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Esta marca lo reventó con móviles baratos. Ahora ha hecho esta brutalidad (aunque tiene un pero)
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Esta marca lo reventó con móviles baratos. Ahora ha hecho esta brutalidad (aunque tiene un pero)

Xiaomi, la marca que tanto dio que hablar por sus precios bajos, ahora lo hace por sus precios altos. El Xiaomi 13 Ultra es una demostración de fuerza que tiene un coste que hace difícil recomendarlo a este precio

Foto: Foto: EC.
Foto: EC.

Xiaomi llegó oficialmente a España hace cinco años y empezó desde una posición privilegiada, atípica para un recién llegado. Cuando puso un pie en el mercado nacional, ya era la cuarta compañía que más móviles vendía, gracias al boca a boca y a un enjambre de importadores que los traía desde China. A partir de ese momento, no dejó de escalar en los rankings de ventas hasta el punto de competir por el primer puesto en ventas, al menos en nuestro país, con Samsung. El combustible que impulsó este ascenso es bien conocido: inundó el mercado con terminales asequibles que ofrecían especificaciones muy llamativas a un precio más bajo que muchos de sus competidores.

Sin embargo, en este 2023 están cambiando muchas cosas en ese universo de dispositivos económicos que ha vendido la marca china. La compañía, que tanto dio que hablar por sus precios bajos, ahora lo está haciendo por sus precios altos. En el Mobile presentó el Xiaomi 13, que llegaba con un precio de salida de 999 euros, y el Xiaomi 13 Pro, por el cual pedían, en su configuración más básica, 1.399 euros. Ahora, han culminado esta escalada de precios con el lanzamiento del Xiaomi 13 Ultra, que añade 100 euros más a la factura, llegando a un total de 1.500 euros.

Hay varias cosas que señalar. En primer lugar, Xiaomi sigue teniendo móviles baratos que constituyen la mayoría de las unidades vendidas. En segundo lugar, siempre han tenido móviles que podrían considerarse de gama alta, como la serie Mi Mix. La cuestión es que nunca habían sido tan caros. El Mi Mix 3, el buque insignia en 2019, se estrenó por 599 euros.

Hemos pasado varias semanas con este terminal, que es una auténtica maravilla. Xiaomi ha hecho un gran trabajo con el 13 Ultra, tanto en el precio como en las especificaciones que presenta. Entra directamente en la lista de los mejores teléfonos Android que se pueden comprar en la actualidad. Compite directamente con un teléfono de alta gama como el Galaxy S23 Ultra. Pero que sea uno de los mejores que se puede comprar no significa necesariamente que eso vaya a ocurrir. Es más que probable que, al ver el precio del terminal que estamos analizando, muchos hayan pensado: "Por ese precio, me compro un iPhone". Un buen iPhone, añadiría, que te permitiría adquirir el modelo Pro de 256GB. Lo extraño es que alguien que esté dispuesto a gastar tanto dinero en un teléfono no lo piense.

El segmento más alto de Android es un mercado complicado y apenas Samsung consigue hacerse un poco de espacio entre tanta competencia de Apple. Es inevitable preguntarse por qué Xiaomi ha decidido entrar en este terreno. Es cierto que los móviles de alta gama ofrecen márgenes de beneficio mayores, pero seguramente mejorar sus buques insignia y aumentar los precios también tenga un efecto en el resto del catálogo, haciendo que esos terminales que antes se vendían por 350 euros o 400 euros ahora se vendan por 450 euros o más, y no suenen tan exagerados.

placeholder Foto: M. Mc.
Foto: M. Mc.

El Xiaomi 13 Ultra es una demostración de fuerza en todos los sentidos. Desde el diseño hasta la cámara, pasando por la batería, la pantalla o las tripas del teléfono. Quizá su mayor pero sea el software. No porque sea Android y no iOS (rompamos esos marcos mentales), sino porque MIUI, la capa de personalización con la que recubre el sistema operativo, me sigue pareciendo que está varios pasos por detrás del hardware.

Es uno de esos móviles que llama la atención desde el primer momento gracias a su aspecto. Cuenta con un enorme módulo de cámara (algo cada vez más habitual) enmarcado con un borde dorado. La parte trasera es de piel sintética y es francamente agradable al tacto. Aunque está disponible tanto en negro como en blanco, la marca china se la ha jugado con un color verde que le sienta francamente bien. El material escogido facilita el agarre, por lo que muchos no dudarán en llevar el teléfono al aire. Para aquellos que quieran un extra de protección, en la caja viene incluida una funda negra de acabado rugoso, bastante mejor que las que suelen incluir algunos fabricantes.

El Xiaomi 13 Ultra es un móvil grande, presidido por una pantalla de 6,73 pulgadas ligeramente curvada en los laterales. El cristal es Gorilla Glass Victus, uno de los materiales más resistentes que se pueden incluir en un teléfono. Los marcos son de aluminio. Ofrece protección contra polvo y agua IP68, puerto USB tipo C y no contamos con la posibilidad de ampliar la memoria. La biometría depende de un sensor de un lector de huellas que responde muy bien, a la altura de lo esperado en un móvil de este tipo. Cuenta con altavoces estéreo, con un sonido más que potable para tratarse de un smartphone.

Si hay un elemento, junto a la cámara, donde destaca este modelo es en la pantalla. Un sí rotundo a Xiaomi en este punto. Se trata de un panel AMOLED LTPO que cumple en todos los aspectos. Cuenta con una resolución de 3200 x 1440 píxeles y una frecuencia de actualización que puede oscilar entre un mínimo de 1Hz hasta los 120Hz. El brillo que es capaz de alcanzar va a hacer que nunca, ni en entornos súper iluminados o con luz directa sobre la pantalla, sientas que necesitas un impulso extra. Aunque puede alcanzar hasta 2.600 nits como máximo, cabe destacar que lo más habitual es que entregue un nivel que ronda los 1.300. La calibración del color, el brillo automático, el tiempo de respuesta... Es una de las mejores pantallas que vas a encontrar en un móvil a día de hoy.

Bajo el capó también tenemos una selección de componentes de primer nivel. A los mandos del Xiaomi 13 Ultra está el Snapdragon 8 Gen 2, el mejor caballo que a día de hoy tiene Qualcomm en su catálogo. Viene acompañado de 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento interno, de tipo UFS 4.0, lo que garantiza la mayor velocidad de lectura y escritura. No hay ni un pero ni una sola tarea que le haya pedido (juegos, apps, streaming, largas sesiones de fotografía y vídeo…) que no haya podido ejecutar sin despeinarse. El tanque de gasolina para mover este terminal es de 5.000 mAh. Particularmente me ha sorprendido mucho y para bien. Configurando el panel al máximo de revoluciones (2K y tasa de refresco a 120 Hz) me ha dado entre seis y siete horas de pantalla. ¿En qué se ha traducido? Pues que en los días que más he exigido al teléfono llegaba con aproximadamente un 10 % al final de la jornada. Cuando he hecho un uso normal, me ha sobrado más de un 30 %.

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Foto: M. Mc.

La carga rápida (de 90 W) tampoco decepciona. En unos 17 minutos he conseguido cargar la mitad de la batería. La carga completa, por cable, lleva media hora. Es cierto que, de cara a preservar la salud de esta pieza y la autonomía del teléfono en el futuro (nadie se va a gastar 1.500 euros pensando en tenerlo dos años), conviene no abusar de esta función, pero es un salvavidas cuando se te ha olvidado cargarlo o has tenido un día muy largo en la oficina.

La carga inalámbrica alcanza hasta 50 W, pero para disfrutarla tendrás que comprar un cargador oficial de la compañía. El cargador normal, el del cable, viene en la caja. Algo cada vez menos típico en la gama alta. La carga inversa, esa que nos permite compartir batería del Xiaomi 13 Ultra, alcanza los 10 W de potencia, lo que puede ser útil para cargar unos auriculares que tengan carga inalámbrica.

Hasta aquí, hemos repasado algunos de los principales argumentos de Xiaomi para ser uno de los teléfonos del año. Sin embargo, su gran razón, su gran fortaleza, es una cámara bestia que destaca en muchos aspectos, desde la fotografía cuando escasea la luz, pero también cuando se quiere exprimir el zoom. Una cámara que ha sido construida en conjunto con Leica, que aporta, entre otras cosas, dos modos para procesar las imágenes en función de si queremos un color más natural (mi favorito) o un color más vibrante. El elemento central es el IMX989, ese sensor que ya hemos visto en el Xiaomi 13 Pro o en el Vivo X90 Pro, que se caracteriza por ofrecer 50 megapíxeles de resolución y un tamaño de una pulgada.

placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.

La diferencia es que ahora la apertura es variable, permitiendo optar por un disparo algo más pausado de f/4.0 o uno más veloz de f/1.9, lo que da mucha versatilidad. A este sensor le acompaña un gran angular también de 50 megapíxeles (y una apertura de f/1.8). Por último, tenemos dos teleobjetivos, también de 50 MP de resolución, pero que ofrecen distintas posibilidades: el primero, con una distancia focal de 72 mm, ofrece 3,2 aumentos ópticos. El segundo, con 120 mm, consigue 5. A lo largo de estos párrafos tenéis varios ejemplos de cómo funciona la cámara.

placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.

Destacaría, más allá de los buenos resultados generales, la coherencia cromática entre los diferentes sensores, sin que se perciban grandes diferencias al usar un sensor u otro. En lo que se refiere al vídeo, las cámaras traseras ofrecen 8K a 24 fps y 4K hasta 60 fps.

placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra. (Foto: M. McLoughlin)
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra. (Foto: M. McLoughlin)
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra. (Foto: M. McLoughlin)
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra. (Foto: M. McLoughlin)

En la parte delantera, contamos con un sensor de 32 megapíxeles, que ofrece vídeo en 1080p. Uno podría pensar que una cámara así es ideal para creadores de contenido. Efectivamente, para quienes necesiten llevar una herramienta poderosísima de fotografía en el bolsillo puede ser una opción a tener en cuenta. Eso sí, tiene algunos peros. El mayor se presenta con algunas redes sociales como Instagram.

placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
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Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
placeholder Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.
Disparo con el Xiaomi 13 Ultra.

Es de sobra conocido que estas apps están mejor optimizadas en iOS y que, cuando se usan en Android, muchas veces ofrecen una peor compresión y un resultado final algo peor. Por ejemplo, si utilizas mucho la cámara selfi (influencers o community managers), tienes que tener en cuenta que solo te permitirá grabar en Full HD. Esa es la principal letra pequeña de apostar por una cámara así en Android.

Dicho todo esto, ¿recomendaría el Xiaomi 13 Ultra? A 1.500 euros me cuesta muchísimo decir que sí. Nadie necesita gastarse tanto. Incluso si quieres una cámara de primer nivel, tienes el Vivo X90 Pro en el entorno de los 1.000 euros. Si quieres un móvil en el que no vayas a echar nada de menos, tienes el Galaxy S23 Ultra por 1.100 euros. Si quieres un teléfono que te sirva para hacer buenas fotos sin romperte la cabeza, tienes los Pixel 7 Pro por 799 euros o incluso menos. El mercado que los iPhone dejan a la gama alta de Android es muy pequeño y hay mucha competencia.

Si te ha gustado el teléfono:

Xiaomi 13 Ultra (1499€)

Si quieres algo tan completo (y más barato):

Samsung Galaxy S23 Ultra (1189€)

Si quieres algo más barato y una cámara igualmente espectacular:

Vivo X90 Pro (1190€)

Grandes fotos, pero a la mitad de precio (y Android limpio)

Pixel 7 Pro (789€)

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Xiaomi llegó oficialmente a España hace cinco años y empezó desde una posición privilegiada, atípica para un recién llegado. Cuando puso un pie en el mercado nacional, ya era la cuarta compañía que más móviles vendía, gracias al boca a boca y a un enjambre de importadores que los traía desde China. A partir de ese momento, no dejó de escalar en los rankings de ventas hasta el punto de competir por el primer puesto en ventas, al menos en nuestro país, con Samsung. El combustible que impulsó este ascenso es bien conocido: inundó el mercado con terminales asequibles que ofrecían especificaciones muy llamativas a un precio más bajo que muchos de sus competidores.

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