Nos habíamos olvidado de esta marca. Ahora tiene uno de los mejores móviles baratos del año
Motorola ha dado más vueltas que el tren de la bruja. Ahora intenta sacar la cabeza, entre otras cosas, con los móviles plegables. Pero en lo que hay que fijarse es en propuestas como el Motorola Edge 40 Neo
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Nace '¿Me lo Compro?'. Análisis independiente para decidir qué tecnología necesitasMotorola. Menudas vueltas ha dado. Pasó de ser un referente en el mercado de telefonía móvil a casi desaparecer, cayó y estuvo un tiempo en manos de Google sin pena ni gloria para luego resurgir con el impulso y ayuda de Lenovo. Los más frikis de la tecnología estamos puestos en todas sus idas y venidas. Si no es tu caso, es probable que ni siquiera te acordarás ya de la marca. Pero, oye, Motorola está viva, muy viva, y el último teléfono que he probado de la casa bien que lo demuestra.
No es de extrañar que lo esté intentando en la gama media. La alta gama está hoy en día imposible y luchar contra gigantes como Apple o Samsung se convierte casi en una misión suicida. También anda metido en esto, siendo su esfuerzo más loable su gama Razr, con la que aspira a colocarse en buena posición por si los plegables algún día son la norma. Sin embargo, son buenos tiempos para colar la cabeza en el rango medio (cada vez más explotado, todo haya que decirlo). Ahí es donde se coloca nuestra recomendación.
Moto lo está haciendo bien. Buen ejemplo de ello es su Edge 40 neo. Se trata de su última apuesta dentro del segmento, con una hoja de especificaciones interesante y un diseño bastante atractivo. Eso es justo lo que pensarás nada más abrir su caja. Bueno, eso y que te has teletransportado a una de las tiendas de ropa juvenil Abercrombie, dado el característico perfume que desde hace tiempo ofrece el packaging de los Motorola. Una vez pasado este cebo olfativo —oye, cada uno busca sus trucos donde puede—, lo que vas a tener en tus manos es un terminal muy delgado (en serio, sorprende mucho) pero sin sentirse frágil. Resulta tremendamente cómodo de usar en la mano, al menos, todo lo que sus grandes proporciones permiten, claro.
Su espalda es bastante agradable al tacto. Lo consigue con una apuesta por una piel vegana de acabado texturizado que garantiza cero huellas y un buen agarre, sin resbalones. Llama también la atención el color, en este caso, un azul bautizado por Pantone como Caneel Bay. Sí, es muy probable que dé exactamente igual el nombre, pero es que resulta que el teléfono lleva la insignia de la empresa de identificación de colores debido a una colaboración entre ambas marcas, que ya vimos en modelos anteriores como el Edge 30. En la espalda del terminal resalta también su módulo de cámaras, remarcadas en un cuadrado del mismo tono pero en acabado satinado y de las que hablaremos un poco más adelante.
Fijándonos en su pantalla, nos encontramos con un panel pOLED de 6,55” sin marcos laterales. Ese efecto “sin límites”, como la firma lo describe, siempre me ha parecido bastante premium y en este gama media no iba a ser diferente. Cuenta con resolución Full HD+ (2.400 x 1.080), de HDR10 +, colores intensos, un brillo de 1300 nits que trabaja genial en exteriores y buenos ángulos de pantalla. Difícilmente le pondrás pegas en este rango de precio.
Motorola ha querido que su pantalla curva sea algo más que una cara bonita y le ha dado además una razón de ser, algo poco habitual. En sus ajustes ofrece la opción de hacer que los bordes se iluminen para avisar de que tienes una llamada entrante o una notificación. Permite personalizar el color, elegir si solo quieres que la fiesta de luces solo ocurra cuando el terminal está bocabajo y hasta desactivarlo durante un periodo programado.
Integrado en el mencionado panel se encuentra también el sensor de huellas. Pasada la fiebre que vivimos en la telefonía con este tipo de tecnología, reconozco que soy más partidaria del reconocimiento facial por pura comodidad. Este Edge 40 Neo me lo ha vuelto a reafirmar. Es posiblemente uno de los aspectos que menos me han gustado del equipo, ya que no siempreme ha funcionado correctamente e incluso me vi obligada a borrar mi huella y volverla a configurar tras varios intentos fallidos que me hacían pensar que algo no iba bien.
Por suerte, una vez establecido el reconocimiento facial mi experiencia mejoró bastante, ya que funciona de manera rápida y con una tasa de acierto mucho mayor, haciendo del desbloqueo una tarea de apenas un segundo.
En cuanto al rendimiento general del equipo, no puedo ponerle muchas pegas. El procesador que lo mueve (un MediaTek Dimensity 7030) y un empuje de 12 GB de RAM (nada habitual en la gama media) hacen de este teléfono un equipo perfecto para la gran mayoría de tareas. Ese chute extra de memoria RAM siempre ayuda a que el teléfono envejezca en mejores condiciones. Al final el comprador habitual de este tipo de terminales es lo que busca: exprimir hasta el último euro de su inversión.
Sientes que todo fluye, no hay atascos y nada se queda pillado. Android 13 también juega un papel importante en la ecuación, ofreciendo un entorno de manejo cómodo. Es cierto que el teléfono viene con una capa personalizada (My Ux, se llama) pero no es intrusiva y, por suerte, trae poca porquería y añadidos de terceros molestos, lo que siempre se agradece. Sus herramientas de personalización y soluciones propias resultan además útiles e interesantes, por lo que es muy probable que te sientas cómodo con ella. Motorola tradicionalmente, junto a OnePlus, es la marca china que menos ha entorpecido Android con sus añadidos.
Ahora que el iPhone 15 Pro ha puesto de nuevo de moda la pregunta de si el móvil se calienta de más, es inevitable no responder a esta cuestión en este punto. Lo cierto es que, en el uso cotidiano, este Edge no me ha dado problemas en ese sentido.
Otra cosa es cuando lo cargas, donde alcanza una temperatura relativamente notable pero en absoluto alarmante. Algo que también ocurre, por ejemplo, cuando se utiliza para jugar a títulos exigentes, donde de nuevo vas a notar algo más de calor de la cuenta. ¿Preocupante? No. ¿Mejorable? Por supuesto.
Y ya que hablamos de rendimiento, hay que poner el ojo en su batería. Este Motorola te va a aguantar perfectamente la jornada con un nivel de uso medio-alto (refresco a 144 Hz, consulta continua de redes sociales, brillo al 50%, uso de la cámara para hacer fotos…) gracias a sus 5.000 mAh. Si a esto le añadimos su carga rápida (en la caja encontrarás, además de buen olor —lo siento, tenía que decirlo de nuevo—, un enchufe de 68W), el quedarse tirado porque la autonomía ha llegado a su fin difícilmente va a ser un problema.
Nos pasamos el día consumiendo contenido multimedia en nuestros teléfonos, por lo que quizás te interese saber qué tal se escucha este smartphone. Lo cierto es que el teléfono viene con unos altavoces estéreo de gran tamaño con audio Dolby Atmos que se comportan de manera correcta, aunque sin merecer grandes aplausos. El volumen es bastante alto, eso sí, aunque en sus máximos niveles tengo la sensación de que pierde algo de pegada en los graves.
Fotografía: no es justo pedirle más
Finalizamos este repaso echando un vistazo a sus cámaras y recordando algo importante que yo repito a modo de mantra a todo aquel que me pregunta por “un teléfono que haga buenas fotos y sea económico”: la gama media es lo que es y no podemos pedirle milagros. Es donde más se nota a día de hoy el dinero que invertimos en un teléfono. Teniendo esto presente, puedo decir que su fotografía cumple en general aunque no está libre de ciertas pegas.
En su parte trasera tienes dos sensores (sí, solo dos), uno de 50 MP y otro de 13 MP. El primero, su principal, dispara a 12,6 MP de manera automática, de forma que para obtener los prometidos 50 MP tendrás siempre que irte a las opciones especiales de captura y seleccionar el modo Ultra-Res, restando algo de comodidad al proceso.
La captura de día arroja una definición correcta y una buena saturación de color. Me hubiera gustado, eso sí, que su gran angular no nos confirmara lo que muchos ya sabemos: que sigue siendo la batalla pendiente de los teléfonos actuales. Y es que sin ser ni mucho menos desastroso, observarás una caída en la calidad de detalle y la típica distorsión en los laterales. Al menos el color no se ve muy alterado aunque a veces sí ligeramente más saturado. Y en cuanto a su macro es correcto, pero, de nuevo, nada del otro mundo.
A la hora de hacer fotos nocturnas, el resultado acompaña al diurno, siendo satisfactorio sin tirar cohetes. La definición decae y peca algo de parcheo, pero, por lo general, nada escandaloso. Los colores se mantienen bastante fieles y su modo noche aporta el equilibrio de luz necesario en muchas escenas —te recomiendo que lo uses—. Eso sí, olvídate de zoom o gran angular: si de día ya cojean un poco, por la noche sí que no alcanzan el aprobado.
Vamos a la pregunta del millón, ¿deberías comprártelo? La verdad es que el Edge 40 neo me ha sorprendido de manera muy positiva, lo que no deja de ser un logro teniendo en cuenta lo saturado que se encuentra el segmento de la gama media.
Es un smartphone equilibrado, atractivo a la vista y con cierto aire premium, que rinde bien, arroja una buena autonomía y tiene un desempeño correcto en fotografía. No es perfecto —¿qué teléfono lo es?—, pero tiene una etiqueta que sin ser de las más económicas, te hará sentir que has pagado de manera justa por él. Hay que tener en cuenta que el modelo negro ya se puede encontrar en el entorno de los 300 euros, casi 100 euros más barato de lo que salió al mercado en su momento. Una rebaja que deja bastante bien posicionado a este Motorola.
Si a pesar de la oferta el Edge 40 Neo no termina de convencerte, hay otros móviles que puedes tener en el radar y que han pasado por nuestra mesa de pruebas y ofrecen una relación calidad precio bastante competitiva. El Nothing Phone (1) es uno de ellos. Era uno de los móviles que más recomendados en Teknautas el pasado curso. También en este ya que a pesar de tener algo más de un año de antiguedad, la llegada de su sucesor, el Phone (2), empujó su precio por debajo de los 400 euros, en el caso de la versión de entrada, que incluye 8GB de RAM y 128GB de almacenamiento. Es cierto que pierdes algo de RAM, pero ganas una cámara más solvente y un software muy bien optimizado.
Si quieres algo todavía más barato, el OnePlus Nord C3 5G Lite ahora mismo por debajo de los 250 euros, un precio que lo deja también como una opción atractiva si no puedes esperar al Black Friday, donde estas oportunidades suelen multiplicarse.
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Motorola. Menudas vueltas ha dado. Pasó de ser un referente en el mercado de telefonía móvil a casi desaparecer, cayó y estuvo un tiempo en manos de Google sin pena ni gloria para luego resurgir con el impulso y ayuda de Lenovo. Los más frikis de la tecnología estamos puestos en todas sus idas y venidas. Si no es tu caso, es probable que ni siquiera te acordarás ya de la marca. Pero, oye, Motorola está viva, muy viva, y el último teléfono que he probado de la casa bien que lo demuestra.