Claves para promover la escucha activa y captar la atención de tus hijos

La comunicación sirve para establecer contacto con las personas de nuestro entorno, para dar o recibir información, para expresar o comprender lo que pensamos y para transmitir nuestros sentimientos, creencias y deseos. Muchas veces ese diálogo se guía por la información que transmitimos y lo que comprendemos del otro con el fin de unirnos o vincularnos a través del afecto y de la empatía.

Por eso, si es importante el diálogo en las relaciones interpersonales, aún lo es más la comunicación dentro del entorno familiar, en especial, entre padres e hijos. Comprender lo que tus hijos sienten, creen o necesitan es fundamental para que la comunicación sea efectiva y fluida.

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Seguramente te ha pasado a menudo que hablas con tus hijos y te da la sensación de estar hablando a una pared, ya sea porque están atentos a otras cosas o porque simplemente no te escuchan. Y por ello te habrás preguntado en más de una ocasión cómo hablar a tus hijos para que te escuchen de verdad.

Claves para propiciar la escucha activa

Con la ayuda de Laura Ruiz Mitjana, psicóloga infantojuvenil que colabora en el blog Bebés y más, vamos a ir desgranando las claves para alentar una escucha activa y que tus hijos te presten la atención necesaria para que exista una relación sana y clara mediante la aplicación de sencillos pasos.

Uno de esos primeros pasos es llamarles directamente por su nombre cuando tienes algo importante que decirle o comunicarle. Parece algo fácil, pero muchas llamarles por sus diminutivos o apodos afectivos hacen que no se sientan atraídos ante tu llamada de atención.

Otra clave fundamental es buscar el momento adecuado para hablar con ellos, es decir, que te asegures de que estén disponibles y te atiendan mientras les hablas, que no estén ausentes o pendientes de hacer algo.

Paciencia y lenguaje positivo

Asimismo, es muy importante ponerte a la altura de tus hijos cuando hablas con ellos, ya que el contacto visual facilita la comunicación y, al mismo tiempo te sentirán más cercano. También es relevante que adaptes tu lenguaje a sus edades, escogiendo las palabras para que puedan entenderte. Si son muy pequeños, cuanto más corto y conciso sea el mensaje, mejor captará lo que quieres expresar, ya que si te escucha pero no te entiende, la conversación no habrá servido para nada.

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Pero no solo se trata de que hables tú, para eso estás entablando un diálogo. Por eso, y para afianzar los puntos anteriores, debes practicar la escucha activa, que implica escuchar al otro, entendiendo sus palabras, sus gestos, en definitiva, prestando atención a su discurso.

Tener paciencia para adaptarte a sus ritmos es preciso para entablar la rutina de comunicaros, pero, como todo, hay que trabajarlo día a día. Otro clave de vital importancia es utilizar un lenguaje positivo que refuerce su conducta y no entablar una relación basada en el “no”, así potenciarás su autoestima y su seguridad. Obviamente, los gritos están fuera de lugar. Les asustan y les alejan de ti, además, corres el riesgo de que imiten tu conducta y eso no es lo que buscas.

Utiliza un lenguaje positivo que refuerce su conducta y usa gestos que capten su atención

Cuando consigas que tus hijos respondan a tus peticiones, siempre agradecerán un refuerzo positivo, ya sea en forma de elogio, muestra de afecto o salir al parque a jugar. Los gestos son muy importantes porque enriquecen tu mensaje y lo hacen más atractivo para captar su atención.

Por último, el lenguaje que utilices debe ser respetuoso y con una entonación tranquila y esto afecta tanto al mensaje que transmites como al tono, gestos, distancia o postura. Seguro que con un poco de tiempo, paciencia y aplicando todos estos consejos logras captar la atención de tus hijos más fácilmente.