15 días con el Pixel 8 Pro de Google: este 'smartphone' tiene algo que te va a dejar mudo

Es probable que si a un Pixel de Google lo examinas y le haces un peritaje tradicional, fijándote única y exclusivamente en los datos que se muestran en las fichas técnicas, tengas una imagen equivocada de lo que ofrece el teléfono y se llegue a la conclusión de que, por ese precio, hay opciones mucho más completas.

Estos smartphones son el ejemplo perfecto de que el hardware relacionado con nuestras necesidades básicas hace mucho tiempo que lograron su objetivo y que cada vez es más complicado sorprender al usuario. Gran parte de la solución, o al menos así lo entendieron los responsables de fabricar los móviles de la gran G, pasaba por el software, creando funciones y herramientas exclusivas. Esta forma de trabajar no siempre es sencilla, porque muchos usuarios, como decíamos al principio del artículo, se fijan en las características clásicas y cuesta más venderles estas novedades intangibles.

El nuevo Pixel 8 y el nuevo Pixel 8 Pro seguramente sean los máximos exponentes de esta filosofía. Presentados hace menos de dos semanas, lo que más dio que hablar desde el primer minuto fue su promesa de que estos dispositivos recibirán actualizaciones tanto de sistema operativo como de seguridad hasta 2030. Un total de 7 años. Esta promesa marca un nuevo estándar en la industria. Apple ofrece cinco o seis, dependiendo del aparato en cuestión. Y en Android, Xiaomi, Oppo y Samsung se quedan en 4. Este movimiento es esperanzador, aunque es cierto, como abordaremos en este análisis, tiene bastante letra pequeña a tener en cuenta.

Digerido este primer golpe de efecto, se puede empezar a hablar de otras de las grandes novedades de este terminal, novedades que se pueden experimentar desde que el móvil se saca de la caja y se pone a funcionar. Los nuevos Pixel 8 (especialmente el modelo Pro) son el ejemplo perfecto de cómo el aprendizaje automático y la inteligencia artificial pueden llevar la experiencia de usar un móvil a un nuevo nivel.

La IA generativa, la tecnología que popularizaron ChatGPT o Dall-E, que utiliza Google para el retoque y la edición de fotos simplemente es algo impresionante. Algo que al usuario de a pie, simplemente, deja sin habla. Aunque no te vayas a comprar este móvil es interesante fijarte en lo que ofrece, porque tarde o temprano estas herramientas llegarán a modelos más baratos de la propia familia Pixel o, incluso, de otras marcas.

Hemos pasado dos semanas con los Pixel 8. El análisis va a estar centrado en el modelo pata negra, el Pixel 8 Pro, pero también vas a encontrar razones para comprar o no el modelo más mundano. Ambos terminales, por cierto, han experimentado una importante subida de precio que valoraremos en este texto. Además, ahora ya no solo se podrán comprar por internet. A la página web de Google y Amazon, se unen ahora MediaMarkt, el Corte Inglés y Orange.

"Tarde o temprano, estas herramientas llegarán a modelos más baratos de la propia familia Pixel o, incluso, de otras marcas"

Decíamos que el software vertebra gran parte de lo nuevo que traen estos teléfonos, pero si quieres vender un terminal de por 800 o 1000 euros tienes que dar también un hardware de primera. Creo que en líneas generales, el Pixel 8 Pro lo logra. Habrá apartados en los que será mejor que sus competidores directos y habrá apartados en lo que no. Pero, globalmente, la sensación que tenga es la de haber tenido entre manos uno de los 4 mejores móviles que el dinero puede comprar en este 2023.

Google ha vuelto a repetir la fórmula del año pasado con un modelo Pro y un modelo estándar. A diferencia de Apple, que saca dos tamaños de cada versión, aquí hay un tamaño por gama. El Pixel 8 Pro es el móvil grande, con una diagonal de 6,7 pulgadas. Su hermano pequeño tendrá 6,1 pulgadas. No es la única diferencia, pero si una de las más llamativas. Como los iPhone han demostrado desde hace tantos años, creo que hay mercado para un modelo superior con un tamaño más contenido y que no se discrimine a los terminales más compactos con una cámara peor. Si lo criticamos hace unos días con el iPhone 15 Pro Max, lo criticamos ahora.

El diseño de los Pixel mantiene la línea que Google empezó a dibujar con el Pixel 6, con ese módulo de cámara que atraviesa la espalda del terminal de lado a lado. Se perfeccionó el año pasado y este han conseguido que sea todavía más redondo. Te podrá gustar más o menos (yo soy de los primeros) pero es indiscutible que los Pixel han logrado tener una identidad propia e inequívoca, cosa que en mi opinión, solo han conseguido los iPhone y los extravagantes Nothing.

Este año han optado por un cristal templado mate (a base de Gorilla Glass Victus 2, el más resistente de los que se comercializan) con un tacto muy suave, con un toque gomoso, muy agradable para tener en la mano. Los colores escogidos (negro, azul y perla en el caso del Pro) son también llamativos y bonitos. Cualquiera de los dos modelos va a ser un móvil de esos que pida ir sin funda y lucirlos. Eso sí, luego te acuerdas de lo que se van actualizar durante 7 años y corres a ponerle una funda y un protector de pantalla para que envejezca en condiciones.

No hay mucho más misterio. Los marcos son de aluminio con solo dos botones físicos: uno para bloquear la pantalla o activar el asistente o los pagos móviles y otro para subir y bajar el volumen. Hay protección IP68, USB tipo C y altavoces estéreo. Una de las grandes mejoras de estos terminales ha sido la calidad de audio. Es potente y nítido. A la altura del tipo de producto.

Pero si hay en algo donde Google ha echado el resto ha sido en la pantalla del modelo Pro. En los primeros días de la prueba ya me di cuenta de que el panel había mejorado y mucho sus prestaciones. DXOMark, uno de los índices de referencia de la industria móvil, le ha otorgado su máxima puntuación, por encima del Fold Z5 de Samsung y el iPhone 15 Pro Max, confirmando mis buenas sensaciones.

Eso no significa que sea una pantalla perfecta, pero da una idea de que globalmente es de lo mejor que se puede encontrar. Particularmente me ha parecido una pantalla súper bien calibrada en lo que se refiere al color y al brillo, pudiendo reproducir con solvencia contenidos HDR o pudiéndose utilizar en exteriores sin ningún tipo de inconveniente. Es buena pantalla para leer webs, navegar por redes sociales o ver series en Netflix o vídeos random en YouTube o TikTok.

Es una OLED de 6,7 pulgadas de tipo LPTO. Eso significa que adapta la tasa de refresco a lo que se está haciendo, ajustando al máximo el número de frames por segundo (un mínimo de 1 y un máximo de 120) para ser más eficiente. Incluso el brillo automático, que hasta ahora era uno de los caballos de batalla de los Pixel responde bien. El Pixel 8, el de 6,2 pulgadas, no tiene todas estas características, pero también ofrece una buena calidad de imagen, con una OLED con hasta 120Hz de tasa de refresco. El modelo más compacto sigue siendo uno de los más cómodos y manejables que se pueden encontrar a día de hoy con estas medidas.

Como opciones biométricas seguimos teniendo un lector de huellas digitales bajo la pantalla que poco se parece a aquel lector del Pixel 6 que era lento y fallaba más que una escopeta de feria. También tenemos desbloqueo facial con una nueva certificación de seguridad, que hace que podamos utilizarlo, por ejemplo, para autenticarnos cuando queremos pagar con Google Pay.

El Tensor G3 es la pieza que tira del carro. Google hace tiempo que decidió criar sus propios caballos y pasar de los de Qualcomm. Es algo similar a lo que hizo Apple con sus procesadores. En el caso de los Pixel, la decisión responde a la necesidad de tener diseños más personalizados y optimizados para poder ejecutar las funciones de inteligencia artificial que hacen distinto este terminal. Se trata de un chip creado en el nodo de los 4 nanómetros, diseñado en Mountain View y al que se ha dado forma en las fábricas de Samsung. Durante la presentación, Google no se enredó ni con cifras ni con detalles técnicos.

"El Tensor G3 es la pieza que tira del carro. Google hace tiempo que decidió criar sus propios caballos y pasar de los de Qualcomm"

Se limitó a decir algo tan obvio como que la CPU y la GPU tenían más músculo que nunca y que hay una nueva TPU para hacer las operaciones relacionadas con la IA. Todo este baile de siglas se traduce en que este Tensor G3 puede ejecutar el doble de modelos de lenguaje que el Tensor G1.

Este procesador viene acompañado de 8GB de RAM en la versión estándar y 12GB en la versión Pro. Después de dos semanas de prueba tengo el convencimiento de que por fin Google ha conseguido dar el paso adelante en lo que se refiere a rendimiento que llevaba persiguiendo desde hace tiempo. Probablemente, tenga cifras mucho espectaculares que el chip que monta los iPhone 15 Pro, espero o no significa que no sea un procesador pata negra.

No tengo ninguna queja. Ha podido con todo lo que le he pedido. Desde juegos, hasta redes sociales, edición de fotos, grabación de vídeos… Estoy seguro de que este móvil está capacitado para durar cinco años sin problema en buena forma. Lo de llegar a los siete años no lo pongo en duda, pero Google tiene que tener mucha mano optimizando el software y las nuevas funciones que vaya creando con el paso del tiempo.

¿Se ha calentado? En algunos momentos puntuales (configuración, carga con un adaptador de mayor potencia o al conectarlo a un monitor externo) pero no ha sido un aumento de temperatura preocupante. Nada que ver con los calentones que sufría el iPhone 15 Pro Max antes de la actualización de iOS ni con los que sufren los plegables de Samsung. Si notas que se sobrecaliente más de la cuenta, Google ha creado una app para saber qué pasa y cómo puedes evitarlo.

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Las capacidades del Tensor G3 se dejan notar también en la autonomía. No es su mejor característica, pero cumple muy bien, mejor que sus predecesores. En el caso del Pixel 8 Pro he llegado siempre al final del día con bastante gasolina en el depósito: entre un 20 y 25%. Absolutamente todos los días. Los más de 5.000 mAh de este teléfono dan para mucho. El Pixel 8 debería dar también para pasar el día, aunque es probable que si eres un usuario intensivo y alargas tus jornadas más de la cuenta llegues temblando a casa y necesites darle un chute de energía antes de salir de la oficina.

El modelo superior ofrece 30W de carga rápida y 23W de inalámbrica si utilizas el cargador oficial de Google. Si no, con un cargador inalámbrico cualquiera, tendrás 12 W. Pasar de cero a cien lleva unos 75 minutos, aunque el 50% de la batería se rellena en apenas media hora. El Pixel 8 se queda un poco por debajo en ambos campos, con 27 W y 18, respectivamente. Si utilizas un accesorio genérico para la carga sin cables también tendrás que conformarte con 12 W

Antes de abordar las diferentes herramientas de IA y el rendimiento de la cámara, los puntos fuertes de este teléfono, vamos a echar un vistazo a una de las novedades más llamativas que incluye el modelo Pro: un termómetro.

Depende de un sensor colocado en el módulo de cámara. Basta con abrir una app y ejecutarlo a unos pocos centímetros. De momento, su uso no está homologado para tomar la temperatura corporal, aunque Google ya trabaja para lograr las certificaciones necesarias. En ese momento, será más útil. Ahora es una cosa anecdótica y muy curiosa, pero nada más.

Derroche de IA

Lo que hace diferente a este teléfono es el derroche de IA. Google habló de muchas funciones en su presentación. Unas están ya disponibles, otras lo estarán en los próximos meses, otras llegarán primero en inglés y luego en otros idiomas. Entre las que todavía están cocinando, la que más ganas tengo de probar es el modo nocturno de vídeo, que promete convertir clips con una iluminación tenue en un vídeo bien eliminado. Aquí van algunas de las más destacadas:

- IA generativa para eliminar objetos. Hasta ahora teníamos una herramienta que se llamaba borrador mágico, que nos dejaba eliminar cosas no deseadas de las fotos, aunque su resultado dejaba un poco que desear. Ahora, siempre que hagamos una copia de seguridad de la foto en la nube, podremos utilizar IA generativa para eliminar objetos, personas o directamente redimensionarlos. El resultado depende mucho de lo complicada que sea la escena, pero es cierto que sorprende y mucho el rendimiento general de esta función. Cuando la ejecutamos, nos ofrece una tanda de 4 resultados y elegimos la que nos parezca más convincente. También tenemos otras opciones como la de poder cambiar y editar el tipo de cielo, entre varias opciones predeterminadas. Hay veces que es ligeramente agresivo, peros siempre podemos graduarlo a nuestro gusto. El debate que hay en torno a esta función es evidente. ¿Cuánto de real queda en las fotos? Obviamente, nadie va a poder crear una foto bonita desde cero y esta tecnología tiene sus límites pero el debate está servido. Quizá con el Photoshop no preocupaba tanto, porque simple y llanamente no era tan accesible. Hay que entender lo que persigue Google que no es otra cosa que cualquier persona pueda sacar fotos y retocarlas muy fácilmente.

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- Se acabaron las discusiones con amigos por saber qué foto subir. Ojos cerrados, boca abierta, miradas a otro punto. Cuando uno se saca una foto de grupo, sabe qué es difícil que todos salgan bien. Los Pixel son capaces de analizar diferentes tomas y analizar las caras para darnos la opción de escoger cuál preferimos, hacer un corta pega y juntarlo en una sola imagen. Si la imagen está bien iluminada y los sujetos no se han movido o inclinado mucho la cabeza entre disparos funciona bastante bien y logra una buena faena de aliño.

- Reuniones transcritas y frases atribuidas. La grabadora de los Pixel hace tiempo que permite transcribir en tiempo real los audios a texto. Esto es algo que para los periodistas es un milagro, evitando tener que escucharnos la grabación una vez hemos terminado la entrevista. Aquí quiero hacer un par de observaciones. El rendimiento en castellano, siempre que a los protagonistas se les oiga con cierta claridad, ha mejorado mucho en los últimos tres años. También ha mejorado la identificación de cada interlocutor, una función que reconocerá quién dice qué y lo etiquetará. Esto puede ser muy útil si quieres tener la transcripción de una reunión y repasar rápidamente.

​- Vídeos con menos ruido de fondo. Los Pixel 8 pueden analizar nuestros vídeos para eliminar el sonido ambiente y que las voces suenen más claras. Yo lo he probado con tomas en la calle y en cafeterías y la verdad que la función cumple bastante bien, aunque es cierto que hay veces que las voces quedan un poco bajas en lo que se refiere al volumen.

- Otros caramelos y los que están por venir. La IA generativa también nos permitirá crear fondos de pantalla y salvapantallas a raíz de una base predeterminada. Los Pixel nos seguirán permitiendo activar la función para saber qué está sonando a nuestro alrededor. Dentro de poco se lanzará una integración de Assistant con Bard que nos permitirá resumir webs, nos permitirá crear fácilmente cosas como correos electrónicos o podremos dictar con la voz notas fácilmente. Lo bueno es que ya no aparecerán como un chorro de texto que debemos editar, sino que reconocerá nuestras pausas para introducir signos de puntuación.

Una cámara fotográfica que sigue sorprendiendo

Por último, hablaremos de la cámara, uno de los grandes pilares de estos terminales. Así lo ha sido siempre y lo ha sido gracias a una combinación única de hardware y software, gracias a la fotografía computacional. Repasemos los diferentes componentes que ofrecen estos teléfonos.

• Sensor principal. 50MP, f/1.7, 25mm. Estabilizador óptico.
• Telefoto. 48MP, f/2.8, 113mm. Estabilizador óptico. Exclusivo del Pixel 8 Pro.
• Ultra gran angular de 48MP, f/2.0 y 126º.
• Cámara frontal de 10,5 megapíxeles, f/2.2 y 20mm.
• Vídeo hasta en 4K a 60fps.

Una de las novedades de este año es que la app ha incluido controles al estilo DSLR. Es interesante si tienes inquietudes fotográficas y quieres controlar parámetros como la velocidad de obturación o la exposición. Tras analizar el rendimiento de la cámara me mantengo firme en que es una de las mejores del mercado en lo que se refiere a fotografía.

El sensor principal está fuera de toda duda. A plena luz del día, obtiene tomas coloridas, con resolución y todo tipo de detalles. En lo que se refiere a fotografía nocturna, algunos compañeros han asegurado que han sufrido más de la cuenta los destellos. Particularmente, me he encontrado algún caso, pero no me ha parecido que sea la norma y he podido tomar fotos nocturnas sin sufrir en exceso y con un muy buen resultado. Seguramente pronto nos encontraremos una actualización para mejorar la gestión y solventar esos supuestos destellos.

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El modo retrato sigue teniendo ese procesado tan característico de Google. Es cierto que se aleja del realismo que intentan imprimirle marcas como Samsung, pero particularmente me resulta muy agradable y resultón. El ultra gran angular mejora notablemente. Se va a hablar mucho del telefoto del Pixel 8 Pro, pero el ultra gran angular es uno de los grandes ganadores de este año. Ha mejorado mucho su rendimiento en todo tipo de situaciones. También cuando se utiliza a modo de macro.

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El telefoto por 5 es una delicia. Creo que ofrece un rendimiento muy parejo al del iPhone 15 Pro Max. Aunque alcanza hasta 30 aumentos digitales, particularmente si te importa la calidad de los disparos, recomendaría no exprimirlo más de 10 aumentos. Una cosa que me llama la atención es que Google no permita utilizar esta lente para retratos y solo permita utilizar 1,5 y dos aumentos. En el caso el Pixel 8 estándar, a pesar de no contar con esta pieza, la IA permite tener un zoom digital de unos 3 aumentos muy potente cuando las condiciones de luz son óptimas.

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​La cámara selfi ofrece también unos resultados decentes, aunque es cierto que cuando la luz no es la mejor hay veces que hace un procesado un tanto agresivo. El vídeo, sin ser el mejor de la categoría, es bastante solvente, aunque es cierto que cambiar entre lentes no es precisamente un paso que haga de forma suave.

¿A quién se lo recomiendo? (y a quién no)

Hasta aquí la review de los nuevos Pixel 8 y los Pixel 8 Pro. Creo que son uno de los mejores móviles que el dinero puede comprar, especialmente si te gusta Android limpio y quieres huir del software pesado y lleno de aplicaciones preinstaladas de los fabricantes chinos. En el apartado multimedia vas a tener una pantalla espectacular y una cámara muy buena para obtener fotografías resultonas sin mucha dificultad. Además, cumple en lo que se refiere al rendimiento y la autonomía.

¿A quiénes no recomendaría comprarlo? Pues obviamente a los fanáticos de iOS, aunque es cierto que para mí los Pixel ofrecen la experiencia más cercana a un iPhone en Android. Tampoco se lo recomiendo a creadores de contenido que están pensando en utilizar para crear vídeos profesionales. Ahí no hay rival para el iPhone 15 Pro Max. Por último, tampoco se lo recomiendo a gente que quiera un móvil para largas sesiones de juego. Puede con alguna partida pesada y por supuesto con títulos casuales, pero si estás pensando en apretar el acelerador y gastar horas con videojuegos pesados, piensa en otros.

La subida de precio que han experimentado este año ha colocado al Pixel 8 Pro por encima de los 1.000 euros y al Pixel 8 rozando los 800 euros. Es cierto que todavía estáis a tiempo de comprarlos y tener un descuento importante en el Pixel Watch 2 o unos Pixel Buds Pro (unos de mis auriculares favoritos) gratis. Están valorados en 240 euros. Pero es cierto que estos móviles han entrado en un terreno más complicado. Si no te corre prisa, espera. Este año se venden en el Corte Inglés y en MediaMarkt, así que es posible que en algún momento aparezca alguna oferta más o menos agresiva. Si eres cliente de Orange o estás pensando en hacer la portabilidad, también tienes la opción de sacarlo algo más barato dependiendo la tarifa escogida.

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