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Diez días con el Fitbit Versa: este reloj ya me ha hecho sudar más que el Apple Watch
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LA COSA YA NO VA DE CONTAR PASOS

Diez días con el Fitbit Versa: este reloj ya me ha hecho sudar más que el Apple Watch

Querían un reloj para todo, pero les ha quedado un dispositivo deportivo. Me ha hecho sufrir, y no solo por los entrenamientos. La alternativa barata a la manzana no lo es tanto

Foto: La nueva Fitbit Versa, última apuesta de la compañía. (C. Castellón)
La nueva Fitbit Versa, última apuesta de la compañía. (C. Castellón)

Año 2014. Recuerdo la primera Fitbit que tuve. Una Fitbit Flex. Una pulsera con apenas tres pilotos led que iba a poner de moda eso de cuantificar los pasos que daba al día, las calorías que en ello invertía y mi sueño. Rápidamente, se posicionó como la referencia de estos aparatos en el mercado. Le pasaba como a GoPro. Daba igual quién sacase uno parecido, que el cacharro en cuestión era conocido como 'la Fitbit de no sé qué marca'. Pocas semanas después de estrenarla, la heredó mi madre. Yo miraba las estadísticas de paseo y sueño como las vacas miran al tren. Ella se motivó en exceso y exhibía (aún lo sigue haciendo) cada 'medallita' que le daba la 'app'.

Ese mismo año, Pebble hacía su irrupción comercial. Esa era la primera piedra de los llamados relojes inteligentes. A su rebufo se lanzarían Samsung, Sony, Huawei, LG, Motorola... La evolución tecnológica y el gatillazo soberano de la revolución de los 'wearables' obligaron a la marca a reinventarse. Sus medidores tomaron también forma de reloj. Se hicieron fuertes en lo del deporte, que a la postre ha demostrado ser, por el momento, el mejor argumento para vender estos aparatos.

Foto: Vista del nuevo Gear Sport (M. Mc)

Tras un primer intento con Ionic, ahora llega Fitbit Versa. Hemos pasado casi dos semanas con esta versión 'low cost' del que fuese su primer 'smartwatch'. Como sabemos, a excepción de Xiaomi, este adjetivo suele conllevar algunas renuncias notables. Este reloj inteligente me ha hecho sudar la gota gorda. Y no solo por los entrenamientos.

Fitbit Versa, deportivamente hablando
La Fitbit Versa es resistente al agua y al polvo. (C. Castellón)

"Un reloj para todos". Así se empeñaron en presentar Versa desde Fitbit. Yo les creí a pies juntillas. Una carta de presentación de este tipo debería significar que está en plenas condiciones de competir con el Apple Watch, que es la referencia del mercado. Pero esto está a cierta distancia de la realidad. Aunque han llegado al mismo punto, los orígenes y la estrategia son completamente opuestos. Por tanto, el público también.

En Apple crearon primero un accesorio tecnológico al que posteriormente fueron añadiendo opciones para aquellos que pedían también una herramienta para hacer deporte. En Fitbit han hecho justamente lo contrario. Su especialidad, donde son prácticamente los mejores, es el mundillo del 'fitness'. Su mayor virtud es a la vez una mochila con una carga importante. Por eso les ha salido un dispositivo enfocado más a la actividad física que a cualquier otra cosa. Y pretendían en parte lo contrario: llegar a más gente. Es como si a un defensa le pones de delantero. Acostumbrado a despejar, es difícil que sus primeros remates no se parezcan a lo que ha hecho hasta ahora.

La historia ya no va de medir únicamente pasos, calorías, horas de sueño o pisos subidos. Que está muy bien para mi madre, pero a otros tantos el cuerpo nos pide más. Puedo decir después de varios días probándolo que es la mejor opción para esos aficionados al ejercicio. O al menos, la más completa. Teniendo en cuenta precio, medición de entrenamientos y otras funciones específicas.

placeholder El Fitbit Versa, visto de frente. (C. Castellón)
El Fitbit Versa, visto de frente. (C. Castellón)

El sensor cardíaco ha mejorado notablemente. La impresión es que recoge los picos de esfuerzo y por tanto, la subida de pulsaciones por minuto de manera mucho más precisa, siendo más fiable que otros modelos que lo hacen a través de luces led en la muñeca. Siempre hay un poco de confianza ciega en este sistema. Pero prefiero eso a volver a ponerme una de esas bandas en el pecho. Ocurre lo mismo que las calorías consumidas. Deben usarse como referencia y nunca como algo escrito en piedra.

El sensor de ritmo cardíaco es probablemente uno de los más fiables del mercado de 'wearables'

He sudado la gota gorda con el Fitbit Versa. Lo he utilizado para correr, andar en bici, hacer pesas y cardio en el gimnasio (tanto en la cinta como en la elíptica, actividades que ha registrado perfectamente Smart Tracker al volcar los datos en la 'app'). También me he animado con alguno de los entrenamientos guiados que ofrece una de las funciones que incluye. La experiencia en general es bastante satisfactoria. Incluso me fui a nadar un día, tras varios años sin hacerlo. El 'relojito' dio fe a la perfección de los cuatro largos que conseguí completar antes de parar y rezar al cielo por tener una bombona de oxígeno conmigo.

Lo mejor de esta plataforma (que también permite controlar entrenamiento de alta intensidad) es que, en la mayoría de casos, detecta automáticamente el tipo de ejercicio. Igual que con el sueño. No hay que activar nada. La guinda: una 'app' de sesiones de respiración dirigida para relajarte.

placeholder Los entrenamientos de alta intensidad son una de las opciones de Versa. (C. Castellón)
Los entrenamientos de alta intensidad son una de las opciones de Versa. (C. Castellón)

Aseguran también poder hacer seguimiento de tu rendimiento practicando deportes como tenis, baloncesto o fútbol. Esto es lo que más dudas me genera. En ninguno de estos deportes es muy recomendable andar jugando con un reloj en la muñeca. Hablo desde la experiencia personal como jugador de básquet. Es lo primero que te dicen cuando empiezas en Primaria a jugar. No es recomendable por un posible mal golpe que puedas dar a algún compañero o un rival. Y no es útil porque influirá en la mecánica de tiro.

Su gran lunar en este apartado, uno de los peajes de resultar un dispositivo más barato que la anterior generación, es no tener el GPS integrado y tener que depender del teléfono para poder gozar de las virtudes de este sensor.

Un diseño solo correcto

placeholder Parte trasera de la Fitbit Versa. (C. Castellón)
Parte trasera de la Fitbit Versa. (C. Castellón)

Voy a resultarles un poco friki en el siguiente párrafo. Si como yo han crecido viendo 'Bola de dragón', se acordarán del monstruo Bu. Se zampaba a sus enemigos y acababa por asimilar rasgos de su aspecto físico. El Fitbit Versa formas y materiales me recuerda a los Pebble Time. La compañía adquirió hace dos años esta 'startup'. Es como si, después de fagocitarla, hubiese abrazado algunos de sus cánones de diseño a la hora de crear este nuevo dispositivo. Es ligero y cómodo. Las pulseras de goma, muy finas también, se agradecen a la hora de hacer ejercicio. Acostumbrado a correr con el Apple Watch, he recibido con agrado esa reducción de peso. Tres cuartas partes de lo mismo a la hora de hacer pesas o montarme en la máquina elíptica.

El diseño es ligero y cómodo, pero su aspecto es una oportunidad perdida. Falta salero e identidad

A pesar de esta ergonomía, el diseño es una oportunidad perdida. Pasa desapercibido. No es icónico. Por tanto, tampoco identificable. Cabe aclarar que no es malo. Cumple la premisa de ser ergonómico, pero a uno le deja frío. Falta salero. Volvemos a lo de siempre: si quieren un reloj para todo, tienen que pensar también en que sea un complemento de moda. Y aquí pincha. Destila aspecto 'sport' (sin ser algo malo) por los cuatro costados. Tengo esa sensación constante. Por mucha correa de cuero que le ponga.

También hay que señalar los excesivos marcos de la pantalla. Esa es una de las cosas que llaman la atención en cuanto uno lo mira de frente. A estas alturas de 2018, ese panel LCD de 1,33 pulgadas podía haber llegado más a los bordes. Además, a la pantalla a veces le falta algo de fuerza. Especialmente en exteriores, cuando el brillo resulta insuficiente en ciertas situaciones en que la luz impacta de lleno dependiendo de la esfera de reloj que tengas configurada.

Gatos, tarjetas de crédito y menstruación

placeholder El diseño de la Fitbit deja cierto regusto amargo. (C. Castellón)
El diseño de la Fitbit deja cierto regusto amargo. (C. Castellón)

Pero... ¿qué es lo que hace que el Fitbit Versa no sea un simple monitor de actividad vitaminado? Pues el resto de 'apps' que no están dedicadas al deporte. Este modelo es compatible con Fitbit Pay, que gracias al NFC nos permite pagar en terminal de pago 'contactless'. La configuración es relativamente sencilla, aunque de momento solo podrás disfrutarlo si eres cliente del Santander o dispones de la tarjeta de Carrefour.

Uno de los focos que ha puesto este nuevo dispositivo es el público femenino. Por eso, Fitbit lanzará, en base a sus estudios de mercado, una 'app' que servirá a las mujeres para hacer el seguimiento de su ciclo menstrual. Podrán consultar sus estadísticas diarias de sueño y otros valores y compararlos con otras fechas del calendario. Al oír esto y no poder emitir una opinión cualificada, decidí preguntar a varias amigas y compañeras. El resultado me sorprendió: más de la mitad de ellas han utilizado alguna herramienta de este tipo en su 'smartphone'.

placeholder Fitbit Versa es compatible con Fitbit Pay. (C. Castellón)
Fitbit Versa es compatible con Fitbit Pay. (C. Castellón)

Si el Apple Watch tiene a Mickey o Buzz Lightyear y el Gear de Samsung a Snoopy, el Fitbit Versa tiene sus 'animalicos'. Son carátulas que se pueden descargar a través de la aplicación. Básicamente, te meten en la muñeca una suerte de 'tamagochi'. Un perro o un gato que se mostrará más o menos feliz en función de la actividad que hayas tenido ese día y al que podrás alimentar si te has movido lo suficiente. Si andas con un día vago, se esconderá y te hará saber de su enfado por no mover el culo.

Conviene hablar aquí de la gran fortaleza de Fitbit: la autonomía. Cuatro días. Pensé que iba a ser menos, pero he logrado alcanzarlo. La lata es el cargador. Se trata de una pieza con su propio conector. A estas alturas de la vida, no contar con una conexión más habitual (USB Tipo C o microUSB) es algo, por lo menos, desilusionante.

La pájara de este gran deportista

placeholder Las aplicaciones del Fitbit Versa son limitadas. (C. Castellón)
Las aplicaciones del Fitbit Versa son limitadas. (C. Castellón)

No hay que perder de vista que esto es un reloj inteligente. Bueno, pretende serlo. Tiene algunos fallos imperdonables. El primero, la gestión de las notificaciones. Si Fitbit quiere realmente crear un reloj omnipresente y así poder atraer a más gente, tienen que ofrecer una mejor gestión de este asunto. Por no poder, no puedes ni enviar una respuesta predeterminada. Dicen que llegará en las próximas semanas a Android. De iOS aún no hay noticias. O sea, puedes consultar el mensaje de turno en la pantalla del reloj, pero si quieres contestar no te libras de sacar el teléfono del bolsillo. Lo mismo con el 'mail'. Además, la navegación (que combina tres botones y gestos táctiles) no es excesivamente intuitiva.

No tienes la opción de responder a las notificaciones. Fallo de principiante

Otro de los grandes errores es la anemia de aplicaciones. Faltan 'apps' útiles. Como muestra, un botón. Las 'apps' de 'streaming' musical que ofrecen preinstaladas son Deezer y Pandora... ¿En serio? ¡Que levante la mano quien tenga una suscripción a uno de estos servicios! ¿Nadie? Y no, no ofrecen una opción para Spotify, por si alguien se lo estaba preguntando...

Lo de las tiendas de aplicaciones rellenas de 'paja' es algo bastante habitual. Solo hace falta echar un vistazo a las plataformas de los relojes de Samsung o el Fire Stick TV Basic de Amazon. Muchas de las opciones que ofrecen no están ni siquiera traducidas al castellano. En todos estos casos, el diagnóstico es similar: traen el 'hardware' pero luego se olvidan de surtir con una gran oferta de contenido para aprovechar todo el potencial del dispositivo.

La gran pájara del Fitbit Versa llega en la sincronización. Es tanto engorrosa. Solo cuando se conecta vía wifi al teléfono, se actualiza toda la información recogida hasta el momento, incluyendo la monitorización completa del sueño. Hasta que hagas este paso, apáñate con los datos que puedes consultar en su minúscula pantalla o la información de la que se puede sincronizar vía bluetooth.

¿Alternativa al Apple Watch? Sí, pero...

placeholder La Fitbit Versa falla en algunas cosas elementales. (C. Castellón)
La Fitbit Versa falla en algunas cosas elementales. (C. Castellón)

Lo de los 'smartwatches' ya no es el grueso pelotón que era hace unos años. La burbuja de los relojes inteligentes y los 'wearables' ha pinchado. Apple ha conseguido quedarse como el jefe del cotarro. Samsung y Huawei le siguen la pista con unas ventas bastante menores, y Xiaomi se ha colocado a la zaga, cazando aquellos que buscan algo realmente asequible. El último jugador relevante (el máximo vendedor de 'wearables' junto a la marca china y Apple) es Fitbit. En definitiva, hay pocos rivales. Y menos en iOS. Por eso compiten en la misma liga, sí. La escasez de oferta hace que sea una alternativa.

Es un alternativa al Apple Watch simplemente porque no hay muchas más opciones

El Fitbit Versa solo es un rival sólido para el Apple Watch en un terreno: el deportivo. Es el único punto en el que se ha posicionado por delante del reloj de la manzana. Lo mismo ocurre en Android, donde este aspecto le puede ayudar a superar a rivales como el Gear Sport de Samsung o el reloj de Huawei.

¿Qué hago? ¿Es para mí?

placeholder El Fitbit Versa, visto de lado. (C. Castellón)
El Fitbit Versa, visto de lado. (C. Castellón)

"Un gordo no va a dejar de serlo porque un día coma lechuga. La tiene que comer muchas más veces". Esa perla solía soltarla un amigo del equipo de baloncesto cuando, a modo de ocurrencia, el míster nos ponía cada tres meses un circuito de bote. Se nota que el angelito no sufría retención de líquidos, pero bueno, ese no es el asunto a debate. La frase resume bastante bien lo que le ocurre a Fitbit Versa. Para aprovecharlo, tienes que usarlo muchas veces. Si estás pensando en comprártelo porque eres bastante activo físicamente y practicas diferentes deportes, es una opción a valorar muy en serio.

Si eres una persona activa y practicas varios deportes, Fitbit Versa sí es tu opción

Sin embargo, si eres de los que se lo compran para probarlo y ver si se motivan a llevar una vida menos sedentaria, mejor mira algo más asequible. Corres el riesgo de abandonarlo muy pronto. Si buscas algo para tu madre o para medir los pasos y el sueño, tienes opciones (incluso de Fitbit) más baratas que te harán el apaño perfectamente. No hay que olvidar que el precio oficial es de 199 euros. Por supuesto, sobra decir que si buscas un reloj inteligente porque el Apple Watch de un amigo te ha puesto los dientes largos, búscate otra opción.

Año 2014. Recuerdo la primera Fitbit que tuve. Una Fitbit Flex. Una pulsera con apenas tres pilotos led que iba a poner de moda eso de cuantificar los pasos que daba al día, las calorías que en ello invertía y mi sueño. Rápidamente, se posicionó como la referencia de estos aparatos en el mercado. Le pasaba como a GoPro. Daba igual quién sacase uno parecido, que el cacharro en cuestión era conocido como 'la Fitbit de no sé qué marca'. Pocas semanas después de estrenarla, la heredó mi madre. Yo miraba las estadísticas de paseo y sueño como las vacas miran al tren. Ella se motivó en exceso y exhibía (aún lo sigue haciendo) cada 'medallita' que le daba la 'app'.

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