sirve para atender las necesidades de la gente, se empieza a desconfiar de la democracia en sí. El discurso oficial es que vivimos en una democracia plena, desarrollada y sólida, y la gente, lógicamente, dice que eso no le interesa porque no puede tener una casa o un trabajo, y ahí vienen los problemas y el recurso a quienes, como Milei o Ayuso, encarnan la rabia que siente la gente, de ahí que el peligro de entender como auténtica lo que es una falsa democracia sea que esta se devalúe y aparezca la posibilidad del fascismo. Y todo eso quiero incorporarlo al texto”.

Autorretrato se estrenó un año antes de que Podemos se presentara el 17 de enero de 2014, precisamente en el Teatro del Barrio, y dos años después del 15M. Hoy, el actor sostiene que “ante la quiebra de 2010 surge esa potencia democrática del 15M, que se tuerce, entre otras razones, por la respuesta del poder contra todo lo que significó que se señalara como responsables de la desigualdad a los dueños del capital, a los bancos, al Ibex 35 y a los partidos corruptos y a su servicio”. Sin embargo, en los últimos años, “eso se ha dado la vuelta y se señala como culpables a los okupas, a los inmigrantes, incluso a los transexuales, y todo eso voy a incorporarlo próximamente a la obra”.

‘Autorretrato de un joven capitalista español’. Dirección, dramaturgia e interpretación: Alberto San Juan. Diseño de iluminación: Raúl Baena. Hasta el 21 de diciembre en el Teatro del Barrio.

Sale a escena vestido con un traje negro, camisa roja, un vaso en la mano y nos dice que hace justo diez años, también un 13 de diciembre, estaba estrenando en el mismo escenario esta obra que está empezando. Y suena la música y baila y se tira al suelo y, de pronto, deja de moverse y la música también se para, como si a ambos les hubiera dado un tirón muscular. Y nos dice, entre risas, que “lo malo es que entonces ya me sentía igual de mal que ahora”. Diez años después de su estreno, Alberto San Juan vuelve a llevar a escena aquel Autorretrato de un joven capitalista español con el que inauguró su programación el Teatro del Barrio, ese monólogo en el que el actor se contaba a sí mismo para contar la historia de España o al revés. Diez años después de aquello, ni San Juan, ni España, ni nosotros somos los mismos, pero lo cierto es que algunas cosas siguen estando en el mismo lugar.

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