Hay vida más allá del Apple Watch: es un buen momento para comprar un reloj para tu móvil

Miren a su alrededor, estén donde estén leyendo este artículo. En la oficina, en el metro, en el autobús o en el gimnasio. Seguro que no tardarán en ver un Apple Watch, ese accesorio que los de Cupertino crearon como pareja de baile para el iPhone, una idea que han adoptado gran parte de sus usuarios. Que sean los que más se dejan ver o que los californianos sean los que más negocio hacen gracias a esto no significa, ni mucho menos, que sean los únicos que andan metidos en la pomada.

Hay que señalar una cosa: durante mucho tiempo Google, máximo responsable de Android, descuidó el tema de los relojes inteligentes. No tuvo una alternativa solvente durante mucho tiempo. Las que había lo eran por el trabajo individual de fabricantes como Samsung o Huawei, que utilizaban sus propias plataformas. Wear OS, que es como se llama la solución del buscador para dar vida a todos estos aparatos, ha sido tradicionalmente un quiero y no puedo, una cosa bastante poco atractiva.

Era difícil creer que un reloj con este sistema fuese a cubrir las necesidades de absolutamente cualquier persona que buscase una experiencia que se pareciese a la de un Apple Watch pero con un móvil Android. No se puede hablar de dejación de funciones (ojo que Google tiene cierta fama de cortar por lo sano con proyectos que le dejan de interesar o no le funcionan tan bien como esperaban), pero lo cierto es que, viendo el resultado, mucho no se esforzaron.

Pero algo parece haber cambiado en Mountain View, que en los tiempos recientes han puesto mucho más mimo en este mercado. Primero llegó la compra de Fitbit. Poco después, llegó la fusión de Wear OS y Tizen, el sistema operativo que utilizaba Samsung para crear sus dispositivos. Luego, algo más tarde, llegó el primer reloj de la compañía, el Pixel Watch. La cuestión, más allá de estos hechos puntuales, es que los relojes con Android han mejorado mucho.

Aprovechando la llegada a España del Pixel Watch 2 (el primero no se comercializó en nuestro país) y su análisis, hemos decidido recopilar los mejores relojes Wear OS, por si estás pensando en cazar alguno en el Black Friday o regalar alguno por Navidades.

La selección la hemos realizado teniendo en cuenta el diseño y el estilo del reloj, el rendimiento, la autonomía, la medición de actividades, la aplicación así como los añadidos que hace el fabricante. Ofreceremos, como es habitual en ¿Me lo Compro?, el mejor precio al que hemos encontrado el dispositivo en cuestión y en cada uno pondremos una alternativa más barata, por si lo que ves, te gusta, pero el presupuesto no te da. Que nadie se quede con los dientes largos.

Galaxy Watch 6

Samsung ha sido, sin lugar a dudas, la empresa que más ha dado la lata para conseguir emular el éxito del Apple Watch. No lo ha conseguido, pero ese esfuerzo, que incluso llegó a ser un poco travesía por el desierto. Pero esa insistencia se nota. Los Galaxy Watch son probablemente a día de hoy los relojes que mejor experiencia te van a ofrecer si tienes un Android. Hasta hace poco utilizaban su propia solución, Tizen; pero en los últimos tiempos han optado por Wear OS.

Su sexta generación fue presentada el pasado verano y cuenta con dos versiones: la estándar y la clásica. Esta última, además de tener una caja ligeramente más grande (47/43 mm), está hecha de acero y tiene en la parte superior el bisel giratorio que nos permite navegar por los menús del reloj. Pero en términos de autonomía, rendimiento o pantalla todo es igual. Así que, particularmente, me inclino a pensar que merece la pena pagar por el modelo superior los 100 euros de diferencia que existen.

¿Qué nos gusta?

La pantalla OLED de 1,3 o 1,5 pulgadas, dependiendo del tamaño que escojamos, se ve fantástica en todas las situaciones y responde muy bien, incluso cuando tienes las manos sudadas. Es cierto que si no tienes un teléfono Samsung, vas a tener que instalar varias cosas durante la configuración y eso demora un poco, pero la experiencia es muy fluida (el rendimiento mejora sobre su predecesor y mucho) y el software, aunque tiene capa de personalización, funciona a las mil maravillas. Difícilmente no encuentres el entrenamiento que quieras monitorizar.

Tanto la detección automática de ejercicio, así como el GPS, funciona de manera bastante fina. Y a las clásicas funciones de salud (oxígeno en sangre, seguimiento del ciclo menstrual, ECG, monitorización del sueño y ronquidos, ritmo cardiaco, detección de caídas...) incluye también análisis de composición corporal. Hay que recordar que no son dispositivos médicos, pero son referencias que nos pueden venir bien para nuestra preparación física o simplemente cuidar un poco más de nuestra salud. El diseño creo que es lo suficientemente original sin ser estrafalario y puede pegar con varios estilos. Sobre la autonomía, con un uso normal tendrás que cargarlo cada día y medio aproximadamente. Si prescindes de ciertas cosas (pantalla siempre encendida, brillo automático o entrenamientos con GPS), puedes estirar su batería hasta algo más de tres días.

¿Qué no nos gusta?

No me ha gustado en exceso el nuevo sistema de correas. Aunque tiene cambios y supuestamente es más sencillo de utilizar, no es fácil de manejar. La buena noticia es que se pueden utilizar correas de 20 mm que tengas a mano o de terceros. La medición en vivo de vez en cuando muestra alguna desconexión o medición errática, pero no han sido problemas frecuentes. La carga no es excesivamente rápida y está bastante por detrás de otras alternativas. Si no tienes un teléfono Samsung, es más complicada la configuración y te quedas sin alguna función exclusiva.

¿Alternativa?

El Galaxy Watch 6 ya se puede encontrar por poco más de 220 euros. Es difícil encontrar un reloj con mejor calidad-precio que funcione con la última generación de Android Wear OS. Por eso, en este caso concreto, la alternativa no es más barata, sino más completa. Si buscas algo con más enjundia (más RAM, más batería y más tamaño), mi recomendación es que retrocedas una generación y apuestes por el Galaxy Watch 5 Pro. Eso sí, tendrás que dejarte 350 euros.

TicWatch Pro 5 Mobvoi

Saltamos de una marca bien conocida por los usuarios a una bastante menos conocida: Mobvoi. Se trata de una marca de accesorios que ha ido ganando peso en la sombra y que de vez en cuando ha dado que hablar por cosas como auriculares. En esta ocasión lo hace por uno de sus relojes inteligentes, el TicWatch Pro 5, que tuve la ocasión de probar durante varias semanas.

Un detalle, a diferencia del Galaxy Watch 6, aquí no tenemos Wear OS 4, sino la versión anterior. Es un detalle menor que no desluce en absoluto una propuesta muy interesante si buscas una gran medición deportiva y una gran autonomía. Además, este reloj que ronda los 300 euros viene con sorpresa: un sistema de doble pantalla.

¿Qué nos gusta?

El TicWatch Pro 5 de Mobvoi es un aparato que, con un uso normal, te va a dar cuatro días de autonomía. Tiene un modo de bajo consumo, llamado Esencial, que puede darte varias semanas (45 días asegura la compañía) para consultar la hora y los pasos. Esto es gracias a ese sistema de doble pantalla que comentábamos anteriormente. Este dispositivo combina un panel AMOLED con uno LCD, que se activa bien cuando se agota la autonomía o bien cuando lo activa el usuario para alargar la batería.

Este reloj tiene un tamaño de 1,43 pulgadas, cuenta con un aspecto más clásico que otras opciones de este artículo, la caja es de una aleación de aluminio elegante y cuenta con una corona digital similar a la del Galaxy Watch 6 Classic. Además, es compatible con otras correas de 24MM. El rendimiento, gracias al último chip de Qualcomm para smartwatches, está fuera de toda duda. Ofrece una amplia selección de deportes y una medición de variables vitales (no tiene posibilidad de hacer ECG) bastante completa. Si quieres responder alguna llamada, tanto el micro como los altavoces son suficientes para mantener una llamada en condiciones si no tienes el móvil a mano.

¿Qué no nos gusta?

Una de las mayores pegas que me he encontrado con este TicWatch 5 Pro es que el diseño solo viene en un único tamaño que puede resultar algo tosco en muñecas pequeñas. Los que sean usuarios habituales de Assistant no van a encontrar aquí una buena noticia, ya que no cuenta con esta herramienta. El software es algo lioso y cuenta con demasiadas apps preinstaladas. Tanto la app de Mobvoi como gran parte de las esferas del reloj (las más bonitas son de pago) necesitan una capa de chapa y pintura.

¿Alternativa?

No es fácil encontrar una alternativa que ofrezca exactamente lo mismo que el TicWatch 5 Pro pero si te gusta su estética te diría que echases un vistazo al Xiaomi Watch 2 Pro. Fuera de Wear OS (no es el objeto de este artículo) hay otras opciones interesantes como el Amazfit GTR3 Pro, que además es sensiblemente más barato.

Pixel Watch 2

Cualquiera de los relojes que aparecen en este artículo me ha gustado mucho y he disfrutado con ellos, pero si me tuviese que decantar por alguno, sería por el Galaxy Watch 6 o por este Pixel Watch 2. En el caso del reloj de Google, el primero que lanza en España, la razón que más pesa en mi decisión sería su diseño. Cuenta con un aspecto único pero a la vez minimalista y que encaja en múltiples estilos.

Aunque ha sido esta segunda hornada la que se ha puesto a la venta en nuestro país, fui usuario de la primera generación, que adquirí en un viaje a Estados Unidos. Y puedo decir de primera mano que ha sido lo mejor que podía pasar, ya que el salto en cosas como el rendimiento o los sensores de medición ha sido brutal. Dicho esto, es un reloj que igual no satisface a todo el mundo, así que es interesante valorar tus necesidades.

¿Qué nos gusta?

El diseño, como adelantábamos, es muy bonito. Solo viene en un único tamaño pero, al revés de lo que hacen otros, apuesta por el tamaño pequeño. Cuenta con una pantalla de 1,2 pulgadas curvada en los laterales que le da esa identidad única. Además es un reloj comodísimo de llevar todo el día. A pesar de no ser el más brillante del mercado, el panel AMOLED ofrece una calidad alta en exteriores como en interiores y el rendimiento del dispositivo es súper fluido. El software se siente muy intuitivo y las notificaciones o llamadas se gestionan bastante bien. Los sensores se han mejorado muchísimo y, probablemente, sea el mejor reloj para medir entrenamientos sin irte a un equipo de alta gama al estilo Polar, Garmin o Apple Watch Ultra. En mis sesiones de crossfit es el que mejor ha registrado la intensidad y el que me ha dado mediciones más constantes.

Nuevamente, vas a gozar de un amplísimo abanico de opciones para monitorizar entrenamientos y funciones de salud, como el registro del sueño, el nivel de oxígeno en sangre, los intervalos cardiacos, la posibilidad de hacerte un ECG o el sensor que detecta cambios en la piel. La autonomía, con un uso normal y un entrenamiento diario, me ha durado 24 horas. Una marca que podría ser mejor, pero es bastante razonable.

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¿Qué no nos gusta?

Para empezar, el precio que es de 399 euros. Es cierto que está por debajo de los Series 9 de Apple, pero aun así me parece elevado si se quiere hacer un hueco entre los usuarios de Android. Si hacemos entrenamientos con GPS a menudo, es cierto que tendremos que activar el ahorro de batería o renunciar a la pantalla siempre encendida. Los marcos de la pantalla son más gruesos que en otros modelos, eso tienen que arreglarlo cuanto antes. Las pulseras, nuevamente, apuestan por un estándar propietario que además no siempre es cómodo de manejar. Aunque la integración con Fitbit le ha sentado bien, aquí veo dos pegas principalmente.

La primera, necesitas utilizar dos apps diferentes (la del Pixel Watch y la de Fitbit). La segunda, que pasados seis meses, hay que pagar la suscripción para tener acceso a los datos más completos. Es incomprensible que Google haga esto, algo heredado del antiguo funcionamiento de la empresa. La pantalla, aunque bonita, sigue pareciendo frágil. La compañía asegura que ha mejorado mucho su durabilidad. De momento hay que darles la razón porque el año pasado hice una marca en la pantalla sin prácticamente hacer nada y este año se ha llevado varios golpes y no muestra todavía ningún daño. Para personas a las que les guste un reloj grande, el Pixel Watch 2 se les va a quedar pequeño.

¿Alternativa?

Obviamente, no te recomiendo que compres la primera generación, a la venta a través de algunos importadores. Si no te importan tanto las funciones de reloj inteligente y a ti lo que te interesa es la batería o la medición deportiva, recomendaría echar un vistazo a un Versa 4, un reloj de Fitbit que ahora está por debajo de los 200 euros. Hablamos de cuatro días o cinco días sin necesidad de enchufarlo si no exprimes el GPS. Si quieres un smartwatch al uso, la experiencia más parecida que vas a encontrar es la del Watch 6.

Xiaomi Watch 2 Pro

Algo está cambiado en Xiaomi. La compañía ya no quiere vivir únicamente de dispositivos low cost. No lo quiere hacer porque estos aparatos dejan bastante poco margen de beneficio. Prueba de este giro en la filosofía de la compañía, en los últimos meses hemos visto el Xiaomi 13 Ultra o el Xiaomi 13T Pro, teléfonos que vienen con la hoja de especificaciones cargada para competir de los 800 hasta los 1500 euros.

El reloj que analizamos en estas líneas es el enésimo ejemplo de esta estrategia. Particularmente, los smartwatches de la compañía no me habían llamado mucho la atención, entre otras cosas, porque siempre tenía la sensación de que les faltaba algo. Sin embargo, este producto ha dado un paso adelante y ha conseguido algo que puede competir con propuestas como las de Mobvoi o Samsung que incluimos en el artículo.

¿Qué nos gusta?

El Xiaomi Watch 2 Pro es nuevamente un reloj pensado para los que les gustan grandes. Cuenta con una pantalla AMOLED de 1,43 pulgadas (bastante brillante y sin bordes) y el diseño ayuda a transmitir esa sensación de reloj potente y vistoso. Su caja está rematada con acero inoxidable, que es un material resistente que siempre luce muy bien, y se pueden utilizar otras correas, ya que el enganche no es un mecanismo exclusivo. Una de las cosas que me ha llamado la atención ha sido su rendimiento y fluidez. Vamos, no tiene nada que enviar a los pesos pesados de la categoría, ya que monta el chip más avanzado que ofrece Qualcomm para este tipo de dispositivos. La batería también ha sido una grata sorpresa, ya que incluso he logrado completar dos días de uso normal lejos del enchufe.

Además, tiene una de las cargas más rápidas del mercado: en unos 40 minutos pasa de cero a cien. Ofrece 150 modos de seguimiento y maneja mediciones bastante estables durante los entrenamientos de ritmo cardiaco. También cuenta con medición del sueño, de la temperatura y el ciclo menstrual, así como del oxígeno en sangre o la medición de la composición corporal. Tiene GPS incluido y funciona de forma bastante correcta. Eso sí, insisto, si quieres un registro más exacto porque eres un atleta semiprofesional o profesional, obviamente tienes que irte a opciones más completas.

¿Qué no nos gusta?

Este reloj juega a que no te falte nada en el día a día. Pero eso no significa que lo tenga todo. No tiene ni la posibilidad de hacer electrocardiogramas ni tampoco la posibilidad de detectar caídas, algo imprescindible si estás pensando en regalárselo a un pariente mayor estas Navidades. Aunque la pieza central está bien trabajada, las correas no me transmiten especial cuidado ni elegancia y no hay que olvidar que nos piden casi 270 euros por ello en el mejor de los casos. Aunque ofrece 5 atmósferas de presión, no incluye certificación alguna de resistencia contra el polvo. Aunque utiliza Wear OS 3.5 la aplicación (Mi Fitness) necesitaría un repasito para hacerla más intuitiva y atractiva visualmente.

¿Alternativa?

Particularmente te recomendaría irte al Galaxy Watch 6, que se mueve en un rango de precios similar. Sin embargo, si el diseño no te convence, tienes la opción de optar por el TicWatch Pro 5 o si no esperarte un poco porque los productos de Xiaomi suelen ser carne de descuentos.

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