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Por qué los nombres afectan a la personalidad
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la importancia de llamarse X

Por qué los nombres afectan a la personalidad

Es mucho más que una manera de identificarnos, dice mucho sobre nuestros padres, el tiempo que vivimos y puede moldear incluso nuestro futuro

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Un truco. Observe atentamente esta imagen y trate de descubrir cuál de estas dos figuras se llama Takete y cuál Baluba.

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Takete es la naranja y Baluba la violeta, ¿verdad? ¡Enhorabuena! No era difícil. Este efecto, también conocido como bouba/kiki, se estudió en 1929 en las islas Canarias y demostró que los nombres no se eligen de manera aleatoria. De hecho, cada uno de nosotros está marcado por su nombre, pues en general nos acompañan siempre y forman parte de nosotros tanto como nuestras manos o nuestros ojos.

El nombre ha estado con nosotros desde tiempos prehistóricos, mucho antes que el apellido, pues es la forma útil de identificarnos. Sorprendentemente, para tener tanta importancia en el devenir de nuestra vida, son pocas personas las que lo eligen. No solo habla de nuestros padres, también del momento histórico (recordemos cuando hubo un 'boom' de niñas llamadas Daenerys, Arya o Khaleesi a cuento de 'Juego de Tronos') y marcan nuestra personalidad.

Las personas a las que no les gustaba su propio nombre tendían a tener mayor falta de confianza en sí mismos, así como una autoestima más baja que aquellos a los que sí les gustaba

¿Le gusta su nombre? Es una pregunta más importante de lo que podría parecer. Un estudio en la década de los 2000, dirigido por el psicólogo estadounidense Jean Twenge descubrió que a las personas que no les gustaba su propio nombre tendían a tener mayor falta de confianza en sí mismos, así como una autoestima más baja que aquellos a los que sí les gustaba. "El nombre se convierte en un símbolo del yo", escribió el propio Twenge, señalando que podía ser que la falta de confianza llevara a que no les gustara su propio nombre o que justo al revés, el hecho de que no les gustase contribuyese a esa falta de autoestima.

Informa 'BBC' de otro estudio alemán publicado en 2011 el cual demostró que nuestro nombre puede afectar en la forma en que se nos trata. Descubrieron que las personas con nombres considerados como pasados de moda tenían más probabilidades de ser rechazadas, al contrario que aquellas con nombres más modernos.

Las personas con nombres considerados como pasados de moda tenían más probabilidades de ser rechazadas en sitios de citas, al contrario que aquellas con nombres más modernos

En relación con esto, otro trabajo reciente hecho en el Instituto de Psicología de Beijing cotejó los nombres de cientos de miles de personas que habían sido condenadas por delitos. Descubrieron, sorprendentemente, que las personas con nombres considerados menos populares o con connotaciones más negativas tenían más probabilidades de estar involucradas en crímenes. Y no solo eso, también descubrieron que aquellos con nombres más raros tenían más probabilidades de acabar cursando carreras más inusuales (como cine).

Más creativos

Y es que tener un nombre inusual puede moldearnos para ser más creativos o tener una mente más abierta. Al menos eso indica una cuarta investigación de la Universidad Estatal de Arizona: verificaron los nombres de los directores ejecutivos de más de mil empresas y descubrieron que, cuanto más raros eran, más distintivas eran las estrategias comerciales que tendían a seguir, especialmente si también tenían más confianza. "Los directores ejecutivos con un nombre poco común tienden a desarrollar una autoconcepción de intentar ser diferentes, lo que los motiva a seguir estrategias no convencionales", señalaron desde el estudio.

En definitiva, el nombre es algo más importante de lo que podíamos pensar a simple vista y no solo puede cambiar la percepción que los demás tienen de nosotros sino también la nuestra propia. De ahí aquello de la importancia de llamarse Ernesto. O cualquier otro nombre, para no desmerecer.

Un truco. Observe atentamente esta imagen y trate de descubrir cuál de estas dos figuras se llama Takete y cuál Baluba.

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