Hugo Silva, el actor español del momento: "Lo politizamos todo, debemos relajarnos"

Hugo Silva llega a los Platino arrastrado por la resaca del -de momento- difunto 'Ministerio del tiempo', la serie en la que el actor madrileño interpretaba al ex inspector de Policía Pacino y que en esta quinta edición de los premios del cine iberoamericano -cuya ceremonia de entrega se ha celebrado este domingo 29 en la Riviera Maya (México)- se ha alzado con el galardón a Mejor serie. A pesar del cierre de la ficción de Javier Olivares, Silva tiene la agenda completa: acaba de terminar el rodaje de '70 binladens', un 'thriller' dirigido por Koldo Serra en el que comparte protagonismo con Emma Suárez; se ha puesto en la piel de un maqui en 'Sordo', que prevé su estreno este 2018, y suena como protagonista del proyecto de serie de Warner para Mediaset 'Brigada Costa del Sol', una ficción sobre el narcotráfico en los años 70 en el litoral malagueño que le podría hacer sombra a la reputada 'Fariña'.

"¿Cómo sabes tú lo de 'Brigada Costa del Sol'?", se excusa Silva. "No te puedo confirmar nada, es que no te puedo hablar de esto hasta que esté todo cerrado". Después del éxito de 'Narcos', 'Fariña' ha demostrado que no hace falta irse a Medellín para hablar de corrupción política y fardos de coca. Y algo más al sur de la Galicia de Laureano Oubiña, en Málaga, la policía detuvo este diciembre al mayor traficante de cocaína del norte de África, que llevaba operando desde la ciudad andaluza desde los años 70. Porque la realidad española puede ser oro puro para la ficción televisiva. "Es que éste es un país limítrofe entre dos continentes, con un folclore tan raro, con una personalidad tan concreta que es caldo de cultivo para hacer un montón de historias de ‘thriller’", otorga Silva.

De lo que sí que puede hablar es de los proyectos cerrados, especialmente de su participación en 'Sordo', la adaptación al cine de la novela gráfica homónima obra de David Muñoz y Rayco Pulido. "'Sordo' es un ‘western’ ambientado en la Guerra Civil. Es la historia de unos maquis que vuelven al norte de España después de haber estado luchando en Francia y cuando termina la Segunda Guerra Mundial y vuelven a España para intentar traer la revolución y sacar al dictador, de repente se encuentran con una de las grandes traiciones de la historia, que es que los países aliados se olvidaron de ellos", desvela. "El personaje principal es un tipo que de repente se queda sordo en medio de la montaña de España, con un montón de gente que lo quiere matar, sin poderse fiar de nadie y sobreviviendo con esta nueva condición. Es una película que, lo que he visto hasta ahora, es brutal".

Tenemos una herencia energética y genética directa, ya no de la guerra, sino de la posguerra, del hambre, de la necesidad

Película española ambientada en la Guerra Civil. Caldo de cultivo para los 'y es que en el cine español sólo se hacen películas guerracivilistas'. "El porcentaje de películas que se hacen sobre la Guerra Civil es muy pequeño. En España se ha politizado todo y da rabia hasta mirar la Guerra Civil desde el cine, cuando la Guerra Civil para contar historias es maravillosa; todo el mundo empatiza con eso, porque de una manera o de otra nuestros familiares cercanos han estado implicados en ella", defiende. "Tenemos una herencia energética y genética directa, ya no de la guerra, sino de la posguerra, del hambre, de la necesidad. Mi propia abuela vive y pasó mucha hambre y todos tenemos familiares que lo sufrieron o cuyos padres lo sufrieron, ya sea guerra, posguerra o todas las brutalidades que se hicieron en la dictadura".

"La politización de todo es una de las cosas que a mí me dan mucha pena de nuestro país", prosigue. "Llega un momento, cuando entras en cualquier debate, que de repente se politiza, sea de lo que sea. Al final incluso hasta el fútbol, donde se cuestiona hasta si eres del Real Madrid o del Barcelona. No tenemos un sentido crítico, no podemos mirarnos a nosotros mismos y creo que al igual que pasa con la Guerra Civil pasa con la propia industria del cine. Necesitaríamos relajarnos ya y disfrutar de la ficción que hacemos, incluso si es en el marco de la Guerra Civil, al igual que en Estados Unidos se hacen películas sobre la Segunda Guerra Mundial".

Otro de los trabajos de Silva para este 2018 ha pasado por ponerse a las órdenes de Inés de León, quien por fin ha conseguido dar el salto al largometraje con '¿Qué te juegas?' después de una larga y muy prolífica trayectoria en el cortometraje y el videoclip. "La verdad es que estoy muy contento. Ha sido una sorpresa. Es un personaje muy especial. Yo nunca he hecho un personaje tan de composición como ese, aunque sea un papel pequeñito. Con Inés nunca había trabajado y, de repente, me ha dado un montón de alas".

Me atrevería a decir que en los equipos que veo últimamente con mucha alegría hay muchas más mujeres que antes

Resulta curioso que, con su currículum, De León haya tardado tanto tiempo en conseguir una oportunidad para pasarse al largo. Con la actualidad de las reivindicaciones para la igualdad de oportunidades de la mujer en el ámbito laboral, Silva hace un análisis del sector cinematográfico desde dentro. "Yo creo que es un problema general, no sólo de nuestra industria. Aunque es fantástico que, por fin, se haya despertado esta conciencia un poco. Tiene que haber una visibilidad de la descompensación total que hay tradicionalmente entre hombres y mujeres en el ámbito del trabajo. Pero me atrevería a decir que en los equipos que veo últimamente con mucha alegría hay muchas más mujeres que antes. Te sorprendería ver la cantidad de chicas que se dedican ahora a la asistencia de cámara y a la producción. Creo que ahora mismo empieza a estar compensado. No hay que bajar la guardia, hay que estar muy atentos, pero lo realmente fantástico sería que no hiciera falta hablar de esto".

Aprovechando el marco de los Premios Platino, Silva también hace un análisis de otro cambio que está -aparentemente- sufriendo la industria del cine español: el aperturismo, por fin, a las cinematografías de Latinoamérica, donde hay un público potencial de 600 millones de espectadores a los que históricamente se les ha dado la espalda. "Yo ya he hecho dos películas en Argentina y estuve un año en Colombia trabajando. Yo no soy productor pero creo que lo que se está haciendo ahora es un estudio de mercado a nivel mundial y sobre todo con Latinoamérica. Ahora mismo hay una comunicación forzada gracias a las plataformas digitales, sobre todo porque hay un mercado salvaje, uno de los mercados más grandes del mundo. ¡Y no se está explotando!".