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Paula Púa, la estrella emergente del humor español: "Algunos cómicos talluditos huelen a cerrado"
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Paula Púa, la estrella emergente del humor español: "Algunos cómicos talluditos huelen a cerrado"

Comedy Central acaba de seleccionarla como una de las diez cómicas de stand up más prometedoras

Foto: Paula Púa. (Mica Rolón)
Paula Púa. (Mica Rolón)

Se subió por primera vez a un escenario de stand-up hace tres años y ahora Comedy Central, la cadena que ha popularizado el arte del monólogo y que ha nutrido las televisiones generalistas de presentadores y guionistas (y, de paso, el cine español también) la ha seleccionado como uno de los diez talentos emergentes de su 'Stand Up 3000', una selección de nombres que comparten formato con nombres consagrados como Dani Mateo, J.J. Vaquero y Valeria Ros. Paula Cantó, alias Paula Púa, empezó en micrófonos abiertos de la noche madrileña y ahora lleva una sección en 'Los felices veinte', el programa presentado por Nacho Vigalondo y Aníbal Gómez (una mitad de Ojete calor), colabora en 'El Mundo Today', participa en 'Tarde lo que tarde' de RNE, en un podcast con Frank Blanco para Podimo y ha formado parte del grupo de guionistas de 'Todo es mentira', presentado por Risto y de 'La noche D', con Dani Rovira. La suerte del cómico: el pluriempleo.

Paula Púa entra en un momento en el que el exclusivo grupo de cómicos profesionales -los que podían vivir de ello- ha empezado a abrirse y en los que ya no hay un perfil único de hombre, blanco, CIS y de entre treinta y cuarenta años. Ahora sobre el escenario y frente a la cámara hay más mujeres que nunca, y perfiles mucho más diversos que los que solía haber antaño. "Yo soy muy fan de los cómicos CIS que ahora tienen 30 o 40 años, porque son con los que he crecido. Pero es verdad que, al final, si coges a cuatro tíos blancos, hombres, heterosexuales y de Madrid, la imagen que te van a dar de un tema, aunque sean muy brillantes, va a ser muy parecida. Si, por otro lado, empieza a hacer comedia una transexual, un senegalés, un gay, un anciano, la visión va a ser diferente. Cuantas más opciones haya, más competencia habrá y más te lo tienes que currar".

placeholder Una imagen de Paula Púa sobre el escenario.
Una imagen de Paula Púa sobre el escenario.

"Antes había muchas menos mujeres haciendo comedia, como Eva Hache o Ana Morgade. Yo las que veía en Paramount Comedy eran muy pocas. En comedia hay muchos tíos de muchos niveles (buenísimos, malísimos, pasables, mediocres), pero antes las cómicas eran todas buenísimas. Ahora se ha abierto el abanico y, al menos, ya hay cómicas mediocres, que también tienen y tenemos derecho para poder ensayar y mejorar nuestra comedia", explica. En el camino, muchos cursos de guion, mucho ensayo y error y algún que otro encontronazo. "Los hombres que dicen que las mujeres no somos graciosas son lo que no son graciosos. Es acojonante, como si estuviese en un cromosoma. Que alguien me lo explique biológicamente. En algún curso de comedia coincidí con algún cómico talludito que en sus buenos tiempos había grabado para Paramount y que ahora se quejaba de que sus chistes ya no funcionaban porque el público se ha llenado de feminazis. Igual deberían renovarse ellos que ya huelen a cerrado".

INT. REDACCIÓN. DÍA

Año 2019. Cantó trabajaba como redactora de Cultura de este periódico. Su último artículo, titulado 'Muertes e iglesias ardiendo: cuando la escena de metal noruego mutó en culto satánico', salió publicado un 29 de marzo. "Yo hice Periodismo, pero pensaba que era otra movida. Me gustaba escribir mucho, pero no información. Me flipa hacer radio, pero humor, no dar el parte de los muertos en Siria. Además, aunque el trabajo de cómico es superinestable, la calidad de vida que tengo ahora triplica la que tenía en periodismo. Y el sueldo también", admite. "Empecé en verano de 2018 con la Riot Comedy, en el Superlativo, que era un bar de Álvaro Velasco que ya no existe. Era un open como todos los que hay en Madrid, donde gente no profesional se sube y prueba texto. Después de la primera experiencia estuve planteándome si eso era lo que realmente quería hacer. Después de verano, habían vuelto los opens y estaba muy borracha y me volví a subir y me di cuenta de que era lo que siempre me había gustado. Yo, en esa época, todavía trabajaba en ‘El Confidencial’ y hacía stand-up en mis ratos libres. Pero entonces me llamó Pau Escribano, que era el coordinador de guionistas de ‘Todo es mentira’ [el programa de actualidad de Risto] y me propuso hacer una prueba de guion". Antes de irse por la puerta del periódico me dijo "Algún día me entrevistarás". Y yo le contesté: "Por encima de mi cadáver".

Ese primer trabajo previo como periodista le ayudó a conjugar la capacidad de detectar la noticia y el humor crítico. "En 'Todo es mentira' no hay una línea editorial más allá de darle a todo dios. Un día te llaman rojo y otro día te llaman facha. Como Risto está acostumbrado a recibir hostias por todas partes y encima le gusta, pues mejor". Tras el programaa de Risto llegó el de Dani Rovira, y después del actor le ha llegado su gran oportunidad de ponerse frente a la cámara en 'Los felices veinte'. "Buscaban sustitutos para Gakian y no sabían si coger a una sola persona o a varios colaboradores. Me hicieron una prueba grabada de una sección cuando fue Sobera y cuando fue Colubi y les gustó. Luego Nacho Vigalondo se iba a preproducir una película fuera de España [aunque pensábamos que se iba a Mask Singer] y pusieron a Aníbal y a mí a copresentar. Y ahora Nacho se vuelve a ir. Y este ha sido el momento en el que he podido empezar a hacer lo que realmente me gusta".

Si a Ignatius lo conocemos por el grito sordo, a Luis Piedrahíta por sus mohínes de empollón de la clase y Eva Hache por su ímpetu nervioso, para un cómico es capital encontrar su identidad sobre el escenario. Como el padre de Forges le dijo a su hijo "que se reconozca un dibujo tuyo a quince metros", el cómico no nace, se busca y se hace. "Al principio tenía muchas dudas y me rayaba mucho. No tenía un personaje y no sabía cómo contar las cosas. No sabía si tenía que ser más dura o más blandita; me veía montón de monólogos para fijarme, pero al final opté por sentirme cómoda y por hacerlo como a mí me saliese natural. Nunca he supeditado el texto a la actitud. Mi actitud puede ser más ‘cuqui’, más de reírme yo sola con mis chistes, pero no por eso he dejado de hacer humor negro, por ejemplo. Que una tía rubia, con faldita, te diga que la ha violado un payaso, pues te descoloca".

placeholder Paula Púa. (Mica Rolón)
Paula Púa. (Mica Rolón)

"Siempre he sido muy estudiosa, muy empollona, y estaba todo el rato pensando ‘premisa, remate, no sé qué’ y todas las técnicas que había", prosigue. "Yo hago muy poquito humor político, pero lo que mejor me sale es el humor superabsurdo: hablo de mimos, analizo los Reyes Magos, me meto con los terraplanistas… También me funciona muy bien el humor autocrítico, que es el que mejor ayuda a entrar. Hablo de que tengo depresión y ansiedad y eso me funciona".

Entre los cómicos contemporáneos, últimamente, han saltado a la luz varios escándalos, la mayoría relacionados con casos de abusos sexuales. Sin embargo, nombres como los de Louis C.K. siguen reivindicándose en el gremio. ¿Deberían cancelarse sus carreras o el público debería distinguir obra de autor? "Louis C.K. me flipa. Cuando saltó el escándalo me decepcioné y me sentí mal, pero cuando volví a verlo en el monólogo que hizo después del escándalo me siguió pareciendo uno de los mejores cómicos que hay. Lo que hizo estuvo mal y no es excusable, pero yo. Quizás, moralmente no me he elevado hasta el punto de separar la obra del artista. A lo mejor no soy tan buena persona. Lo mismo con Chris D’Elia, que protagonizó un escándalo de acoso a menores. Separar al autor de la obra es tan complicado…. He intentado hacerme una opinión formada de lo que es coherente y éticamente aceptable. Pero no la tengo".

Se subió por primera vez a un escenario de stand-up hace tres años y ahora Comedy Central, la cadena que ha popularizado el arte del monólogo y que ha nutrido las televisiones generalistas de presentadores y guionistas (y, de paso, el cine español también) la ha seleccionado como uno de los diez talentos emergentes de su 'Stand Up 3000', una selección de nombres que comparten formato con nombres consagrados como Dani Mateo, J.J. Vaquero y Valeria Ros. Paula Cantó, alias Paula Púa, empezó en micrófonos abiertos de la noche madrileña y ahora lleva una sección en 'Los felices veinte', el programa presentado por Nacho Vigalondo y Aníbal Gómez (una mitad de Ojete calor), colabora en 'El Mundo Today', participa en 'Tarde lo que tarde' de RNE, en un podcast con Frank Blanco para Podimo y ha formado parte del grupo de guionistas de 'Todo es mentira', presentado por Risto y de 'La noche D', con Dani Rovira. La suerte del cómico: el pluriempleo.

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